Partida Rol por web

-Así que has soltado toda la sopa! Vaa bueno, no tiene caso.- atinó a decir luego de que el dragonborn hiciera lo dicho.

Con lo curiosa que era Lara, no evitó ser quien fuera en busqueda del "cilindro" que mencionaba Milon. Y ahí estaba, un mapazo! del que no entendía nada fuera de que unas cosas eran arboles y otras montañas. -Ehh a donde se supone que estamos nosotros?- dice voltiando el mapa de arriba a abajo, da derecha a izquierda, sin que le pudiera dar mucho sentido. Finalmente desiste de sus intentos de tratar de entenderlo y entrega el mapa a Aramis.

-Si has andado mucho por esos bosques de mozo, presupongo que no deben de ser muy peligrosos ¿verdad?- le pregunto sin ningún aire de preocupación, solo curiosidad.

Observo el mapa y presupongo que nuestra localización es aquella que está señalada con la letra "A". El resto de puntos deben ser el camino ha seguir para llegar a cada una de las localizaciones que debemos alcanzar para obtener los ingredientes que necesitamos.

Mientras Lara va en busca del mapa, le agradezco efusivamente a Milon su ayuda.

-Muchas gracias, buen hombre, por toda tu ayuda. Si tenemos éxito en nuestra empresas no dudes en que habrás ayudado a salvar más de una vida.

Cuando extiende el mapa y hace unas anotaciones en él, me inclino sobre el papel para estudiarlo con atención. Rápidamente me oriento en las marcas, gracias a las horas que pasé en mi juventud familiarizándome con mapas, escritos y documentos.

-Asumo que estamos aquí, en la A, junto al bosque. Vaya, no me extraña que tardásemos tanto en llegar desde el pueblo, sí que estamos lejos. Aquí veo también el asentamiento de los enanos. ¿Qué indican las tres letras del bosque?

Satisfecho con la respuesta positiva de Milon comienzo a estudiar el mapa junto con el resto, aunque se que fuera voy a tener que dar explicaciones de mi accionar y la forma de dar a conocer nuestra misión que, lamentablemente, no pudieron cerrar la boca mis compañeros. ¿Viajar tan lejos para buscar hierbas y hongos para una pócima? Es tan útil como mentira como así también como verdad. Era difícil hasta creérmelo a mi mismo. Pero ellos ya lo refrendaron así que no había nada más por hacer.

- ¿Qué camino nos recomienda para iniciar?

- Se que no lo parece - dice dirijiéndose a Arannis - pero hace algunos años, realmente no tantos, sabía manejarme bastante bien.

Milon os permite ojear el mapa antes de añadir nada más, y veis como sonríe afirmativamente ante vuestras palabras.

- Bien, acercaros de nuevo. - Os dice señalando al mapa.

Ahora mismo nos encontramos en A, en el campamento del Consorcio Maderero.

Mi consejo es que evitéis el río que divide el bosque, es muy caudaloso y es peligroso cruzarlo. Yo me dirigiría al lago marcado como B en vuestra situación. Una vez allí rodeadlo por el este y seguid su orilla hasta que gire completamente al oeste.

Aproximadamente donde he marcado la C se encuentra el árbol más antiguo del bosque, cuando esteis cerca lo reconoceréis claramente por su tamaño.

He dibujado D más o menos donde recuerdo la vieja cabaña donde se dice que vive Ulizmila, en este caso si tendréis que buscarla con algo más de esmero. La recuerdo más o menos a medio camino entre el árbol más antiguo del bosque y el monasterio enano, bastante cerca de la linde del bosque.

Para encontrar el monasterio, suponiendo que hayáis encontrado la cabaña mi consejo es que sigáis dirección norte y sigáis la linde del bosque.

Sé que mis indicaciones son algo vagas, estoy tirando de viejos recuerdos, pero deberían ser suficientes.

Bien... entonces movamonos! dice mientras realiza unos ejercicios de estiramiento. Ya moria de ganas por adentrarse en el bosque y emocionarse con sus peligros.

-Realmente sus indicaciones nos serán de gran ayuda Milon.- le digo mostrando una sonrisa de gratitud.

-Antes de marchar, me gustaría hacerle unas preguntas para ir preparados. ¿Qué peligros existen en el bosque? ¿Es prudente acampar en él? Con respecto a la bruja, ¿algún consejo para tratar con ella? ¿Y sobre las ruinas enanas?-. Estaba bastante impaciente por partir (como parece ser que Lara lo estaba), pero quería quitarme algunas dudas de encima para ir un poco más sobre seguros.

- Me temo que de todos vuestros destinos únicamente puedo daros algún detalle del primero, el árbol más antiguo del bosque. Se encuentra en un claro bastante grande, y es extremadamente alto y ancho, por desgracia dada la orografía de la zona seguramente no seais conscientes de él hasta que no esteis casi en el claro. No hay mucho que añadir, es... un árbol.

Hace una pausa para pensar durante unos segundos - Nunca he conocido a la bruja, únicamente estuve cerca de su cabaña hace muchos años. De hecho hace tiempo que nadie comenta nada sobre ella.

- Sobre las ruinas enanas tampoco puedo contaros mucho, están abandonadas desde antes incluso de mi juventud. Solo una vez me alejé tanto como para llegar hasta hasta ellas, pero iba solo y decidí no arriesgarme.

- Siento no seros de más ayuda.

- Sus indicaciones son de mayor utilidad de la que cree Milon. De no saber nada a saber poco hay una gran diferencia. Esperemos poder lograr nuestro cometido y espero tenga una pronta recuperación.

Dicho eso me dispongo a salir de la habitación para comenzar el recorrido que nos habían planteado.

-Como le gusta parlotear a estos...- protesta para sí misma, mientras se tapa la cara para calmar sus ansias de llevarse de la oreja a un par de sus compañeros.

Lara, mientras tus compañeros terminan de despedirse examinas visualmente la habitación donde estáis. Todas las camas y armarios parecen ser exactamente iguales, salvo algún deterioro natural en alguno de ellos debido a su uso habitual. La cama de Milon está hecha aunque arrugada en la parte donde se encontraba sentado cuando entrasteis. En su armario veis ropas con colores muy similares, asumís que son uniformes laborales casi todas. No puedes ver el contenido de los cajones inferiores pues se encuentran cerrados de nuevo.

La habitación se encontraría en completo silencio de no ser por vuestra conversación.

No notas ningún tipo de olor extraño.

Milon se levanta trabajosamente del borde de la cama en el que estaba sentado y os mira.

- Mucha suerte en su empresa señores y señorita. Si tienen éxito salvarán bastantes vidas. Pero no olviden en ningún momento que las suyas también estarán en juego, me encantaría tener la posibilidad de charlar con más calma con unos aventureros como vosotros, y recordar así mis viejos tiempos.

Os despedís todos y comenzáis a marcharos, cuando estáis ya casi en la puerta del dormitorio escucháis su voz a vuestra espalda - Sé que os he dicho que seáis precavidos, pero recordad también que si tardáis demasiados días en volver es posible que el remedio ya no sea necesario...

Continuáis por el pasillo hasta la salida del edificio. Os encontráis con que el campamento se encuentra activo como un hormiguero recién molestado. Todo tipo de trabajadores van de un lado para otro, vehículos de diversa índole transportan madera entre distintos puntos. Y todo tipo de herramientas son movidas también por el campamento.

Podéis atravesarlo sin que nadie os pare o moleste. Os dirigís hacia el bosque, el cual a plena luz del día podéis ver claramente. En el punto en el que estáis se extiende hacia el oeste hasta donde os llega la vista, y una gran distancia también hacia el este. El inicio del mismo no parece ser especialmente denso, pero suponéis que eso cambiará una vez os adentréis.

Os quedan unos minutos aún para llegar al bosque, por lo que aún no llega hasta vosotros ningún tipo de sonido propio de los bosques.

Cuando el viento sopla de norte a sur, aquellos de vosotros con mejor olfato notáis ya el olor a vegetación.

Caminamos juntos hacia el bosque, al principio en silencio. Mentalmente, repaso el mapa que nos ha enseñado Milon y me aseguro de que lo he memorizado correctametne y que recuerdo todas sus indicaciones. Confío en mi buena memoria, no suelo olvidar las cosas fácilmente y menos en tan poco tiempo. Estoy seguro de que entre las habilidades de Arannis y la información de la que disponemos ahora, nos será fácil orientarnos.

Al cabo de unos minutos, rompo el silencio. Tengo curiosidad por saber qué hablaron Arannis y Lara mientras nosotros veíamos a Jarlben, y supongo que a ellos les pasará igual.

-Bueno, contadme, ¿por qué parecían tan enfadados esos guardias cuando llegamos? Suerte que Jarlben nos dejó pasar tan... amablemente, ¿verdad Kilqiroth?

Hago una pasa mientras suelto un breve carcajada.

-En realidad reconozco que tuve que presumir de familia para que se mostrara colaborador. En un inicio sólo quería perdernos de vista, pero me di cuenta de que mi presencia le alteraba bastante... lo cual no deja de parecerme gracioso teniendo en cuenta lo bien acompañado que iba -acompaño mis palabras de un palmada en la espalda a Kilqiroth-. En cuanto me mostré un levemente autoritario y le confesé que mi Padre es el Señor de nuestro Clan, mostró aún más prisa por perdernos de prisa, aunque esta vez intentando que nos fuésemos satisfechos. Realmente tengo curiosidad por saber qué pasó en aquel asentamiento enano que tiene a esta gente tan... asustada...

-Lara consiguió encandilar a uno de los guardias para llevarnos hasta Milon, sin embargo parece ser que unos compañeros de aquel guardia que vigilaban el edificio donde se encontraba no estaban por la misma labor de dejarnos pasar...- contesté a la pregunta de Kildrak.

-La verdad es que tenía curiosidad por saber sobre ese tal Jarlben. Toda la gente del campamento que nos hemos encontrado le tienen bastante pavor, y por lo visto por lo que has contado parece más que comprensible. También me sorprende el miedo que tienen a los enanos, hoy en día es algo más o menos normal encontrar gentes de diferentes razas. Tengo mucho interés en llegar a las edificaciones enanas y ver que es lo que ocurrió.- terminé de decir.

Lars iba tara liando una cancionsilla mientras iban de camino al bosque, estaba feliz de no tener que ver a sus compañeros parlotear mas. Entonces Kildra puso tema para conversar... Cierto! ya tenía todo controlado hasta que se aparecieron esos 3. Tenía ganas de darles una paliza... Por suerte llegaron ustedes dos o sino, ya tendrían que llamar a alguno para que les sanara. dice completamente convencida de cada palabras.

Y bien! Que vamos a hacer con exactitud? pregunta para indagar sobre como pensaban sortear los peligros que le había mencionado Milon.

No tardáis mucho tiempo en llegar a la linde del bosque, de momento los oscuros árboles están bastante separados entre sí, pero poco a poco el bosque se va volviendo más denso. En ningún momento llega eso sí a impedir vuestra visión o a oscurecer la luz del sol.

El olor a vegetación os rodea ya, y los sonidos típicos del bosque están por todas partes, el viento meciendo los árboles, animalillos correteando entre los arbustos, pájaros sobre vuestras cabezas.

De momento no tenéis excesivos problemas para seguir la dirección que os indicaron.

Por fin me encontraba en un terreno más familiar. Desde pequeño debido a mi raza me había criado en un bosque y por lo tanto el moverme por ellos me resultaba más hogareño.

No parecía que fuera un bosque muy peligroso. Había una frondosa vegetación y los árboles se alzaban bastante altos pero sin llegar a tapar los rayos del sol que se colaban dando una visibilidad bastante buena del lugar. Ver animales correteando por el lugar indicaba la inexistencia de peligros, a excepción de posibles depredadores, ya que de no ser así los animales seguramente hubieran abandonado el lugar. 

-Bueno, parece que estamos teniendo por ahora un viaje tranquilo, cosa que por un lado me alegra y por otro lado me aburre un poco. Aunque seguramente encontremos algo bastante emocionante cuando lleguemos a las ruinas enanas.- les dije a mis compañeros, que llevaban un rato sin comentar nada. 

Caminando con mis compañeros escucho el relato del enano y del elfo intercambiando información. Si bien Kildrak uso el nombre de su familia, creo hubiese sido mejor evitarlo. Pero no hago más que sonreir cuando lo menciona.

Al llegar al bosque me siento un poco más a gusto, sin tanto ruido ni alboroto alrededor, es más relajante caminar por un bosque que por una ciudad.

Escudo el canto de las aves y siento el viento sobre mi rostro, mas no puedo dejar de ver a mi alrededor por si sucediese cualquier eventualidad.