Valoro las personas de armas, pero no soy de los que saldria a batalla, aunque bien- dice el hombre- como usted sabe un comerciante es atacado cada cierto tiempo y si no sabes utilizar la espada estas muerto, jejeje, cuando usted habla de secretos mi señor, ¿a que hace referencia?
baja la voz- ¿mágia acaso?, o posible otra cosa... los secretos encierran muchas cosas.
¡Es usted un hombre agradable!, y fuera de eso ha estudiado en la Universidad!- dice ella con una sonrisa algo extraña pero con entusiasmo- su vacación es como un llamado ¿no es cierto?, dice ella hablando con emoción- ¿quiere decir que usted ha escuchado la voz de Dios?, ¿cómo es la voz de Dios?, ¿qué le ha dicho?
Poco a poco van caminando hacia una terraza interior desde donde solo se ve mucha altura. El hombre se riee fuertemente ante tu ofrecimiento, y no solo huele tus manos sino que se acerca hacia ti y te muerde sensualmente en la boca, el asunto ha sido rápido e inesperado por parte de él quien parece dar un gesto positivo a tu acto, es en el momento en que siente que de su acercamiento sale algunas gotas de sangre de tu barbilla.
¿qué crees de la sangre que fluye de tu barbilla amigo mio? ¿crees que es tu posesión más intima y sagrada?, ¿lo crees?, ¿más de la mierda de tus dedos?
El hombre te toca la cara mientras moja con tus sangre tu mano y se las frata mostrándose la extremidad pegajosa.
Como gitano, bajo tus costumbres eso que él acaba de hacer con la sangre es bastante desagradable.
El hombre parece muy interesado en tus respuestas, en realidad parece evaluar cada palabra.
Prudencia... interesante- el hombre sonrie ante tu respuesta y continua con un tema- y sí, metaforicamente usted tuviera a su peor enemigo a sus pies señor, ¿que cree que deberia hacerse con él?
Si, ciertamente, aunque- dice a pesar de que no se esta hablando directamente del tema- opino que la mejor batalla seria lograr que los reyes se comieran las entrañas de sus propios ministros, los testiculos de sus herederos y luego cortarles la cabeza... esa si seria una batalla, ¿no piensa así?
No entendía en que momento había pasado pero me había tomado con la guardia baja,como no había sentido de su parte la intención de atacarme me confíe y por eso paso lo que paso y contestando a su pregunta dije:
-¿Como hiciste eso?,¿en que momento sucedió?,no vi cuando sucedió,eso no es normal.
Había sucedido tan rápido que no podía ser humano aquello.
-¿Que eres?,ningún humano común y corriente me tomaría tan de sorpresa y a esa velocidad,si puedo ser engañado o incluso que me tomen por sorpresa pero no a esa velocidad.
El hombre sonrie de manera agradable pero al parecer no muy a gusto de hablar del tema. Los mios vienen de un sector entre grecia y Macedonia, gente de artes, entre religiosos y lideres, aunque poco sé de mi familia pues por mucho tiempo he estado dedicado a mis estudios, no soy un hombre de armas, pero si un hombre de conocimiento de la academia, posiblemente sean temas que le aburran, aunque no estoy seguro de eso- dice el hombre- algunas personas vienen de cuna, pero la vida les ha enviado por momentos dificiles, el que sabe pescar posiblemente no muera de hambre si navega por los mares.
Dice el hombre
Disculpeme, parece que estoy divagando...
[B]-Siempre estoy dispuesto a hacer mi mejor jugada.-[/B]Le digo con mi mejor sonrisa.-Nunca he sentido eso que dice en la caza, pero en la lucha si...Solo el mas fuerte sobrevive, y solo los fuertes la buscan...¿Quizas un dia quiera enseñarme como se logra tener emocion en la caza? Soy bueno aprendiendo y le pondria entusiasmo-.Al ver que me hace el gesto de pasarme los dedos por el brazo le pongo la mano encima y la acaricio y agarro con ganas, sin dejar de mirarla a los ojos
De repente, me extraño...esto no es a lo que yo habia venido, y miro a mi alrededor, completamente anonadado
¿que estan haciendo los demas? ¿con quien habla Giovanni?
tras unos segundos vuelvo a prestar atencion a la Dama
" Mi madre es una noble de la familia Borgia, una poderosa familia proveniente de España, sin embargo mis abuelos tenían dificultades económicas por malas administraciones de su riqueza; en cambio mi padre no tiene ningún título nobiliario, pero si el dinero y negocios suficiente para comprar la deuda de mis abuelos maternos y la dote de mi madre, así que si me pregunta a Lady Almonov creo que los títulos nobiliarios no bastan para juzgar a una persona y sus alcances "
Dijo la duquesa de Sforza mientras que tomaba un pequeño sorbo de la bebida para degustarla, pero no de mas para no perder en lo mínimo el buen juicio, porque sabía que debía estar muy atenta entre tanta gente desconocida y en un lugar tan recóndito y después de dejar la copa en la mesa y probar algún bocadillo mientras que asimilaba lo dicho por la noble mujer terminó de responder:
" En estos tiempos aparentemente son los hombres quienes gobiernan y toman las decisiones ... sin embargo ha sido a través d emi padre, mi prometido y esposo, mi maestro, osea, a partir de los hombres con los que he tratado que he impuesto mis ideas, pero aconsejando les de tal manera a ellos que creyeran que han sido solo suyas, manipulándoles sutilmente sus intereses para que al complacerme ellos sean complacidos y crean tener del todo el poder, ya que todo gran poder encierra una gran responsabilidad, como la que tienen sus señores con sus siervos, así como nos enseña el juego del ajedrez El rey es indispensable para jugar, los peones útiles para controlar el tablero mientras que mantengan una buena estructura, la cual se reafirma con torres y alfiles y se desestabiliza con los ejércitos o caballos, sin embargo una buena reina bien utilizada es la pieza mas poderosa de cualquier juego de ajedrez y eso desearía ser, aún mas que el mismo rey, quien gobierne moviendo los hilos del rey o aconsejándole como nuestra santa iglesia! "
- No. - respondió con aplomo y tranquilidad Pietro. - Prefiero que sigan vivos, entrando en guerras y conflictos que les hagan necesitar hombres como yo. Tengo el mal vicio de comer todos los días y de dormir bajo techo siempre que me sea posible. Esas necesidades, me requieren un dinero que me permita costearlas y para eso necesito trabajar.
- ¿Qué sabéis del señor de esta casa y de los motivos de esta reunión? - Dijo de forma abrupta cambiando de tema totalmente.
Miro al señor Valdemar con un cierto aire de misterio y seguridad en mi mismo.
- ¿Secretos, mi señor? ¿A caso no son la fuente del poder y la desdicha de todo? Esta es la única magia que conozco- Digo haciendo aparecer y desaparecer una carta ante sus ojos, típico truco de cartas.- Pero eso no quiere decir que sea la única que exista. El mundo es muy grande y estoy seguro que posee secretos igualmente importantes que el de la magia.
Miro a las mujeres de la sala, todas y cada una de ellas y le hago un gesto al señor Valdemar con la cabeza, señalando a ellas.
-¿Las ve ? Mujeres bellas todas ellas y, seguramente con un secreto bien guardado. He yacido en camas mullidas y mas incomodas con muchas de ellas. Mi magia las atrae, si lo prefiere. La mayoria de las veces lo hago por placer. Pero también he descubierto que, cuanto mas se les ablanda el corazón, mas se les suelta la lengua. - Comento sonriendo de manera pícara.- Con los hombres y el vino ocurre lo mismo. Todo conocimiento es poder, señor Valdemar. Saber algo, en mi opinión, te da ventaja sobre el que lo desconoce. Pero eso es solo una parte de los secretos La mejor parte es la de saber guardarlos y usarlos cuando se debe.
Apuro nuevamente mi copa de vino.
-¿Usted tiene secretos, señor Valdemar? ¿Magia, quizá?
Mentiría si dijese que no me alivió que el hombre volviese a enfundar su arma. Por lo demás, él tenía razón, me tocaba matar, a pesar de no gustarme. Aún así, sus preguntas finales me sorprendieron, por lo que guardé silencio un momento, pensando.
¿Le temía yo a la muerte? La verdad era que ya estaba familiarizado con el concepto, ya estaba incluido en mi vida desde temprana edad, por lo que sería raro que me asustase, además que decir que sí se sentía como una mentira, o una verdad a medias. La verdad era que la respetaba, pero ¿por qué? Miré mi cimitarra, la cual había traido esperando que me salvase de lo que, hace media hora, pensaba que el Conde Giovanni si traía entre manos. ¿Por qué me había preocupado tanto? Pronto me di cuenta.
-No le temo a la muerte, pero me gusta la vida. - Respondí finalmente. -No me gustaría perderla. - Esa era la verdad. -¿Y usted? - Pregunté luego, curioso de saber la posición del señor Al-Nazir al respecto.
y sí, metaforicamente usted tuviera a su peor enemigo a sus pies señor, ¿que cree que debería hacerse con él?
El inquietante interlocutor que me interroga sigue escudriñando ignotos rincones del alma, hurgando en lugares de mi Ser que jamás antes habían aflorado.
Pues... - balbuceo inquieto, mirando a mi alrededor en búsqueda de una escapatoria hasta reunir el aplomo con el que contestar -. Si un enemigo terminara cayendo a mis pies - situación probablemente condicionada por mis malas artes - esa denominación, enemigo o rival, sería exagerada ya que habría quedado reducido a nada, a meras cenizas que probablemente convendría eliminar para que no aviven un nuevo fuego... - cavilo -. Si, el caso que me plantea y teniendo en cuenta lo nimio del contendiente lo suyo sería deshacerse de él y ponerse a buscar a alguien que encarnara con más dignidad la condición de enemigo - sentencio para volver a replegarme en mi sumiso y dubitativo estado inicial - Creo...
Todos en la mesa, todos hablando, todos pasando el tiempo. Y no tardó demasiado tiempo en el que alguien se dirigió a mí buscando conversación. Yo que deseaba el más absoluto silencio para poder saborear tanta riqueza y lujo. Para poder averiguar el por qué.
-"Hola. Mi nombre es Victor, creo que con eso bastará. Soy comerciante en Venecia. Comercio con cualquier cosa que el cliente necesite. De ahí mi éxito, pues en la variedad se encuentra la excelencia....la perfección. Todo aquello que se desee con fuerza y devoción, hago lo que esté a mi alcance para conseguirlo y hacer feliz al cliente. Naturalmente, en el precio se ve reflejado ese esfuerzo.Como aquí se ve en esta mesa, en este palacio. ¿Qué si no hago yo aquí? Quizás algo que pueda conseguir para nuestro anfitrión.¿Y vos?....¿cuál es vuestra historia?"
El fraile sonrió beatíficamente, refrescado por la inocente curiosidad de la dulce muchacha.
—La voz del Nuestro Señor no es otra que la de cada uno, mi señora. Resuena en la mente de cada uno como un susurro de advertencia. Los escépticos la llaman la voz de la conciencia, pero los creyentes sabemos que no son más que las palabras de Dios guiándonos en nuestro camino.
Guiliano calló en ese momento, paseando la mirada por el gran y lujoso salón. El suntuoso mobiliario, los tapices de seda, las copas de cristal y la vajilla de plata, brillaban a sus ojos con un fulgor impío, mientras las caras de los demás comensales se retorcían en muecas viles y monstruosas. ¿Dónde se había metido? ¿Por qué había cedido a la tentación de retozar entre pecadores? El voto de pobreza que una vez jurara, se veía amenazado por ese paso en falso. Pero, ¿no había vivido toda su vida negando su origen? ¿Qué le había reportado esa intachable e inútil conducta? El mundo a su alrededor seguía siendo el mismo: muerte, desigualdad, injusticia... ¿Acaso no podría ser posible que hubiera errado sus pasos?
—Cuénteme más sobre vos, hija mía —dijo para intentar alejar tan funestos pensamientos—. Dígame, si no es indiscreción, ¿qué la ha traído a tan lejanas tierras?
Yo solamente soy un hombre que busca divertirse y que le encanta el arte joven - dice mirandote de manera extraña- comercio con telas, y tengo una enorme y bella propiedad a las orillas del Danubio- jejeje
¡Usted es artista lo siento!... jeje dice riendo-... siento un poco de sensibilidad en usted, veo que se le da bien la actuaciòn, ¿posible escriba, cante o toque algun instrumento?
Debe tener algo de eso... se nota que es un hombre inteligente que no es nada tonto, ¿de que artes dispone?
Te recomiendo responder un poco más rápido, una vez por semana estaria mejor...
Los susurros de advertencia me gustan - dice la chica de manera algo alegre- a veces los mensajes que vienen son buenos para el corazón, esas cosillas que uno desea- dice con una sonrisa juvenil y aparentemente inocente de la edad- ¿yo estoy aqui por alguna razón?- se responde a si misma de manera extraña- estoy porque soy especial, y porqué mi padre desea que consiga esposo, pero he de comentarle que es una idea que no me agrada, siento que soy muy especial para tener marido...siento que tambièn usted es especial misionero...
Te mira de forma extraña se pone seria y a la ves sonrie. ¿cree usted que sea especial hermano?, ¿cual es su misión?
Realmente, se rie de forma muy divertida, no sé de que me habla pero sé quien sabe de esos temas que tanto le interesan, ¿secretos?, ciertamente cada uno los tiene ¿no cree?, ¿usted los tiene supongo?, aunque...- se te acerca al oido y te dice de manera muy baja- puedo presentarle a alguien dentro de los presentes que bien sabe de secretos- murmura de manera misteriosa- ¿le gustaría?
Por un momento no sabes que responder, cuando menos te esperas se levanta y dice:
Sigame.
El hombre hace un gesto de desprecio frente a tus palabras y dice: De esclavos esta lleno el planeta, quienes prefieren comer bajo el ala de un cerdo que volar como aguilas. Murmura de manera despectiva. Creo que no tengo más que hablar con usted...
Y de mal modo da media vuelta y le deja.