Partida Rol por web

-Es un sitio agradable, ¿no creéis?- digo mientras disfruto del paseo. Prefiero estar entre la propia naturaleza que entre lugares atestados de edificios y gente. Aquí se respira un aire de mucha más tranquilidad y paz.

Llevamos ya un rato caminando pero aún no hay señal de la los madereros de los que nos hablaron, aunque parece que vamos por buen camino. Para amenizar un poco el viaje intento entablar algo de conversación. 

-¿Así que nuestra valiente pícara se enfrentaría a una bruja en su territorio en plena noche? Si eres capaz de hacer honor a tus palabras con hechos realmente eres una mujer peligrosa.- la digo con tono humorístico para que no se lo tome muy en serio. 

-Por cierto Kilqiroth, espero que no sigas muy molesto por el accidente ocurrido durante el asalto. Te vuelvo a pedir disculpas por ello. Créeme, no soy tan patoso como demostré ser.-. Sabía que seguía algo molesto por ello, aunque no era muy difícil no notarlo debido a algunos comentarios. No era muy bueno con las relaciones pero intentaba resultar lo más sociable posible, aunque no fuera un charlatán de primera como nuestra amiga Lara.

Voy caminando y veo que no hay mucho para ver, es más, de a poco voy pensando de que nos hemos perdido de rumbo a pesar de que todos caminamos confiados de que estamos yendo en la dirección correcta.

Las palabras de Arannis me vuelve a la realidad. Lo veo con cara sarcástica y con uno de mis dedos le muestro la herida de la flecha que me clavó. Una sonrisa básicamente monstruosa por la cantidad de dientes que aparecen al levantar mis labios aparece en mi rostro.

- Nunca - le digo con un tono claramente burlesco y sin malas intenciones.

Camino con los demás sin participar en la conversación, sumido en mis pensamientos y aún tratando de recordar más cosas sobre el asentamiento enano. Se me ha ocurrido que quizás el que haya uno aquí cerca, aunque abandonado, pueda tener algo que ver con el hecho de que algunos habitantes me miraran sorprendidos.

Al poco, saco mi pipa de su funda y la relleno con un poco de tabaco. Unos buenos anillos de humo siempre ayudan a refrescar la memoria.

A los comentarios de Aramis, Lara lo miró entre cerrando los ojos, en señal de queja -Es que acaso, dudas de eso? Esa bruja no sabrá ni con que le he pateado el culo, si se mete conmigo jajaja- definitivamente, la pícara no gozaba de un claro sentido de sus posibilidades, pero igual todo esto le emocionaba.

Seguís andando, sin dejar en ningún momento el camino que salía por el noreste de Hondonada. Las colinas que antes estaban al este del camino han desaparecido ya, ahora mismo, y con la oscuridad actual no veis ya nada en ninguna de las direcciones.

La luna, en cuarto menguante ahora mismo es ya claramente visible en el cielo.

-No puedo creer que se nos haya hecho de noche... ¿Nos habremos perdido? Creo que seguimos las indicaciones de Larien al pie de la letra. Pensaba que no se encontraba muy lejos el campamento maderero. ¿Alguno de vosotros sabe si continuamos en la buena dirección?-.

Llevábamos caminando bastante tiempo y aún no había señal del campamento y eso no me resultaba muy agradable. Esperaba al menos que la zona fuera segura y nos lleváramos alguna sorpresa desagradable por el camino.

-Yo también creo que hemos seguido bien las indicaciones. Con las horas que son, estamos en un punto en el que no sé si es mejor seguir continuando con la esperanza de que vayamos por buen camino o regresar antes de perdernos en la oscuridad.
 

Continúais andando, tras un repecho del camino veis ya el bosque bastante cerca, aquellos con visión en la oscuridad intuyen la silueta de varias edificaciones casi en la linde del bosque.

Bueno, parece que al final no íbamos por mal camino, aunque si es cierto que el tiempo en llegar ha sido bastante más alto de lo que en un principio pensaba. "Espero que los madereros continúen despiertos a estas horas y estén abiertos a echarnos una mano.".

-Chicos, tengo buenas noticias, creo que allá al fondo tenemos nuestro destino. Al menos, puedo distinguir una especie de edificios que presupongo que deberá ser el campamento maderero. ¿Tu también los ves Kildrak?-.

El camino había resultado ser bastante agradable y tranquilo. No había apenas nubes en el cielo con lo que se podía apreciar una noche estrellada bastante hermosa. Me sentía mucho más cómodo y en mi ambiente andando y disfrutando de la naturaleza.

-Seguramente nos toque hacer noche por aquí. Entre las horas que son y el tiempo que tardemos en tratar con los madereros posiblemente se nos haga muy tarde para volver de nuevo al pueblo y descansar allí. De todas formas parece un sitio muy tranquilo.-.

Ante las palabras de Arannis oteó el horizonte entrecerrando los ojos. Enseguida distingo unas formas que deben ser el maderero.

-Efectivamente, compañero, parece que ya hemos llegado. Y estoy de acuerdo, deberíamos pasar allí la noche si no les molesta, volver ahora al pueblo sería muy insensato. Venga, vayamos a ver qué encontramos.

-Que? Que? De que hablan? Edificios? En serio podéis verlos? Yo apenas y alcanzo a verme los píes- dice poniendo una carita triste. -Bueno, que esperan? Vayamos rápido. No vaya hacer que lleguemos a mala hora y ya no nos puedan ofrecer algo de cenar- dice jalando al bragonborn, un esfuerzo inútil, teniendo en cuenta lo pesado que era, así que lo intentó varias veces, primero jalandolo de la mano, luego empujandolo a sus espaldas y, finalmente, se le monta encima y hace las veces de estar montando a caballo -Yuju!! adelante!- definitivamente, eso de montar a caballo, era algo que quería hacer.

Lara, intentas forzar la vista pero efectivamente a esta distancia no consigues ver las edificaciones. Ves eso si el contorno de las copas de los árboles del bosque contrastados contra el cielo nocturno.

Andáis siguiendo el camino hacia las edificaciones y a los pocos minutos Arannis y Kildrak ven tenues luces en distintos puntos próximos a los edificios.

Si continuáis andando al cabo de unos minutos, Lara y Kilqiroth alcanzan a ver las luces. Arannis y Kildrak distinguís que las luces mas potentes parecen provenir de puntos situados justamente en los extremos del campamento, están además algo elevadas, parecen ser pequeñas torres de vigilancia. Además alguna luz mas tenue asoma del interior de alguno de los edificios.

-A estas horas probablemente estarán muchos de ellos durmiendo y otros tantos haciendo guardia. Supongo que aún así no tendremos muchos problemas para que nos dejen pasar si ven que tenemos buenas intenciones. Aunque no se si estarán muy dispuestos a tratar con nosotros o deberemos esperar a mañana.- dije a mis compañeros.

-Por cierto Lara, ¿llevas mucho tiempo viajando? ¿que edad tienes? No te tomes a mal la pregunta, simplemente me sorprende tu energía... y que sigas viva.- terminé soltando una sonora carcajada y dándola una palmada en el hombro. Me sorprendía que con tanto ímpetu no hubiera dado un paso en falso en algún momento. 

Para nada me caía mal la pícara, es más, aportaba vitalidad y eso a veces es muy necesario. Se comportó muy bien durante el asalto a la caravana. "Mucho mejor que yo si le preguntáramos a Kilqiroth..." pensé. -No te tomes a mal la pregunta, me caes muy bien. Simplemente te imagino metiéndote en muchos líos.-.

Luego de escuchar la información que daba Aramis, Lara se baja de la espalda de Kilqiroth. Los siguientes comentarios que hizo el explorador, parecieron indignar a la picaresca jovensita, quien por distraerse un poco, tropieza con una piedra y cuando parece que dará de rostro en el piso, extiende sus brazos y queda camina usando estos, en lugar de sus pies -Jum... Para que lo sepas... Tengo todos mis movimientos calculados. Solo quería ver el piso mas de cerca.- sin mas, se vuelve a poner de pie al no poder mantener mas el equilibrio con sus manos. 

Su intento de disimular la caída, no había sido muy bueno, así que ya en un tono mas resignado, responde a Aramis -Veras, no tengo mucho tiempo de haber empezado a viajar. Pero me las arreglo muy bien este donde este. Solo te diré que nada impedirá que sea una heroina- la meta de Lara, era que su nombre resonara en todo el continente, que su hermanos supieran que ella era importante y que ello les inspirara a cumplir sus sueños, sueños que a todas luces, eran imposibles de alcanzar para un niño de la calle. 

Disfrutaba demasiado las acciones de la picara, llegando a cuestionarme a mi mismo si no era demasiado permitirle que lo monte. Pero lo dejo pasar ya que no considero sea una amenaza.

Veo de a poco las luces, pero cada vez me cuesta mas caminar. Justo cuando Lara se baja y tropieza, agarro la piedra y hago unos pequeños movimientos con uno de mis dedos y la misma comienza a refulgir una luz blanca. La apoyo es mi staff y ahora si podemos avanzar todos al mismo ritmo.

Continuáis acercandos hacia la las instalaciones que asumís son del Consorcio Maderero. Os vais acercando más y más, parece como si nadie hubiese reparado en vosotros. Estáis casi en las propias instalaciones, no hay ninguna valla ni muro que os impida acercaros. Podéis ver que se componen de cinco edificios grandes, de madera muy oscura (algunos dudáis si os lo parece simplemente por la falta de luz). En todo el terreno se ven abundantes marcas en el suelo, marcas de material arrastrado y carros moviéndose por la zona. Únicamente veis salir luz de uno de los edificios, uno bastante grande, la luz que sale es tenue pero visible claramente desde esta distancia. En estos momentos el silencio es casi absoluto.

Hasta que de repente escucháis un grito a lo lejos, proveniente de una de las torres. - ¡¡QUIETOS!! ¡¡ALERTA INTRUSOS!! - y al instante comenzáis a escuchar voces que vienen también de otra de las torres.

No me sorprende nada oír las voces de alarma y que nos han tomado como intrusos debido a las horas que son. "Si llego a saber que íbamos a tardar tanto hubiera preferido salir al día siguiente...". No soy capaz de distinguir con claridad cuantos guardias se encuentran apostados, aunque debe de haber varios y más que van a llegar tras el aviso dado por uno de ellos.

-Parece ser que tenemos complicaciones.- le digo al resto del grupo. -Supongo que con explicarles el motivo del por qué estamos aquí y vean que no somos una amenaza bastará. Es normal que se pongan así si ven aparecer a cuatro individuos a estas horas. Y por cierto no mencionéis nada del antídoto, podría ser que alguno de los madereros volviera al pueblo a dar el aviso y se creara el revuelo en el lugar. Intentemos dar alguna otra explicación del motivo de dirigirnos al bosque.-. 

Me detengo en seco tras la orden de uno de los guardias sobre quedarnos quietos. Lo que no quiero es que alguno de ellos se ponga nervioso y nos acabe metiendo una flecha o saeta en alguna parte del cuerpo así que levanto las manos al aire para que no crean que voy a intentar desenfundar un arma. -Disculpad por llegar aparecer a estas horas. Somos cuatro viajeros que venimos de Hondonada del Halcón. Nos hablaron del campamento maderero pero no nos dijeron que se encontraba a tanta distancia y hemos acabado llegando a estas horas. No venimos a buscar problemas en absoluto. Si nos conceden un momento les explicaremos los motivos de nuestra visita.- les digo a los guardias que se encuentran en las torres de vigilancia.

Cuando Kilqiroth hizo aquello con la piedra, Lara abrió los ojos como platos. Una exagerada alegría se apoderó de ella -Ahh! Yo la quiero. Dejame verla. Quiero una. Enseñame a hacer eso! Venga, no seas malo, dime que si, siiiiii?- aquello debió bastar para que, de inmediato, uno de los guardias notara la presencia del grupo. La picara no presto atención a ello y siguió dando pequeños brincos para alcanzar la piedra portadora de luz, que el dragonborn había acomodado en la punta de su bastón.

Kilqiroth fue el que finalmente hizo que la picaresca jovensita se calmara dejandole ver la piedra mas de cerca, exigiendole primero que solo podía mirarla. Lara estaba fascinada, se quedó mirando a la piedra, mientras Aramis estaba en lo de conversar con el guardia.

Un guardia se acerca corriendo hacia vosotros, confiado al principio pero se para de golpe al veros. Desde tres o cuatro metros de distancia os dice - ¿Que hacéis entrando a hurtadillas? ¡Esto es propiedad del consorcio!

(Escucha la explicación de Arannis)

Incluso los menos perceptivos de vosotros notáis como su rostro cambia y muestra un cierto alivio. En ese momento llegan dos o tres guardias más. El hombre con el que estáis hablando les hace un gesto y se muestran más relajados.

- De acuerdo, díganme cual es el motivo de su visita, pero les advierto que ha de ser muy bueno para que les dejemos entrar a estas horas, esto no es una posada.