Partida Rol por web

-Yo optaría por hacer al revés. Hablar primero con Garm y luego visitar la torre. Más que nada pasa saber lo que nos vamos a encontrar, si es que la historia del viejo era cierta, cosa bastante poco probable. Así que bueno, si estamos de acuerdo, vayamos ya para la pensión.

Se han servido más tortas que panes en esta taberna, justo cuando iba a presentarme al grupo de aventureros con menor pinta de ir a apuñalarme en cuanto una moneda apareciera perdida en nuestro camino.

Me he mantenido a un lado en la pelea, no era cosa mía y tenía intención de gritar un par de alaridos y dar algún sablazo cuando el resultado estuviera sentenciado. Demasiado precipitadamente ha acabado.
Pese a ello nadie parece haberse percatado de mi pasividad, asiento de vez en cuando a las palabras de unos y otros, manteniéndome en silencio. Que cada cual crea que acompaño al otro, pues parece que acaba de conocerse gran parte de este grupo y por estúpido que llegue a resultar su plan al menos tienen uno, que en lo que llevo en esa taberna y no es poco, mucho se ha hablado de ese viejo y poco o nada se ha hecho por sacarlo de su prisión, dentro de poco tumba.

Personalmente, poco me importa si se pudren ahí sus huesos, por mucho cariño que le profese la gente de este antro y rededores, pero su historia me interesa, me interesa en demasía pues ya han muerto hombres por ella, algo de verdad ahí en sus palabras.

Si un loco cuenta mil historias una sera verdad, aunque sea cuestión de azar, el que le hayan encerrado así lo indica.

Mientras discutíais sobre la acción a seguir entra la guardia.

Éstos poseen Ballesta ligera, cota de escamas, escudo ligero, espada larga, uniforme de la milicia.

Veis que entran de mal humor con la ballesta en sus manos totalmente descargada " parece ser que han disparado todos los proyectiles que tenían sin conseguir el éxito buscado".

Miran hacia vosotros con curiosidad, mientras esperan a que entre el alguacil o un superior suyo, son seis en total " vaya pensáis esta noche todos son seis". Hay una miliciana entre ellos, por lo demás según sus rasgos son humanos.

El capitán entra posee Cota de escamas, escudo pesado, espada larga, puñal, uniforme de la guardia.

Os mira a todos después posa su mirada en el tabernero esos malditos piratas han logrado escapar esta vez mira a Tom con el ceño fruncido y mirada severa ¿qué guardas por aquí para que tales piratas vengan a tu taberna?

El rostro de Tom palidece, intenta convencer al capitán ¿mi señor yo? nada, son marineros que han venido escamaos por lo sucedido por Garm. 

Os mira de reojo - no es para tanto ¿no crees? de todas formas alguien tiene que pagar por ésto y ya que los piratas se han ido, no me iré de aquí sin inspeccionarte la posada.

- Soldados examinen todo y miren si encuentran contrabando.

La guardia se pone inmediatamente a la tarea buscando por detrás de la barra, en las habitaciones otros dos suben a la planta de arriba.

 Tom: Palidece, intenta convencer al capitán - mi señor por favor no me estropeé el local somos gente honrada, no pague con nosotros los errores de otro.

- El capitán intimida a Tom ¡Calla maldito! o serás el próximo en pisar la mazmorra. 

Se acerca a la barra y coge una jarra de hidromiel mientras bebe os mira - Y vosotros ¿qué hacéis aquí?

Descripción: Borka es un hombre de barba espesa, malos modales y algo cruel. Es amigo del Burgomaestre, lo que le garantiza el cargo de capitán mientras el viejo gobierne la ciudad.

Historia: Hijo del anterior capitán de la milicia, Borka no ha heredado ninguna de las cualidades que hicieron respetable a su progenitor. Aun así, El Burgomaestre consiente su mal hacer por respeto a la memoria de su padre y por su eficacia a la hora de resolver los problemas del Consejo, como ya demostró quitando de en medio al líder de La Mano Silenciosa.

Personalidad: Egoísta en grado sumo, Borka mantiene su puesto gracias a sus artes para manipular, engañar y chantajear, a la vez que adula al Burgomaestre. Dirige la milicia a base de amenazas y no tiene reparos en aceptar sobornos o compensaciones para que sus hombres vigilen ciertos comercios y dejen otros sin protección.

Vaya...¡qué malos modales tienen estos tipos!, ¡lucida tropa! ¿cómo se atreven a amenazar a un hombre honrado con encerrarle?, ah...la soberbia de este "capitán" es despreciable,atropella a las personas sin cuidarse de los débiles, no me parece un auténtico defensor de la Justicia, ¿no es este el Borka de quien he oído hablar tan mal?, sin duda fue él el que encerró a Garm y no creo que atienda a razones. Me recuerda mucho al temible Ariosto, que ostenta el mando allá en el campamento por cuenta del Señor Baclar. No debo consentir que trate así al buen Tom....pero a mi no me escuchará, no soy más que una mujer, en cambio Edrik y Leon son hombres de buena reputación, si pudiéramos distraerle con nuestra conversación, quizá le convenzamos de que deje en paz esta noble casa.

- ¡Hola, mi Señor Edrik!, acercaos, os lo ruego, venid vos también mi muy Noble Señor Leon, venid y expliquemos con sabias palabras y comedidas razones los desafueros que en esta noble casa se han cometido para desdoro de la Justicia que este valeroso alguacil defiende - exclamó en alta voz la doncella, haciendo grandes aspavientos y procurando llamar la atención de los guardias y su captán Borak - venid en nombre de la Justicia, demos parte al ilustre Capitán, de claro nombre y lucida fama del ataque que hemos sufrido.... - proseguía con acento melodramático, con la cabeza alta y mirando al techo patéticamente.

- ¡Que gran desatino!, ¡que lamentable locura se apoderó de esos hombres! - mientras hablaba, caminaba por la taberna entre los guardias relatándoles los lances del combate - se echaron sobre nosotros aullando como lobos desde todas partes, armados de las más terribles armas que imaginarse pueda....y no vayan a creer vuestras mercedes que eran gente floja y de poco espíritu, arremetían como lobos y a más de uno vi combatir con graves heridas sin por ello desmayar, demostrando que eran hombres de hígado hechos a la dureza de la mar y las acciones violentas...¡sin duda sus cimitarras se habían teñido más de una vez de la roja sangre y las entrañas de hombres!. Pero no me escuchen a mi vuestras mercedes, magníficos señores soldados, salvaguarda de la paz de esta noble villa...contadselo vos, mi señor Edrik, de la Fortaleza del Vado, cuyo nombre sea loado, cantadlo vos mi Señor Leon del Templo de la Mañana, cuyo nombre sea bendito....decidles como esos perros trataron de herirnos salvajemente...aquí mismo, derramé mi sangre al ser herida y en le mismo lugar pasé de parte a parte al villano con mi lanza...vengan vuestras mercedes conmigo, por favor, que es preciso que les demos parte de estos terribles hechos.

Debo intentar que me hagan caso y me escuchen y se olviden de molestar Tom, es importante que resalte la buena fama de Leon y Edrik para que ese zafio les respete, aunque solo sea por temor a su influencia, debo intentar que se den cuenta de que nuestros enemigos eran tipos peligrosos y sin embargo les hemos vencido, para que sepan que nosotros también somos gente a tener en cuenta. Ah....si puediera sacarles información y conseguir que nos acompañaran y nos dieran licencia para visitar a Garm

Observo a Isolda hacernos llamamiento a la conversación. Comprendo lo que quiere hacer, está intentando dejarnos como los honorables vencedores en una batalla en la que peleábamos en causa justa, haciendo resaltar nuestra fuerza y así ganar peso en una posible negociación, pero ellos están frustrados, se les escaparon sus objetivos y el hecho de que arremetan contra esta taberna denota que están en una "caza de brujas" debido a su enfado.

Miro con detenimiento a los guardias y me puedo dar cuenta que gastaron todas sus saetas. Gastaron todas sus saetas, de venir después aquí buscando batalla no lo habrían hecho, definitivamente no esperaban tener aquí una pelea y dudo que decidan meterse en una, tenemos posibilidades de que funcione.

-Pobres hombres que se dejaron intoxicar por el licor y nos atacaron, el licor puede aliviar el dolor físico y las penas del alma, pero también nubla el juicio y las acciones de las personas- Me levanto y me acerco a Isolda -Esos hombres se pusieron bravucones, y al intentar el señor Tom controlarlos para mantener la paz en su taberna estos nos atacaron, finalmente nosotros salimos victoriosos y los repelimos de la taberna- Mis ojos se dirigen hacia Tom que ha empalidecido como si sus huesos se hubiesen desteñido en su carne -Les aseguro que los aquí presentes son hombres de dios y personas de buen corazón que valerosamente derrotaron a los maleantes.

Borgar estaba ya cansado de las peroratas de la joven. Era ya demasiado viejo para estas arengas entusiastas e interminables y con dos jarras encima, empezaba a dolerle la cabeza. "¿Porqué no se callará de una vez?", pensó para sí.

-¿Que qué hago aquí?.-dijo contestando al capitán- Lo que todo el mundo incluido esos piratas; beberme una antes de irme para casa. Es una de las pocas satisfacciones que le quedan a uno en este humedal después de un largo y duro día de trabajo, pero no es fácil relajarse con tanto jaleo. Y respecto a esos tipejos, si les habéis dado su merecido, habéis hecho un buen trabajo y un gran servicio a los habitantes de este pueblo. Brindo por ello.¡Salud!

Borgar se toma una pausa para acabarse el fondo de su jarra antes de continuar.

-Y bien, decidme, ¿hay algún otro modo en el que pueda ser de utilidad a la guardia?

Vaya mala leche gasta el capitán, aunque con razón si se les han escapado los piratas.

Después del revuelo que se ha armado alguien va a tener que acabar en el calabozo, aunque sea para que los que paguen su sueldo a estos hombres crean que lo merecen.

Y la mujer comienza un nuevo discurso, anda que no tiene cuerda esta muchacha. ¡Y como habla...! Bien parece un juglar, como la insultaba el hombre con el que batallaron hacía un rato.

Cuando el enano brinda, asiento y bebo, poco más puedo hacer. Que entre ellos arreglen sus problemas y veamos donde acaba ésto, tampoco es que me moleste demasiado si les da por quemar este lugar, siempre y cuando salga yo antes.

Vaya, lo que faltaba ahora, la guardia molesta y la dama con su gran oratoria. Esperemos salir del paso igual de airosos que del lance anterior.

Después de la cháchara de Isolda, el buen hacer del sacerdote y, la sabiduría y espontaneidad del señor enano me dirijo a hacia Borka, el capitán de la guardia y me plantó a un par de metros de él, cuadrándome más recto que el mástil de un barco,como bien me enseñaron en mi casa y dando un sonoro taconazo.

A sus órdenes mi capitán, se presenta el defensor de la Casa de la Mañana Edrik Feint. Ahijado de Terlin, segundo al mando de la guardia de la Fortaleza del Vado y discípulo de Neil, maestro de la Casa de la Mañana en Ptolus.

Poco a poco, notaba como iba perdiendo el cosquilleo de los nervios y me salían las palabras sin titubeos y con voz firme. Hice una pausa para coger aire y proseguí.

Hace poco tiempo que fui enviado a esta ciudad y seguramente ni siquiera haya oído nada de mí, pero si de algo le sirve la palabra de un siervo del bien, puedo corroborar y doy mi palabra ante los aquí presentes y ante toda la guardia, que esos hombres nos atacaron sin causa justificada y que salimos en defensa de la señorita. El pobre posadero y su establecimiento no deberían pagar por el mal causado por esas ratas sin escrúpulos.

Tenga por seguro, que tengo la cara grabada de ese pirata, un tal Every. Y si vuelvo a dar con él, yo mismo seré el que lo arrastré al sitio donde debería ahora mismo estar, sus calabozos.

El capitán asiente - entonces estoy en deuda con vosotros por haber librado a la ciudad de una revuelta por esos piratas.

Se dirige a sus milicianos ¡VAMOS TODOS, DEJAD DE BUSCAR!

Os mira como queriendo averiguar vuestras intenciones, - si queréis la liberación del viejo Garm, entonces daros prisa cuanto antes se solucionen los problemas que hay en esa torre, antes tendréis a vuestro compañero liberado, el tiempo corre en vuestra contra no se dura mucho en las mazmorras a la edad del viejo. 

Si queréis saber el motivo es como todos los motivos económico, la cantidad de aventureros que no han vuelto han creado un déficit en la economía de Robleda. Ahora mismo son ya pocos los comerciantes que traen sus mercancías a la ciudad, piensan que el territorio es inestable y que pueden tener problemas con ese mal que se halla tan cerca.

De mientras que os ha hablado los dos soldados que estaban arriba les ha dado tiempo de bajar, los otros dejaron inmediatamente de buscar a la orden del capitán, y ahora mismo todos se encuentran a su alrededor.

Ahora debo irme os deseo suerte en vuestro viaje, si habéis hecho frente a esa banda, entonces Robleda puede tener una nueva esperanza con vosotros.

Se despide con un gesto militar y a continuación se encamina hacia la puerta con sus soldados en fila. Éstos no os miran sus gestos son del todo marciales.

Antes de irse os habla de espaldas, si pensáis por qué la autoridad de Robleda no ha intervenido en el asunto, os diré que si las autoridades reconocen ese mal, entonces la ciudad se hundiría económicamente, lo único que todavía no ha motivado la crisis total es que los altos dignatarios no hayan tomado medidas en el asunto, dando a entender que son falsas y totalmente infundadas.

Espera un momento antes de irse por si tenéis que replicar algo...

Borgar se atusa la barba un momento mientras piensa en las inesperadas palabras del capitán. Cuando éste está a punto de darse la vuelta para marchar se decide a hablar.

- Bien, pero antes de meternos en una aventura suicida para ayudar a un viejo simpático, ¿Nos podría dar algo de información?¿Se sabe algo de lo que sucede por allí, aparte de las habladurías del viejo? ¿Se sabe de alguien que haya estado y regresase? Cualquier información que nos pueda servir de ayuda, será bienvenida.

- Señor capitán, gracias por vuestra gentileza, habéis honrado la Libre de la Guardia con vuestro comportamiento ¿creéis que sería posible visitar al viejo Garm en su calabozo?, creo que el Seor Leon quería proporcionarle auxilio espiritual como es su deber...

Así habló Isolda cuando borgar finalizó su réplica.

No, los presos no tienen derecho a nada de eso, en cuanto a lo demás no sabemos nada.

Se queda mirando a Isolda está bien puede ir vos con nosotros para ver al preso pero nadie más.

Dicho ésto sale de la taberna y sus soldados le siguen...