Partida Rol por web

 Una vez  que el troll estuvo fuera de su vista, Hachaquebrada se afano por pbuscar un buen local para deleitar su sed con alguna refrescante bebida espirituosa. Deambulando por las calles con todo sus  cachivaches y armas daba un aspecto mas o menos aterrador. Algunos elfos que  paseaban por las mismas calles rehuian del renegado enano. Hasta que Hachaquebrada perdio su ya poca paciencia, no encontro a un guardia que le indicase el camino a la taberna mas cercana.

- Por todos los diablos...- le espeto al guardia, dejando que algunas perlas de saliva salpicasen en el traje de este ultimo.-  ¿ me vas a decir donde encontrar una buena taberna ,elfo? ¿ O tendre que patear toda la ciudad para encontrarla?.-

Hachaquebrada refunfuñaba  mientras aguardaba la contestacion del guardia elfo que lo observaba no sin cierto asco y repulsa.

-.<refunfuño>.. elfos... malditos niños limpios...<refunfuño>-

El elfo te mira con evidente desagrado, pero te responde

- Pruebe en el Bazar, aunque le advierto que tal y como están las cosas es posible que no encuentre lo que busca...

Dada la naturaleza de la gente que se reúne en el Bancal de la Muerte, el sitio presenta un aspecto bastante penoso. Las tareas de reconstrucción no han empezado todavía, y mucha de la mampostería está rota y cubierta por un musgo viscoso. La calle está mal empedrada, y pocos guardias hacen la ronda. Allí hay de todo, desde elfos de sangre con pinta peligrosa que no se parecen en nada a sus hermanos de las zonas más "privilegiadas", a gente de otras razas que están de "visita" o simplemente no tienen donde caerse muertos. Percibes sus miradas, que se clavan en tu espalda como puñales. Tal vez alguno se atreva a hacer realidad esa amenaza.

Paseo con tranquilidad, buscando a alguien que parezca algo perdido, o con demasiado peso en su bolsa para su salud.

Las miradas de los demás no hacen mella en mí, se que soy muchos de ellos son demasiado novatos para ser una amenaza, y las miradas de aquellos que son una verdadera amenaza no serían fáciles de detectar, así que apenas me preocupo por ello, buscando a mi objetivo.

La sensación descrita por el vigilante del orbe es algo más desagradable de lo que habíais imaginado. Durante lo que parece una eternidad, surcáis el Vacío Abisal a través de las corrientes de la magia arcana, y una serie de susurros incomprensibles horadan vuestra mente, como si las entidades del Vacío os invitasen a abrir los ojos y quedaros a hacerles compañía para siempre. Sin embargo, solo dura unos segundos, y volvéis a sentir suelo firme bajo vuestros pies. Cuando abrís los ojos, os encontráis en el interior de un lujoso palacio decorado con sedas rojas y púrpuras. Un guardia elfo de sangre, vestido con una armadura de placas rojas, os saluda.

- Vosotros debéis ser los enviados de Undercity que faltaban por llegar. Bienvenidos a Silvermoon; el regente os espera.

 En el suelo, tirado en una esquina, te encuentras a lo que parecen los despojos de un elfo que alguna vez fue noble. Sus elegantes ropas están sucias y manchadas de licor, y se aferra a una botella de vino con los ojos llorosos. Está evidentemente borracho, pero puedes ver que lleva una bolsita de dinero algo abultada. Visto lo visto, lo más probable es que se gaste todo eso en más vino.

Que extraño, alguien así no duraría ni un minuto en una zona como esta. O bien es un noble importante o trata de tenderme una trampa…Tal vez tenga cómplices por los alrededores.

Sonrío, haciendo que los colmillos sobresalgan aún más, dándome una apariencia un tanto macabra.

Veámoslo

Me acerco con cuidado hacia la figura, vigilando los alrededores tanto por posibles competidores como por una emboscada…

Esperemos que no sea mago- pienso mientras me agacho para cercenar la bolsa de monedas, sin herir al elfo, y marchar a buen ritmo, fuera de la zona barriobajera hacia un distrito comercial, donde gastarme el dinero.

Los espíritus elementales aullaban dentro de Latog durante el viaje a través del Abismo. Aunque se habían acostumbrado hasta cierto punto al hedor de lo arcano (pues era la fuente de energía que alimentaba la no-vida de Latog), una exposición tan directa les había alterado e incluso ofendido. Apenas fue capaz de escuchar lo que dijo el pielrosa que tenía delante con la agitación que había en su interior. Pero tendría que esperar para calmarlos. Comprobó que conservaba todas sus partes, se ajustó un colmillo que se le balanceaba desde que se le pudrió la carne de la encía, y dijo: - Guíanos, elfo.

El elfo hace un gesto molesto cuando le arrebatas la bolsa, pero luego compruebas que solo estaba hablando en sueños. Por un momento parece a punto de despertarse, pero luego se abraza a la botella y sigue durmiendo. 

Satisfecho con lo sucedido, y algo aliviado, me dirjo hacia donde quiera que haya quedado con el enano, cambiando las monedas a mi bolsa por si estuviera encantada y pensando en lo que queda de día...

- Por supuesto. Seguidme

El guardia os hace descender una pequeña espira de piedra y os conduce a una gran sala circular. Allí está el regente de la ciudad, Lor´themar Theron, hablando con el archimago de la ciudad y el nuevo General de los Forestales de Quel´Thalas.

- Excelencia, los enviados de Undercity que faltaban ya han llegado

 La mirada de Nessireth era bastante intensa, habia vuelto a aquel lugar donde una vez... no queria dejarse llevar por sus pensamientos, tenian ordenes estrictas, pero Nessireth no pudo mas que mirar al nuevo General de los Forestales, intrigada de la actitud de este.

Lor´themar se gira hacia vosotros y se acerca con gesto afable. No lleva las túnicas y sedas propias de alguien de su posición, sino una armadura de placas roja y dos espadas largas, listas para ser desenvainadas. Lleva su largo pelo blanco recogido en una larga cola vertical.

- Ah, bienvenidos a nuestra bella ciudad. Pero me temo que no podreís disfrutar de su esplendor, ya que estamos muy ocupados con las obras de restauración y solo la mitad oriental de la ciudad está habitable; aún tenemos que limpiar la zona occidental de no muertos y Desgraciados. Por favor, ¿me permitís vuestros salvoconductos?

Tu recuerdas a Lor´themar con claridad. Antes de convertirse en regente de Silvermoon e iniciar la senda del paladín, era uno de los Forestales de Quel´thalas de más alto rango. De hecho, es primo de Sylvanas. Sin embargo, tras la reconquista de la ciudad (al menos su parte derecha) y la marcha del Príncipe Kael´thas Sunstrider a Draenor en busca de una fuente ilimitada de magia arcana, fue nombrado regente en ausencia del Príncipe, y decidió convertirse en paladín para tomar un papel más activo en la protección de la recién conquistada ciudad.

La mente brujeril de Az´hul no pudo evitar analizar todo el viaje, via teleportacion al que fue somitido su cuerpo muerto; habia sido una experiencia interesante, algo que apuntar para epocas mas tranquilas, habia sentido el roce de presencias...interesantes en el interior del vacio, en una decima de segundo antes de que su cuerpo fuera completamente reconstruido..un parpadeo y una eternidad...la magia siempre era fascinante.

Fue guiado en silencio a traves de Silvermoon, no le impresionaba demasiado, las posesiones materiales, ajenas al ambito arcano, eran algo que encontraba insipido; sin valor, ni motivacion, no obstante estaba bastante seguro de que los seres vivos luchaban por muchas de las cosas que presenciaba en su camino, lo que si fue una sorpresa era el aspecto marcial del lider, se esperaba un noble, no un guerrero, bueno, eso quizas agilizaria las cosas.

Ante la peticion del guerrero, Az´hul rebusco unos segundos en el interior de su tunica; entregando en breve, los susodichos pases...

- ¿y que sabra un elfo afeminado como tu lo que busca un enano como yo?- gruño Hachaquebrada  mientras se separaba del guardia que le habia señalado como encontrar  la taberna. Sin esperar a la contestacion ,Hachaquebrada comenzo a dirigir sus pasos hacia el bazar, atravesando las enormes  puertas que    comunicaban los  barrios. Miradas furtivas en busca de una taberna recorrieron el lugar  en cuanto Hachaquebrada llego a lo que  señalaban como bazar.

-umm...- medito.- ... el trol colmilludo dijo que se acercaria  a la taberna en mas o menos una hora...- esforzo sus pocas neuronas y concluyo: - ¿ cuando teniamos que ir al puerto? uhm... bueno, aguardare a que colmilludo venga a rescatarme de la taberna...-

Al cabo de casi una hora el troll se acerca a la única posada en la que se oyen gritos desde la calle, asumiendo que allí sería donde encontraría a su compañero.

Me cae bien, solo con que maneje el hacha la mitad de bien que arma alboroto será el mejor guerrero que conozco.- pienso mientras entro el la posada.

Como había supuesto mi compañero está sentado en una de las mesas, con un jarra enorme de “cerveza” a su lado y muchas otras vacías cerca. Silenciosamente me acerco hasta allí y hago una seña hacia la barra indicando que otras dos jarras serian bienvenidas.

¿Qué tal el descanso del vuelo? Veo que ha sido productivo.- digo apuntando a las jarras vacías…