Una vez en el camino hacia el puesto del guardabosques y lejos de las miradas indiscretas del observatorio (pero lo suficientemente cerca para que oigan los disparos), pegamos un par de tiros al aire. Espero que esto le sirva a Konrad para colarse.
En caso de que Vasily viniera por el camino preocupado nos haríamos los interesados por el ruido y si pregunta por Konrad le diremos que se fue por el otro camino.
- Es horrible Vladimir, esos malditos bolcheviques son mucho peores que los mencheviques... se hicieron con el control del partido y se han dedicado a quitarnos las tierras y todas nuestras propiedades. ¿ Y sabe qué hacen con ellas? las meten en un fondo que se queda el Estado para repartirlo entre los campesinos, pero los campesinos no ganan la Propiedad sino que sólo se les permite trabajar la tierra, es decir... que pasan de estar explotados por el Terrateniente a estarlo por el Estado -dice con amargura...
- Y ésa es sólo la parte buena.
- ¡AY DIOS MÍO! HAN DISPARADO, ALGUIEN HA DISPARADO ¿QUÉ HAGO? - cae en la cuenta de que Dimitri puede estar en peligro y duda por un momento si salir corriendo o no fuera del observatorio.
Era el momento. Konrad volvió a intentar entrar en la casa en busca del libro, dándose toda la prisa que pudo. No sabía cuanto duraría la distracción
Expectante, me quedo en silencio tras los disparos y contemplo como la naturaleza recobra la normalidad después del estruendo. Mantengo los ojos bien abiertos no vaya a ser que aparezca el profesor el guardabosques o quièn sabe qué.
Cuando oigo el disparo, yo también me quedo sorprendido. ¿Habrán tenido problemas mis compañeros? Aunque también puede ser una maniobra de distracción. Hay que andar con cuidado. Pero sea como fuere, tengo que ocuparme de alejar a Dimitri del observatorio todo el tiempo posible.
—Parrece que ha sonado fuerra del obserrvatorrio. Deberríamos ir a verr, perro sin alarrmarrnos. Si hay prroblemas, es mejorr no ponerrse en medio —respondo a Vasily—. No obstante, vamos a verr qué pasa. Yo le cubrro...
Tras decir esto, saco una de mis pistolas del .45, y hago un gesto a mi compatriota para que me siga. Ni que decir que avanzo todo lo despacio que puedo. Tengo que dar tiempo a Konrad de obtener el diario... Sólo espero que no sean disparos de alguien que también lo esté buscando...
Os encontráis en semicírculo alrededor de Konrad, quien está aún jadeante del esfuerzo. A todos os palpita el corazón de la emoción por los últimos acontecimientos y aún no podéis creer que todo haya salido tan bien...
Harper hizo un par de tiros al aire con la esperanza de que aquello ayudara a Kornad a entrar de tapadillo en las instalaciones. Al escuchar los disparos, Vladimir condujo a Vasily a dar vueltas alrededor del complejo yendo de un lado para otro pensando - con razón - que los tiros habían sido una maniobra de distracción.
Ambas cosas fueron aprovechadas por Konrad para escabullirse dentro de las instalaciones y echar un vistazo de nuevo al cuarto en el que habían encontrado el libro ése en latín, el estudio de Dimitri. Tomó el mohecino volumen entre sus manos y guardándolo allí bajo su camisa, salió a toda prisa antes de que Vasily pudiera darse cuenta.
Konrad saca el libro y todos os colocáis alrededor de Konrad y el libro, lo observáis casi con reverencia mientras Konrad levanta la tapa y leéis en letras góticas:
De Vermiis Misteriis
Pero entonces escucháis pisadas y al mirar en dirección al camino, véis a unos centenares de pies a Dimitri que viene andando a paso ligero, muy ligero.
Motivo: Abrir cerraduras
Tirada: 1d100
Dificultad: 15-
Resultado: 77 (Fracaso)
Motivo: Abrir cerraduras
Tirada: 1d100
Dificultad: 15-
Resultado: 7 (Exito)
Konrad márcate una X en Abrir Cerraduras.
Desmárcate la X
Konrad guardó rapidamente el libro en su gabardina, junto a su cuadernillo de notas, y esperó a que llegase Dimitri
Me adelanto ante la llegada de Dimitir y cuando está a distancia de oirnos,le pregunto con calma:
- ¿Ha oído los disparos?, ¿qué ha ocurrido?
Al ver que son mis compañeros los que aparecen, hago un gesto con la mano a Vladimir, para que se detenga. No obstante, no guardo la pistola. Nunca se sabe.
Cuando están lo suficientemente cerca, les pregunto—. ¿También lo han oído? ¿De dónde venían los disparros? ¿Están todos bien?
Observó la llegada del hombre con serenidad, no creía que su artimaña hubiera sido descubierta, no obstante, estudiaba sus movimientos con detalle, preparado para reaccionar si la situación así lo requiriese.
Venía rojo como un tomate, sudaba y parecía que había corrido parte del camino. En hombre que evidentemente, no estaba acostumbrado al esfuerzo físico, aquello se notaba en seguida.
Jadeaba
- ¿No... lo ... han oído? primero... -se pasa la lengua por los resecos labios -ese ruido sordo, luego los...extraños...ruidos, después me vino el olor y por últimos los disparos...
- No, aquí solo hemos oído los disparos, ¿por dónde dice que ha oído los ruidos iniciales?
La cosa había tomado un cariz oscuro en un momento. Un escalofrío recorre mi espalda al escuchar la versión del ruso.
Konrad se puso tenso. Parecía que algo más estaba ocurriendo; ¿a que otros ruidos y olores se refería aquel hombre?
-Por favor tranquilícese... – Intervino con cierta curiosidad al descubrir que la causa de la preocupación del ruso era por otros motivos ajenos a nosotros.
-Como bien dicen, aquí solo hemos oído los disparos... Si nos explica que ha pasado, intentaremos ayudarle. – En todo momento intentaba, con sus gestos, apaciguar el nerviosismo de Dimitri.
- eh.... no puedo creerlo... pensé que se habría oído hasta en la China. Todos los días paseo por estos caminos, voy al rancho de Silvia y algunas veces más allá hasta casi la Torre de Incendios. Hoy he... escuchado un ruido sordo que no acabo de entender. Había oído las historias que cuentan en Garrison de luces extrañas, ruidos , bestias peludas y no sé qué indio fantasma... pero ese ruido les digo que ha sido como algo chocarse contra el suelo, como si una piedra cayese del cielo o un enorme pájaro. Luego corrí y corrí y me llegaron no sé si a través del viento extraños sonidos zumbantes que jamás he oído, se lo puedo asegurar.
Ya no podía correr más, me... -reparáis en que el hombre se ha orinado encima -...arrastré como pude y entonces olí ese olor a podrido y la vez dulzón que me produjo náuseas... vomité varias veces y continué. Me metí escondí dentro de unos arbustos para recuperar el resuello y continué andando hacia aquí todo lo rápido que pude cuando escuché disparos.
Konrad sacó su libreta de apuntes; aquello era intrigante y quizás fuese necesario echar un vistazo
- ¿Donde ocurrió todo eso, señor Passelov? El sitio donde oyó el ruido, y sintió los olores, ¿donde está?
- Escuché el primer ruido pasado el rancho de Silvia, ella no estaba en casa porque había bajado a Garrison como todos los martes a por pertrechos. El resto de... de ... de sucesos, me acontecieron vienendo para acá precisamente.
Observo disimuladamente sus pantalones y mis miedos se acrecientan.
- ¿Qué pudo hacer que perdiera el control a un hombre maduro como él?... ni siquiera llego a ver nada.
Sin demasiada convicción en mis palabras comento:
- Quizá deberíamos acercarnos al lugar, podría tratarse de una alimaña y mejor eliminarla cuanto antes.