Partida Rol por web

No tenía ni idea de qué había sucedido allí, pero lo que fuera había sido mortífero, con un poder inusitado y destructivo. La manera en la que habían sido asesinados todos los de la expedición era prueba suficiente de ello. Y Tass, que no estaba dispuesto a sufrir el mismo destino, decidió que lo mejor sería investigar a fondo las causas, buscando hasta la última pista en los cadáveres que fue encontrando.

La revisión de los cuerpos les permitió ver que las heridas habían sido hechas con algo afilado, pero el grosor de los desgarros indicaba que no eran armas de corte, quizá algo más ancho. Varias perforaciones en las que cabía un dedo certificaba que eran colmillos, los cortes debían ser de garras.

Las muecas de terror anticipaban que o era algo que no esperaban o su potencial destructivo era mayor al que estaban acostumbrados. Varios de los soldados se intuían más en calma pero habían caído igual pese a la experiencia.

El fuego parecía de origen mágico sin haber rastros de ninguna sustancia inflamable, podría ser un hechizo, el aliento de algo (¿un dragón asentado aquí?) pero aún no podían certificar si se trataba de un solo enemigo o de varios. O si tendrían conexión con la superficie.

Nada parecía tampoco comunicar esto con el exterior, tal vez algo que se les hubiera escapado en otras zonas podría arrojar algo de claridad.

"Terror, Garras, fuego, y en esta sala.podria volar un dragon? Esta claro que es lo que les ha matado. Empieza por D"

"Y ternina por RAGON".

Efectivamente. Puede que sea un monstruo mas raro, pero todo apunta a que es uno de ellos.

Contemplo algunas de las alhahas [b]"Esta dice que pertenece a la familia... ¿Pavarron? Creo que al menos aceptarán lannoticia de que no tienen que esperar más si les devolvemos estas joyas"

A veces dan alguna recompensa. Pero ahora mas que nada necesitaran consuelo en la perdida, y ese es el trabajo de un sacerdote al fin y al cabo.

"Lo extraño es que Callistria nones una deidad de dragones. Pero si tuviera uno..." no tengo que terminar la frase. El dragon rojo es un ser del caos y el mal. Y este templo representa el lado mas oscuro de la caotica Calistria.

Fueron sacando alhajas cuerpo a cuerpo, desvalijándoles como simples saqueadores sin pudor; él, al menos, no tenía ninguno. Y es que, por mucho que siguiera las normas, el botín de guerra nunca lo había considerado propiedad de nadie más que del que lo encontrara.

Como fuera, a medida que amontonaban ese tesoro, una pequeña fortuna, también se iban dando cuenta de hasta que punto aquella gente había sido destrozada. Así como de la causa de las heridas y quemaduras; por mucho que le resultara incomprensible, coincidía con Páter: todo apuntaba a un dragón. Empero, no uno excesivamente grande, o si no las marcas de garras y colmillos habrían sido peores; si las mordeduras eran del tamaño de sus dedos, en lugar de puños, es que no sería completamente adulto. Casi, tal vez, pero posiblemente joven. La pregunta era como había acabado ahí.

El techo era cerrado y, estando bajo tierra, no había ventanales por el que pudiera entrar y salir una criatura así. Podría, por supuesto, haber algún túnel excavado, ya fuera en las alturas o en otro lado, que no hubieran vislumbrado. Lo importante era que podía estar a su altura, otra salida para ellos que no requiriera pasar por aquél pasadizo lleno de trampas. Eso es lo que debían buscar, es lo que él haría, tras examinar primero el último grupo y los pilones de sacrificios.

Para cumplir con ello, optó por dar un rodeo, no queriendo arriesgarse a saltar la fisura y poder caer. A pesar de que no era muy ancha, uno nunca sabía si el suelo alrededor sería estable o, por el contrario, se vendría abajo al mínimo peso.

Al avanzar y encontrar esa destrucción no la pudo encontrar. Si hubiera un dragón allí no solo estaban perdidos esos pobres desgraciados sino también los perros de presa: ellos. Rigar no abrió la boca, esos reptiles tenían muy buen oído, ciertamente, confiaba en que se hubiera retirado.

"Volver a sentir la carne inmaculada entre sus garras." 

Recordó aquella frase, a Rigar le había parecido que se refería a un demonio, ¿sería eso lo que esperaba en alguna parte? Fuera dragón o demonio, era un ser poderoso y no tenía claro que fueran a poder evitar un combate contra la criatura. Ya pensaba que la iban a encontrar y si se trataba de un reptil se podían dar por destrozados también.

Había visto inscripciones en las paredes, pero dado que Tass necesitaba mucho tiempo para descifrar esos extraños textos prefirió ni acercarse, era mejor continuar camino.

- Puede ser un demonio. Los dragones son avariciosos, se habría llevado todos estos objetos valiosos.

Tampoco sabía nada con certeza, se dedicó a esquivar la grieta para continuar, pendiente de que ese extraño habitante no diera señales de vida.

Aunque no parecía haber peligro rodearon la grieta con precaución, solo podían ver unos metros hacia abajo y parecía tener gran profundidad. ¿Hasta dónde llegaría?

Ya en el otro lado vieron de cerca la masacre, varios soldados, hombres y mujeres, tenían miembros amputados... algunos dedos estaban tirados por el suelo, una mano, piernas seccionadas a nivel de la rodilla. Charcos de sangre cubrían el suelo alrededor de algunos de los cadáveres, habían muerto desangrados. Otros estaban ennegrecidos como los anteriores. A uno le habían arrancado el corazón de modo violento.

Los que conservaban todo el cuerpo presentaban serias heridas. Varias estatuas talladas de modo tan sublime como las anteriores se encontraban dispersas entre ellos, de pie en sus pedestales, representando a los extraños seres alados copulando entre sí. Algo parecido a un demonio y un ángel disfrutaban de una mujer que no quedaba claro si lo permitía o deseaba escapar. Una súcubo obligaba a un hombre a saciarla. Dos demonios portaban armas largas, quizá de tortura.

El grupo parecía haberse parapetado entre las peanas, que hacía que las figuras quedaran por encima de sus cabezas. Un primer hechizo reveló varios objetos mágicos entre los muertos, tendrían que revisar uno a uno para localizarlos.

Miro al grupo.

Esto no va a ser nada fácil. Si esta criatura es un ser de piedra, estamos realmente en problemas.

Pero al menos, aprovecharé un momento de distraccion.

En el taldano.mas cerrado, provincial, oscuri, y dificil de entender por un no taldano, digo "Pus jabrá ki pripararse pa la somanta de ajostias ki van a derrepastirse ¿Nu?"

"Como sea, voy a conjurar una luz mas grande para examinar mejor la zona. Es lo que mi amada y sabia reina haría" y tras el ultimo engaño, conjuro BLESS sobre el grupo.

Tass se quedó paralizado, observando con ojo crítico la estatua, seguro de que no era tan inofensiva como parecía. No era, de hecho, un simple elemento decorativo, sino algún tipo de guardián. Posiblemente aquél grupo se había intentado proteger de lo que fuera que atacaba la expedición, solo para ser destrozados por sorpresa y por la espalda. Un destino horrible, como bien podía imaginarse con solo echar un vistazo.

Sin embargo, a pesar de toda la tensión, no pudo evitar mirar con escepticismo, incluso burla, a Páter. Su compañero era raro, siempre lo había sido, muchas veces iba a su rollo o comenzaba a soltar cosas sin sentido aparente, que solo él entendía, pero en aquél momento se estaba llevando el premio a la actitud más extravagante posible. Abrió la boca para decir algo, pero se lo pensó mejor y la cerró enseguida, negando simplemente.

—¿Y si cargas contra él y lo destrozas antes de que pueda reaccionar? —preguntó a Rigar, en voz baja pero sin las estrafalarias maneras de Claudius.

La estatua se había movido, no cabía duda y como prueba... de golpe abrió los ojos y los miró.

El brazo parecía acomodar la enorme espada entre los dedos mientras su compañero también empezaba a incorporarse. Sobre las bases, tan altas como ellos, al menos veinte estatuas más estaban cerca de su posición, ninguna había dado aún señales de vida. Si esos eran los causantes de tal masacre habían caído en la trampa.

El joven pudo ver el desconcertante movimiento de aquella estatua, la criatura era majestuosa pero también tenebrosa. Rigar siempre se había enfrentado a seres terrenales, una estatua-demonio era un oponente nuevo para él.

- No, mirad la masacre que han realizado y recordad la frase de la entrada, "guarda tus armas si quieres sobrevivir aquí". Podría ser una prueba. Si quieren pelear que golpeen primero.

No podía asegurar nada pero si había que hacer un intento era ese. Se encaró al monstruo colocándose delante de sus compañeros pero había guardado la gran hacha a la espalda para poder parlamentar. 

- No vamos a luchar, venimos a demostrar a la diosa que somos puros. Déjanos pasar, guardián.

Era mucha casualidad que un ser de piedra se animara y les pusiera en aprietos. Rigar lanzó su apuesta esperando ganarla.

"Es bien cierto lo que dices Rigar, pero una cosa está clara: Estos seres son peligrosos"

Llevo las manos a la espalda y desde ahi, preparo mis garras. Me quedo mirando al demonio fijamente, si osa atacarnos, se va a llevar unas buenas cicatrices

Trató de retroceder pensando que les vendría bien reconsiderar su forma de actuar.

- Atrás, hay que intentar evitar el combate.

Fue escueto, no le convencía la idea de enfrentarse a la estatua y esperaba que les dejara tranquilos si ellos se alejaban. Si venía a por ellos su actitud cambiaría.

A pesar de las palabras de Rigar, tardó en reaccionar, paralizado al notar como no era la única de las estatuas que se movía. Aquello, sin embargo, duró sólo un instante, consciente del peligro.

—Si, mejor. —Tass retrocedió lentamente, con pasos tranquilos, sin perder de vista a la criatura de aspecto demoníaco y piel pétrea, imponente como pocas cosas que hubiera visto.

Inconscientemente llevo la mano cerca de la empuñadura de su espada, pero se obligó, por pura fuerza de voluntad, a no asirla y mucho menos desenvainar, esperando que, al no resultar una amenaza, las figuras volvieran a quedarse inmóviles.

"Hummm... De acuerdo, vale"

Retrocedo con el resto, eso si, preparado para sacar garras y golpear almprimero que me ataque.

Aquella criatura se movía despacio. Extendió algo las alas y casi planeando bajó del pedestal para tocar el suelo, mirándolos con curiosidad, tanteándolos de arriba a abajo, estudiando sus movimientos. Al poco su compañero hizo lo mismo, ambos se acercaban casi sorprendidos paso a paso.

Estaban ya a unos tres metros y pararon con tranquilidad, para mirarse y hacer lo mismo con el resto de estatuas, casi reconociendo el terreno, siendo conscientes de los cadáveres, barriendo la zona con la cabeza para contemplarlo todo y volver a mirarlos a ellos.

Desde ahí podían ver su piel, completamente de piedra con ojos blancos que carecían de pupilas. Dos grandes cuernos salían de sus cabezas, de un tamaño considerable casi tan grandes como sus brazos, y una espina dorsal con protuberancias como cuchillas de sus espaldas. Las espadas que parecían portar estaban en realidad esculpidas en sus propias manos, atravesadas por espinas también de piedra que parecían salir de ellas uniéndose sin fisuras como prolongaciones mortales, solo la otra mano quedaba libre. Una mano que acababa en afiladas garras.

Siguieron tanteándolos, hasta que uno de ellos gritó y se lanzó atacando siendo rápidamente seguido por el otro. Nada tenía que ver ese arrebato con la parsimonia con la que se habían tomado todo hasta entonces, la velocidad que demostraban superaba cualquier espectativa, y la furia de sus golpes parecía imposible momentos antes.

Rigar reaccionó de golpe pudiendo contener la hoja que buscaba su cabeza, que alcanzó su mejilla haciendo solo un pequeño corte para librarlo de algo peor. Tass en cambio si se vió sorprendido y el filo se hundió en su pecho causando una herida que comenzó a sangrar.

Solo quedaba rezar para que el resto de figuras no se les uniera.

El Páter habia preparado su acción: En cuanto atacasen, el golpeaba. Y eso ha hecho.

Bueno. Eso ha INTENTADO. (Grrr, malditos dados)

A continuación, busco rodear a la criatura. Se que serán especialmente duros. Aunque tenemos algunas armas mágicas, eso si. Pero ¿Podemos usarlas tal cual? ¿Sin identificarlas?
Mejor hacer lo que hacemos siempre: Golpear con coraje, con fuerza y honor.

Doy un paso para rodear con Tass, y sin dudarlo, uso mis garras sobre el enemigo

No hago aspavientos, ni gritos. Tan sólo un combate rápido y preciso, intentando que no sea una escabechina