Partida Rol por web

al despertar el mundo parecia sonreirte, desdibujarse en un crisol de colores de infinitas posibilidades...pero el deber siempre llega para devolvernos a la realidad.

"Enoc, tu padre y yo recibimos una noticia extraña esta mañana. al parecer algo malo sucedio a la primogenita del los hijos de gaia, es solo una noticia vaga, pero vale la pena que investigues.

pd: no te olvides de que tienes que acudir al baile"

y con ese solo mensaje comensaste a caminar, en direccion a la jaula, en busca de la primogenita Deryan...

te presentaste en la puerta y un anciano te condujo hasta una inmensa sala, donde un fuego ardia alimentado por ardientes trozos de madera fragante.

el nuevo dia llego y esa sombra continuaba alli, junto con la marca en espiral adornando tu pecho. todo la manada habia salido de caceria mientras tu y el viejo voz de gaia intentaban domar la naturaleza posesiva de esa perdicion.

un rato despues alguien llamo a la puerta, un hombre extraño, que definitivamente no era garou aparecio, observando todo con vivo interes...

aun el fuego ardia en la sala comunal y la madera fragante llenaba con un aroma a bosque toda la estancia y esparcia una luz danzarina en los muros...

El lugar era acojedor, pero distaba mucho de la comodidad a la que estaba acostumbrado en el barrio de la torre, camino por la estancia apreciando el calor de hogar y las pinturas en las paredes. Mientras caminaba de un lugar a otro esperaba la llegada la primogenito de los hombres lobos.

-Buen día...-no pude decir su nombre porque no lo sabía.-Pase y siéntase cómodo. Mi nombre es Deryan, Rayo de Luna... Hija de Gaia, aunque supongo que eso ya lo sabe, después de todo, por algo está aquí.

Observé al hombre de pies a cabeza, ciertamente era un tanto peculiar pero me interesaba saber por qué había ido a buscarme. Me sentía especialmente tranquila aquella mañana, no quería que se arruinara de un momento a otro pero tal como se estaban sucediendo algunas cosas, no era algo por lo que pudiera apostar.

El joven se dio vuelta al escuchar la voz dando varios giros sobre su eje hasta que dar de frenta a la dama que se hacia presente con una mirada peculiar.

-: Buenos días, mi nombres Enoc y vengo del barrio de la torre y quería presentarme ante la primogenita de los hijos de Gaia, como uno de los hijos de los regentes en le barrio de la torre me parecio lo correcto.

Una sonrisa amistosa se dibujo en el rostro del muchacho quien con un paso peculiar se acerco y extendio la mano.

Como primer gesto enarqué una ceja y lo miré dar vueltas sobre sí, para que finalmente se presentara como Enoc, luego sonreí levemente; creo que no lo había hecho desde que... Me llevé una mano al pecho y con la otra lo saludé tendiéndole mi mano.

-¿Uno de los hijos del regente, eh? Pues ya nos hemos presentado, Enoc-apreté su mano firmemente para luego soltarla.-He estado un tanto ausente estos días, quizás podrías ponerme al tanto de lo que pasa por allí.

Enoc enarco una sola de sus cejas mientras su saludo era correspondido.

-: Si me lo permite, creo que será mejor tomar asiento.

Y señala un juego de sillones dispuestos en la sala.

-: Así que ha estado ausente, que bello debe ser poder salir de la ciudad y vijar para descansar y recrear la vista con nuevos paisajes, ¿por donde ha estado?, si es uqe se puede saber...

Casi estallé en una carcajada pero me contuve a tiempo y es que era demasiado gracioso pensar en algo como salir de la ciudad.

-En realidad no he podido salir de mis aposentos pero realmente no es algo agradable, así que obviemos esa parte y responde a mi pregunta que en todo caso yo lo hice primero.

Me senté comódamente en un sillón frente a él, mirándolo a los ojos, casi olvidándome de todo lo demás, espiral y sombra incluida.

-Que no se diga que no sabemos de modales-le sonreí amable.

El joven brujo se recosto en su asiento y te miro de abajo hacia arriba sin disimularlo, hasta llegar a tus ojos.

-: Que es lo que te ha pasado? No te ves muy bien y los rumores dicen que no lo has pasado bien, es por ello que estoy aqui, necesitas noticias de lo que ha sucedio en estos días, bueno, intercambiemos noticias. Para comenzar te recordaré o daré aviso que esta noche es "La noche" del baile y supongo que asistiras, verdad?

Se cruzo de piernas a esperar que era lo que diría la joven.

Evidentemente tenía su carácter y era loable para los tiempos que corrían.

-No me perdería el baile por nada del mundo y creo que eso lo sabes o no estarías aquí, ¿verdad? Lo que me pasó... No sé, no puedo decírtelo hasta que no esté plenamente segura de que puedo confiar en ti.

Miro hacia el techo en busca de inspiración, no sabía como encarar la situación, era la primogenita, no era cualquier otra loba con la cual poder pasar la noche, tenia que medir sus palabras.

-: Bueno, no se que necesitas para ganarme confianza, dado que no es algo que se adquiera de un minuto para el otro, sino algo que el tiempo suele otorgar, suelo ir y  venir de entre los barrios, viendo a muchachas o compartiendo noches de parranda con las personasque necesiten  de un buen compañero, suelo ser un buen compañero de charlas y la gente suele confiar en mi, pero tu sabrás que decisión  tomar. Suelo mirar a las personas y estudiarlas y con ello saber si confiar en ellas o no, no se como suele hacerlo tu gente ,pero segurante tenga algún metodo.

Dichas la palabras descruzo sus piernas para sentarse un poco mas comodo.

-: Podemos estar todo el día charlando y filosofando sobre como ganar la confianza del otro y no llegar a ningún lado o podemos hablar de lo realmente importante y ayudarnos mutuamente.

Sonreí, en algunas cosas tenía razón.

-Tienes razón, Enoc, podríamos seguir acá todo el día y no llegar a ningún lado pero has venido a buscarme y quiero saber para qué, entre tanto, te contaré que tuve una ceremonia de iniciación bastante agitada. No me esperaba que fuera así, en realidad creía que iba a ser de otra manera pero bueno, no siempre se tienen lo que se quiere. Así que tuve un pequeño incidente que me dejó en cama un par de días pero nada que mi anciano maestro no supiera revertir.

Me incliné en el sillón y recargué mis codos sobre mis rodillas mirándolo a los ojos.

-¿Qué otro detalle quieres? ¿Me vas a decir lo que quiero saber?

 Te acercaste tanto que Enoc no pudo evitar la  tentacion y te propino un beso en la frente mientras se ponia nuevametne en pie.

-: No te acerques tanto, acaso no eres conciente que eres poseedora de una belleza indiscutida? Mi vi provocado y actue en consecuencias, espero no te moleste. 

Comenzo a caminar despreocupadamente mirnado nuevamente los adornos.

-: Aún no me has dicho que queires saber, como decirte lo que no se que deseas...

Al momento de recibir el beso, la reacción natural fue echarme hacia atrás pero ya estaba hecho y lejos de molestarme su actuación, me hizo gracia; Enoc me recordaba a los niños. Lo observé danzar por la habitación y me di cuenta que pocas cosas lo mantenían en su lugar, así que me puse en pie.

-Ya, claro, belleza. Bien, Enoc, vayamos a dar un paseo o vas a volverme loca si sigues danto vueltas por la estancia.

Miré hacia arriba, con un poco de esfuerzo, logrando contener aquella maldita cosa y nuevamente me llevé la mano al pecho.

-A menos que prefieras quedarte...

Abrí la puerta pero aguardé por su respuesta.

-Verás, lo que quiero saber es sencillo: dices que viniste aquí a ayudarme pero qué te hace pensar que necesito tu ayuda y no digo que no la necesite y otra cosa que te pregunté mucho antes y no respondiste: ¿cómo están las cosas en la ciudad? ¿qué se dice en la víspera del baile?

Sonreí sin soltar la puerta.

Enoc, volvio a girar rapidamente y encaminarse para la puerta donde la primogenita lo estaba esperando.

-: Si vayamos a caminar un  rato, tu mismas me estas confirmando que necesias ayuda, y me mejor que un brujo para ayudarte,  tenemos poderes que pueden lugar cosas que los espiritus no otorgan.

Realizo un gesto picaron subiendo y bajando sus cejas en un gesto de complicidad.

-: En la ciudad las cosas estan muy revueltas, demaciado, y aquellos que queremos lo mejor para esta ciudad debemos cuidarnos entre nostros. ¿Qué tienes en el pecho?

Pregunto secamente al culminar sus palabras.

-¡Vaya! Esto no va a ser fácil...

Enarqué una ceja y lo empujé lentamente hacia afuera, luego cerré la puerta tras de mí con una sonrisa.

-Me duele. Algo me atacó.

Recapacité en un instante y abriendo la puerta nuevamente, puse la otra mano sobre su pecho y lo hice entrar.

-Mejor no salgamos, si las cosas están tan revueltas como dices... Lo siento, he tenido unos días no muy buenos pero dices que...

Me senté tras cerrar la puerta, ahora en el lugar donde él había estado antes.

-¿Así que puedes hacer cosas que los espirítus no conceden? ¿Cómo curar un mal hecho por entes de otra dimensión?

Lo miraba fijo a los ojos y tratando de no pensar en mi pecho o de mirar hacia arriba.

Así como lo sacaron, lo volvieron a hacer entrar.

-: Epáaaaa...tranquila que no soy de trapo, soy suave y tierno como un peluche, pero estos tratos solo los los permito en un lugar.

te guiño el ojo.

-: Bueno, puedo hacer cosas si, pero no cualqueir cosa, en caso que necesites ser curada puedo llevarte con quien pueda curarte, pero para hacerlo necesito estar seguro de que es lo que tiene...

se apoyo en la pared mas cercana, su vista deambulaba por toda la sala, pero algo que comenzabas a notar era que siempre volvia al mimos lugar, tratando de ser disimulado, pero para una mujer aquello era evidente, y tu escote sugerente.

-Eres raro, ¿lo sabías?-sonreí moviendo la cabeza negativamente.-A ver, seamos buenos amigos e intenta clavar tus ojos en los míos y no en otra parte o te vas a conventir en un osito remendado de peluche. Ahora, pasando a lo otro: no quiero averiguar dónde es que permites esos tratos... Y como tercer cosa, quizás si te quedas el tiempo suficiente para que yo confíe en ti del todo, que no digo que no lo hago ahora, entonces quizás te quedes el tiempo suficiente para saber qué me pasó-recargué mis codos en mis rodillas y puse mi mentón sobre las palmas de mis dos manos, cubriendo así bastante mi escote.-Y te puedo asegurar que tiene su cuota de interesante...