Partida Rol por web

La zona estaba infestada de cientos de goblins, y por si eso no fuera poco, un grupo de jinetes lobo goblins se acercaba hacia ellos a gran velocidad. 

Por suerte un contingente de enanos se acercaba hacia ellos, que parecían estar a medio camino. No habían salido de una batalla, y ya se estaban metiendo en otra. Era el escenario perfecto para las heroicidades, o morir intentando perpetrar alguna. Espada en mano, y con el escudo en la otra, se apoyó la espada en la frente y comenzó a rezar a la Dama.*

Oh Dama, hazme certero y rápido. No permitas que el miedo se apodere de mi corazón, y dame fuerza para poder acabar con los enemigos del Reino...

Y como de un rosario se tratase, repetiría la oración, implorando la bendición de su Diosa. Su caballo seguíría el ritmo de la carreta, como es natural entre esas bestias. ¿Llegarían los enanos a tiempo? ¿Los alcanzarían antes? 

Ahora lo verían.

Azuzo el caballo golpeandolo con las riendas y  hago que fuerce la marcha para intentar poner tierra de por medio con los pieles  verdes.Los enanos  son nuestra  única posibilidad de salir de aqui .. vamos apretad el paso .Echo un vistazo por encima de mi hombro para ver si los demás tienen problemas y si es necesario ir a echar una mano .

Grim se puso de cuclillas en el carromato para intentar ver más allá donde aquellos de sus compañeros decían haber visto enanos. Un ejército de enanos listo para luchar contra pieles verdes, Grim estaba emocionado, se colocó el casco y sonrió. - Hacia nuestros hermanos, hay que ayudarlos y ver si podemos dar muerte a los pieles verdes - Dijo levantando el mazo sobre su cabeza en señal de emoción. - Por Grungni que nuestros picos encuentren gemas y sangre de orco!

La emoción de volver a ver a nuestro hermanos de Karak Ocho Picos me llena de júbilo y cómo Grim no puedo contenerla:-Venga Kurt, si les alcanzamos estamos vivos, azuza a los caballos.- le digo mientras desenvaino mi espada corta.

La cosa se ponía fea, ya empezaban a caer las lanzas cerca, pero aun sin peligro, cuando de repente una buena noticia llego a mis oídos, un ejercito Enano estaba bajando por la falda de la montaña, eso solo significaba que si iban hacia allí tenían una oportunidad, sino serian pasto de caldo en una marmita orca en cualquier valle perdido o cueva de las montañas. Así que azuzo a su caballo, pero lo hizo fuertemente y el efecto fue contraproducente, se encabrito un poco lo que le hizo perder velocidad y luego tubo que acariciarlo para que se tranquilizara y volver a trotar para ponerlo al galope al poco rato, ese tiempo podía ser crucial, la carreta y algún compañero ya le sacaban bastante terreno.
aun así no se desanimo, quizás podría salir de esta por lo que agachándose y hablándole a la oreja de su caballo le dijo:- Vamos preciosos, alcanzarlos, no te querrás quedar sin probar aquella yegua que lleva el carro verdad?

Trojan ardía en deseos de luchar. El problema es que la perspectiva de morir no era algo que le atrayera especialmente. Por eso se aferraba, al igual que Kurt, a que hubiera una salida de aquella situación.

Y la salida llegó en forma de contingente enano. Hacia ellos avanzaron, dispuestos a dar un abrazo a aquellos seres barbudos y malolientes. Uniendo sus fuerzas a los de ellos ahora la perspectiva de una batalla era mucho más apetecible y realista. Trojan sonrió mientras hacia avanzar con bastante soltura a su caballo.

¡No os quedéis atrás!

Melissa se dio cuenta que la elfa no estaba, se había adelantado mucho, ella también podía hacerlo, bajando la cabeza espoleó a su caballo al máximo para cogerla. ¿Se había ido sin ella? la montura parecía cansada pero tenía que aguantar, sin embargo la montura se llamaba Carafea, no Rayoveloz, y tenía su propia visión del asunto...

Ver la hueste enana que acudía en dirección a la llanura, le alegró, y explicaba además muchas cosas, pues no era normal la movilización de una partida de guerra tan grande para dar caza a un grupo de apenas 15 personas.

Aún así siguió con su cabalgada hasta comprobar que realmente la cordillera se abría en una vía de escape y no se trataba de un callejón sin salida.

Cuando lo hubo comprobado, y tal y como le indicó a Melissa que haría prendió un flecha y la lanzó hacia arriba para que sus compañeros pudieran verla y supieran que ese era el camino a seguir.

Desde la lejanía, mientras todos intentaban escapar por su vidas, era notorio como los orcos y Goblins iban recuperando fuerza y terreno. Por ello, a pesar de que los mercenarios del clan y compañía habían acelerado el paso mas aun, en un ultimo intento por salvar el pellejo, no parecía que lograsen dejarlos realmente atrás, aunque al menos ya no se estaban acercando. Lo mismo sucedía con los carros de guerra, que tras el jalón que dio el contingente de mercenarios, ya no pudieron alcanzarlos. Pero la situación no era la misma para los jinetes Goblisn los cuales ya estaban pizandoles los talones e incluso ya estaban por saltar encima de algunos de sus acompañantes.

El ejercito enano por su parte ya había terminado de descender la colina y una marea de melenas brillantes y coloridas se lanzaba ahora contra el ejercito goblinoide en un grito mortal de furia y honor. Lorantha, que se encontraba ya mas adelante, había logrado pasar al contingente enano, llegando al punto donde el valle se quebraba entre las montañas y el rio. Ante ello, aunque cuando el ejercito enano cayese, habría muchas opciones para escapar.

El segundo en alcanzarla fue Hans, quien seguido de Jalon, había adelantado al grupo principal del clan para salvar la vida. Justo detrás de ellos llegaron la mayoría de sus compañeros pero algunos otros se quedaron atrás no pudiendo ya ver que había sido de ellos pues los matadores enanos ya les tapaban la vista mientras que cargaban contra los jinetes y los carros de guerra, en una acción que si bien era heroica, también era claramente suicida; digna de ellos sin duda.

Y sin embargo, algo alcanzaron a ver la mayoría, sobre todo Lorantha quien tenía mejor vista y quien centraba mas su atención en su nueva compañera de viaje. Melissa, en un esfuerzo por adelantar al grupo y alcanzar a Lorantha había sobreesforzado a su caballo sin poner atención al camino. Este, había estrellado una de sus piernas contra una afilada saliente rocosa que probablemente le había destrozado la pata y que a su vez había lanzado por los aires a Melissa.

Melissa había caído. En la cabeza del Bretoniano aparecían planes que llevaban mas que a una gesta, a una tumba anónima en un campo de batalla con suerte. Ninguno de los planes que se le pasaran por la cabeza tenía sentido, y si quería hacer algo contra esa veintena necesitaba a todos a la vez. Y había compañeros que ya habrían incluso pasado al contingente enano.

Maldita sea... 

Por mucho que le pesara, dejó de mirar atrás y se concentró en ponerse a salvo. Al fin y al cabo, y con Melissa inconsciente, poco podría hacer al llegar a su posición. Rezaba porque los goblins se concentraran en los enanos que iban en su dirección buscando sangre, y dieran a Melissa por muerta.

Protégela, misericorde Dama...

Bueno, pues ya estaban relativamente a salvo. Ahora tenían un puñetero ejército enano entre ellos y los pieles verdes, lo que como poco les daría tiempo para alejarse lo suficiente de allí. Y el carro, de momento, había aguantado. Y pensar que Jaime se había dado por vencido y había sugerido quedarse a morir... Que vergüenza. 

Apenas me da tiempo a  dedicar  un pensamiento a Melissae  ocupado como estoy en salvar el pellejo pero al al recuperar el aliento y ver como los enanos nos han sacado del apuro pregunto .¿Vamos a dejarles a ellos solos toda la diversión?  Miro al resto de los compañeros e insisto .No me gusta deber favores y están muriendo por nosotros 

Había quedado rezagado de mis compañeros, el caballo parecía no querer cooperar huyendo de los lobos y no hacía mas que caracolear de miedo. Ahora ya enfrente de los lobos montados por goblins, intento una última maniobra con el caballo golpeándolo con el plano de la espada para que el dolor supliera al miedo. Pero los hados no han estado conmigo desde que entramos en las montañas lo demuestran volviendo más irascible al caballo y pareciendo que tiene ganas de cargar contra los pieles verdes.

- Parece que el viaje se acaba aquí.

Incluso con la llegada de los enanos, la carga de los goblins montados acabaría con nosotros antes siquiera de poder huir en la confusión del combate.

Lorantha, no pudo, sino observar, horrorizada, cómo el caballo de su amiga perdía el pie y acababa en el suelo arrastrando a la mujer humana.

Con un contingente a la carga y otro enano entre medias, poco podía hacer para acercarse a la joven. Lo único que le quedaba era esperar que la carga enana rebasase el punto en el que había caído y tratar de ptotegerla con sus flechas si es que algún enemigo decídía acercarse a ella.

A tal fin, les comentó a los compañeros de clan que habían logrado ponerse a salvo, tras comentarles que la cordillera les permitiría casi sin lugar a dudas escapar de los pieles verdes, que le ayudaran a cubrir a Melissa de los pieles verdes con una cortina de proyectiles, siendo ella la primera en dar ejemplo.

Grim suspiró aliviado por haber llegado a un sitio seguro, sus hermanos enanos eram muy capaces y llevaban bastantes matadores como para asegurarse grandes bajas entre los pieles verdes. Aún así un atisbo de dolo se le cruzó en el rostro, les iban a salvar y no ayudarlos? por si fuera poco algunos de la expedición se habían quedado retrasados y podrían caer en manos de los golbins antes de que el ejército enano pudiera dar por terminada la batalla. Ante la voz de Alfred al enano se le encendió la sangre. Se colocó el casco en la cabeza y se puso bien sus pertenencias para que no se le soltaran. - Maldita sea, nadie dirá que soy un enano cobarde cuando hay otros luchando contra pieles verdes. Vamos Alfred, no podre luchar como muchos de mis hermanos pero me basto para ayudar a nuestros amigos de unos malditos goblins. - Dicho esto esperó a que alguien más se animara y bajaran a sacar al resto del grupo y matar unos goblins ya que estaban.

-Jaime!- gritó Valdia de repente cuando todos disminuyeron el paso para dar la vuelta y presenciar la batalla donde algunos de sus compañeros se habían quedado atrapados. -Domochievsky se ha quedado atrás- exclamó la mujer con un claro tono preocupado, dejando en claro que o bien no le importaban los demás (cosa poco probable tratándose de ella), o bien había un lazo importante entre aquellos tres por el cual se preocupaba por el Kislevita.

Lo cierto era que a la distancia poco se podía hacer e incluso ya muy poco se veía de sus compañeros tras chocar los matadores contra las huestes de jinetes y carros de guerra de los pieles verdes. Incluso por un momento, pareció que aquello no funcionaria pues aunque los jinetes lograron ser parados con mucho esfuerzo, los carros arrasaron con la desorganizada formación de matadores atravesándola por completo y dejando en el camino a muchos heridos y caídos. Solo la llegada del segundo cuerpo del ejercito enano compuesto diversos contingentes fue que los carros pudieron ser detenidos.

Si bien algunos como Alfred no estaban cómodos con quedarse atrás, solo Lorantha reacciono para ayudar a sus compañeros, aunque concretamente para ayudar a Melissa con quien había trabado reciente amistad. Su primera flecha lanzada con eficacia, paso cerca del enemigo pero no lo suficiente, la segunda impactó de lleno en el jinete que cargaba contra la mercenaria matándolo al instante y derribandolo de su montura; lamentablemente está ultima por su parte continuó su frenética carga, atropellando el inerte cuerpo de Melissa, tras lo cual, ya no volvieron a saber de ella entre el caos de la batalla.

Tambien, instantes previo al choque entre los enanos y los jinetes goblins, los miembros del clan pudieron ver a lo lejos como mientras Domochievski lograba llegar al flanco derecho del ejercito enano para ponerse tras ellos, Walter y Nathan no tenían la misma suerte y eran atacados por la carga de los jinetes siendo derribados de sus corceles para luego perderse al igual que Melissa y Domochievsky en el caos de aquella batalla.

-Maldita sea- murmuró Jaime para si con una clara sonrisa sarcastica en su rostro, -al menos estuve cerca-, dijo de nuevo sin aclarar a que se refería. Luego apoyándose sorpresivamente en el hombro de Kurt con sus pies para subir a lo alto del carromato, les hablo a todos.

-Hemos llegado lejos, hemos viajado a lo largo de un gran sendero, y aunque mi vida está ligada a ustedes siempre he considerado que no tiene que ser así con ustedes. Son libres de marcharse si lo desean, yo he de marchar atrás y ayudar a mis compañeros. Estaba dispuesto a morir con ustedes ante la adversidad, pero no estoy dispuesto a vivir escapando de ella y dejandoles a ustedes atrás- exclamó el mediando dando la vuelta para mirar la batalla, escondiendo con ello una notable sonrisa de picardía ante la felicidad de lo bien que le había salido el discurso, probablemente lo habría estado preparando con antelación.

-Kurt, da la vuelta y acerca el carromato, aunque seamos pocos, cargaremos al enemigo por el flanco- dijo el mediano esperando que Kurt cumpliese las indicaciones al dar por hecho por algún motivo, que el imperial le seguiría a la batalla.

La Elfa reacciona disparando flechas y al menos el enano si que parece tan dispuesto como yo a volver al combate .Entonces interviene también el mediano y su discurso deja claro que piensa como nosotros ;no se deja  nadie atrás.Ato el caballo al carro y cogiendo mi alabarda  apuro el paso para colocarme junto  al enano.Maese enano no se si cantaran canciones sobre esto  ni  si sobreviviremos pero al menos podre mirarme a un espejo sin avergonzarme  , eso ya es algo no?.Cargo contra el primer goblin en mi camino  haciendo girar el arma sobre mi cabeza para descargar un golpe desde arriba con todas mis ganas .. golpe que clava ne el suelo lejos de cualquier enemigo.

La llamada a la camaradería puede con todos, incluso conmigo:-Jaime tiene razón, hemos llegado hasta aquí con suerte, puede que si lo que vamos ha hacer la consuma del todo, pero qué cojones! Vamos a por esos malditos pieles verdes! Grim ayudame a bajar a los pasajeros y volvamos a por nuestros compañeros.- le digo mientras me bajo del carromato y empiezo a ayudar a bajar.