Partida Rol por web

Entro a la habitación después de mi compañero Kildrak.

Allí está el tipo que buscamos, sin poder moverse bien debido a que parece ser que tiene las piernas entablilladas. "¿Qué le habrá ocurrido?" pienso. Además parece ser que no era nosotros a los que esperaba.

Mi compañero Kildrak se presenta como siempre y además presenta al resto. Después va directo al grano sobre el tema que nos atañe sobre el bosque. "Espero que no tenga que acompañarnos...".

- Un placer conocerles. - Dice haciendo una ligera reverencia sin levantarse en ningún momento de la cama.

- Jajaja, bueno, no puedo negar que he pateado el bosque posiblemente más que cualquier otro ciudadano de Hondonada. - Os dice muy sonriente.

 - No se muy bien que buscáis en ese bosque - Dice mientras se pone extremadamente serio - Pero la mayoría de los que se adentran demasiado lo único que encuentran es la muerte. Os aconsejo que reconsideréis vuestro plan, si es tesoros lo que buscáis - dice mientras os va mirando uno a uno de arriba a abajo - no creo que vayáis a encontrar muchos aquí.

-No buscamos tesoros en el bosque. No es algo personal pero si muy necesario. Buscamos cierto árbol, aquel con mayor antigüedad en todo el bosque. Necesitamos unos componentes que suelen crecer en árboles con una antigüedad realmente prolongada. Por los peligros del bosque no se preocupe, me muevo por ellos bastante mejor que por las ciudades, el problema es que como en estas, es mejor ir provisto de un buen mapa.- le dije a Milton. No tenía pensado en que nos acompañara, menos aún en su estado, aunque no se si el resto habían llegado a pensar en esa posibilidad.

-Vaya, ya le sale tan natural... A mi me costaría mucho trabajo memoriza algo así.- comenta para sí ante la presentación de Kildrak. -Así que usted es Milon! Es un gustazo.- dice sonriendo ampliamente. -Pero vaya! que le ha pasado?- pregunta curiosa ante lo que pudiera estar pasando a aquella pierna.

Asiento firmemente ante las palabras de Arannis.

-No se preocupe, seguro que podremos cuidar de nosotros mismos. Pero si supiéramos hacia dónde dirigirnos una vez en el bosque, ahorraríamos un tiempo valiosísimo.

Milon parece un buen hombre, y sobre todo, parece dispuesto a ayudarnos. Confío en que nos de un par de buenos consejos para encontrar nuestro objetivo en el bosque y podamos partir cuánto antes.

- Oh, ¿esto? - Dice señalando a su pierna. - Un simple accidente laboral. - Dice con tono de resignación.

- ¿Puedo saber para que buscáis dicho árbol? ¿Para vender lo que encontréis? Muchachos, no pienso ayudaros a encontrar la muerte en ese bosque, lo siento. Da igual lo capaces que creáis ser, en ese bosque hay bastantes peligros.

-Ya veo, ya veo... Un accidente...- replica ante la explicación. -Si ya veo que es un bosque peligroso, podriamos salir con una pata rota cuanto menos ohh debe ser un bosque horrible- dice mostrandose realmente preocupada -Pero nada que hacer! Hay que ir!- remata dejando un drastico cambio de animo entre cada frase.

Las reacciones se repetían constantemente... En la ciudad... Con el capataz... y ahora algo me decía que este sujeto también iba a hacer lo mismo.

Así mismo algo viene a mi mente, no solo se había mencionado un árbol dentro del bosque, sino también una fortaleza enana. Y al único que evitaban mirar constantemente es a Kildrak. Con lo cual no puedo más que unir ambos factores a un hecho específico.

- Sabrá disculpar mi interrupción ante el tema del árbol. Pero he notado ciertas cosas que me gustaría saber en relación a las reacciones contra los enanos, y estoy seguro de que Usted puede darme la respuesta en relación a la fortaleza enana que hay en el bosque ¿no es así?.

- Vaya, ciertamente sois perspicaces, es un tema algo tabú por la zona, y ninguno sabemos realmente los detalles. Se dice que cerca de las montañas, una vez pasado el bosque había algún tipo de congregación de enanos que realizaron todo tipo de atrocidades... pero a día de hoy como digo nadie sabe ya realmente si es una historia para asustar a los niños o si realmente ocurrió algo. Aunque supongo que ha quedado un cierto prejuicio contra los enanos.

-Siento decirle que no podemos hablar de lo que estamos buscando exactamente. No es algo personal que busquemos por el interés de obtener dinero, si no por un bien común y es verdaderamente necesario.- le dije con bastante seriedad. -Le doy las gracias sinceramente por intentar protegernos, pero créame que somos capaces de cuidarnos perfectamente y no nos ocurrirá nada. Además como le digo, aquello que buscamos es de vital importancia aunque no podamos hablar de ello.-.

A veces me resultaba un poco molesta la gente que hacía de padre de otros, intentando protegerles sobre algo que ellos consideraban peligroso. Los cuatro que nos encontrábamos en este sitio éramos ya adultos y sabíamos cuidar de nosotros mismos. Además, ¿que sabría el tipo ese sobre nuestra habilidad para enfrentar el peligro? y aunque fuéramos directamente a nuestra muerte, al fin y al cabo era nuestra decisión.

Veo que claramente el hombre nos está hablando sin ningún tipo de problemas, pero así y todo hay cosas que me preocupan.

- Le agradezco la información. Tal vez después de nuestra incursión nuestro camarada pueda limpiar el nombre de su pueblo. Mas me gustaría saber más sobre este bosque, sus recomendaciones me dicen que su quebradura ha sido algo más que un mero accidente laboral. ¿Tantos peligros alberga el bosque como para tratar de evitar que solo pocos ingresen?

Todavía no es necesario comentarle sobre el fin de lo que vamos a buscar, es mejor hacer las preguntas correctas y dar la información a cuentagotas. Al fin y al cabo es exactamente lo mismo que Milon está haciendo con nosotros. 

No puedo evitar sobresaltarme cuando hacen mención al asentamiento enano. Tenía sospechas de que las reacciones que me había encontrado hasta ahora entre los lugareños podría tener algo que ver con él y ahora parecían confirmarse. Si al menos recordarse algo más sobre aquel asentamiento... Diantre, lo que daría por poder consultar la biblioteca de mi padre.

Sumido en mis pensamientos sobre los hermanos que vivieron aquí y lo que pudieron haber hecho como para que la gente respetase y temiese tanto a los de mi raza, no añado nada a la conversación. Me limito a mirar con gesto serie a Milon y asentir vigorosamente ante las palabras de Arannis y Kilqiroth, especialmente cuando le aseguran que no somos vulgares cazatesoros.

Milon os mira fijamente mientras habláis, de uno en uno, claramente analizando cada gesto y cada palabra que decís. Su rostro parece completamente distinto durante esos segundos.

Pero cambia de nuevo a su rostro amigable anterior - No parecéis mala gente, y veo que estamos dando vueltas en círculo, no parece que vaya a poder convenceros de que me contéis más detalles sobre vuestro viaje. Aunque lo entiendo, quien soy yo al fin y al cabo  para entrometerme.

Tras unos segundos en silencio dice - Sobre mi herida, me temo que es mucho mas mundana de lo que suponéis, los años pasan por mí y mis tiempos de explorar hasta el último rincón del bosque ya pasaron. Ahora paso buena parte del tiempo como cualquier otro trabajador del campamento.

Vuelve a echaros una mirada y continúa - De acuerdo, ¿que necesitáis saber exactamente sobre el bosque?

- Nuestra misión no es ningún secreto. Necesitamos ciertos elementos que peritan hacer un remedio para una enfermedad que está esparciéndose en Hondonada. No sabemos si lo que recolectemos será de utilidad, pero al menos podremos tener nuestra conciencia tranquila de que no nos quedamos con los brazos cruzados mientas otros con peor suerte sufren. Para ello necesitamos encontrar el camino tanto a la fortaleza enana como al árbol más antiguo del bosque.

Cuando escuché a Kilqiroth contarle toda la historia a Milon me quedé mirándole durante unos segundos de forma muy seria. "Ha contado todo nuestro objetivo..." pensé mientras me llevaba la mano a la frente para sujetar la cabeza.

En esos momentos preferí no discutir nada con él, aunque si habíamos dejado claro que no íbamos a contar nada al respecto no entendía el motivo por el que Kilqiroth hubiera contado todo sin mas. Es cierto que el tipo parecía de confianza y buena persona, pero el riesgo no estaba en que alguien nos estorbara, si no más bien en que el rumor se extendiera y se crearan falsas esperanzas la gente.

-Bueno... mi amigo al final le ha contado tras lo que vamos. Como habrá podido ver, no vamos detrás de ningún tesoro, es mas, ni siquiera hemos pedido una recompensa por ello. El motivo de intentar no dar información al respecto era tan solo para evitar que la gente del pueblo se creara falsas esperanzas si luego el remedio no funcionaba o si no llegábamos a dar con él. Usted ahora lo sabe, con lo que le pido que por favor guarde la información para si mismo y no la extienda a otras personas. Espero que entienda el motivo.- le dije a Milon.

-Con respecto a donde tenemos que buscar, necesitamos saber donde se encuentra el árbol más viejo de todo el bosque. Allí crece un tipo de planta que debemos recoger.-.

Ante el "nuestra misión no es ningún secreto" de Kilqiroth, no puedo evitar alzar una ceja sorprendido, suponiendo que ya va a idear algún engaño de lo suyos. Sin embargo, al ver que realmente le revela el propósito de nuestra incursión al bosque, me giro bruscamente hacia él con intención de interrumpirle. Pero como el daño ya estaba hecho, finalmente le dejo continuar. Espero que Milon realmente sea un buen hombre como aparenta.

Tras las palabras de Arannis, completo nuestra lista de objetivos. Al menos, intentemos obtener toda la ayuda posible.

-También hemos oído que vive una bruja en el bosque, y es posible que tenga otro de los ingredientes que necesitamos. ¿Sabes algo de esto, o es una mera leyenda? Finalmente, nos dirigiremos a la antigua fortaleza de los míos en busca de un hongo. Espero que no hayamos cometido un error al confiar ent ti. Por favor, recuerda que hay vidas en juego.

Milon os mira con una sonrisa en su rostro, es una sonrisa amable, casi melancónlica.

- Entiendo su preocupación, es cierto que en los tiempos que corren hay que cuidarse mucho de contar demasiado a desconocidos, pero podéis estar tranquilos, mi único interés a estas alturas es vivir tranquilo, no busco ningún problema. - Se para durante un instante y examina vuestra reacción.

- Tenéis suerte, conozco los tres lugares que comentáis, alguno más por azar al haberme perdido en el bosque repetidamente durante mis años mozos que por tener ningún interés en haber descubierto dichos sitios. Que alguno me haga un favor, abrid mi armario, ese de ahí - dice señalando al armario junto a su cama - y abrid el último cajón de la derecha... si, ese. Bajo todo ese montón de papeles tiene que haber un cilindro de mapas, acércamelo por favor.

Una vez le acercáis el cilindro lo abre, se para unos segundos a pensar, y con una pluma escribe cuatro letras en el mapa y os lo enseña.