Partida Rol por web

Con un rápido movimiento de manos Rong Wei deja en el suelo otro orbe de Llama-polvo en el suelo mientras tira de los animales e intenta conducirlos hasta la otra parte del muro de piedra, intentando cubrir su retirada con la improvisada trampa, esperando que, al perseguirlo, los escorpiones pisen el polvo y este estalle en su vientre.

... Maldita sea ... Piensa el sabio mientras se agarra el brazo donde le rozó el aguijón, sientiendo debilidad y mareo mientras tira de las riendas de los animales por su vida.

Talitha consigue frenar sus miedos y reacciona, pero no sabe lo que hacer, son demasiados, muy duros y mortales con su picadura, sabe que a sus compañeros no les gustará, pero solo queda una opción:

- ¡Hay que irse, creo que los caballos serán más rápidos que los escorpiones, y más allá acaba el laberinto!

Grita mientras se apresura a ir hacia el carro e intenta hacer que los caballos giren para poder salir de la emboscada por el agujero que sus compañeros han excavado.

Zelata descargó un potente golpe sobre su enemigo de arriba a abajo, que le acertó en una de sus pinzas, el golpe hendió la quitina y un hilillo de icor negruzco salió de la herida. Ulner no consiguió traspasar la durisima armadura de su enemigo, pero a cambio el bloqueo todos los ataques que le dirigieron con gran maestria. Zelata vió como uno de esos seres intentaba apresar su espadón con malvadas intenciones y sintio pasar cerca una pinza que trató de derribarla.

Uno de los escorpiones pisó la redoma haciendola estallar provocando una gran deflagración bajo su vientre que le hizo levantarse dejandole al descubierto y soltar un gran chilllido de dolor.

Con un gesto rápido Rong Wei lanzó la redoma mientras espoleaba los caballos que respondieron con prestanza saliendo disparados hacia la salida, cuando pasaban por su lado Talita pudo subir al carro. Iona Perdió pie y quedó aturdida por el violento arranque del carro.

Alguien a mi espalda grita que debemos de huir . Seguramente tendría razón si no fuese porque Ulfern y yo estamos rodeados de enemigos  e intentar dejar el combate es  ofrecer la espalda a esos escorpiones monstruosos .Mi armadura esta aguantando por ahora y ninguno de los  ataques me ha alcanzado pero a saber lo que durara la suerte de Ulfern.

Entre espadazo y esquivas me giro hacia él para gritarle  :Intentemos al menos  acabar con uno concentrando los ataques y así puede que consigas salir .

- Intento encender el frasco de aceite lo más deprisa que puedo, viendo como la contienda es encarnizada y con el deseo de prender la mecha lo antes posible para salir a combatir cuerpo a cuerpo contra esas bestias

Veo como Zelata reacciona rapido y tomó una decisión adecuada, atacar al mismo y así abrir hueco y poder correr y unirnos a nuestros amigos, coloco mi escudo en posición y descargo mi arma contra el bicho que me está intentando rodear, pero las armas normales no parecen preparadas para las armaduras de estas bestias y rebota contra ellas

Rong Wei se acomoda en el asiento del conductor de la carreta mientras mira hacia atrás, la valentía de Ulfner y Zelata es digna de admiración, pero está empezando a rozar la estupidez. Su idea es salir pitando de allí con el carro y que los demás se encarguen de los escorpiones desde una posición más cómoda y manteniendo las distancias hasta que el próximo obstáculo les haga detenerse.

- ¡Vamos! ¡Subid! Su coraza es prácticamente impenetrable... - Dice a sus compañeros a voz en grito mientras intenta controlar a las bestias de tiro para que mantengan el culo de la carreta en el hueco del muro por el que han pasado.

Mientras frena los caballos, con una maestría que no sabía que tenía con los animales, Rong Wei observa la escena, el frenazo hace que Talitha caiga sobre su costado quedando aturdida. Iona Consigue encender la mecha de su improvisado artefacto y se prepara para lanzarlo luego mientras observa el encarnizado combate.

El primer escorpión ataca por la espalda a Zelata colando su aguijón a traves de la armadura de la blindada guerrera, en la juntura del sobaco. El veneno inoculado recorre rápidamente su organismo causando estragos por él. El segundo escorpión solo encuentra con su pinza el espadón de Zelata. Ulfner para la primera pinza por la izquierda con su escudo, pero no ve venir la segunda que le hace un buen tajo en el costado. Zelata, cegada por la rabia y el dolor, carga su espadón y da un tajo descente que cruza el rostro del monstruo, volteando el espadón cuando esta abajo, aprovechando la inercia, vuelve a subir cruzando otra vez rostro y pinza del ser. El enemigo cae sangrando profundamente por las heridas causadas, irremediablemente muerto. Ulfner, aunque intenta alcanzar a su enemigo se queda corto y la espada ni roza al escorpión.

El grupo contempla con terror como aparecen otros dos escorpiones del suelo, parece que esos bastardos tienen un nido cerca y estan emergiendo de él para cazar...

La satisfacción por ver caer a uno de los escorpiones queda pronto truncada al ver que Ulfner es golpeado de nuevo y cuando voy a gritar para avisarle de que se acercan mas enemigos noto como algo me impacta  y una extraña sensación empieza a extenderse por mi cuerpo .A duras penas consigo mantener los brazos levantados y el espadón es como si pesase una tonelada ..Hafo un intento torpe  por deshacerme del escorpión que tengo a mi espalda cerrando el camino de huida pero apenas consigo agitar mi arma  .Asura me proteja esto debe de ser el fin ...

Con la boca pastosa por la mezcla de polvo ,sudor y miedo apenas consigo chillar .Asegurad el paso y cuando Ulfner pase derrumbadlo  para que no os sigan ..

- Visto que Zelata está rodeada de 2 escorpiones, le lanzo el frasco al que hay entre ella y yo, para hacerle notar que el sol de justicia que tenemos encima no es lo único abrasador en estos momentos y desenvaino mi espada corta y mi daga

Talitha se levanta del suelo con la mano pegada al costado, ha sido un golpe tonto por no tener los pies bien afianzados. Acto seguido observa la escena, parece que Zelata y Ulfner quieren morir en el desierto, pues no retroceden ni un centímetro a pesar de que cada vez hay más escorpiones.

- ¡Salid de ahí maldita sea! ¡No podéis con todos, ni nosotros con lo que vendrá más adelante si no estáis!

Carga el arco y dispara sobre el escorpión más cercano, que les cierra el paso a sus compañeros...sabe que sus flechas no son demasiado efectivas contra los enemigos, pero aunque sea, tiene que intentar distraer a la bestia para darles unos segundos.

Esto era demasiado para dos, zelata y yo intentamos hacer todo lo posible para acabar con estos bichos pero de uno a uno vale pero de cuatro en cuatro era demasiado para nosotros, es hora de huir y buscar una ventaja táctica.
zelate esto es más de lo que podemos abarcar, una retirada ahora es lo mejor, corre, vayamos a un lugar más seguro

Me zafo del escorpión y corro hacia el carro

La mente de Rong Wei era un hormiguero, con información moviéndose frenéticamente en todas las direcciones. En un instante, el sabio salto del asiento del conductor de la carreta hacia atrás, subiendo donde estaban sus compañeras mientras se dirigía a la Qasarí.

- ¡Talitha, coge tú las riendas! – La nómada era mucho mejor que él manejando a los animales, y haría falta mucha destreza para controlar los nervios de estas dos mulas no entrenadas para el combate.

Rápidamente el kithano ejecutó su plan fugazmente concebido, cogía la gran tela que habían comprado para ocultar su futura carga, y la lanzó sobre el escorpión que se interponía entre Zelata y el carromato, intentando provocar la confusión de la bestia y permitiendo a la noble encontrar una vía de escape.

Uno de los escorpiones de la retaguardia avanzó con presteza para apollar a sus compañeros en la caza. Talitha disparó a uno de esos demonios y una vez más su flecha rebotó contra la quitinosa armadura. El tarro cargado de aceite impacta de lleno en el escorpión provocando grandes daños en su armazón y dejandole bastante aturdido por el daño causado. El escorpión que luchaba contra Ulfner le volvió a alcanzar antes de que éste pudiese salir del combate, aunque su armadura frenó el golpe esta vez. Zelata casi se desvanece por el veneno, pero una subidón de adrenalina ante la perspectiva de la pronta muerte sin haber cumplido con su deber la hizo espabilar y parar a pocos centímetros de ella la pinza de su oponente. Ulfner levanta su escudo y en un movimiento oerfecto recula hacia el carro. Zelata tambaleandose levemente llega hasta dodne se encuentran sus amigos. De no ser por el tarro de fuego de Iona hubiesen sido presa del escorpión que ahora esta librandose de las llamas que le envulven. Rong Wei lanza una manta al suelo que prende y aviva las llamas creando una leve cortina de fuego que parece estar deteniendo a los monstruos... de momento.

La benevolencia de Asura debe de estar conmigo porque consigo  salir de la encerrona de los escorpiones y aunque aun no sé muy bien como .  Una vez en el carro me dejo caer dentro y lucho por no perder la consciencia.Hay mucho que decir y poco tiempo . Huyamos mientras ese fuego les impide pasar , no es que me guste  tener que huir pero Ulfner y yo no estamos en condiciones de seguir .Asomo la cabeza y vomito el desayuno  antes rendirme al veneno que invade mi cuerpo 

- ¡Arrea! – Grita Rong Wei a Talitha entre el caos desatado, con las cejas chamuscadas por la cercana deflagración. Se acuclilla, estable, sobre la humeante celata e intenta estabilizarla, hasta que estén en un lugar seguro y pueda tratar sus dolencias como es debido. Ulfner parece que aguantará mejor, incluso él mismo necesita atención, pero de momento es capaz de sobreponerse a la debilidad que, poco a poco, se va extendiendo por su cuerpo.

… Malditos escorpiones, nunca había visto seres naturales atacar con tanta malicia e inquina…