Partida Rol por web

     -- Si pensais que nos puede aportar algo aunque nada mas sea diversion, yo os sigo sin problemas, ya buscare las hierbas en otro momento que si estan por aqui no iran muy lejos, digo mientras preparo mi martillo, y con una seña indico que estoy preparado para lo que digan los compañeros...  

Unas horas de camino y los compañeros ya se dispersan. Puede que no tengamos claro el objetivo o no les acabe de convencer. Sea como sea, no quiero ser yo quien comience un enfrentamiento con las gentes de por aquí sin motivo suficiente.

- Hermanos, admiro vuestra determinación para hacer frente a cualquier peligro que nos pueda acechar y también vuestra fogosidad. Si preguntáis mi opinión, creo que podemos seguir nuestro camino alerta, sin tener que perseguir tres hombres emboscados que puedan seguirnos o interesarse por nosotros. ¡Más si no hay recompensa por ello! No me interesan los enfrentamientos gratuitos donde no tenemos nada que ganar y sí mucho que perder. Enemistarnos más con los humanos no nos traerá beneficios y aunque esos tres puedan representar una amenaza, que sean ellos quienes se atrevan a destorbar el paso de nuestra compañía y recibirán una muestra de nuestra voluntad y clara determinación. Ya sea con buenas palabras o saboreando nuestro apreciado metal - con esas palabras agarro mi hacha y hago un círculo con ella sobre mi cabeza con una sonrisa maliciosa en el rostro - prefiero pues seguir adelante antes que adentrarme en el bosque a buscar fantasmas.

Mi voz es alta para intentar llegar a los oídos de cualquiera que pueda estar escondido y escuchando.

Acabado mi discurso, paso la mirada por todos mis compañeros buscando afinidad hacia mis palabras.

Kramghrat reflexionó meditabundo sobre las palabras de Rothrim.-Bien, sea pues. Estoy contigo Rothrim, sin recompensa y tan solo por "diversión"- miró de soslayo a Thorin haciéndole un gesto para que recordara su reciente moratón a manos del Matabueyes. Al ser más viejo Kramghrat no era de los que se metía en líos sin una buena razón.- No vale la pena meterse en problemas innecesariamente, sigamos nuestro camino como bien dice nuestro hermano.-poniéndose en marcha conduciendo al pony por las riendas explicaba con calma los pormenores del devenir ya que aún no les había podido contar todos los detalles.- Imagino que os preguntareis por que les he preguntado sobre una anciana, en la posada descubrí que esa mujer lleva una semana merodeando por aquí y preguntando por el tesoro que buscamos. Estaba intentando contratar gente que le asistiera en su tarea, por ahora lo único que tengo sobre ella es una leve descripción, el rasgo que más destaca en ella es su cojera, cosa que nos da cierta ventaja pues no habrá ido muy lejos ni por su edad ni por su cojera. Tal vez cuando busquemos la entrada al acueducto en la zona del manantial viejo encontremos algún rastro suyo y podamos saber a ciencia cierta cuanto nos lleva de ventaja.-era el consuelo que tenía, de todos modos no descartaba acercarse hasta Thirthon para preguntar por ella y saber si había encontrado algún grupo que la acompañase.

El camino continua sin ningún percance. Todos mantenéis los ojos abiertos por si algo o alguien se mueve en la espesura del bosque, o por el camino antaño muy transitado. Pero nada parece perturbar el ambiente tranquilo que se respira a vuestro paso. Así que con paso decidido llegáis al cruzo del Gran Camino del Este. Desde allí se puede ver un edificio de piedra parcialmente restaurado en el centro de un fuerte dunlendino abandonado. Dos muros concéntricos de piedra rodean las partes más elevadas de la colina terraplenada, los únicos restos de lo que en tiempos parece que fue una formidable fortaleza, construida sobre una empinada elevación junto a uno de los dos mayores ríos que nacen en el Bosque de los Trolls, a tan solo unos kilómetros al sur de donde estáis, donde dominaban en tiempos memorables, dos grandes rutas comerciales de la Tierra Media.

     -- Creo compañeros que deberiamos explorar un poco la zona antes de adentrarnos en las ruinas, pues no sea que nos veamos sorprendidos una vez dentro de ellas.

   -- Comento mientras observo con atencion las ruinas, intentado ver si hay algun movimiento en ellas, o señales de vida como humo de hogueras, o huellas en el camino...

-Esas ruinas no son nuestro destino Maese Bodolf, nosotros vamos hacia el norte aunque no descarto el sitio para dormir, mejor ahí que no al raso. Esperemos que no esté plagada de indeseables, de ser así acabaremos con ellos si es necesario y si liberamos la vieja fortaleza tal vez podamos reclamarla. Ciertamente parece tener mucho valor estratégico.-hizo un alto en el camino esperando al resto antes de abandonar el camino. Se echó a un lado del camino cogiendo una rama para trazar un improvisado mapa sobre el barro.-Mirad, estamos aquí en el cruce entre el río y el camino¿veis este río que se dirige al norte? es el Manantial Viejo, un afluente del trollaguas este bifurca un poco más al sur. Sabemos que el Camino Bajocontiene un acueducto que va desde algún punto de este río hasta el Páramo Largo, obviamente en dirección noreste, mi idea es explorar la ribera este del río en primer lugar.

Todos somos naugrims buscando un subterráneo o algún tipo de derrumbe con un siglo de antigüedad como máximo, debería ser fácil encontrarlo. Además yo reconoceré el terreno para tratar de deducir donde construiría yo una obra así, con lo cual acotaremos la búsqueda aún más. Por otro lado he traído treinta metros de buena soga, la lastraremos con alguna roca y le ataré unos trapos a intervalos de dos metros así Rothrim podrá apreciar mejor que nadie si hay algún cambio antinatural en la corriente del río, pues el acueducto debe liberar o coger agua de él.

¡Pongámonos en marcha!Solo nos queda medía jornada de luz y hoy querría hacer las dos orillas norte, de ida por la este de vuelta por la oeste. Si no encontrásemos nada mañana haríamos lo mismo en el tramo sur hasta llegar al trollagua¿alguna pregunta?

Deberíamos pensar algo para evitar atraer a los curiosos, no quiero más gente metiendo sus narices en el tema del tesoro, si preguntan podemos decirles que estamos buscando oro o un buen lugar para sacar piedra o metal. Que hemos odio rumores de que el Páramo Largo es un buen lugar para ello y lo estamos comprobando.-el llegar a destino siempre inquietaba al enano, estaba ansioso por ponerse manos a la obra.

     -- Bien Kramghrat, si lo tienes tan claro y estudiado yo estoy de acuerdo en seguir tu indicaciones, aunque creo que no deberiamos bajar la guardia, si como dices hay mas personas buscando lo mismo que nosotros. Comento mientras coloco bien mis pertenencias, ya que esperaba acampar, pero la situacion parece que requiere que nos movamos con rapidez.

El maestro Kamghrat lo tenìa todo muy estudiado. Escuché su amplia explicación sopesando todas las posibilidades y observo con detinimiento las indicaciones que dibuja en el suelo. Todo parecía muy cabal y bien pensado. Un buen plan. Tendría tiempo hasta llegar a la torre para pensar como ejecutar bien la búsqueda. Estaba satisfecho de poder piner mis habilidades al servicio de todos ellos también. 

- Kamghrat me gusta tu plan. Veremos que nos encontramos en la torre. Será un buen sitio para dormir sino encontramos allí más compañía. Vayamos pues.

Pues entonces no perdamos mas tiempo y partamos hacia la torre. Pero vayamos con precaución, puede ser el sitio mas seguro o quizá lo contrario, y se convierta en un sitio peligroso. Manteneros en alerta.

Tras esto espero que mis la decisión total del grupo para partir hacia la torre.

Kramghrat se llevó la mano a la cabeza en señal de frustración para de golpe y porrazo darle un buena colleja a Thorin.-¡Estas más sordo que una piedra vieja Thorin!A la fortaleza iremos al anochecer para refugiarnos, no ahora. Aún nos queda un jornal por delante¡Maldita sea!¿es qué nunca me escuchas?-gruño el enano para con su compañero poniéndose en marcha de nuevo. Dejaron tras de si el Viejo Camino del Este a medida que el capataz los llevaba hacia el norte, en paralelo a la orilla este del Manantial viejo como ya había indicado. Después de separarse del camino, tratando de evitar así ojos curiosos hizo una pausa para la comida de medió día aprovechando para descargar al pony, permitiéndole así un merecido descanso. Dandole agua fresca, poniéndole un buen morral con heno fresco y algarrobas dejándolo pacer tranquilo atada a una larga soga.

El resto pudieron verle abrir el pesado baúl que llevaba con él y lo que vieron les dejó realmente asombrados, aquel enano era un taller andante. Diversos sextantes y triángulos para la mediciones descansaban enganchados entre clavos en las paredes del baúl, bajo ellos se podían ver varias unidades de peso y medida comunes así como una recia balanza, en un recia funda de grueso cuero llevaba algo de papel junto con un diminuto estuche que contenía carboncillos, compases, alguna aguja y una delicada plumilla de plata. Como reflejo de lo precavido que era el veterano enano el baúl contaba con varios pisos de madera tallada a la perfección que se podían retirar, permitiendo así organizar mejor todas las herramientas, en el extremo opuesto un pequeño botecito de tinta estaba envuelto en varias capas de tela para protegerlo de los golpes. Aquello era solo un comienzo pues tal vez las herramientas utilizadas en la ingeniería eran las más finas y precisas, pero en el cofre habitaba el espíritu de un artesano que no repudiaba piedra, metal o madera en sus quehaceres diarios. Contaba con diversos cinceles de diferentes tamaños, sierras, clavos, una palanca e incluso una pequeña polea por no olvidarse del pico y la pala que algunos ya conocían por lo útiles que le fueron en la caverna de los trolls.  Se notaba que aquel era un tesoro muy preciado para el viejo enano, quien lo miraba con orgullo y mimo.

Tras el breve descanso Kramghrat se puso manos a la obra. Estiro la cuerda sobre la hierba y empezó a anudar los viejos trapos que le había pedido a Rubb a intervalos de dos metros, los cuales marco gracias a un listón de madera el cual volteaba dos veces entre nudo y nudo.-Bien, esto ya casi está traed una buena piedra para lastrar el cabo el otro extremo lo ataremos a la silla del pony. Thorin tú iras delante guiando al animal de las riendas con los ojos bien abiertos, detrás Rothrim se fijará en la corriente y yo buscaré el sitio idóneo para este tipo de construcción, Maese Bodolf vos cerrareis la marcha. Si entre cuatro enanos capaces no encontramos lo que buscamos será por que Durin no desea que lo encontremos.- a medida que avanzaban poco a poco haciendo las comprobaciones Kramghrat aprovechaba para medir con precisión el tramo de río, anotando una muesca en un trozo de madera cuantas veces tenía que recoger la cuerda desde la base del Viejo Camino del Este. Eso junto con la anotaciones y bocetos que tomaba en un viejo trozo de pergamino le serviría en un futuro como anotaciones para elaborar un mapa más exacto de esa zona, a veces se detenía unos instantes para usar sus herramientas anotando el angulo de giro de los meandros del río, la distancia entre ellos y como no la profundidad en casa tramo. Era un trabajo lento pero metódico el cual solo un disciplinado naugrim sería capaz de realizar.

     -- Acomo a mi animal como hace nuestro compañero, mientras miro extrañado al baul y a todas sus herramientas, que aunque algunas ya he visto en las forjas enanas, no me esperaba ver en medio de un camino.

   -- Me fijo en en camino que vamos ha seguir por si se viese algun tipo de huella, y asi mientras Kramghrat prepara los trapos y la cuerda, yo intento buscar algun tipo de hierba.

   -- Compañero mientras tu preparas tus cuerdas y utensilios, yo intentare localiza alguna hierba ya que seguro que sere mas productivo que aqui, rodeado de todos estos mecanismos que no entiendo, eso si en cuanto estemos preparados para partir yo lo estare tambien...

De acuerdo yo iré delante, iré con los ojos abiertos y en alerta. A cualquier movimiento sospechoso atacare, no os preocupéis, vais bien protegidos. Y amigo Kramghrat, ya sabes que a veces no oigo bien
Tras hablar examino la zona por la que iremos para ir lo más precavido posible.

Camináis por la ribera del río, alejados del camino, aunque desde donde estáis, podéis verlo. También podéis apreciar el castillo abandonado más al norte. La fortaleza Herubar Gûlar. Todo parece tranquilo. La humedad del río hace el aire más frío que dentro del camino. El invierno se acerca y el otoño va dando sus últimos coletazos. 

La caminata había sido corta hasta llegar al río. Khamghrat lo tenìa todo preparado y tras Thorin caminé bordeando el río. Iba viendo como la cuerda seguía las corrientes y los trapos atados a ella me daban una visión más clara de las pequeñas corrientes secundarias y los remolinos que podían denotar cavidades o partes más hondas no perceptibles desde la superficie.

Un poco más lejos se dibujaba Herubar Gülar. Aun abandonada su presencia era imponente.

Llegáis hasta el nacimiento del afluente, pasando por un terreno cada vez más complicado de transitar, sobretodo con los animales. A pesar de ello, y no dejando el río muy lejos de vosotros, habéis podido con más o menos acierto, dejar la cuerda con las piedras y demás dentro de la corriente. Aunque muchas veces, solo uno de vosotros ha podido estar cerca de ello. El final del camino os lleva una cueva, alta y poco profunda, por donde se filtra el agua a través de las piedras que obstruyen de manera natural la entrada de la cueva, si es que es una cueva. 

Avanzaron poco a poco con paso lento pero firme río arriba en dirección norte, Kramghrat iba midiendo las diferentes curvas de nivel y anotando la profundidad que le iba indicando Rothrim, quien era el encargado de examinar con detalle la corriente. Aparentemente sin encontrar nada llegaron al nacimiento del afluente, tenía sentido que el agua fluyera del terreno más elevado por el valle hundido entre ambas lomas para desembocar en el trolaguas. Entonces a los lejos vieron la cueva y el enano entorno la sonrisa en forma de sorna-"Lo sabía"- pensó complacido para si mismo, allí debía haber algo.

Sacó la cuerda del agua y sin desatarle ni los trapos ni la cuerda la dejó a un lado del río para que soltará el exceso de agua, mientras se dirigía a sus compañeros.-Voy a echar un vistazo a ver si descubro algo, si eso es un derrumbe natural intentaré ver que grosor tiene y hace cuanto que sucedió¡veis por que os dije que consiguierais picos y palas quizás nos toque cavar! ¡Abrase visto! un enano sin un pico y una pala grgrgrrr.- se marchó andando hacia la cueva adentrándose con tiento para examinar el lugar. Buscó en las paredes signos de trabajo enano y diferencias entre el musgo de estas y el que habría en la sección derrumbada, tras ello con un martillo ligero y una larga varilla metálica intentaría medir la profundidad del derrumbe y su naturaleza. Viendo si era tan solo tierra removida, grandes piedras que les permitirían pasar entre escombros o una masa compacta que bloqueaba el túnel por completo, estaba encantado con aquella aventura. El capataz era mucho más pleno y vigoroso cuando estaba enfrascado en nuevos retos pues un buen trabajo relacionado con sus habilidades siempre hacía que se sumergiera de golpe y con total diligencia en sus tareas.

Para llegar al nacimiento del afluente y por lo tanto, a la entrada de la cueva, había que descender por unos peldaños naturales en la pared de la montaña. Aproximadamente unos seis metros hasta llegar al nivel del agua que fluía por entre las piedras de la caverna y descendía en busca del Trolagua. El aire era más frío allí, la humedad aumentaba con forme uno se acercaba al agua y la oscuridad de la caverna. Poco más de tres metros era la profundidad de la entrada de la cueva hasta toparse con el derrumbe. 

El camino se complica siendo cada vez más estrecho y abrupto. Aún y así continuo observando las corrientes y profundidad del río que nos marca la cuerda. Pero la entrada no está o estaría sepultada pues no existe ninguna corriente de entrada o salida que me resulte extraña. 

Hasta que llegamos a su nacimiento y por sorpresa veo lo que puede ser la entrada que buscamos. Tapada por tierra y rocas de algún desprendimiento pero entrada al fin y al cabo. O esa esperanza albergo.

Sigo a Kamghrat para inspeccionar de cerca la entrada y dispuesto a abrirnos paso entre aquellas rocas.