Partida Rol por web

—¡¡Baruk Khuzde!!

Con aquel extraño grito en la lengua enana, Therusia se lanzó sobre el lobo, abriendo completamente el flanco y exponiendo su cuerpo al peligro al no estar cubierta por el escudo... Pero ganando un arco de potencia que aumentaba la ya de por si asombrosa fuerza enana. Parecía que los enanos eran una raza que no se acobardaba con facilidad. El hacha de Therry se clavó con fuerza en el cuello del animal,  lanzándolo de cabeza contra el montañés, que iba a descubrir lo que era una enana en plena batalla.

Ingolt aprovecha la ventaja de estar ocultos para avanzar y colocarse junto a la elfa, ahora veis claramente que es una elfa, que se sorprende por su presencia y parece decir algo en bajo pero más se sorprende cuando Therusia avanza unos metros colina arriba para hacer frente a los montañeses antes de que lleguen hasta donde estaba posicionada ella. Ese movimiento si que no lo esperaba. Therusia aprovecha para avisar a Odo para que evite que huya uno de los montañeses pero... la flecha lanzada por Odo se pierde sin impactar a nadie y Saradoc se mantiene unos pasos por detrás más pendiente de evitar un ataque por un lateral que de meterse realmente en mitad de tantas piernas que empiezan a acumularse.

     Ante los montañeses hay una extraña alianza: una elfa, un enano, dos humanos y un mediano, tal vez si hubieran vivido la Batalla de los Cinco Ejércitos se hubieran extrañado menos.

Uno de los lobos se lanza contra Therusia junto a uno de los montañeses que es apartado de un empujón por el guerrero y se queda vigilante entre los dos, el otro de los lobos esquiva el ataque de Ingolt para ir a por Saradoc que está más apartado y parece una presa más fácil y es cuando otro de los montañeses aprovecha para lanzar una lanzada contra el hombre que ha perdido parte de su ventaja al atacar y fallar contra el lobo.

Por su parte otros dos montañeses fijan como objetivo a la elfa que parece no tener problema en mantener a raya sus lanzas con su cuchillo élfico mientras intenta asimilar la situación de en vez de estar enfrentándose a todos los enemigos tener a un grupo de desconocidos a su lado.

El último de los montañeses se queda atrás y arroja una lanza corta contra Odo intentando evitar que siga disparando flechas contra sus compañeros.

SITUACION ASALTO 1

THERUSIA: Montañes herido y Lobo

Ingolt: Montañes

Saradoc: Lobo

Odo: Recibe lanza arrojadiza

Elfa: 2 Montañeses

El combate de Therusia empieza con un intercambio de golpes y mordiscos mientras cada uno busca la mejor posición, el montañes ha quedado algo desplazado por la carga inicial pero ese mismo empuje ha permitido al lobo hincar los dientes en la pantorrilla desprotegida del guerrero.

Ingolt intercambia golpes de tanteo con el hombre que tiene delante que en un giro inesperado sobrepasa su defensa y atraviesa su pierna de parte a parte (Filo de Lanza 9, Enemigo ha sacado un 10=Herida. Ingolt debe tirar por su Armadura e igualar o superar 12. Armadura 2D6+1 Puedes usar los D6 adicionales que tienes por Guerrear inicial)

Saradoc va retrocediendo para evitar al lobo que le acosa pero no puede esquivar uno de sus mordiscos, no parece grave por suerte pero haber probado la sangre parece que aumenta su agresividad

Y la situación entre Odo y el montañes se mantiene en igualdad, ambos han fallado sus ataques pero ahora el montañes ha agarrado una lanza y se dirige hacia Ingolt que parece estar en problemas.

Ingolt no pudo evitar que el lobo se escapara hacia Saradoc, miró al animal alejarse y al girar la cabeza un enorme montañés se abalanzó sobre él.

Utilizó la lanza para atacarle, acertando en su pierna.
Mierda...- dijo dando un paso atrás y aquel malnacido sacaba la lanza con una sonrisa.

No sale mucha sangre, eso es bueno..- pensó.

Intentó ver si la herida era profunda pero su enemigo intentó un nuevo ataque.
El hijo de Ingelt se puso detrás del escudo y lanzó varios tajos con su espada intentando ganar varios segundos con los que evaluar la situación.

Sus compañeros luchaban a su alrededor, pero él, no podía ayudarles. Debía concentrarse en el combate.

Therusia ahogo un grito de dolor ante aquel mordisco, pero no dejó que eso la amilanase. Ese mordisco era un pequeño precio por haber ganado una posición ventajosa como la que ahora tenía, perfecta para realizar el golpe que había visto en su cabeza minutos antes. Saliese bien o saliese mal, eran dos los enemigos que tendría entretenidos, igualando el combate para los demas.

Saradoc vio como comenzaba el combate mientras se mantenía en una posición defensiva. Sus compañeros luchaban férreamente, mientras, el hobbit dudaba sobre que hacer si atacar o defenderse.

Mientras el hobbit pensaba un lobo lo detecto y se fue directo a por Saradoc, quien fue sorprendido pero pudo actuar a tiempo para evitar un m daño crítico aunque no pudo evitar que el lobo le mordiera. Se miró el brazo y vio que apenas era un rasguño lo que le hizo suspirar con un poco de alivio. Saradoc alzó la mirada y vio al lobo el cual parece más furioso como si algo lo hubiera enfurecido más o le hubiera provocado un estado de ferocidad mayor.

Ahora no quedaba otra era atacar o atacar. El hobbit desenvainó su espada corta y no volvió a dudar fue directo a atacar al lobo y ayudar cuanto antes a sus compañeros.

Saradoc aprovecho que el primer ataque había sido bueno y entre que había quedado en buena posición y el lobo parecía un poco descolocado, realizó un segundo ataque.

     Ingolt consiguió colocar su escudo junto a la mano del montañés en el último instante para que la herida dentro de la gravedad no fuera definitiva, cuando siente cómo su enemigo se aparta llevándose también la lanza cubierta de sangre comprueba que ningún músculo ha sido dañado, la herida será complicada pero por ahora no va a impedirle seguir el combate

     Delante de él Therusia repartía golpes a derecha e izquierda con su hacha mientras se protegía con su gran escudo, la forma de moverse resultaba admirable y ahora tenía a sus dos rivales desequilibrados intentando recuperarse, a su lado la elfa mantenía sin problema a los dos montañeses, ninguno había sufrido daño y parecían no decidirse a lanzar un ataque definitivo y a su espalda oyó el quejido casi simultáneo del hobbit y del lobo, parecía que por ese lado las cosas estaban igualadas

Durante unos instantes todo se vuelve un caos, lo que parecía un ataque y resistencia organizado se vuelve una situación donde amigos y enemigos se rozan y golpean intentando coger la mejor posición.

Habéis podido detener el asalto contra la elfa e intercambiar golpes con los asaltantes, Ingolt ha estado a punto de sufrir una heridagrave pero sus reflejos y la calidad de la armadura han evitado que sucediera. Ahora se ha colocado en una posición ventajosa (-2NO al siguiente ataque) y parece que éste va a ser el asalto definitivo tras el tanteo inicial.

La herida de la pierna escocía aunque con ayuda del escudo había hecho retrocer al montañés.
Pudo coger un poco de aire gracias a que uno de los espadazos del bárdido acertó en su enemigo.
Ahora estamos iguales...-pensó el hijo de Ingelt esquivando un lanzazo.

El montañés continuaba moviendo la lanza aprovechando su mayor rango de ataque.

Ingolt se mantenía detrás del escudo esperando su oportunidad.
Paso a paso, se iba acercando al montañés, y en uno de los lanzazos pudo poner el escudo encima de la lanza, travándola en el suelo y exponiendo al montañés a un ataque.
¡Toma!-gritó furioso.

El hijo de Ingelt giró sobre si mismo y con la fuerza del movimiento giratorio clavó su espada en el hombro desprotegido de su rival.

Jadeando, Therusia se apartó un poco solo para volver a cargar con fuerza contra el lobo y el montañés. Era una pelea de dos a uno y aquel había sido el primer día de combate de la enana, y tras el primer golpe comprobó que no era tan sencillo como había parecido en un principio. Sin embargo, se seguía moviendo con seguridad y firmeza.

Saradoc consiguió esquivar el ataque del lobo y pasar con éxito este asalto. Ahora le tocaba al hobbit demostrar su gran fuerza para su pequeño tamaño. Cogio con fuerza su espada y se abalanzó sobre el lobo.

Pero erro su ataque, el cansancio parecía hacer mella sobre el hobbit que quedó expuesto a un nuevo ataque de la bestia.

Una nueva lanza pasó rozando a Odo que, nervioso volvió a tensar el arco dispuesto a disparar otra vez.

Tampoco le fue mucho mejor en su tercer intento. Con las prisas, además, alguna de las flechas le cayó al suelo.

     Los gemidos y gritos empiezan a llenar el ambiente, el cansancio hace mella en los montañeses que llevan mucho tiempo en la persecución de los elfos y se nota en la falta de reflejos.

     Ingolt consigue apoyar su pierna y golpear con fuerza el hombro del montañes que ante éste impacto cae al suelo desmadejado mientras la sangre mana de la herida sin pausa y en ese momento una bandada de cuervos cruza el cielo para bajar hacia vosotros gritando lo que parecen palabras de odio y venganza, el cielo se llena de sus plumas y graznidos y a vuestro alrededor todo es ira y dolor (Tirada de Corrupción NO16: 1D12 +tantos D6s como Sabiduría, que creo que todos tenéis 2. Fallar implica perder 1 punto de Esperanza cada vez que saquéis un ojo de Sauron en una Tirada, duración indeterminada)

     Therusia da cuenta del lobo que se aparta gimoteando y alejándose arrastrando una de sus patas perdido todo el interés en seguir con el combate, el último hachazo ha sido lo suficientemente convincente.

     La elfa ha conseguido herir a los montañeses que la enfrentan pero con eso no ha finalizado su combate, siguen el baile intercambiando golpes, avanzando y retrocediendo por la colina.

     Saradoc tampoco consigue ninguna ventaja sobre el lobo que sigue acosándole, ambos están heridos pero no lo suficiente y ni los dientes del lobo asustan al hobbit ni la espada corta del hobbit parece impresionar al lobo que sigue girando y amagando en busca de un hueco para volver a hincar los dientes y desgarrar la carne (apetitosa por cierto para el animal)

     Odo continúa con su lluvia de flechas y cuando ve que el montañes va a atacar a Ingolt respira y suelta la flecha aprovechando un momento en el que el montañés se detiene para lograr al fin un fuerte impacto en el pecho de su enemigo que mira incrédulo cómo el astil asoma entre sus ropas, aún así continúa su avance aunque algo más lento.

ASALTO 3 Ataques enemigos.

     La aparición de los cuervos ha desconcertado también a vuestros enemigos, no tanto por la presencia de las aves negras como por el hecho de saber que uno de los suyos estaba muerto. Therusia aparta sin problemas la lanza de su rival que al fin consigue ponerse en pie y se enfrenta con un aire más temeroso al guerrero que ya le ha hecho sangrar

     El montañés herido por Odo se acerca a Ingolt con la mala suerte de pisar el cuerpo de su compañero caido y tropezar hacia delante perdiendo el equilibrio (NO para ser impactado -2) en el peor momento.

     Y Saradoc y el lobo continúan esquivándose en un baile extraño donde ninguno quiere acercarse demasiado, entre los dientes del animal ahora aparece un pedazo de tela de color verde rasgada de las ropas del hobbit que ahora tendrá que remendar el hueco de alguna manera.

Comienza el CUARTO ASALTO (tras la tirada de Corrupción)

Las pupilas de la enana se dilataron. Adoraba los cuervos, que eran grandes amigos de los enanos, pero aquellos tenían algo. Algo que le perturbaba. Aunque no entendía el idioma de las negras aves, sabía que no decían nada bueno... pero también sabía que la mayor parte de los cuervos y los grajos eran amigos de los enanos. 

Dejando aquello de lado, la mujer volvió a cargar contra el montañés, lanzando un fuerte golpe con la parte plana del hacha contra él. Un buen golpe podía dejarlos inconscientes y terminar la pelea antes que enredarse en un baile de heridas. Aquello era cosa de orejas picuda. Los combates tenían que ser rápidos.