Partida Rol por web

Moviéndose dentro de su pesada armadura Robin se dirigió hacia el frontal de la casa, dispuesto a irrumpir en el interior. Sin embargo notaba que su expulsión de muertos vivientes no iba a ser necesaria ¡el muerto viviente que no controlaba Mama ya se alejaba por su propio pie! Y ahora que estaba más cerca escuchaba, tal y como había dicho Rómulo, como susurraba algo con una voz cavernosa, algo que parecía una letanía... ¿Qué demonios estaba sucediendo en aquel lugar?

Por su parte Gaius se deslizó del muro y avanzó con presteza hasta la casa, quedándose a espaldas de Rómulo. No estaba dispuesto a entrar de primero en aquel sitio, pero se iba acercando a donde estaba la acción.

Mama vio colgada de la espalda del enano su ballesta pesada mágica que hace unos instantes había dicho al enano se la guardara. Presta, se colocó a su espalda y tomó el arma y los virotes. Mientras avanzaba gritó una orden al muerto viviente que controlaba :"¡Atrapa al otro muerto viviente!"

Las cosas se estaban volviendo cada vez más caóticas. Ante la orden de Mama el muerto viviente controlado se abalanzó sobre su compañero intentando detenerlo. El que cantaba la letanía intentó defenderse con su espadón sin cesar de musitar aquella extraña melodía que, casi susurrada, transmitía sin embargo una inquietante maldad en sus tonos desordenados*. La espada surcó el aire pero su oponente se echó a un lado en el último momento. Luego un choque de armaduras devino en un abrazo de metal: ¡lo había logrado! El avance del fugitivo fue frenado mientras ambos monstruos se convertían en una amalgama de metal que amenazaba con acabar en cualquier momento en el suelo...

Echó un vistazo su alrededor y se detuvo apenas un instante de sus compañeras. Alguien tiene que cubrir la retaguardia, no puedo dejar a ellas desprotegidas detrás.

No sabía lo que estaba ocurriendo a unos metros de el, asi que de forma lenta pero segura, como solo los enanos saben hacer, se adelanto unos pasos se aposentó en la tierra con el arma lista y sus sentidos alerta por si aparecía alguien a quien no hubieran visto sus compañeros

Hizo una señal a sus compañeras para que avanzaran

Mientras Bhain avanzaba en las calles el muerto viviente apresado hizo un esfuerzo para librarse de su compañero. Con un empujón las armaduras volvieron a resonar y el muerto viviente se vio liberado. Sin dejar de cantar continuó avanzando por el pasillo pesadamente. Entonces dejó de canturrear y fue cuando los combatientes notaron que el suelo vibraba alrededor de la casa.

Silvania se aseguró de que ya no quedase nadie a la vista, y de una rápida carrera fue tras sus compañeros.

"Algo malo va a pasar... y pronto" dijo Arthedain al notar las vibraciones del suelo, coincidentes con el final del cántico del muerto viviente.

El mediano movió su brazo con presteza buscando impactar al "cantor" con una de sus balas, antes de talonear a su fiel montura y hacerla avanzar rodeando al muerto viviente - Que cantas? - le espetó como si este pudiera contestar mientras intentaba convencer a su animal que atacase a la extraña criatura. - Vamos Remo, son solo huesos - le comentó y, aparentemente sus palabras fueron suficienets para que el mastín abriera la boca e intentar clavarle los dientes a los huesos animados.

- Vamos, si lo rodeamos no podrá salir de aquí - insistió esperando que sus compañeros lo siguieran al ver que los dientes de Remo resbalaban en la armadura y no podían aferrar la carne putrefacta de su objetivo.

Siguiendo a Rómulo - Random me maldiga si permito que un mediano se meta en un fregado antes que yo - Robin cargó, lanza en ristre, contra el no-muerto cantarín.

Si el bicho ese al menos afinara...

Las ganas de entrar en faena del clérigo se ven entorpecidas por la presencia de la criatura controlada, o sea que Robin se conforma con entrar dentro de la casa y vigilar para que no lleguen refuerzos.