Partida Rol por web

Al amanecer, los exploradores se reúnen en el vestíbulo de la casa de huéspedes y acuden al lugar indicado por la Venturocapitana Kalistoff: la Mansión Miregrold.

La Logia de Karkau se encuentra emplazada en una mansión situada en una modesta finca en las colinas al sur de la ciudad, con vistas a las opulentas agujas y tejados a dos aguas de Karkau. Un solitario camino empedrado atraviesa la propiedad, serpenteando entre bosquecillos desvaídos, árboles desgarbados y hierba descuidada y sin cortar. En un momneto dado, el sendero se dirige hacia una pequeña mansión de dos plantas construida según el clásico estilo ustalavo. El tejado inclinado está vestido de pizarra negra, y unos aleros delicadamente tallados destacan en sus gabletes. Las ventanas principales se alzan estilizadamente terminando en arcos apuntados como lsi de una catedral se tratara. Un par de puntiagudos torreones flanquean las gruesas puertas principales reforzadas con hierro. Gruesas nobes plomizas parecen estar a punto de derrumbarse sobre la mansión y un viento inhóspito arrastra ramas y hojas muertas.

 -Bien. Empecemos pues.

Valaniel se acerca lentamente a la tremenda puerta de la mansión, ondeando grácilmente su toga y su capa negras como la noche en cada paso. Al llegar a esta, la golpea con la parte roma de la guadaña, y vuelve a apoyarla en el suelo a la espera de una señal desde el interior del edificio. Mientras espera, vuelve la mirada a sus compañeros y sonríe de nuevo. 

-¿Preparados?

Maedros mira a la mansión y enarca las cejas mientras extrae de su mochila una ballesta bien trabajada y se pone su máscara de ojo de tigre

- Supongo que si fuera a ser facil de localizar, esto no sería una misión. Muy bien, procedamos pues. Mi opinión, al ser esta una zona no explorada y potencialmente peligrosa, es adoptar un orden de marcha. Lamentablemente carecemos de pícaro, lo que sin duda es poco alentador pero... es lo que hay. William, en defecto de pícaro, vuestras habilidades como explorador son las que os convierten en mejor candidato, salvo que prefiramos que vuestra posición sea adoptada por Hentusen y, mas en concreto, por su león. En todo caso en segunda posición debiera estar Haakan, a fin de que pueda sumarse con velocidad al ataque en caso de ser necesario. Tercero y cuarto estaríamos Valaniel y yo para poder dar cierta cobertura mágica, y ya por último bien William, bien Hentusen. Bueno, al menos esa es mi opinión, ¿qué les parece, señores?

Desde luego el lugar era encantador para poner una logia. Desechaba tranquilidad y buen rollo, como en un cementerio.

Que pintoresco.

Valaniel parecia encajar en el lugar, tanto por su aspecto como por la guadaña que portaba.

¿Quién lleva una guadaña a una pelea? Es incomodisima.

Lo que sí que se extrañó fue del comentario de Maedros.

No sé a qué viene esa paranoia. Vamos a una logia de la sociedad. No a una mansión embrujada. No deberíamos tener problemas, por lo menos de momento.

En cuanto a lo del picaro. Para el que tuvimos en la última misión, mejor no tenerlo.

- No se... me parece extraño. - se explicó Maedros- No veo guardias, ni tampoco sirvientes. Si la logia está a la vista, ahora cuando entremos, por supuesto, no será preciso ir en situación de combate. Pero si resultase que la logia no está en la mansión sino en algún punto bajo esta... bien, sería bueno tener cierto cuidado, ¿no te parece

El gran humano apoyó la mano sobre la puerta empujando para intentar abrirla, mientras iba hablando.

- Nunca esta de mas serrr prrrecavido, Wiliam. - dijo por la misma razón que comentaba Maedros. El bárbaro sin embargo no parecía para nada nervioso o contrariado. Más bien al contrario, parecía querer entrar a toda costa. - No hace falta que haya prrroblemas, perrro siemprrre está bien tenerrrrlos en cuenta porrr si surrgen y mucho mejorrr si conseguimos evitarrrlos antes de que lleguen.

William se encogió de hombros. No creía que fuera para tanto. Aunque sí que era cierto que nunca está de más ser precavido. Con un gesto indiferente se llevó la mano a la empuñadura de la espada.

Por si acaso.

Mientras esperaban a que alguien les abriera, el explorador echó un vistazo a los lados. Por si hubiera alguién cerca escondido.

 -Mm... esto es raro. No han abierto. -y, dicho esto, el escuálido elfo comenzó a dar pasos hacia atrás hasta posicionarse tras el bárbaro- Esto ya me gusta menos. ¿Forzamos la puerta?

No parece haber nadie escondido en la vegetación cercana a la puerta principal. Te alejas unos pasos para echar un vistazo a la planta superior con algo de perspectiva y te parece ver por el rabillo del ojo un leve moviento en la pesada cortina color burdeos que cubre una de las ventanas del torreón de la derecha, aunque no podrías estar seguro. Este lugar es bastante siniestro.

La pesada puerta doble de madera reforzada con barras y clavos de hierro está cubierta de grabados y filigranas. Tiene una aldaba de bronce pulido que pende de las fauces de un león, así como un gran pomo del mismo material. Haakan tiró del pomo, pero la puerta se encontraba firmemente cerrada.

Despues de alejarse unos pasos para tener una mejor perspectiva, William vuelve con los demás. No han abierto, y el barbaro parece estar impacientandose, ya que está tirando del pomo.

Vuelve a llamar. Ahí dentro hay gente.

Fue lo único que dijo, pero se le notaba con la voz seria. No sabía si les estaban provando o era algo más siniestro. Pero desde luego no le gustaba nada el tema.

 Valaniel volvió a llamar a la puerta con la parte roma de la guadaña, pero esta vez utilizó las dos manos para imprimir mas fuerza en la llamada.

-Si no escuchan esto, aquí está pasando algo. -después miró hacia el bárbaro- Haakan, mejor ve calentando. 

Silencio... No parece haber nadie.

 -De acuerdo... -el elfo se acerca a la puerta, coloca una de sus puntiagudas orejas sobre la sobrecargadamente adornada hoja y cierra los ojos para concentrar sus sentidos en el interior.

Puesto que no había un pícaro para abrirles la puerta de manera sencilla y los hechiceros parecían no querer gastar sus conjuros, Haakan se cansó de esperar y se echó hacia atrás.

- Podemos intentarrrrlo de otrrrro modo. - dijo preparándose para pegarle una patada. - Podrrrría cederrr.

William observó divertido como el elfo acercaba la oreja a la puerta para tratar de escuchar algo.

Quien sabe. Lo mismo hasta le funciona.

En cambio detuvo al barbaro antes de que pegara a la puerta.

Espera amigo. De momento tratemos de ser amables. Antes vi moverse a alguien en la parte de arriba. Así que está claro que la casa tiene habitantes. Lo mismo están esperando que nos marchemos, puede que no les gusten las visitas y queiran hacernos perder la paciencia.

Recordemos que esto es una casa de la logia, y venimos a que nos acepten. Siempre estamos a tiempo de la violencia.

- A mi me parrrrece que si nos hubierrran visto, y quisierrran o nos dierrran la oporrrtunidad de entrrrarrr, ya habrrrían abierrrto. Crrrreo que más bien quierrren que nos vayamos. Segurrramente estén dentrrro esperrandonos con las arrrmas levantadas, perrro a mi eso no me imporrrta. - dijo el bárbaro a Wiliam.

- Si quierrren pelea, no serrré yo quien se lo niegue. Tenemos una laborrr que hacerrr aqui, y vamos a cumplirrrla, les guste a ellos o no.

Realmente a Haakan la misión que habian recibido le daba un poco igual, aunque eso no lo supiesen sus compañeros. Quizás tuviese sus propias razones personales para querer entrar ahi dentro.

Al pegar la oreja a la recia puerta de roble te parece escuchar un crujido de madera. Quizá una tabla del suelo, quizá un escalón... o quizá la misma puerta al soportar tu propio peso.