Partida Rol por web

Vamos camaradas, sigamos bebiendo, al fin que tenemos toda la noche

...entonces el guerrerro le dijo a su Señorr: "Yo, Thoorut, hijo de Seig, llevarré los emblemas tuyos, el rrey Hakon, parra que cuando los que prretenden cobrrarr la rrecompensa porr darrte muerrte vengan a porr mí."

Thoorut, que no erra el más grrande de los guerrerros, perro sí erra el más leal de todos, luchó con los emblemas de su rrey, y murrió en batalla, una buena muerrte. Muy honorrable. El Earl rrebelde escuchó los grritos de alegrría de sus trropas y no dudó en prroclamar la victorria. El Rey Hakon, viendo como la batalla parrecía perdida se rretiró el yelmo y exclamó: "Yo soy Hakon, Rey de los Vokstos, y no he muerrto aún."

El pobrre rrey se equivocaba, pues tan prronto como se rretiró el yelmo uno de los arrquerros rrebeldes supo quién erra y la flecha se clavó donde antes estaba su yelmo. Una muerrte innoble, a manos de flecha y con engaños que no le salvarron.

Esa es la historia de Hakon, el Rey que murió dos veces.

Cuando terminó de contar la historia apuró la jarra.

La noche iba entrando poco a poco en su plenitud. Las estrellas que iluminaban la noche parecían unirse al festejo al brillar con mas fuerza de la acostumbrada, aunque eso podría ser efecto del alcohol que ahora corría en la sangre de muchos. Hacia unos momentos el comandante de la Fortaleza y el capitán Hansel habían salido para celebrar la unión de ambas fuerzas, su palabrería no había tenido importancia para la mayoría y en general solo se había tratado de protocolos. Aunque lo que todos festejaban de ello, era que el comandante de la fortaleza les prometía que sus cocineros estaban asando un Jabalí gigante de las montañas que habían cazado sus mejores exploradores hacia unas horas. Ese animal había ayudado a mantener la fortaleza bien alimentada por mucho tiempo, no obstante los comandantes habían considerado dejarlo todo en aquella noche.

Sumergidos en la convivencia, los miembros del clan y los imperiales que se habían unido a ellos por orden del capitán Hansel, se desenvolvían según mejor les parecía, algunos aprovechando la ocasión para investigar mientras que otros por su parte se esmeraban en pasarla bien.

Lorantha, seguida por Grunt, habían desaparecido en dirección al flanco izquierdo de la fortaleza hacia ya mas de una hora y no había noticias de ellos. Grim y Trojan estaban enfocados de lleno en la competencia de beber cerveza, en la cual, aunque no iban ganando aparentemente, al menos lograban mantenerse en pie a diferencia de otros que ya habían caído. Alfred y Kurt habían tenido moderada suerte jugando a los dados y no parecían tener intenciones de derrochar dinero; quien si se la pasaba bien en eso era Jaime que aparentemente ya le estaba sacando tanto dinero a los soldados que no tardaría en meterse en problemas de nuevo. Finlamente, en lo que respectaba a Melissa, Walter y el bretoniano Sir Hugo, no había mucho que decir salvo que andaban de un lado a otro conviviendo con los soldados del imperio.

Ya me estoy levantando cuando un presentimiento me dice que voy a ganar asi que pongo otra apuesta de 10 chelines .Algo me dice  que esta ultima apuesta sera la buena .Lanzo los dados y ojos de serpiente , dos malditos unos .Bueno asi es la vida del soldado , nos partimos la espalda obedeciendo ordenes por un paga escasa y luego nos la gastamos en mujeres , bebida y juego .Suelto una risotada .De juego y bebida vais  bien compañeros pero mujeres no he visto muchas, que pasa el capitan las tiene racionadas ? 

La elfa junto con Grunt paseó tranquilamente por los alrededores fijándose un poco en el sistema defensivo de la plaza mientras charlaba con este. - ¿Qué tal te encuentras Grunt y no solo físicamente? - le preguntó con confianza Lorantha mientras avanzaban. 

Tras ver satisfecha su curiosidad volvió al campamento rodeando, de ser posible, la fortaleza. Tampoco podíian descuidarse pues tenían que estar descansados para el día siguiente pues importantes decisiones sobre su futuro tenían que ser tomadas.

Sin mucho mas, la noche fue dando paso al cansancio y el cansancio al sueño. El grupo de mercenarios descanso con relativa tranquilidad, esperaban poder entrar a la fortaleza para el día siguiente y ya allí habría que preparar todo para el tramo final de su largo viaje. Durante la noche los miembros del clan participaron en múltiples acciones, pero de entre todo ello, se podría decir que solo Jaime consiguió realmente algo aceptable tras ganar mas de 20 coronas jugando a los dados. Dinero que habría servido de mucho al clan de no ser por que el mediano lo gastara comprando dos barriles de fino vino.

A la mañana siguiente, la fortaleza lucia reluciente que antes, y mucho mas poderosa. Los guardias marchaban de un lado a otro sobre las murallas o vigilaban atentamente desde sus posiciones fijas. Las tropas imperiales habían subido a la colina donde se establecía la fortaleza y montaban allí un nuevo campamento, al cual esta vez le estaban agregando una empalizada; según los rumores, estarían allí quizá mas de un mes.

El puesto de vigilancia en la alta colina contigua a la fortaleza también se estaba fortificando y el numero de guardias se había doblado. No obstante los preparativos y la noción de lo que representaba el lugar donde se encontraban, la mañana era muy tranquila y no había ningún indicio de problemas con los moradores de aquellas peligrosas tierras.

Muy temprano por la mañana, un mensajero del capitán Hansel les había informado que este solicitaba levantaran su tienda y guardaran sus cosas a vísperas de introducirse en la fortaleza. Mismo que ocurrió en no mas de dos horas después de aquello. Tras adentrarse por la puerta de piedra que daba acceso a la fortaleza, el grupo se encontró atravesando un amplio edificio que según entendieron, albergaba los aposentos para los guardias y el comedor, ubicados en la segunda planta; y las caballerizas y el arsenal, ubicados en la primera. Atravesando las caballerizas tras dejar a sus propios corceles y su carromato allí, el grupo entro hasta el patio de armas donde había también un notorio aljibe a la izquierda cerca un pequeño edificio de dos plantes que según entendieron comprendía al almacén y los talleres. A la derecha había un puesto de cazadores y exploradores y hacia el fondo, que era hacia donde eran guiados, se encontraban los dormitorios y cuarteles de la fortaleza.

El grupo fue alojado en la primer ala de dormitorios en la planta baja e la torre. Allí compartirían espacio con los muchos soldados que vivían en aquella fortaleza, por lo que la comodidad iba con el precio de la perdida de la privacidad, si es que eso realmente importaba. El grupo no tubo tiempo de acomodarse, apenas tras presentarseles sus aposentos y permitirseles dejar sus cosas allí, el mensajero y guía les indicó que el capitán Hansel y el comandante de la fortaleza Aldus Strovx, los esperaban arriba, en el cuartel de la fortaleza.

Apenas entrar el lugar, el grupo de mercenarios notó que el pequeño espacio haría que estuvieran algo apretados y que incluso, al menos seis de ellos tendrían que quedarse atrás en una segunda fila, perdiendo un poco de perspectiva de la conversación. Valdia no había asistido a la reunión, a petición de Jaime, se había llevado al viejo Igor a dar una vuelta por el lugar. El anciano no paraba de comentar acerca de antiguas batallas en legendarias fortalezas, y claro eso siempre lo llevaba a hablar de su espada y su armadura perdidas.

En la habitación había ya dos hombres, uno de ellos era el capitán Hansel que ya conocían bien, y el otro era el comandante de aquel fortaleza quien tenía el nombre de Aldus Strovx y era un hombre larguirucho, considerablemente ojeroso y de aspecto osco.

-Antes de que empiece hablar sobre planes y posibilidades- inicio el capitán, -preferiría que ustedes me dijeran que esperan de todo esto y cuales son sus planes a seguir. He hablado ya con el comandante Strovx aquí presente, y ha aceptado en cumplir mi parte del trato, tendrán posada y alimento durante no mas de dos semanas en este lugar. Mas allá de eso, habría que hablar a detalle. Entonces, les escucho-.

- Reabastecernos, conseguir algo de información sobre el camino y partir hacia nuestro destino. Para bien o para mal se ha cruzado en nuestro camino y nos hemos desviado bastante ya de la ruta inicial que teníamos pensada. - dijo la elfa sin rodeos a las palabras del capitán.

- Algo muy grave debería pasar por los alrededores para que retrasemos nuestra partida más allá de mañana por la mañana, pero tomaremos las provisiones de esas dos semanas que nos ofrece. - iba a decir de salir aquél mismo día, pero entre la reunión que estaban teniendo, el reaprovisionamiento y las ojeras de alguno de sus compañeros era claro que lo mejor era salir al día siguiente.

De todos modos tras sus palabras miró a los demás y por último a Jaime, a este último para que ratificase sus palabras, pues ya tenía aprendida la lección de que poco servían sus palabras si el mediano tenía otros planes.

Había soltado sus cosas con cuidado en una esquinita del barracón y había dicho al resto -anoche tuve la oportunidad de hablar con algunos soldados y de sonsacarles su opinión sobre Hansel. Parece ser que el capitán es un hombre de honor, tiene ganado el respeto de sus hombres y le consideran valiente y capaz, lo cual ha de sernos un consuelo dadas las circunstancias. Estoy más tranquilo de estar con él y los suyos la verdad - pero al parecer su opinión de que pronto partirían cambió drásticamente cuando se presentaron ante el capitán. Sir Hugo se adelantó a la primera fila tras escuharle y preguntó respetuosamente:

- ¿Quiere decir que debemos permanecer aquí en la fortaleza durante dos semanas?- no entendía el porqué de la espera. Las tierras eran muy peligrosas para adentrarse totalmente solos, pero claro tanta espera...

Si me permite, estimado capitán, a mi me interesaría mucho usar la forja de esta fortaleza para poder dar mantenimiento y tratar de mejorar tanto mis armas como las de mis camaradas, ya que tal como puede constatar tras tantos combates nuestras armas han sido victimas del desgaste y la abrasión, le estaría muy agradecido si pudiera también abastecernos con los materiales que necesite, después de todo muchas de nuestras armas se mellaron y desgastaron sirviendo al imperio. -Le digo al capitán en el tono mas respetuoso y honorable que mi orgullo Norsca me permite.[B]En agradecimiento por su amable cooperación me ofrezco a ayudar al herrero de la fortaleza si me queda algo de tiempo libre. Pero de preferencia me gustaría trabajar solo en la forja cuando sea posible, la soledad me inspira.[/B]

Realizo las tiradas de las siguientes tres rondas master, pago la apuesta que sea necesaria para seguir en el concurso de bebida.

El mercenario decidió mantenerse, al menos de momento, en un segundo plano. Él no tenía grandes exigencias para el capitán o los imperiales, y además, aún estaba de mal humor por el dinero que había perdido la noche anterior. Siempre le pasaba lo mismo con los juegos de azar, Kurt no tenía remedio. 

Saludo con un gesto de cabeza la capitán y busco un lugar donde dejarme caer a la espera del resultado de la conversación .Tampoco entiendo muy bien cual es el problema , tenemos una misión y en principio pensé que estába clara pero algo debe de haber ocurrido .

Maldita sea. ¡Hacía tiempo que no bebía tanto! ¡La vida errante es muy durra!

Trojan asistió a la reunión con las consecuencias de una noche bebiendo, procurando eruptar lo menos posible.

Lorantha dice la verrdad. Teníamos un objetivo antes de encontrrarrnos con esta pequeña guerra que tienen aquí. Tan prronto como etemos listos seguirremos nuestro camino.

Aunque no conviene precipitarse, yo también quiero beneficiarme de esa forja que tienen aquí.

El capitán nos ofrecía una vez más su hospitalidad...por un par de semanas al menos.... Lorantha la primera en hablar por nuestro clan explicó lo que ella pensaba que era el plan que en un principio se había trazado para nosotros y que no era quedarnos demasiado en la fortaleza.

- Como han dicho otros compañeros, la idea era acompañarles a la fortaleza antes de seguir camino. Aquí estamos...así que por nuestra parte deberíamos partir, pero solo es mi opinión.