Partida Rol por web

Os montáis en el carruaje y en los caballos y partís prestamente hacia el monasterio pues se encuentra a media noche de distancia y no sabéis si allá os darán refugio... El camino es largo y tranquilo, aunque váis atentos a los posibles peligros.

Sin embargo, cuando os queda aproximadamente una hora de camino, súbitamente el carruaje frena en seco pues una rueda se ha hundido en un hoyo profundo. En cuanto se detiene flechas ardientes comienzan a volar hacia vosotros, penerando algunas en el carruaje...[

-A la mierda- Grita Hans- A la vez que salta del carruaje por el lado opuesto al que venían las flechas.
Rápidamente piensa que pueden estar rodeados así que mejor buscar rápidamente un sitio para cubrirse.
Examino el terreno de alrededor buscando enemigos y un sitio en el que cubirse.

Maldicion.. debemos salir de aca...acaso no son demasiadas encerronas en un dia?? grita Francesco mientras se prepara para salir del carruaje por la mismo lado de Hans

El fuego comienza a prender en el carruaje por lo que todos salís espantados de su interior. Es es ese momento cuando los que ya se encontraban fuera pueden ver al hermano Clemente, el anciano monje de la taberna de la primera noche, acompañado por 5 guerreros con armadura completa y espada

El hermano Clemente os grita:

¡Os lo advertí! ¡Os dije que evitáseis las tierras de los muertos! ¡No quisísteis escuchar la voz de los justos, y ahora estáis condenados!

Tras lo cual los guerreros comienzan a lanzaros unas piedras raras con hondas.

ion tu ibas en el carruaje, no?

- ¡Maldición! - piensa Dalina ante el sobresalto que acontece al moverse violentamente el carruaje debido al hueco.
Aún no se había recuperado de la impresión cuando una flecha de fuego se clava al lado del postigo de la ventana del carruaje, justo al lado de donde se encontraba. Estaban sufriendo un ataque.
El fuego, incoscientemente, le produce un miedo irracional. Se imagina que debe ser dañino para su nueva naturaleza y su propio cuerpo reacciona en consecuencia.

- ¡Debemos salir del carruaje a defendernos!¡Esto es una ratera! - les dice a sus acompañantes del carruaje mientras abre la puerta violentamente y baja de un salto con la espada corta en la mano.

Una vez en el exterior del carruaje, mira la situación y se encuentra con el sacerdote de aquella noche, condenándoles.

- Muy bien... esta noche, alguno de nosotros descansará en el infierno. Veamos cuan fuerte es tu Dios - susurra para ella más que para el resto.

Mira a derecha y a izquierda y comprueba la cantidad de enemigos que hay y los posibles movimientos.
El combate había comenzado...

-¡Genial! -Rezonga Tudor, tratando de mantenerse encima de su caballo- ¡Curas armados!

Una vez que logra controlar las bridas con una mano, saca su espada con gesto de fastidio.

-El próximo viaje lo haré solo: uno de vosotros nació con el cartel de "emboscada" en la frente.