Partida Rol por web

La Tumba de los Cinco Confines

Capítulo II: Hacia el Norte

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28/02/2014, 12:44
Narrador

Al otro lado del río el paisaje está formado por inmensas planicies salpicadas con pequeñas colinas verdes. La calma impera en el camino, sólo interrumpida por el ruido de las ruedas de los carros y los relinchos de los animales de tiro. La naturaleza se rinde inevitablemente ante las actividades de los hombres, y es que esta es una de las rutas más transitadas de la Creación: el comercio nunca se interrumpe en las Tierras Carroñeros, al menos no mientras el Gremio mantega su poder. A pesar de todo, el viaje es tranquilo, los mercaderes de las caravanas le tienen un gran respeto al entorno, hasta tal punto que es palpable que no hacen más ruido del necesario y el traqueteo de los carros pasa a formar parte del sonido de fondo del paisaje.

Pasáis toda la tarde atravesando reodeando colinas y atravesando las planicies hasta que el Sol comienza su descenso inexorable hasta el horizonte. Ya habéis adelantado gran parte del camino, después de todo aunque los asuntos de Juggernaut y Arianna retrasron la partida, vuestra insistencia en partir cuanto antes lo compensará con creces. Botines os informa de que un poco más adelante hay una posada en el camino y propone pasar la noche alli, de modo que continuáis el camino hasta que, poco antes del anochecer, llegáis hasta allí.

La posada está bastante concurrida a juzgar por las monturas que hay en los establos. Una cálidad luz asoma por las ventanas y el murmullo de los clientes llegá hasta el exterior. Evidentemente los Halcones tendrán que montar el campamento de nuevo porque no podréis dormir todos dentro de la posada, pero tampoco les importa, es algo a lo que ya están acostumbrados.

Pasáis al interior y todo es justo como lo habíais imaginado: un lugar sencillo pero a la vez cálido, acogedor y con cierta clase. La chimenea que hay al fondo calienta la estancia con un par de gruesos troncos que seguramente durarán toda la noche. Unas cuantas linternas cuelgan del techo dotando al lugar de una iluminación francamente agradable. Por lo demás no deja de ser una posada como otra cualquiera, con sus habitaciones, su comida y bebida, con sus viajeros que vienen y van...

Os sentáis en una mesa cerca del fuego y pronto comienza a llegar la comida y la bebida.

¿Qué más se puede pedir?

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04/03/2014, 18:48
Dace

Tras un apacible viaje había llegado la hora de detener la marcha. Encontraron la posada tal y como Botines les había dicho, pero con tantos hombres y en un sitio tan concurrido sería difícil obtener lugar para todos, así que dió orden a su Capitán para que montara un campamento.

-Risa, montar un campamento allí. Dijo señalando una planicie en la parte trasera de la posada. Distribuye las guardias nocturnas y cuando todo esté listo puedes dejar que los que no tengan nada que hacer entren a beber o a comer algo en la posada, seguro que más de uno está deseando gastar su dinero.

Dejó que su fiel Capitán se encargara de todo mientras él se acercaba junto a Arianna, Jade, Botines y Juggernaut a la posada. Dejó a Imperioso a buen recaudo y antes de entrar se dirigió a sus amigos.

-Eso me recuerda una cosa. Cogió de su cinturón tres bolsas de cuero llenas de monedas y le dio una a cada uno. Vuestra parte por acabar con el Carretero Negro.

Tras eso abrió la puerta y entró al cálido ambiente de la posada. Escogieron una mesa cerca del fuego donde poder beber y hablar tranquilamente mientras descansaban un poco antes de acostarse. Dace giró un poco su silla situándose paralelo a la mesa pero mirando fijamente a la gran chimenea encendida mientras estiraba sus piernas, tenía los músculos algo atrofiados después de tantas horas sentado en el caballo.

-Parece que este sitio tiene un gran ambiente. Es un lugar acogedor. Dijo mirando a su alrededor asegurándose que no había ningún peligro acechando, como algún otro bandido fugado que tuviera cuentas pendientes con ellos y fuera tan estúpido para querer buscarse un problema.

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06/03/2014, 12:25
Juggernaut

El camino había sido bueno y agradable. Bueno y agradable para los músculos de Juggernaut al que la vida muelle de la ciudad nunca había terminado de satisfacerle. Se sabía joven y fuerte y todo aquello que no fuera intenso no parecía agradarle en exceso. Y además, la ruta terminó con el reparto de unas buenas bolsas.

-Estupendo -dijo sopesando la bolsa antes de guardársela-. Nada como el calor del oro en el bolsillo para terminar de sentirse en la gloria -una gruesa carcajada brotó de su garganta, al tiempo que palmeaba el hombro de Dace con una fuerza que hubiera hecho derribar a cualquier otro. Tras ello, siguió a este al interior de la taberna y acabó sentándose en la mesa elegida, en una silla desde la que podía observar todo el comedor de la posada y la puerta de entrada a la misma-. ¿Ambiente? ¿Por qué lo dices? Porque no veo bailarinas, ni malabares, ni nada que se le parezca. Y sin eso, no es más que otra posada más. Una aburrida posada más. Aunque no me extraña que te guste. Estoy seguro que el día que decidas retirarte, te comprarás una posada, guardarás tus armas en un arcón, te cambiarás el nombre e intentarás pasar desapercibido. Aunque seguro que el pasado vendrá a buscarte -sentenció al tiempo que alzaba la jarra de cerveza que acababan de servirles.

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06/03/2014, 19:51
Jade Armonioso

La historia que contó Botines mantuvo a Jade ocupada. Como era normal, no entendía todo lo que el hombre decía y más de una vez quiso pararlo y preguntarle. La llegada de sus compañeros y la puesta en marcha del grupo la hizo dejar aquello de lado y prepararse para la propia aventura que les esperaba.

Salieron de la ciudad y el paisaje que había delante de ellos era de los preferidos de la pequeña negra. Nada se podía ocultar a sus miradas en esas llanuras. El ruido que les acompañaba era casi musica para sus oídos entre el traca, traca de las ruedas y el glop, glop de los caballos. Podía distinguir bien los sonidos que no están hechos por ellos.

Durante el viaje, Jade desapareció de vez en cuando. Solo sus compañeros pueden verla en la cima de alguna colina, oteando el horizonte. Si estaría acostumbrada a expresarse con gestos, estaría sonriendo.

La voz del que tienen como guía, les informa sobre lo que hay a continuación. Si fuera por ella, no pararía en descansar, seguiría andando hasta llegar al destino, hasta reunirse con el quinto miembro del grupo. Le cuesta entender a los demás ya que ellos no tuvieron parte del mismo entrenamiento por el que ella pasó. Las noches sin dormir y los días sin comida eran algo normal en su pasado. Tenía que aprender a dejarlo ahí, atrás, junto con todo el dolor y acostumbrarse a las nuevos hábitos de la gente... normal.

Cuando pararon, sus ojos miel miraban la posada como si fuera la primera que veía una en su vida. Estaba pendiente de cada detalle y de cada movimiento, da igual si era de hombre, animales o de alguna hojas, flores o insectos. El zarandeo de monedas era un sonido normal delante de una posada, lo extraño fue que la bolsa que las contenía se acercó a ella y al final se paró en sus manos. Sus pupilas reaccionaron enseguida y sus ojos miraron de un lado a otro sin saber qué hacer con aquello. Enseguida imitó a su grandullón compañero e hizo el mismo gesto, guardando el pequeño tesoro que acababa de recibir. Su agradecimiento fue silencioso, como era de esperar, y solo hizo un pequeño gesto con la cabeza hacía Dace. No era la primera vez que cobraba un sueldo desde que se quedó en libertad. Puede que nunca se acostumbraría a ello, puede que nunca volvería a sorprenderse. El mundo y Jade eran grandes desconocidos.

No tardó en adentrarse en el local sin antes mirar una vez más aquel paisaje. El sol no tardaría mucho en ponerse y las vistas eran tranquilizadoras. El interior del local no le disgustó, se fue detrás de Dace y se sentó en un lugar de donde podía ver todo y a todos. Quitó su arco y sus escasas pertenencias que llevaba y las dejó a su lado. Se mantuvo callada durante un momento y al final dijo unas pocas palabras.

-El viaje estuvo bien... Suspiró. Botines ¿el camino que nos espera por delante, será igual que este? ¿Cuántos días quedan de viaje? No dijo nada sobre la posada, no había nada malo que decir y lo bueno no era costumbre suya resaltarlo.

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07/03/2014, 17:13
Dace

Dace sonrió ante los comentarios de Juggernaut, acostumbrado a los grandes espectáculos de la arena.

-Pues no me importaría, aunque si te digo la verdad no querría tener otra responsabilidad ni ponerme a servir comidas y bebidas. Prefiero retirarme en una tranquila casita junto a un lago, poder ir a pescar, cazar en el bosque y de vez en cuando dejarme caer por el pueblo o la ciudad más cercanos para ver lo que se cuece. ¿Acaso a ti no te gustaría?

Pocos eran los mercenarios que tenían el privilegio de poder retirarse y los que lo hacían era normalmente fruto de alguna lesión grave que les impedía seguir ejerciendo su profesión, claro que siempre había algún afortunado que conseguía hacerlo y Dace pensaba estar entre ellos.

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08/03/2014, 00:31
Arianna

Arianna levantó la jarra de cerveza y bebió un trago largo y reconfortante de la tibia bebida. Su rostro había quedado parcialmente a la vista, aunque sólo lo estrictamente necesario para poder tomar con tranquilidad aquel sorbo, aunque eso si, el sitio que había elegido para sentarse estaba estratégicamente colocado de cara a la pared del local y de la mirada curiosa de Botines al que había dejado a uno de sus lados, justo al lado contrario de la cicatriz, esperando que las sombras del fuego y su pañuelo hicieran que él no se diera cuenta de la marca que le cruzaba su rostro.

Miró largamente a Jug evaluando la pregunta que acababa de hacerle Dace-No, no lo veo quieto disfrutando de la tranquilidad de un retiro así...pero ya sabes que nos suele sorprender.

Dejó la jarra sobre la mesa y jugueteó un poco con ella, pensativa. Sólo después de unos instantes habló, y lo hizo justo después de ajustarse el pañuelo para ocultar totalmente su cicatriz, y volverse hacia Botines-No has respondido a su pregunta....- le insinuó mirando a Jade.

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08/03/2014, 11:30
Juggernaut

-No, me moriría de asco al cabo de unas semanas, unos meses como mucho -dijo negando vehementemente con la cabeza-. Sentiría crecer el moho y el musgo por el cuerpo, cómo mis músculos se convertían en algo blando e inútil, vería cómo mi cabeza se perdería sin rumbo. No, Dace, no. Esa no es vida para mí. Seguiría recorriendo caminos, luchando allí donde hiciera falta, quizá como mercenario, un guardián de caravanas que me permitiera viajar lejos y conocer nuevas tierras y gentes. Sí -afirmó con un gesto soñador en su mirada-. Es lo que me gustaría. 

Hundió la cuchara en el bol de madera y se llevó el estofado a la boca, masticando ruidosamente mientras su mirada vagaba por escenarios futuros, recorriendo sendas mil veces holladas por los nómadas comerciantes de aquellas tierras. El último comentario de Arianna pareció devolverlo a la realidad.

-La eterna impaciencia femenina. Y su eterna curiosidad. 

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09/03/2014, 09:14
Dace

Dace estaba de acuerdo con Arianna, tampoco veía a Juggernaut retirarse y llevar un estilo de vida tranquilo, ni el propio Juggernaut se veía así mismo, pero ellos eran más jóvenes y todavía tenían la chispa de la vida intacta, lo suficiente para no pensar siquiera en esas cosas. Pero durante sus años de mercenario había visto el destino de los veteranos y como se iban perdiendo las facultades físicas poco a poco y las heridas curaban cada vez más lento, en las primeras fases la experiencia acumulada compensaba las carencias físicas, pero tarde o temprano la balanza se iba inclinando hasta que llegaban a ser un lastre para sus compañeros. En este punto lo mejor era apartarse o buscar otra ocupación dentro de la propia compañía. Pero a pesar de aquellos pensamientos Dace todavía lo veía como algo lejano para si mismo, aún disfrutaba de la fuerza y la agilidad necesarias para plantar cara a cualquier rival y lo seguiría haciendo hasta que se viera incapaz de seguir ganándose el respeto de sus hombres.

-Yo tampoco Arianna y tienes razón, Juggernaut es una caja de sorpresas todas agradables excepto para sus enemigos. Eres un gran guerrero amigo mío, espero que puedas disfrutar de esa vida que ansías durante todo el tiempo posible, pero tarde o temprano todos nos hacemos viejos. Será mejor que aprovechemos a luchar y viajar ahora mientras todavía disfrutamos de plenitud de facultades.

Jade seguía pendiente de Botines, esperando su contestación y Arianna se unió a ella en la espera de una respuesta.

-Jade, Arianna, Juggernaut tiene razón, no le habéis dado tiempo a sentarse y beber un buen sorbo de cerbeza, no creo que con la boca seca del viaje nuestro amigo Botines pueda hablar. Además todavía os tiene que contar lo que vio en uno de sus viajes. Juggernaut, sin duda querrás ir por allí cuando lo escuches.

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10/03/2014, 10:03
Botines

Botines se había sentado con vosotros, pero mientras hablais se mantiene apoyado en la mena con gesto cansado mirando al techo de la taberna. Cuando se da cuenta de que le estáis hablando, da un respingo e intenta disimular.

- Esto... ¿Qué? - dice casi automáticamente.- ¡Ah! El viaje, claro... Ehm, pues calculo que la jornada de mañana la pasaremos en el camino - centra su mirada en la mesa de madera y comienza a señalar con el dedo, como si hubiera un mapa imaginario sobre la mesa.- Hay otra posada más adelante, cerca del cruce de caminos, de modo que podemos pasar allí la noche y continuar al día siguiente... A mitad de mañana de ese dia alcanzaremos el cruce y allí, amigos, nuestros caminos se separarán: yo continuaré hacia el norte y vosotros os desviaréis de la ruta para llegar a la aldea por la tarde.

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12/03/2014, 20:35
Jade Armonioso

Las palabras que se decían a su alrededor hicieron a Jade reflexionar sobre su vida. Hasta ahora siempre pensó que su final sería en medio de una batalla, luchando hasta el último latido de su corazón. No había conocido otra vida. Todo se resumía a la muerte de alguien, hasta ahora no la suya. El paseo que dio hasta aquí le abrió la mente a otras alternativas. Su sueño nunca fue el de encontrar a sus padres, así que, no dedicaría su futuro a ello. Tampoco se le daba bien estar con gente. Abrió la boca y levantó las cejas. Por primera vez dejaba ver sobre su rostro un gesto espontáneo.

- Yo dedicaré mi... vejez... a viajar, dijo despacito, en solitario, aclaró enseguida. Si tengo suerte, puede que me encuentre con monstruos como el del cuento de Botines. Eso es lo que le falta a este viaje, aunque, estuvo bien la tranquilidad y el silencio.

No, nadie le había preguntado, pero el arte de la conversación no era algo que ella dominaba. Tampoco hizo caso a lo que dijo Dace. Seguro que no decía en serio eso de que Botines necesitaba un momento para reponerse. Escuchó en silencio el plan para el día siguiente y solo cuando el hombre acabó de hablar le hizo unas preguntas.

- Entonces... ¿nos abandonas? ¿Cómo sabremos a quien buscamos si solo tú lo has visto? Suspiró resignada. Por un lado sentía la tranquilidad de que iban a llegar a tiempo al encuentro con el quinto miembro del grupo. El destino nos guiará, añadió. Por otro lado estaría más tranquila si el chico de los pies pequeños les guiaba hasta el final del trayecto. ¿Ahora que hacemos? preguntó frotando sus manos inquieta. El viaje le había dado mucha energía y después de sentarse un rato ya sentía que podía andar toda la noche sin problemas.

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13/03/2014, 11:17
Botines

Botines sonríe al escuchar a Jade.

- Quizás hasta nos encontremos en el camino alguna vez - dice él.- Así son los viajes, inesperados. Bueno, tengo algunos asuntos que atender en el Norte y además... - baja un poco la voz.- creo que os molestaría un poco, parece que le tenéis mucho aprecio a esa persona y yo no quiero interrumpir lo que seguro será un agradable encuentro. No te preocupes por eso, estoy seguro de que no fui el único que se cruzó con él en el pueblo.

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13/03/2014, 18:10
Dace

-¿Así que viajarás cuando te retires? Creo que a este paso te recorrerás el mundo entero. Y yo espero que no te encuentres con ninguno de esos monstruos, aunque conociéndote serías capaz de matarlos tu sola. Desde luego parece que Juggernaut y tu no queréis retiraros y vivir una vida tranquila.

Eran muy jóvenes aún, seguramente que con el paso de los años cambiaran de parecer sobre aquel asunto y se dieran cuenta que no podrían mantener el mismo ritmo de vida para siempre, pero no hacía falta preocuparse de eso todavía.

-Botines tiene que seguir su camino, ya ha sido bastante amable con acompañarnos la mayor parte del viaje, cosa que le agradecemos. Y tampoco será problema reconocer a la persona a la que buscamos una vez que sabemos donde está. Será algo parecido como cuando Botines nos encontró a nosotros. Dace se quedó pensando en las últimas palabras de Botines antes de continuar. ¿Te cruzaste con él? Te había entendido que tan solo habías recibido la carta de un tercero, de todas formas lo encontraremos, no te preocupes. Finalmente respondió a la última pregunta de Jade. Pues no se vosotros, pero un servidor se volverá al campamento una vez que haya bebido y comido lo suficiente para reponer las fuerzas perdidas en el viaje. Vosotros podéis quedaros en la posada, incluso alquilar una habitación si os apetece.

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17/03/2014, 10:22
Botines

- Eh... bueno... - Botines se queda pensativo un momento.- Ya os he dicho que yo no sé lo que pone en la carta, aunque por lo que decís entiendo que buscáis a una persona. Os he descrito a la persona que me dio la carta, yo diría que fue él quién la escribió y quién os busca aunque no puedo estar seguro... - se encoge de hombros.- Supongo que vale la pena buscar a esa persona, si no es a quién buscáis al menos es probable que le conozca o haya estado con él.

Botines apura su jarra y la deja sobre la mesa. No puede reprimir un largo bostezo que indica que ha llegado la hora de irse a descansar.

- Creo que me ha llegado el momento de retirarme - dice tapándose la boca para disimular otro bostezo.- Nos encontraremos aquí al alba ¿de acuerdo? Un buen desayuno y vuelta al camino.

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17/03/2014, 18:12
Dace

-No te preocupes Botines, tu ya has hecho suficiente y te lo agradecemos, estoy seguro que no nos costará mucho dar con él, al fin y al cabo tan solo es un pueblo pequeño. Que tengas una buena noche, al alba estaremos listos para partir.

Se despidió de Botines cuando este se retiró a dormir mientras pensaba en como sería el encuentro con el miembro del grupo que faltaba.

No hubo ningún problema cuando nos encontramos el resto, así que con el quinto será igual, algos nos indicará que es él y a él que somos nosotros, además ese pueblo no pude ser muy grande, un forastero estará bien localizado por los lugareños.

Apuró su bebida mientras tanto y posó de un golpe la jarra vacía sobre la mesa para dirigirse a sus compañeros.

-Bueeno. Ya va siendo hora de que yo me retire también. Los ancianos necesitamos más descanso. Dijo con una sonrisa en su rostro que confirmaba la ironía que había impreso en sus palabras. Pero antes me gustaría aprovechar que estamos solos para comentar la situación, es normal que debamos tener cierta cautela, aunque yo tengo buenas sensaciones. Cuando nos dejó creo que no hizo nada raro ¿Verdad Jade? Si lo hubiera hecho puede que la muchacha no lo habría dejado llegar vivo a su cita siquiera y se había mantenido muy tranquila todo el rato, así que Dace dedujo que todo había sido normal. Juggernaut ¿Has descubierto algo interesante en la biblioteca?

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17/03/2014, 22:16
Arianna

Arianna comió en silencio mientras escuchaba a sus compañeros. ¿Había alguna vez pensado en el futuro de aquella forma? Realmente no, nunca lo había hecho a tan largo plazo, desde aquel día en el que vio la muerte rozarle solo había pensado en llegar al día siguiente, en despertarse igual que había cerrado los ojos. Cada día era un regalo. Pero, ¿y si llegará a ese momento? ¿a tener que pensar en ello? ¿qué haría? Lo pensó mientras terminaba la ración de su cuenco y bebía lentamente, saboreando la cerveza.

En un momento en el que todos guardaron silencio, se atrevió a plasmar sus pensamientos en voz alta- Yo no sé lo que haré, supongo que lo decidiré cuando llegue el momento... -dijo antes de bebe de nuevo y dejar la jarra sobre la mesa con cuidado- Eso es pensar demasiado, aún es demasiado pronto para pensar en ello.

Miró a Jug, encogiéndose de hombros y llevándose a la boca un buen trozo de carne que masticó mientras escuchaba a Dace y a Botines, procurando no volverse hacia él en ningún momento. En un par de ocasiones, su mirada se nubló, pero no dijo nada, no quería hacerlo delante de Botines. Pero cuando este desapareció tras darles las buenas noches, se decidió a hablar. Su voz era tranquila, pero dejaba ver un poco de reticiencia cuando habló- No desconfio totalmente de Botines, pero hay muchas incógnitas en su relato. Solo os pido que no vayamos ciegamente a la búsqueda de nuestro compañero, que tengamos cuidado, que no bajemos la guardia.

Se volvió hacia Jade, deseosa de escuchar su respuesta.

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20/03/2014, 18:58
Jade Armonioso

Jade no dejó de mirar a Botines y al final asintió. Si el hombre tenía otras cosas que hacer, no podría obligarlo a ir con ellos ¿o sí? Ahora Dace y Arianna le habían captado la atención. No sabía a que se refería cuando le dijo eso de “vida tranquila”, la de ella lo era bastante. Se despertaba por la mañana, mataba a unos cuantos enemigos y luego se iba a dormir por las noches. O dormía de día y hacía lo otro por las noches. Incluso podía estar días sin dormir, pero tranquila. Muy pocas veces le latía el corazón algo más acelerado. Su compañera sin embargo, no tenía muy claro a que iba a dedicar sus días de vejez.

Comió rápidamente mientras los otros seguían charlando y cuando Botines se fue a dormir suspiró decepcionada. Esperaba escuchar otra historia o hacer algo más antes de retirarse, pero al parecer Dace también se iba. Lo miró con los ojos grandes y también a la gente de alrededor. Ella tenía otra imagen de como era "la gente mayor". El jefe no podía referirse a sí mismo y tampoco a alguien más, ya que nadie se levantó de las mesas de al lado. Dejó de pensar en ello y simplemente lo tomó como otra de esas cosas que los demás dicen y para ella no tiene ningún sentido.

- No, respondió secamente a la pregunta. Si hubiera hecho algo malo, el hombre de los pies pequeños estaría ahora sin piernas. Jade no lo mataría, necesitaba la información que él tenía, pero se había asegurado de que tampoco se les iba a escapar. Vale, le respondió a la mujer, ¿tu también te vas a dormir? Una buena sesión de entrenamientos no estaría mal. Las luchas cuerpo a cuerpo no se le daban tan bien a la pequeña y si pudiera practicar un poco se quedaría satisfecha.

 

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21/03/2014, 08:07
Dace

-Yo opino lo mismo Arianna, seremos prudentes. ¿Podría Ryuusei adelantarse cuando estemos llegando? Si hay algún tipo de trampa seguro que la detecta. A pesar de todo nos moveremos con cautela.

La mascota de Arianna había resultado muy útil en más de una ocasión y además estaban tan compenetrados que su dueña parecía entender a la perfección todo lo que el animal había visto u oído. Dace no tenía muy claro si se trataba de algún tipo de magia o simplemente tenían una gran empatía entre ellos.

-Mañana será un día duro, estaremos de nuevo todo el día en la carretera, no despreciéis un buen descanso.

Lo dijo sin mucha convicción de que le hicieran caso, tenían mucha vitalidad y estaban acostumbrados a marchas peores, pero nunca se sabía cuando iba a ser la última vez que se pudiera descansar tranquilamente en su estilo de vida, así que no estaba de más aprovechar cualquier momento.

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25/03/2014, 09:20
Narrador

Dace se marcha al campamento para descansar, aún os queda mucho camino por delante y conviene reponerse de todo lo ocurrido. El resto os quedáis al calor de la chimenea, conversando sobre el futuro, el más inmediato y también el más lejano.

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25/03/2014, 09:23
Narrador

Notas de juego

Si quieres hacer algo más, hablar con tus hombres o lo que sea, sin problema ninguno.

Si no pues esperamos a ver que hace el resto y continuamos.

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26/03/2014, 08:22
Juggernaut

Juggernaut había permanecido en silencio, escuchando a unos y a otros. Había mostrado el mapa a Dace cuando este preguntó, pero allí había quedado toda alusion a su experiencia bibliotecaria. Nunca los había sentido tan desconfiados, con tantas reticencias a creer en los demás, tan... temerosos. Rió con suaves carcajadas, tan suaves que casi ni parecían proxeneta de él. Se repatingó en su silla tras la marcha de Dace, puso los pies sobre la mesa y se estiró de forma tan exagerada que las articulaciones crujieron ominosamente. Echó una mano al zurrón que colgaba a un lado y se dispuso a prepararse una pipa, un lujo muy ocasional que sólo llevaba a cabo en momentos de especial tranquilidad. Golpeó la cazoleta, haciendo que pequeños pegotes de ceniza y tabaco cayeran al suelo. Sopló con fuerza y después puso con cuidado un pellizco de un fuerte y oscuro tabaco. Prendió la pipa y una larga bocanada de humo azul se alzó, llenando el aire con un aroma picante y a un tiempo dulzón, un aroma que recordaba a las tierras del sur, de donde eran originarias las hojas. 

-Lo que haya de ser será, mujeres. No deberíais preocuparos en exceso. Si es una trampa, vamos de cabeza a ella. Pero no hay gloria sin riesgos y si quien se halla al final de este periplo es nuestro quinto compañero, genial. Aunque permitidme ser escéptico. Por más que desee pensar que estamos yendo a su encuentro, algo aquí -dijo señalando una herida en su hombro derecho-, me dice que nada es lo que parece. No estará de más tener cuidado. Pero ahora, es momento de disfrutar de esta paz y quietud y quizás de una sidra caliente.