Partida Rol por web

El mediano no analizó demasiado los "porqué". En realidad estaba más preocupado por "como" salir, que por cualquier otra cosa.

Manteniéndose arriba de su perro, montando de espaldas, permaneció con la vista fija en el tunel que acababan de dejar atrás. Todavía tenía un mal pálpito con la fuente y prefería mantenerse atento.

"Dejaos de pajas mentales", siseó Arthedain.

"Si el gnomo hubiera querido dejarnos listos de papeles, le bastaba con desaparecer y dejarnos en el bar enfrentados a lo que viniera."

Y continuó, ácidamente, "Ya sé que a algunos de vosotros les será difícil, pero intentad usar el sentido común. Hay un acrónimo en un dialecto élfico perdido que va al pelo a lo que digo: KISS.*"

"Y seguid pa'lante, joder, que nos van a dar las uvas.**"

Si el gnomo estaba en lo cierto, ese camino de la izqierda deberia llevarnos hasta las escaleras que deben conducirnos hasta la salida. Os juro que lo primero que hare sera tomarme una cerveza y luego no separarme de mis armas, Bhain se acerco al tunel de la izquierda y escruto en la oscuridad del mismo mientras escuchaba atento a cualquier movimiento o ruido que pudiera provenir del mismo

Bhain se adelantó un poco al resto del grupo escrutando la oscuridad. Para sorpresa de todos y, al igual que había pasado en el puente, Bhain lanzó un grito mientras se echaba las manos a la cara como si le estuvieran arrancando los ojos.

¡Dolor! ¡Mucho dolor! Era igual que si unas arañas se estuviesen comiendo las córneas de sus ojos. Bhain se retorcía sintiendo el intenso dolor.

Arthedain, al ver la reacción del enano, se concentra visiblemente en detectar magia procedente de la dirección hacia la que iba el enano.

Mientras Mosest corría para ayudar a Bhain, intentó averiguar si lo que le estaba provocando aquel dolor era maligno o no.

Bhain se retuerce de dolor en el suelo mientras con sus manos se frota los ojos presa de la desesperación

Ahhhhhh maldita sea

El enano tuvo el pensamiento de cojer sus armas cuando recuperara la vista para hacer pagar con sangre la reiteración de esta burla, pero se encontro desnudo, no tenia sus armas, y fuera lo que fuera parecia que sus compañeros no eran capaces de saber que es Por que solo me pasa a mi ? Los pensamientos se agolpaban en la mente del enano pero el dolor impedia que pudiera pensar con claridad

Mosest parecía desconcertado. Pese a concentrarse con la esperanza de detectar algo malvado que afectase al enano no podía sentir ninguna presencia... Nuevamente Remo olfateaba el aire desconcertado mientras se mantenía aparte del enano, quien se apoyaba ya en la pared al parecer recuperado de ese nuevo ataque de dolor...

Arthedhain murmuró unas palabras y observó al enano... Nada mágico. ¿Qué demonios pasaba allí? ¿Sufría el enano algún tipo de dolencia congénita? ¿Un gladiador enfermizo? ¿Enano? Ver a Bhain, un recio enano, apoyado en la pared frotándose los ojos era cuanto menos desconcertante.

- ¿Estará enfermo, envenenado, o maldito?

- No lo se. Remo no olió nada, así que puede ser - el rostro del mediano es fiel reflejo de su impotencia - Habrá sido ese enano a la entrada del pueblo. Lo maldijo, pero no parecía capaz de cumplir sus palabras -

Mientras espera que el clérigo ó quizás el paladín den su opinión, probablemente con más fundamento, Rómulo sigue mirando a su alrededor sin perder de vista ni el nuevo tunel, ni el que han venido siguiendo.

Mosest se encontraba frustrado. Sus artes de curación se reducían a las heridas físicas y al miedo. Lo que a Bhain le pasaba escapaba de sus conocimientos...

Los ojos me duelen como si miles de arañas se los estuvieran comiendo. Por las barbas de mis antepasdos ahi hay alguna cosa y si vostros no podeis verla ni detectarla estamos jodidos- dijo Bhain con los ojos llorosos a cuasa de lo que fuera que le estaba afectando, se quito la mano de la cara pero aun no conseguia ver nada en absoluto, mientras los pensamientos y las dudas se empezaban a formar en sus mente, aderezadas por una creciente preocupacion que iba en aumento -¿ que demonios esta pasando aqui ?

Silvania se detuvo en seco y observó al enano. Su rostro, de repente, adquirió una expresión de horror.

- ¿Cómo has dicho? -Inquirió a Bhain.

- Eso fue.. -continuó con voz temblorosa- exactamente lo que te dijo aquel enano cuando entraste en la ciudad, sus palabras exactas fueron "MALDITO HIJO DE UNA PERRA CARGADA DE TIFUS! ¡QUE LAS ARAÑAS DE LAS PROFUNDIDADES DROW COMAN TUS MISERABLES OJOS DE TRAIDOR!"

Mama Briggite cayó en la cuenta en el mismo momento en que Silvana recordó las palabras del enano de la entrada. ¡Claro que sí! Era perfectamente posible que alguien sometido a una terrible presión anímica, pese a no tener ningún poder mágico, pudiera provocar una maldición si su espíritu era lo suficientemente fuerte como para convocar la atención de las fuerzas de la oscuridad... ¡Y ese enano podría haber sido, sin saberlo, el provocador de los males de Bhain! Era un caso extremadamente raro y que solo se solía dar en lugares donde confluían fuerzas malvadas de gran poder pero ¿acaso Predemia no era un foco de maldad en esos momentos?