Partida Rol por web

- No me gusta esto... Temo que nos hemos perdido.

"Por si acaso, no os acerquéis demasiado a la fuente. Puede que no sea nada, y puede que sea algún tipo de bicho", dijo Arthedain, reflexivo.

"Estoy de acuerdo con Bhain, hay que seguir las indicaciones que nos dieron, y en algún momento saldremos a la superficie. La pena es no encontrar ni siquiera algún enemigo al que arrebatarle las armas con las que más de uno nos sentiríamos más cómodos. Desde luego, si consiguiéramos un mapa de este subterráneo sería una buena forma de movernos por la ciudad sin llamar la atención."

Mama asintió conforme al comentario del enano y del elfo gris, pero su vista no se apartaba de la fuente. Agudizó la vista mientras la rodeaba mirando cada detalle de la misma, culaquier símbolo que le diera la más mínima información. Todo aquel lugar y su decoración era muy extraño. ¿Quién había construído todo este complejo? ¿Enanos, elfos? El gremio de asesinos conocía aquel lugar, pero quién más en la ciudad conocía este laberinto? ¿Estaría informada la Inquisición? Algo en las indicaciones de Medus le escamaba; cuando le pidieron ayuda, el grupo esperaba salir por un maltrecho pasadizo a un lugar seguro, pero lo que menos se esperaban encontrar era semejante reducto lleno de decoracion y enormes galerías. Mamá empezó a creer que aquel ruido de batalla estaba planeado y que la pretensión del gnomo era que llegaran hasta aquí. No dijo nada; los ánimos del grupo no estaban para comentarios pesimistas. La sorpresa y la incredulidad era el reflejo de todas sus miradas.

A Gaius nunca le habían gustado demasiado las mazmorras, catacumbas, criptas o sucedáneos. Bien sabía él que eran un mal menor dentro del negocio, y que tarde o temprano se acababa en alguna de ellas. Lo que no conseguía entender es como demonios se habían perdido allí ya que viajaban con las indicaciones precisas. Solo le reconforto la idea de que si escapaban del claustrofóbico lugar quizás le haría una visita al dichoso gnomo para recordarle donde estaba la derecha y donde la izquierda.

Zarandeo la cabeza para volver su atención a la realidad. La sala no le llamaba mucho la atención aunque estaba dispuesta de tal forma que una trampa con accionador de peso sería ideal. Después de una revisión concienzuda no diviso amenaza alguna, hasta que sus ojos volvieron a posarse en la fuente central que había desechado como peligrosa desde un primer momento. El limo que rezumaba del manantial le recordó a algunas historias que había oído en el gremio sobre criaturas formadas por fangos y basuras que deambulaban en las cloacas engullendo todo lo que podían. Poco después Arthedain compartió sus temores con el grupo y el asesino no pudo si no estar de acuerdo con él.

- Tiene razón, no os acerquéis a la fuente, yo también tengo el presentimiento de que ese limo tiene más vida de la que aparenta – aviso concienzudo el humano a sus compañeros corroborando las palabras del elfo.

Mamá tropezó levemente en un pequeño bache en el suelo. Se agachó y tomó un cascote de piedra. Apuntó al pozo y la lanzó al líquido para coprobar el resultado. ¿Le costaba hundirse? ¿Salía humo? ¿La escupiría?

El mediano mira con curiosidad como la maga lanza la roca, aferrando sus armas y más preocpado de lo que quiere dar a conocer.

Las reacciones de sus compañeros no ayudan a que se tranquilice, así está tenso, atento a todo lo que sucede en el lugar.

Venga sigamos, no es el momento de desfallecer o de perder el tiempo. Tengo ganas de salir de aqui, lo mismo que vosotros, no podemos olvidar la mision que tenemos por delante

Mosest asistía atónito a los comentarios de sus compañeros: ¿El líquido de una fuente podría atacarles?. Él que se imaginó sus aventuras luchando con espada a lomos de su caballo contra enemigos de carne y hueso se veía ahora en la tesitura de tener que luchar a puñetazo limpio contra un asqueroso fango. Y encima cubierto por los restos de un cadáver andante. Definitivamente, tenía que salir ya de allí.

- Izquierda, ¿habéis dicho izquierda, verdad?. Pues venga, ¿a qué esperamos?.

Dicho lo cual comenzó a dirigirse hacia la salida de la izquierda lo más pegado a la pared posible.

Dicho lo cual comenzó a dirigirse hacia la salida de la izquierda lo más pegado a la pared posible.

"Estoy de acuerdo", dijo con tono de fastidio el elfo gris. "Empiezo a estar hasta muy arriba de tanto túnel y tanta mandanga. Vámonos de aquí de una condenada vez."

Mientras Mosest se dirigía con paso firme hacia el túnel de la izquierda la piedra que Mama Briggite había lanzado se hundió lentamente en el extraño líquido de la fuente. El líquido, fuera lo que fuese, era lo suficientemente denso como para que el pedrusco tardase un poco en descender de la superficie. Mosest se asomó al túnel: de piedra, oscuro, nada distinto al que los había traído hasta allí.

El mediano, al ver como sus compañeros empezaban a retirarse, los dejó pasar, dispuesto a quedarse en último lugar. Esa fuente le causaba muy mala impresión y no pensaba dejarla sin vigilar.

Estaba claro, debían continuar y dejar de momento sus inquietudes. Este lugar le reconcomía por dentro, sus ganas de conocer y de descubrir debían de pasar a un segundo plano, al menos de momento. La supervivencia del grupo dadas las circunstancias en las que se encontraban era prioritaria; se prometió a si misma volver; ¿cuantos misterios habrá detrás de este increible lugar? ¿Qué podereres guardará? Pensó mientras intentaba controlar la ansiedad que le producía dejar atrás la fuente.

Dejando atrás la extraña fuente con su líquido el grupo continúo descendiendo por el túnel. A medida que avanzaban se hacía evidente que el túnel seguía una cierta inclinación hacia la izquierda. Unos cuarenta metros después les sorprendió otra desilusionante novedad: había un segundo ramal que iba hacia la derecha mientras el túnel principal continuaba...

Todo esto debió ser una ciudad en otro tiempo, lo que no se es que clase de criaturaras debian vivir en este lugayr y si aun debe quedar alguna de ellas por aqui. ¿ Creis que la advertencia de seguir el camino que nos indicaron y no otro es debido a que aun siguen por aqui? - Bhain sonrió aunque seria dificil saber si era por una broma que acababa de decir o por que en sus palabras se ocultara la verdad, y dada la situacion actual, sin armas y en medio de un sitio desconocido, si apareciera un enemigo se verian en apuros

El mediano, montado con su peculiar estilo... mirando hacia atrás, sintió que Remo se detenía cuando el resto del grupo lo hizo y volteó la mirada. - Otro desvío y no son escaleras - murmuró preocupado - me parece que estamos perdidos... y está claro que no podemos volver

Meneando la cabeza, dejando que el mal humor se notara en su tono comentó - Parece que ese maldito gnomo nos metió en una trampa. Espero que podamos salir - Aferrando con fuerza sus armas dió su opinión - Mejor sigamos por el tunel principal, con suerte nos lleva a algún lado donde podamos salir de esta ratonera -

Las palabras del enano no ayudaron, pero Rómulo confiaba en sus compañeros, Romulo y Hector para que lo ayudaran a sobrevivir. No sería la primera vez... y esperaba que tampoco la última.

El mediano constató que ambos ramales descendían todavía más en las profundidades de la ciudad. La sensación de ahogo parecía cada vez mayor.

Esssta claro que los amistades de Bhain dejan mucho que desssearrr; primero el enano borracho de la entrada a la ciudad y ahora el gnomo cabrón que nos metió en esssta madriguera...Si asssí son tus amigos ¿cómo diantres serán tus enemigos? La proxima vez deberíamos ir a preguntar directamente a la inquisición o al misssmíssimo Taurus en persona-dejó caer la maga al enano.

Mosest no pudo sino asentir silenciosamente a los comentarios de Mama. Bhain sería un héroe y un gran gladiador, pero sus amistades dejaban mucho que desear...

Gaius no pudo evitar pensar en las palabras de la nigromante e interrogarse una vez más sobre las indicaciones de Medus. No conseguía entrarle en la cabeza que los hubiera traicionado, y eso que el asesino creía ver traiciones en todo. Buscaba y encontraba cientos de respuestas para unos motivos que llevaran al gnomo a haberlos vendido. Lo que no conseguía discernir, y por ello desechaba la traición, eran el porque de las complicaciones y escasa eficacia del plan al que los había encaminado. Siendo un afiliado de alto rango del gremio de ladrones estaba seguro de que no era un chapuzas y hubiera habido muchas otras formas de deshacerse de ellos de una manera fácil y segura.

Con todo esto el humano se mantuvo en sus ideas iniciales: ellos se habían equivocado o las indicaciones estaban anticuadas debido a derrumbes o a saber que demonios de problemas.