Partida Rol por web

Al salmodiar el sacerdote unas palabras, !tres de mis compañeros estallan en llamas!. La visión es aterradora, pero logro reponerme a tiempo: si no pueden verme, no me dañará. Pero no puedo permitir que el sacerdote siga con ello, y me acerco sigiloso a el, intentando concentrarme en mi falta de presencia, en mi manto de oscuridad.

En este turno no podrás acercarte ni atentar contra clemente, tienes miedo a una represalia similar en tu persona

Chisssst, deja que piensen que lo ha sido :-P

Dalina, atiende detenidamente los movimientos de su enemigo para evitar ser alcanzada. Lamentablemente, dicha concentración evita que sus golpes sean demasiado precisos y simplemente son inútiles amagos.

Uno de sus ataques consigue rozar a su oponente, provocandole un corte no demasiado profundo pero que sangra profusamente.
Dalina sonríe brevemente mientras continúa con el combate.

La voz autoritaria del clérigo suena al fondo y Dalina siente un estremecimiento.
Tres de sus compañeros caen fulminados en el suelo, entre ellos la frágil Deirdre.

No tiene tiempo ni siquiera en sentir pesar o lástima por ellos, pues la voz retumba en su interior.
Siente un ardor y un miedo irracional. Quizá sí que fuese un ser maldito por Dios e iba a arder en el infierno...

Se lleva la mano izquierda al oído, mientras que con la otra sigue sujetando temblorosa la espada.
Esta vez, al ver caer a los tres vampiros abrasados, es su adversario quien ríe...

Mihaela grita al ser alcanzada por la bala impregnada de un odioso líquido corrosivo. Parece que la bala ha conseguido enfurecerla aún más si cabe después de caer del caballo y se dirige veloz hacia el caballero que está entablando un combate a muerte con Dalina para darle muerte cuanto antes.

Vustros compañeros convertidos en cenizas han sido barridos por el viento...

Concentrando mi voluntad en el golpe, ataco al sacerdote por la espalda con la espada, intentando golpear un punto vulnerable.