Partida Rol por web

El día había llegado, el rito de iniciación, una prueba que demostraría vuestra valía y os consolidaría como miembros de los Cazadores de las tinieblas, el rito se realizaba una vez al año y todos los posibles aspirantes participaban sin importar el tiempo que llevasen entre sus iguales. Tan valido era el que llevaba un año entero, como el que acababa de llegar y al día siguiente se realizaba el rito.

Durante el rito, los aspirantes eran llevados a diferentes partes del bosque por separado y se dejaban a su aire. Un aspirante que quisiera superarla debía rastrear a otro y conseguir morderle, una vez echo esto se debía encontrar el camino de regreso si en tu boca o garras se olía e identificaba el olor a la sangre de uno de los aspirantes la prueba era valida.

Pero no era tan sencillo, si alguien llegaba con tu olor antes de que tu llegaras con el olor de otro, se te daba por descalificado. El rito ponía a prueba la capacidad de ocultación, la rapidez, la estrategia y el reconocimiento de terreno.

La prueba comenzaba al esconderse el sol y terminaba justo cuando despuntaba el primer rayo, en este momento eran eliminados también los que no habían conseguido el olor de nadie. Y ese era vuestro caso.

Durante la prueba, habíais conseguido eludir que nadie os localizara, pero a la vez tampoco habíais encontrado a nadie y a medida que pasaba el tiempo y algunos la superaban y otros fallaban, el numero de hermanos en el bosque era cada vez mas bajo. 

Llevabais un buen rato siguiendo rastros y ahora seguíais el que pensabais seria el definitivo, y vaya si lo fue, no sabríais decir que vio antes a quién, pero cuando quisisteis daros cuenta vuestras pupilas miraban fijamente a las del otro. Y casi podíais leer la mente del otro, pues ambos pensabais lo mismo.

Queda poco para que el sol salga, es mas que seguro que esta es la última oportunidad de superar la prueba.

La luz del alba no tardaría en asomare a lo lejos en el horizonte y mis posibilidades de pasar la prueba cada vez eran menos. - ¡Maldita sea! Yo soy una persona de ciudad, no un Indiana Jones – pensaba para si mismo Max cuando escucho el ruido de pasos a lo lejos. Ahí estaba, otro de los “concursantes”, ahora era el turno de tomar una decisión.

Sus miradas se cruzaron, dos cazadores, ¿no?. No, cazador y presa, así lo dicta la ley natural. Max avanzó unos 5 metros buscando cobertura de terreno por si el sujeto se lanzaba al ataque, tuviera dificultades de alcanzarlo. ¡OYE! Realmente necesito entrar al grupo y creo que tu también. Tienes dos opciones:
1. Declaramos un empate o
2. Vuelvo al grupo con tu marca

La voz de Max sonaba con una fuerte conviccion, estaba dispuesto a todo con tal de entrar a los Cazadores de las Tinieblas, necesitaba conocer más acerca de su actual condición si es que queria estar preparado para proteger a lo que mas queria en el mundo.

¡Maldita sea! toda la noche rastreando sigilosamente y en forma de lobo, y justo ahora que pensaba que era el utimo y he cambiado para mirar la hora, aparece este tio en una curva del camino como el que va buscando setas. Y todo por ponerme a mirar la hora y parar a mear.

Aunque me parezca justo, y que a nadie beneficia que uno de nosotros quede fuera y en realidad ser menos nos perjudica a todos. - dice Eric terminando de abrocharse el cinturon - Seria una mentira y hacer trampas. Y dudo que los Alfas se dejaran engañar tan facilmente.

Sin embargo podriamos llegar al mismo tiempo, si volvieramos en paralelo. - exclama Eric mientras con la mirada mide los pasos hasta su rival, Demasiado lejos para un humano... pero apenas un salto para un Uratha. piensa Eric recordando sus ultimas semanas y el regocijo que ha encontrado en la experimentacion con sus distintas formas. - ¡Luchemos como rivales!¡Volvamos como hermanos!

Las ultimas palabras de Eric quedan convertidas en un rugido al cambiar de forma subitamente.

Eric se transforma en una criatura de pesadilla de 3 metros de musculos, pelo y garras, y antes de que su mente se nuble con sangre y violencia se dice a si mismo, - El trato es mas que justo, pero muy facil de romper en el ultimo momento, si me aseguro de herirle lo suficiente, eso le impedira ganarme terreno y jugarmela. Aun asi siento que hay algo de trampa en ello.

Y si abalanza contra su honorable rival con la boca abierta.

Max trata de razonar algún tipo de plan, quizás para ganar tiempo o quizás por que realmente piense que puede funcionar, no obstante su rival no parece por la labor, su cuerpo empieza a llamar a otra de sus formas, retorciéndose y aumentando de tamaño hasta convertirse en la monstruosidad que es la forma Gauru, una maquina de matar perfecta.

En dos rápidas zancadas ya esta casi encima de Max y su rugido llena el aire.

Ver a mi contrincante acercarse a gran velocidad mientras va ganando masa me incomoda pero era algo que ya tenia previsto. ¡Era de esperarse...! Digo resignado

Con una mano tomo mi sombrero y comienzo a huir del lugar buscando cobertura entre los arboles.

¡Tomalo con calma compañero!

La bestia en la que Eric se ha convertido cae desde arriba sobre Max, con las fauces abiertas en busca de sangre.

Años dedicandome a cosas más humanas, ignorando lo que realmente soy, habían mermado mis facultades de un enfrentamiento cuerpo a cuerpo. No era Eric quien me estaba lastimando sino la mismisima evolucion quien me estaba dando una bofetada.

"..." Sin tiempo a reaccionar, unas enormes fauces se abalanzaron sobre mi ser. Caí de espaldas en la alfombra natural del bosque tratando de no ser mordido pero mis dedos, peor, mis brazos eran rasgados una y otra vez por esos agudos colmillos.

- ¡AAAagh! - una mueca de dolor se dibujo en mi rostro, mientras que un rojo escarlata coloreaba poco a poco esa alfombra de ramas y hojas secas.

La figura de lo que Eric es ahora, se gira de medio lado agachandose, mientras en la superficie de su mente comprende, - ya tengo su sangre en la boca, ya no necesito seguir atacando con tanta brutalidad, solo esperar que me devuelva el mordisco, aunque no entiendo a que espera. - pero no son mas que leves destellos de razon en su turbulenta mente, que solo desear desgarrar, matar y romper.

Con un brusco movimiento se gira de nuevo hacia Max con un reves ascendente de su pesado brazo, mas con la intencion de descargar su rabia que de herirlo, un golpe facil de esquivar que parte un arbol en su trayectoria.

Una fortuna que el ultimo ataque de Eric diera en el árbol y no en mi. Sin perder valioso tiempo invoco a la criatura que realmente soy por medio de energías antiguas, una leve niebla rojiza se antepone en mis ojos y Eric deja de verse tan enorme.

Garou, “La forma de guerra” en lenguaje sombrío. Dejo el dolor para otra ocasión, Eric ya tiene mi marca y yo aun no tengo nada

“Instintos no me fallen ahora” - pienso antes de lanzarme a morderlo...

El sabor metalico en mis fauces dictan a mi razon que he acertado - "Por fin, esto acabo"

Eric empuja a Max con fuerza para impulsarse en un brusco salto hacia atrás, cuando cae al suelo, ha cambiado a una forma cuadrupeda de tamaño descomunal, recuerda vagamente a un lobo rojo de ojos grisazulado pero mucho más terrible y grande.

Con un gesto de la cabeza señala colina abajo, en su mirada, una expresión curiosamente humana y honesta. -No me la juegues, - es el mensaje que se ve en sus ojos.

Hasta ahora Eric esta a la delantera, ha avanzado un poco y ya de aqui es una carrera por quien llega primero con el grupo de los Cazadores en las Tinieblas.

- Entiendo el mensaje, compañero.

Adopto la forma de un gigantesco lobo y comienzo a correr como si el mismisimo diablo estuviera detras de mi. Las hojas del suelo se elevan mas de 50 centimetros y los arbustos abren paso a la prueba final entre estos dos Uratha's.

Mientras los dos compañeros se encontraban en un abrazo de sangre y dentelladas, apenas si pudieron percatarse fue como si el aire en una zona concreta comenzase a vibrar precedido por un zumbido que rápidamente se convirtió en un rugido.

De pronto frente a ellos como de la nada había otro gauru completamente negro y de mirada asesina, clava sus poderosas mandíbulas en el hombro de Eric y una de sus garras a la altura del omóplato de Max y tan rápido como fue adopto la forma Urshul en un instante y corrió como loco... Al parecer no estaban solos y desde luego la cosa no iba a quedar entre los dos.