Partida Rol por web

Intentas mover la piedra, pero te das cuenta de que está solidificada con el suelo. Esa piedra lleva allí tanto tiempo que es imposible moverla. 

-- Cuando lleguemos ayudo a kramghrat a intentar mover la piedra, mientras le indico a matho vigila cualquier movimiento...

No asiento ante la orden de Olag. Parecía que también estaba dispuesto a mandar y ya me estaba cansado. Había sido contratado por Kramghrat, no por ningún enano más. En silencio, decido salir de la sala.

     -- Me acerco hasta la piedra y ayudo a mi compañero con su esfuerzo...

Cuando Kramghrat vio que era incapaz de mover la piedra se dirigió al troll, con algo de cuidado y pericia fue golpeando con el martillo la estatua en la zona del cuello. Una vez quebrado intentó separar la cabeza del cuerpo para salir con ella por el agujero que daba al exterior.-¡Leddon¡Ven aquí maldita sea, esto es tuyo. Un día te prometí su cabeza y un khazad siempre cumple sus promesas.-el enano le tendió la pesada cabeza como un recuerdo de su cautiverio, un día el muchacho tendría un gran historia que contar a sus nietos. En parte, aunque nunca lo admitiría, Kramghrat  había salido para comprobar como estaban los niños, no quería más perdidas en aquella aventura. Al ver que Matholuich había entrado junto con Olaf prefirió no dejarlos solos.

Intentas mover la piedra, pero te das cuenta de que está solidificada con el suelo. Esa piedra lleva allí tanto tiempo que es imposible moverla. 

Intento coger la cabeza del troll con ambas manos, pero el peso es demasiado para mi, aún me estoy recuperando de mi ayuno obligatorio que pasé en esa maldita cueva. Cuando mi hermano ve que no puedo con la cabeza, corre a ayudarme, y entre los dos la sostenemos, con una mirada de pánico y alegría mezclada. Sin poder decir ni una palabra.

     -- Intento mover la misma que Kramghrat, que es la que estaba suelta...

     -- Una vez que compruebo que la roca esta firmemente instalada en el suelo, intento observar que hay detrás de la misma, si hay un posible pasadizo detrás de ella intento arrojar luz por su parte posterior... 

Con aire decaído el enano le indicó a los muchachos que no se alejasen mucho, quería tenerlos vigilados.-Olaf usa el pico si quieres, pero te llevará tiempo. Yo voy a ver a Kraner.-cogió su manta y se dirigió a los restos del enano. Aquella bestia le había aplastado sin más, con toda la dignidad que pudo le colocó sus pertenencias de nuevo usando su escudo y la manta para poder amortajarlo, un trozo del enano había muerto con su compañero. El tono era recio y solemne como si el fallecido fuera un rey, colocándolo con el mayor de los cuidados. No hacia falta ser un genio para saber que en aquellos momentos tan delicados Kramghrat "Barba de Plata" necesitaba estar solo, había acabado con todos los trolls de la cueva, incluso había tumbado a uno de dos golpes, pero de nuevo no había podido salvar a sus compañeros. No solo le había fallado a él sino que se había fallado a si mismo ¿cómo podía aspirar a fundar un nuevo enclave si no podía cuidar de los suyos?¿a quien enviaría ahora a Moria para organizar la caravana?Por primera vez desde que llegó ha estar tierras la situación le superó, no por los obstáculos a superar sino por la perdida de dos hermanos en tan solo dos días. La vida no siempre era motivo de regocijo, los khazad son duros como la piedra pero incluso a veces las piedras más duras se quiebran...

A través de los agujeros que hay entre la piedra y las paredes de la caverna, puedes ver el interior. Parece un almacén, puedes ver estanterías repletas con cosechas de vino, cerveza y otros suministros. También puedes ver que entra luz a la sala desde una entrada, justo enfrente de desde donde estás mirando.

     -- Una vez que he comprobado que no hay peligros detras de la roca, con el pico y mi martillo intento hacer un hueco por el que poder atravesar y llegar hasta el pasillo, primeramente arrojo unas antorchas para tener luz y poder dirigir mis impactos contra la roca...

Poco a poco, consigues abrir un pequeño canal debajo de la piedra y con un poco de esfuerzo, la piedra se mueve y deja espacio para que puedas pasar a la siguiente sala.

     -- Con cuidado atravieso por el hueco que ha dejado la piedra, y alzando una antorcha observo la sala antes de avanzar, miro si hay alguna posible salida, asi como si hay huellas en ella...

Tras amortajar a Kraner el enano volvió a entrar en la cueva dejando a los Grumm con Matholuich, no podría perdonarse que nada les llegase a suceder. Mientras Olaf daba buena cuenta de la piedra, él decidió explorar el resto de la guarida asegurándose de que ya no acechase ningún peligro en ella, si todo estaba en calma empezaría poco a poco a vaciar la despensa y sacar los vinos para que fuera limpiasen las botellas con algo de agua junto al ríachuelo.

El suelo está demasiado sucio y con demasiadas huellas como para intentar descifrar algo en ellas. Observas a parte de lo que habías visto a través de la piedra, que la salida de la sala da a un pasillo .

Entras por le pasillo de la derecha, saltando sobre el riachuelo que atraviesa la entrada. Allí puedes ver que está la armería de la familia trolls. Puedes encontrar unos cuantos escudos abollados y hachas tiradas por el suelo. También hay media docena d espadas cortas. Lo demás está tan destrozado que no serviría para nada.

Empecé a vaciar la armería y la despensa en busca de lo que pudiera ser salvado, si aquellas espadas había sobrevivido tanto tiempo a la humedad tal vez fueran de buena calidad.

Al entrar Kramghrat en la despensa, se encuentra allí a Olaf.

-¿Qué tal te ha ido con la piedra?Antes vi los vinos, pero preferí asegurar la zona antes. He ido vaciando la armería, no había mucho que rascar. El la posada conocí a un comerciante Dorwinadan, que me corten las barbas si el no sabe de vinos, saquemoslo todo de aquí y limpiemos las botellas con un paño junto al riachuelo. Si hay algo que pueda salvarse él nos lo dirá. Está buscando mercenarios para proteger una caravana, en estas tierras les llaman Airund Shegan, ofrece una pieza de oro por el trayecto. Si quieres unirte eres bienvenido.-el gesto de Kramghrat era de respeto, Olaf era amigo de Kraner y este les había abandonado en parte por su culpa. El recio enano no iba ha dejar a un hermano khazad solo en estas tierras, ya sabía que erntre los Dunlendinos no eran para nada queridos.