Partida Rol por web

El mercenario escuchó atento, las palabras de la mujer que tenía frente a él. ¿Sin trivialidades? No era pedir poco, pero lo intentaría seguro, tenía pinta de merecer la pena. - Lo intentaré mi señora, lo intentaré. - Dijo con toda la gravedad que fue posible, para dotar aquello de la profundidad necesaria.

-¿Sagrado? Pocas cosas son sagradas para mi, antes lo eran más, pero el paso del tiempo en un oficio como el mío te suele despojar de muchas de esas cosas. Dios nuestro señor, mi palabra y mi reputación. Por esas cosas vivo y moriré si llega el caso ¿satisface eso su curiosidad mi señora? -

      " Tomaar aire ... me parece buena idea Leopold, perdon quise decir señor Valdemar ... mientras que me prometa por favor comportarse como el galante caballero que parece ser "    

       Respondió para su propia sorpresa la duquesa María Borgía, lanzando una mirada escrutadora al caballero para analizar su reacción mientras que se ponía de pie, no sin dejar de mirar de reojo al resto de los viajeros que llegaron con ella y toser para llamar la atención de alguno de ellos con la esperanza de que este súbito arrebato que le hace aventurarse a salir a solas con el desconocido señor Valdemar sea tomado en cuenta por alguién mas en caso de que sea necesario pedir ayuda

      " Disculpa Leopold pero yo no he dicho exactamente que no le tuviese aprecio a mi marido ... aunque es cierto que no tuvimos mucha oportunidad durante nuestro matrimonio convenido entre el y mis padres para desarrollar dicho cariño, sin embargo apreciaba mucho que me permitiese asesorar le en algunos temas de la administración de sus tierras y la dirección de sus siervos; muchas gracias por sus bellos halagos caballero, sin embargo no crea que no me he dado cuenta que sigue sin contarme acerca de usted y de como ha conocido a nuestro anfitrión "    

         Dijo la joven y bella viuda de Sforza tras cubrirse un poco hasta el cuello por el viento frío de la noche mientras que escucha a y para demostrar cierto recato ante un desconocido que parecía gustarle y después de meditar un momento le respondió a su propuesta del juego

         " Aunque no es lo mas correcto entablar ningún tipo de juegos con caballero que una dama acaba de conocer y menos hacerlo a solas por alguna razón que no entiendo en este momento me agradaría llevarlo a cabo, mientras que nos permitamos detener el mismo si a alguno de nosotros nos afecta el camino que dicho juego pueda tomar, le parece bien señor Valdemar? "   

     La duquesa María Borgía, lanza una mirada escrutadora al caballero Valdemar para analizar su reacción mientras que se ponía de pie, no sin dejar de mirar de reojo al resto de los viajeros que llegaron con ella y toser para llamar la atención de alguno de ellos con la esperanza de que este súbito arrebato que le hace aventurarse a salir a solas con el desconocido señor Valdemar sea tomado en cuenta por alguién mas en caso de que sea necesario pedir ayuda

La insistencia de Lord Wenceslas hizo que en mi rostro se dibujara una simpática sonrisa, acompañada de una mirada penetrante y fría. Durante unos segundos guardé silencio.
-"La verdad. Soy un artista en hacer callar a la gente. Naturalmente....por un precio razonable....algo más si se quiere que parezca un accidente." respondí directamente.-"Espero no haberle causado...ninguna ofensa ni malestar por mi sinceridad y atrevimiento. Nada más lejo de mi intención." continué mi explicación con serenidad y seguridad, al son del resto de conversaciones que se desarrollaban a mi alrededor.

El hombre parece divertirse con tu respuesta. Me gusta cuando una mujer tiene caracter, y dice lo que tiene que decir, no tiene pelos en la lengua, y eso es algo que yo personalmente aprecio. Además no se preocupe, soy un caballero, no pretendo nada impropio con una dama tan importante como usted.

El hombre se te acerca

Un juego es un juego señora Duquesa- dice el hombre que en parte  se pone al frente tuyo con una sonrisa- digame señora, ¿le gusta la luna?, ¿porqué cree que ilumina?

El hombre lanza una carcajada por tu  sordida respuesta, ciertamente ha sido  muy descortes pero al hombre parece divertirle. Digame señor, la verdad ,  ese arte  yo tambien lo tengo, pero quiero que usted me diga, un hombre tan bien vestido,  ¿no tiene acaso algún arte?...¿o acaso es que no le interesan?... no lee, no escribe, o canta...

Dice el hombre.

Vamos animese a cantar...

La mujer entonces con toda la atención del mundo de lo que para tí especiado te dice, ¿qué quieres decir con Dios nuestro señor, mi palabra y mi reputación?, porqué es tan sagrado eso para tí, explicame más... trata de convencerme porqué para ti eso es tan sagrado...

Dice la mujer con una sonrisa.

El sutil movimiento del extraño tomó por sorpresa al gigante, que había relajado un poco su guardia, permitiendo que su atención se extraviara entre los restantes asistentes, principalmente aquellos que ocupaban la improvisada pista de baile.

De todos modos, el llamado ROMANOV pronto se repuso de tal descuido. Y apenas si demoró un suspiro en volver a retomar su postura alerta y recelosa, si bien aquel cambio de actitud apenas si se reflejó en un levísimo destello de su mirada.

- ¿El bando correcto? - murmuró con aire pensativo luego de largos instantes, como si a pesar de todo no hubiera podido evitar que lo asaltara un interés genuino por la cuestión, picando su curiosidad. En verdad, ya alguna vez las enseñanzas del viejo BERNARD lo habían llevado por tales derroteros. Pero las respuestas aún se le seguían escapando. - Supongo que será el que siempre triunfa. De otro modo, pasarse "una vida luchando", puede resultar más bien breve.

- La verdad, debo reconocer que tiene su mérito encontrarse siempre entre los vencedores. No muchos consiguen sobrevivir a las derrotas.

- Por supuesto... - dijo finalmente, esbozando una sugestiva media sonrisa que echaba un inocultable manto de duda sobre aquellas palabras. Como si al parco gigante le costara creerse realmente lo que acababa de decir - También puede que sea más complejo.

- A veces, es preferible una muerte digna en la derrota, que toda una vida entre los vencedores. Desgraciadamente, algunos descubren demasiado tarde el bando al que pertenecen.

Un silencio prolongado siguió a las elucubraciones del joven, que finalmente fue disipado por una sonrisa cargada de amarga ironía.

- Y mejor no me hagas hablar sobre una "lucha justa"... Puede ser todavía más complicado...

Creo que estoy de acuerdo con usted. Te mira firme. Es mejor estar al lado de los que tienen el poder de hacer un cambio.

Yo creo que las luchas justas son contra aquellos que tienen mayor poder, porque si bien algunos utilizan su dinero para causas justas, muchos utilizan su poder para cagarse en la cara de los más débiles. Dice completamente convencido. ¿tiene o ha tenido algún enemigo más fuerte que usted?, ¿posible un traidor?, ¿alguien al cual quiera vengarse?, le aseguro que la corrupción del poder es la respuesta.

Habla con total seriedad y convencimiento.

Yo creo que los reyes deberían tragarse las tripas de sus ministros y los testículos de sus herederos, dado que gracias a su codicia existe tanta desigualdad en el mundo ¿no cree?

El italiano dudó en primera instancia, responder a eso no era algo baladí, era una pregunta que nunca le habían formulado de tal forma, quizás ni él mismo se la había hecho. Sin embargo se sentía honrado por llamar la atención de una dama de esa alcurnia e importancia. Aquello no era algo que le ocurriera generalmente, no era un hombre en exceso atractivo, nunca lo había sido y en aquel momento menos, dadas las marcas que surcaban su cara. Tampoco era rico o poderoso, no en exceso al menos, sin embargo aquella mujer le estaba prestando atención.

- Porque el Señor es mi pastor y con él nada me falta, en verdes praderas me hará recostar cuando esta vida acabe y únicamente él, es capaz de perdonar los pecados que cometo. En mi oficio mi señora, me juego la vida con frecuencia y eso hace a muchos hombres descreídos, pero yo combato bajo el cielo de un único Dios y sigo vivo, cuando otros muchos han muerto, porque él así lo quiere. Mi palabra y mi reputación van de la mano, si una falla la otra es inservible. Si doy mi palabra cumpliré con ella, pues de no hacerlo perderé reputación y eso hará que nadie me contrate. Me pagan para hacer en ocasiones cosas que otros no se atreven, cosas que pueden ser poco agradables, pero quién me paga quiere saber que lo haré y eso depende del valor de mi palabra y de mi reputación. -

        " Me agrada escuchar entonces que a ambos nos agrade mi forma de ser caballero, tal y como le agradaba a mi padre y toleraba mi difunto marido, pero como es mejor hablar acerca de los vivos que de los muertos, agradecería mas si me platica un poco acerca de usted y de la razón por la que ha venido a esta fiesta y así con gusto responderé sus dos primeras preguntas caballero "   

       Le respondió con respeto, seguridad y ligera coquetería susurrándole con un tono de voz melodioso la duquesa María Borgia mientras que se pega por un momento a Leopold Valdemar, solo para empujarle ligeramente el pecho para alejarse a cierta distancia respetuosa mientras que caminaba a su alrededor para que tuviese que girar su rostro ligeramente para poner le atención antes de responder:

      " La luna me fascina, sin duda el sol le da vida a todo lo que conocemos gracias a dios y su infinita sabiduría, pero dios también hizo la luna y cuando nada la cubre ella nos ofrece un haz de luz en la oscuridad, cuando el sol esta ausente, cuando es mas necesario ... ¿porque nos ilumina la luna? ... esa parece una pregunta interesante caballero ... me he podido dar la oportunidad de leer algunos libros y papiros acerca de los astros que giran alrededor de la tierra, como lo son la luna y el sol mi galante señor Valdemar "   

-Estoy deseandolo-Digo mientras le paso la mano por la mejilla acariciandola de arriba abajo.-Mas...la ultima vez que hice eso empeore la herida de mi pierna.-Le miro a los ojos con un poco de tristeza y le pongo una sonrisa de "ya me gustaria a mi, pero lo siento".-Sin embargo, estoy dispuesto a algo mas tranquilo, y sin duda otro dia...-Y me acerco a su cara lentamente, con intencion de besarla, con media sonrisa

Veo que usted no es la primera vez que hace esto señor, siento cierta experiencia, y algo me dice que esto lo disfruta, ¿no es cierto?

Disfrutar??? Qué será eso??? Me he limitado, a lo largo de la vida, a tratar de cumplir con la máxima excelencia el cometido para el que creo haber sido creado... aproximarme a esa perfección puede haberme causado placer? Pudiera ser. No lo descarto. Aunque dudo que sea asimilable al gozo que experimentan la mayoría de personas con las que me he cruzado.

Lo había hecho antes en París - admito -. Buscaba a rameras con las que fui perfeccionando la técnica - explico -. A pesar de ello, las rameras, igual que su espía, no son la mejor materia prima para ejecutar un trabajo que esté a la altura de lo que pretendo - afirmo frustrado -. Para eso me haría falta tener acceso a las virginales doncellas que campan estos mundos y me temo que Jean Baptiste es demasiado poca cosa como para alcanzar tales cotas - digo con el semblante serio y triste ante tamaña certeza.

Cuando Al-Nazir dice eso, me di vuelta un poco frustrado, intentando ver cómo se iba entre la multitud. Cuando estuvo a una distancia prudente empecé a seguirlo. No hacía, sin embargo, ningún esfuerzo para ocultar mis pasos. Sabía que no podría ganarle de esa forma, el tipo debía estar entrenado en esto mucho más que yo.

No, lo que haría sería recordarle al hombre, ya que su decisión de jugar me molestó un poco, que el sigilo no era lo único que se necesitaba en el juego de la muerte. En cuanto esté a un par de metros de mi, correría hacia él y lo embistiría, para anotarme el punto.

Resignado ante mi final evidente sonrió y no digo mas que:

-Igual me ibas a matar desgraciado hijo de perra!!! pero ya vez? yo reiré de ultimo!!!

Y tal como había amenazado antes me realizo el corte final,me deguello a mi mismo como tantas otras veces hice con otros animales para comer.

Ya no me importaba ser la siguiente cena de los animales allí presente total ya estaba muerto y no le di el gusto a Gabril de matarme por sus manos o la de nadie más solo mis manos fueron las capaces de asesinarme y muero contento con ello.

Sonreí al asentimiento de Lord Casmir. Veía que es hombre sabía mas de lo que aparentaba.

Pero me extrañó que me hiciera salir de la habitación. Pero me encogí de hombros pensando que quizá vería algo mas interesante.

Con algo de tristeza eché una mirada atrás para observar nuevamente a las mujeres de la sala. Apetecibles todas ellas. Quizá mas tarde tuviera que hablar con la muchacha mas joven de la sala ... o quiza la extrajera. Quien sabe. La noche era larga. El vino bueno y mi ansia de conocimiento siempre era bienvenida. Cualquier cosa sería útil si podía aplicarlo a mi vida de buhonero y pícaro.

Así que cuando el señor Casmir me invitó a girar al final del pasillo simplemente asentí divertido.

-Está bien, señor Casmir... Ya llegados a este punto espero que sea algo interesante.- Dije mientras le daba el último sorbo a mi copa de vino.

Fray Giuliano esbozó una sonrisa serena, volviendo a posar su mirada en la inexpresiva máscara que cubría el rostro de la mujer. Con delicadeza, dejó descansar una de sus manos sobre el antebrazo de lady Violetta.

—Sois vos un alma caritativa, mi señora. Actuasteis como un buen siervo de Dios y, a los ojos de este humilde fraile, brilláis con una luz pura y divina. Tal vez Nuestro Señor ha guiado mis pasos hasta este lugar —continuó, abarcando el gran salón y el castillo entero con un vago ademán— para que nuestros caminos puedan cruzarse. En la noche más oscura es donde más brillan las estrellas...

La mujer se sonrie mientras hablas y te acaricia la barbilla mientras te pregunta: ¿y con que precio sacrificarias esas cosas de las que hablas de Dios?, ¿estas seguro acaso que éxiste?