Partida Rol por web

Avanzo lentamente sin gestos bruscos y con el arma casi apoyada de manera negligente en el hombro . Tampoco es que esperase un gran recibimiento pero me voy a arriesgar a a decir que no les ha hecho gracia vernos murmuro por lo bajo al ver como comienzan a gritar .Sin hablar ni una sola palabra de su idioma diría que nos miran como los fieles de Yog miran a unos extranjeros que han tenido la mala suerte de cruzarse en su camino a la hora de cenar. Rong empleate a fondo y saca tu discurso mas elocuente

Rong avanza delante de Zelata y Ulfner, y levanta las manos visiblemente para disminuir la amenaza.

- No temáis, hombre, no somos mercenarios. No nos mueve el dinero, nos mueve la sed. Pero viendo como tratan los feroces Lobos a unos Halcones sedientos, me temo que quizás no catemos agua de momento –

El sabio hace un aspaviento mientras avanza, con la intención de captar la atención de sus interlocutores y permitir a Talitha e Iona tomar mejores posiciones.

- Soy Tutpik Simpei, mensajero del gran kan, vengo a repostar con mi caravana, y solo quiero paz en este oasis, ¿entendido? –

Rong Wei intenta forzar un acento extraño, mostrando superioridad e intentando intimidar a los 5 aguerridos combatientes del clan lobo, que lo miran desafiantes.

Agarrando fuertemente el puño de mi espada y dejando que la apunta señale el suelo, como gesto de no querer atacar me posiciono al lado de nuestro sabio particular a la espera que esto acabe bien o por lo menos, con el menor número de muertes posibles.

De camino para allá vemos como las hostilidades se detienen y como varios pares de ojos se centran en nosotros.

Nuestras presas o cazadores nos están observando, más bien estudiando para saber que hacer con nosotros. Animo Roig que en estos momentos tus dotes ganen a la sed de sangre de esta gente

Dejo hablar a nuestro sabio y me pongo en alerta para actuar al mínimo atisbo de ataque

Iona se apostó sigilosamente cerca de los clanes. Donde pudiera ver la situación y escuchar; la ladrona tenía un poco oxidado el Shemita, pero podía seguir la conversación. Con el rabillo del ojo prestaba atención a la señal de sus compañeros para entrar en acción.

De hecho ya había elegido un objetivo claro. El miembro del clan del Lobo más cercano.

Aquel lobito lo voy a despellejar de arriba abajo. Y me llevaré los colmillos de recuerdo.

Iona se había armado con la espada corta, su arma favorita. Y no cesaba en estudiar la fisonomía de aquel humano, para asestarle un golpe mortífero en alguno de sus puntos vitales.

Al escuchar a Rong Wei se rió para sus adentros. Que ingenioso era el sabio, la treta prometía.

La Zamoriana esperó al hacecho, ansiosa por estrenar su espada.

Talitha sudaba mientras contenía la respiración a la vez que apuntaba al hombre de azul del clan del Lobo, el jefe.

Esperaba a que hicieran un movimiento agresivo para soltar su proyectil y atravesar su garganta.

La muchacha no era sádica, pero sabía que les harían cosas mucho peores a ellos si el Clan del Lobo se salía con la suya.

El hombre estaba visiblemente confundido... Se detuvo por completo...

- ¿Y qué le importa al Khan lo que pase con este Oasis? Somos gentes del desierto. No obedecemos más que a Erlik, nuestro honor, nuestras leyes y a nuestros jefes...

Aunque intentaba sonar convincente, las palabras parecían atragantarsele en la garganta... y sus hombres lo notaron bajando también ligeramente sus armas.

Un brillo de esperanza cruzó el rostro de la muchacha que permaneció muda esperando ver que pasaría...

Zelata y Ulfner observaron como el hombre de azul contestaba a su compañero de forma nerviosa... dubitativo, y a su vez, vieron como los lobos relajaban sus colmillos... Iona y Talitha mantuvieron su posición agazapadas, y letalmente acechantes, a la espera de alguna señal que las diese pie a actuar.

Vemos que los dos bandos nos observan pero sin mediar palabra, no se si no nos entienden o es que no esperaban una interrupción o la aparición de un nuevo grupo que quiere usar el oasis ha roto sus esquemas.

Señores no creen que deberían dejar las hostilidades y llegar todos a un acuerdo para el uso del oasis. Creo que hay sitio para todos y podemos llevarnos bien, ya es bastante castigo este sol y las criaturas que se esconden entre las arenas del desierto

Te necesito alerta, son muchas manos que vigilar y no puedo hacerlo sin ti así que deja a Rong Wei que se ocupe de la charla. murmuro sin dejar de pasar la mirada por el grupo de los lobos intentando averiguar quien es el mas peligroso o el mas inconsciente .Yo vigilo a los de la derecha , tu a los de la izquierda al jefe ignóralo estará ocupado hablando y no creo que vaya a hacer ninguna tontería .

Más relajado por el cambio de actitud del líder lupino, Rong Wei se confía y es interrumpido por Ulfner. El norteño suele ser más taimado, pero parece que el calor le afecta más de lo que quiere admitir. Cuando Ulfner termina de hablar, detenido por Zelata, el sabio empieza a hablar, para que no haya duda de quién maneja la conversación, pero intentando que las palabras de Ulfner queden en buen lugar y sin darle mucha importancia.

- En efecto – Dice teatralmente – No queremos problemas con vuestras leyes, ni quitaros el honor, ni cuestionar a vuestros líderes. En paz con el de la Gualda Mano. Simplemente nos importa este oasis porque tiene agua, y encontrarnos con tamaña escena cuando lo que esperábamos era una líquida y refrescante bienvenida, me ha supuesto un desencanto. Así que aquí estoy para mediar, y solucionar el problema que os aflige lo más rápido posible. El Khan no quiere problemas aquí, pero urge seguir con nuestro camino, debéis comprenderlo. Decidnos, ¿Qué preocupa tanto a las gentes del desierto? -

Mientras habla, el sabio camina, despacio, hacia los dos grupos.

Quiero que piensen en mi como alguien externo y con autoridad que puede solucionar su problema y en quien pueden delegar.

Sin dejar de estar en tensión el hombre del rostro cubierto volvió a hablar, ésta vez con un tono más firme, como si hubiese recuperado la confianza en si mismo.

-Bellas son vuestras palabras, pero una curiosa forma de negociar es esa en la que escondéis a vuestros sicarios entre los arbustos apuntándome a mi y a mis hombres con sus dardos. ¿Queréis agua? Adelante. Si sois enviados imperiales os dejaremos repostar gratis, pero antes debéis dejarnos acabar lo que hemos empezado...

La mujer se había movido para cubrir al anciano herido con su cuerpo por si el Lobo alfa decidía atacarles otra vez. Ante las palabras que profirió su antagonista solo pudo replicar.

-MALNACIDO. COMO SI VOSOTROS JUGARAIS LIMPIO ALGUNA VEZ. NO LES ESCUCHES, TRAS ACABAR CON NOSOTROS HARÁ LO MISMO CON VOSOTROS MISMOS MIENTRAS DORMÍS. 

Iona y Talitha siguieron agazapadas mientras observaban y seguían con expectación todo lo que ocurría en este momento de gran tensión. Zelata y Ulfner aguantaban estoicamente a pesar de que se mascaba la tragedia. El jefe de los lobos había elevado el tono de su voz y había recuperado el orgullo en sus palabras. Una vez terminado su discurso, la joven grita con vehemencia, primero al guerrero, luego a vosotros. La jauría volvió a jadear ansiosa ante la demostración verbal de su jefe...

El sabio asiente tras las palabras del gran lobo, no tiene un pelo de tonto, pero hay que echar el resto antes de dar la negociación por perdida.

- ¿Te sorprende? Nefasto emisario sería si no supiera cubrirme las espaldas, y aunque estos dos pueden con vosotros, mejor tener algunos ases en la manga… - Dice Rong Wei señalando a sus dos acompañantes por encima de sus hombros. – Queremos agua, si, y también queremos que terminéis lo que habéis empezado, pero mientras yo esté aquí no se va a derramar una gota de sangre en este precioso oasis que no sea por la hoja de uno de mis guerreros. Así que lo solucionáis por la buenas, o tendremos que intervenir, y te lo aseguro, no te conviene –

Tras sus palabras Rong muestra una de sus palmas en señal de esperar una respuesta, como diciendo: esto es lo que hay, elije bien… Aunque realmente está dejando una mano libre para rascarse la cabeza en caso de que sea necesario un ataque. La otra mano sigue aferrando su bastón firmemente, en tono autoritario.

El sabio asiente tras las palabras del gran lobo, no tiene un pelo de tonto, pero hay que echar el resto antes de dar la negociación por perdida.

Rong Wei habla vehementemente señalando a sus dos acompañantes por encima de sus hombros

Tras sus palabras Rong muestra una de sus palmas en señal de esperar una respuesta, como diciendo: esto es lo que hay, elije bien… Aunque realmente está dejando una mano libre para rascarse la cabeza en caso de que sea necesario un ataque. La otra mano sigue aferrando su bastón firmemente, en tono autoritario.

Iona escuchó el Parlamento entre el líder lobo, la líder Halcón y Rong. El plan parecía ir de perlas hasta que el Lobo mayor descubrió la treta.

Otra vez nos han descubierto por Talitha, cuando aprenderá que la profesional es una señorita. Peró ese Lobo habló en plural al comentar los sicarios. Me habrá descubierto? Imposible. Pero por si acaso cambiaré la posición.

Iona se desplazó sigilosamente mimetizándose con la vegetación, aprovechando el momento en que el clan lupino miraba en dirección a Rong. Intentando evitar una posible emboscada.

El hombre miró con resignación e ira a su interlocutor... alzó su mano y le señalo con el dedo índice.

-Juro por Erlik que ésto no quedará así.-

Miró a la joven muchacha con más odio si aún cabía

-Y vosotros... No penséis que hemos terminado, acabaremos hasta con el último de vuestros perros. El lobo devorará al halcón.

Lanzando un escupitajo al suelo se da la vuelta y sus hombres se giran con él abandonando rápidamente el oasis montados en sus corceles.