Partida Rol por web

La ruina del Hombre

El resto del día (Nyormel, 4 de Numa del 471 d.T.)

Cargando editor
21/08/2011, 12:32
Unnysia ni Dooyrn

Unnysia, quien era de todos aquellos quien más rango tenía, permaneció callada mientras ambas mujeres discutían. La chica miraba alrededor, como si no se creyera nada que lo que sus sentidos percibían.

- Creo que somos víctimas de una brujería - dijo al fin -. No es la primera vez que lo siento. Este olor dulzón se te mete en la nariz y nos confunde. A ti te conozco, aunque no estoy segura. Eres familiar de un hombre respetado por mi padre, Noro Darryn. Y hoy has descubierto... - se detuvo de repente, y miró a Iluubra, como si temiera haber dicho demasiado -. Estabas en la reunión, ¿no es cierto? Con el Donner. Creo que ambos buscamos a la misma persona, a Lonnegahr. Se ha ido por aquí y, si no me equivoco, está contrariado. Está claro que ha tenido planes, sean los que fueren,  y ahora los está cambiando por otra nueva invención. ¿Por dónde ha ido?

Cargando editor
31/08/2011, 01:31
Jayrah Ydhûn

De las dos chicas, la más pequeña es Unnysia ni Dooyrn, sobrina del Donner Gareth, una hermosa y algo alocada jovencita que visita a su tío algunas temporadas. La otra es una mujer, una sirviente, que responde:

-Perdón, señora. La dama Unnisya- la señala -me ha pedido que la lleve a presencia de mi señor. Le estamos buscando. Soy criada de la casa de Nyrr.-

La sorpresa fue la sensación que predominó. ¿Qué esperaba...? Cualquier cosa, todo. Pero no la más absoluta normalidad, un regreso de lo onírico a lo real como si fuera la transición más habitual del mundo.

Jayrah suspiró, y el parpadeo acompañó su expresión aturdida, como única respuesta.

Cargando editor
29/09/2011, 00:05
Iluubra Senra

Iluubra no parece sino incómoda en esta situación en la que cada una ha hecho una pregunta, implícita la sutya, directa la de su acompañante, pero no han obtenido respuesta. Tras un carraspeo, decidió esperar unos segundos, darle aire para responder a la otra mujer, sin duda importante por lo que Unyssia había dicho de ella un segundo antes.

Cargando editor
29/09/2011, 15:16
Jayrah Ydhûn

La muchacha fue enfocando la mirada como si regresara de una pesadilla, o del efecto hipnótico de una droga poderosa. Un par de veces fue a responder, pero sólo un balbuceo salió de entre sus labios.

Tuvieron que pasar algunos segundos antes de que, tras tragar saliva, acertara a encontrar en su mente el raciocinio suficiente como para componer una frase con un cierto sentido.

-Brujería... sí. Ese hombre... se ha adentrado en la oscuridad... rodeado del hedor de la muerte. Me han advertido, no saldría de allí si seguía, nadie lo haría...

Señaló vagamente hacia el lugar del que acababa de salir ella misma, y se giró a mirarlo, la expresión aturdida y sorprendida aún llenando sus pupilas.

-Le he visto antes, en sus aposentos... es un diablo... cambia de forma, manipula las voluntades...

Cargando editor
05/10/2011, 21:34
Unnysia ni Dooyrn

Unnysia volvió a pasar del estado de confiada indolencia al de preocupada aprensión.

- Lo sabía... se lo quise decir a Rhiannon. Todo... es como una antigua verdad que sabes desde siempre pero que no te atreves a decir en voz alta. Siempre que yo estaba aquí, que visitaba a mi tío, cuando este hombre aparecía, tenía escalofríos. Hablé con Casyyr, y se rió de mí, pero como si fuera porque una chiquilla se metía en asuntos de hombres, no porque fuera mentira.

Tragó saliva visiblemente afectada...

- ¿Y si le avisáramos? Él es sabio. Yo no quiero seguirle. No quiero acabar en esa oscuridad.

Cargando editor
05/10/2011, 21:38
Director

Como si esa negrura se supiera mencionada, las sombras centellearon un momento, enardecido el olor almizclado que invadía las escaleras. Había incluso un sonido que acompañaba a los tentáculos oscuros que serpenteaban por la piedra, entre los peldaños, hacia ellas.

Cargando editor
06/10/2011, 07:49
Jayrah Ydhûn

A la mención del frylle, Jayrah parpadeó, rompiéndose súbitamente el trance angustioso en el que aún permanecía sumida, aún sintiendo la maldad escapar, o llamarlas, desde la oscuridad.

-¿Casyyr? ¿Acaso está aquí...?

Otra vez el enigmático aunque sabio hombre. Y su seguridad, esa sensación de tranquilidad que emanaba de él cuando fueron a visitarlo.

Cargando editor
09/10/2011, 22:18
Iluubra Senra

-Disculpadme.- Iluubra se arriesga a hablar, con modestia de criada, pero denotando que sus maneras no son las de una crianza entre servicio noble, sino más bastas e impetuosas. -Sobre hombres que han perdido la cabeza y que les envuelve la negrura me temo que he llegado a saber algo. De hecho, un encuentro más bien malo me llevó al servicio de mi señor y a contarle aquello que vi y a ayudarle en su tarea. Mi señor busca el origen de eso que parece ocurrirle a la gente y con ganas de acabar con ello, supongo, porque le toca de cerca. Quizá nos pueda ayudar, también.-

Cargando editor
09/10/2011, 23:24
Jayrah Ydhûn

-Debemos alejarnos de aquí... -murmuró Jayrah con un estremecimiento. La maldad no había dejado de envolverlas, y seguía tirando de sus conciencias como un sedal de un pez hasta sacarlo del agua.

-Pues busquemos respuestas en alguno de esos hombres, y dejemos en sus manos las resoluciones.

Notas de juego

No sé quién es Nyrr. ¿Debería?

Cargando editor
14/10/2011, 16:46
Iluubra Senra

La joven sirvienta pareció del todo de acuerdo con esta última frase, pues hizo ademán de salir de allí, a punto de amarrar a Unnysia del brazo en un gesto de excesiva camaradería para tratarse de una vulgar sirvienta. Aun así pareció darse cuenta de su gesto maleducado, agachó la cabeza y cedió el paso.

Cargando editor
19/10/2011, 20:58
Unnysia ni Dooyrn

Y Unnysia, aún ausente a ratos, quizá no se habría enterado de la osadía de Iluubra. Levantó la vista, como en un anhelo obstinado y se plegó a las palabras

- Sí, vayamos a ver a Casyyr. Siempre está en la torre. Espero que con todo este... desorden, él sea el único que no se haya movido de su lugar de siempre.

Echó a andar, pero lentamente, hasta que las mujeres le siguiesen.

Notas de juego

La familia Nyrr es gente del Norte de Los Prados, más allá de las montañas, que han venido para hacer negocios con el señor Gareth. No sabes mucho más, excepto que el mismo día del mercado, el siguiente a su llegada (hace tres días) el hijo mayor fue atacado y muerto en un callejón.

Cargando editor
19/10/2011, 21:03
Director

Salir del palacio fue difícil, incluso pese al conocimiento de cada recodo que demostró Unnysia sorteando los accesos principales y dando con pasillos escondidos tras los que aparecían puertas guardadas. Todos los soldados, al verla, saludaban y le permitían pasar. Finalmente, las tres mujeres encontraron el exterior justo bajo un arco de piedra que comunicaba el palacio con una torre y proporcionaba una agradable sombra. Unnysia miró a la derecha y señaló sin pudor.

- Allí - casi se le escapó un grito.

Casyyr, un monje vestido con ropas pasadas, de escaso pelo alocado y ademanes furiosos, gritaba a los porteadores que estaban colocando fardos en un carro.

Cargando editor
20/10/2011, 23:28
Jayrah Ydhûn

Sí, allí. Allí estaba de nuevo el viejo, el anciano y sin embargo pletórico de actividad y nervio frylle. ¿Qué estaba haciendo? ¿Se marchaba?

-Vamos, acerquémonos, parece que se prepara para partir. O, por lo menos, para despachar algo en ese carro.

Anduvo hacia el hombre, a medias tironeando y a medias siguiendo a sus dos nuevas compañeras. Tres mujeres que acababan de rozar la locura, y que poco podían aclarar de ella. Gritó, sin importarle lo que nadie pensara de ella.

-¡Frylle Casyyr! ¡Esperad!

Cargando editor
21/10/2011, 19:05
Iluubra Senra

Iluubra corrió junto a las mujeres con la mirada oscilando a todas partes, con cierto aire paranoico, precocupada desde el momento en que quedó evidente que salían del palacio. Mantuvo, no obstante su posición junto a Unnysia pendiente de ella como.. como una maestra de un alumno díscolo.

Cargando editor
29/10/2011, 11:26
Casyyr

El fryllë prestó atención a los gritos a su pesar, desviando la mirada del carro un momento para distinguir las tres figuras femeninas que se le acercaban. Inexplicablemente, la visión le arrancó una sonrisa veloz y un comentario:

- Vaya, ¿será posible? Tres mujeres de tres orígenes distintos me requieren a la vez. Esto debería ser la señal de algún augurio, pero ahora mismo no se me ocurre ninguno.

Dio unas últimas instrucciones antes de desentenderse de los servidores que portaban los últimos bártulos y se adelantó a las mujeres.

- No pierdo nada por daros como culpables hasta que encuentre a los verdaderos responsables, así que, decidme. ¿No habréis sido vosotras las que habéis revuelto entre mis ungüentos y polvos? Espero que no, porque lo que os habéis llevado es peligroso al contacto, a menos que sepáis cómo manejarlo. Os saldrán sarpullidos insoportablemente doloroso y la amputación es el único remedio definitivo. Enseñadme las manos.

Cargando editor
31/10/2011, 11:33
Jayrah Ydhûn

Jayrah se detuvo, jadeando, frente al extraño personaje. Perpleja ante sus palabras, no acertó a responder, ni a hacer otra cosa que extender sus manos frente a ella y mirarlas con aire ausente. Fue al cabo de unos segundos que consiguió balbucear algo.

-¿Unguentos...? No sé de qué habláis. Hemos venido... buscando... ayuda.

Cargando editor
08/11/2011, 20:26
Casyyr

- ¿Ayuda? - repitió el fryllë con una mezcla de burla y verdadera sorpresa -. ¿Qué tipo de ayuda pedirían señoritas como vosotras a un viejo fryllë en un momento así? Esto quiero escucharlo.

Hizo una pausa en la que fijó los ojos en Iluubra. Luego los despegó como si no la hubiera visto en realidad y volvió a dirigirse a Jayrah.

- Esta ha sido una de las mañanas más inquietantes que recuerdo, desde el principio. Lo que se ha producido durante la reunión... sí, jovencita, no me mires así - se interrumpió para devolver la mirada a Unnysia -, yo también tengo ojos en otros lugares además de en la cara. En fin, ¿por dónde iba? Sí, todo ha sido más rápido de lo que pensaba, y este robo me ha producido verdadera sorpresa. ¿Me hago viejo? Supongo que sí. En fin, aquí me encuentro, a destiempo y sin medios para hacer mucho más que inventario e intentar encontrar un par de cosas. Así que... ¿qué ayuda esperáis encontrar de mí?

Alrededor del anciano, la actividad bullía alrededor y sobre todo hacia y desde su torre, donde los sirvierntes se iban poniendo de acuerdo con los trabajos de traslado de material a la carreta.

- ¡Cuidado con eso, imbécil! Es más frágil que tu cerebro. ¿Quieres que salgamos volando todos?

El aludido miró al fryllë con espanto y se detuvo, con las rodillas temblando. Tras obligarse a volver a moverse, depositó la caja con cuidado encima de todas las demás.

Cargando editor
12/11/2011, 12:08
Jayrah Ydhûn

¿Por qué esa burla? ¿Por qué reírse de una petición de ayuda, de consejo, cuando él mismo dice saber lo que está ocurriendo?

Ya era la segunda vez que Jayrah acudía al Frÿlle, aconsejada por otro, en el primer caso por la propia Sava Mater, y que salía del encuentro con más interrogantes de los que había llegado.

Apretó los labios, ofendida. Y cuando respondió lo hizo en tono seco.

-Acudimos a vos, frÿlle, porque hemos sido testigos de brujería, y de hechos espantosos, por los que no sabemos cómo actuar. Yo misma he seguido a un hombre, ese diablo cambiante y despiadado, hasta un lugar tenebroso del que prefiero no acordarme. Salí de allí, aterrorizada, y no deseo volver. Al regreso ellas me encontraron, también buscaban a ese hombre, pero el camino tomado no quisimos recorrerlo ninguna de nosotras, yo de nuevo, y ellas intentarlo.

Aunque su voz seguía siendo dura, un ligero temblor la rompía de vez en cuando, traicionando el miedo y el desasosiego.

-Sabéis lo que ocurre, decís. Un goteo de muertes, eso es lo que ocurre, y de malas artes. Y un hombre que parece ser la causa, que escapa hacia quién sabe dónde, de un modo sobrenatural y malévolo. Ahora no sabemos qué hacer, por eso estamos aquí. ¿Os parece descabellado? Entonces nos hemos equivocado al pediros ayuda, al consideraros nuestro único asidero.

Cargando editor
20/11/2011, 00:42
Iluubra Senra

-Perdón, yo.. - la joven se detuvo, consciente de su posición de sirvienta, pero estaba claro que su intervención tenía el objetivo de pedir permiso para aclarar algo sobre lo que la mujer acababa de decir, impaciente al ver a Unyssia callada.

Cargando editor
20/11/2011, 10:33
Jayrah Ydhûn

Jayrah se volvió hacia la joven sirvienta, casi aliviada de que alguien tomara a su vez la iniciativa. O, en su caso, que interviniera por lo menos.

-¿Sí...? Adelante, habla. -Y más bajo, casi suplicando.- Por favor...