Partida Rol por web

Por un momento no reconozco la voz y tardo un poco en reaccionar.

Me giro hacía él asintiendo aunque sin el entusiasmo de otras ocasiones.

– Si te acompaño, tengo que despegarme un poco.

 El Hospital militar, esta cerca del astropuerto de Regina y el Bar Irsi tiene fama de ser el lugar de encuentro de os oficiales de la marina y cuerpo de exploración, se trata de una cantina con pretensiones de bar, ubicado en un acceso secundario al astropuerto, lo cual ayuda poco a darse a conocer por turistas o viajeros de paso...

El ambiente de camarería y comprensión que se evidencia en que nadie nos molesta rehace un poco mi ánimo.

Sí ha sido mi primera batalla naval que ha acabado con nuestro crucero destruido. No creo que se molesten en repararlo simplemente aprovecharan alguna de sus partes útiles para almacenarlas en el arsenal naval.

Bebo un trago de mi whisky paladeando su calidad.

Se aprecia el detalle – mientras saludo con él al barman como agradecimiento – nos ha servido del mejor que he probado nunca.

Al final le tengo que hacer una pregunta que me ronda la cabeza a mi superior.

– ¿Ingeniero Jefe Bower, sabe si han reconsiderado los licenciamientos masivos de la Armada después de este ataque?

Bower alzó la vista. Estaba desaliñado y cansado. Habían ocurrido muchas cosas, todas ellas desagradables. No esperaba que su último viaje terminara así, de esta manera.

- Ya no soy su superior, y no, mucho me temo, que los últimos acontecimientos no nos benefician a la hora de una nueva contratación.

Bower vaciaba con cuidado el contenido del vaso sobre su paladar alargando al máximo posible el placer de una copa después de un mal día.

El ex-tripulante apretó los dientes al acabar.

- Sin embargo - y Bower se acercó deliberadamente- muchos se preguntarán ahora si lo ocurrido está relacionado con nuestra licenciatura. Alguno dirá que querríamos sacar una buena tajada de nuestro último viaje.

Bower solicitó una botella para los dos y rellenó el vaso de Kraus sin derramar una gota, y el suyo a continuación.

Con un movimiento alzó el recipiente con el líquido dorado, su rostro enjuto y duro, menos viejo de lo que aparentaba pareció ensombrecerse un poco más. Se puso de pie apartando de un puntapie la silla.

- Por la tripulación del Ukushki Sar, por aquellos que no consiguieron volver..

Alzo mi vaso con él.

– Por la tripulación.

Pensaba que anularían las licencias pero la burocracia Imperial es inamovible. Ahora enviaran reclutas a luchar y se perderán muchas mas naves. Aunque puede ser este el motivo y alguien se halla embolsado unos millones de créditos a costa de nuestros compañeros.

– Con todo lo de las bajas no me habían entregado la documentación de la licencia. De hay mi pregunta. ¿Se sabe quienes eran los que nos atacaron?

Un tripulante de la starTorak, la nave que os rescato responde a Kraus - piratas, dos naves piratas... te lo puedes creer? - el oficial va a decir algo mas, pero se detiene en sus palabras... 

El bar, que bullía con las conversaciones de media docena de mesas, se queda en silencio local y mas de la mitad de los asistentes miran al ingeniero jefe Bower y casi al unisono se ponen depie y alzan sus copas - !POR LA UKUSHKI SAR Y SU TRIPULACION! - la mayoría de los oficiales presentes formaron parte de la Ukushki Sar en su ultimo viaje o en algún momento de su carrera... todos mantienen un minuto de silencio en honor a los caídos...

Le agradezco con un gesto al oficial de la starTorak lo que me dice.

Cuando esta a punto de continuar después del brindis aparecen nuestros sustitutos.

Su actitud denota que sus superiores no les han informado de la destrucción de nuestro crucero. ¿Los enviaran de patrulla ignorantes de lo que ha ocurrido?

No puedo ocultar mi malestar. Mas contra los que han continuado con el licenciamiento pese a que en el mismo sistema de Regina hay quien demuestra su potencia naval destruyendo un crucero que estos recién alistados a una nave capital como el acorazado starTorak.

– ¿Tu que opinas Bower? – mientras señalo al oficial del acorazado que nos rescato.

Bower miró alrededor y fue consciente casi al instante de que esos niñatos saldrían del bar antes de lo esperado. Había que ser muy ignorante -o  muy estúpido- para ir a celebrar el licenciamiento a un local conocido por ser lugar de reunión de los tripulantes parias a los que el estado ya no consideraba útiles.

- Opino que a alguien poderoso le interesa la caída del sistema Regina en la anarquía. - Dijo Bower - Y que no puede ser detenida por ningún esfuerzo concebible tal y como están las cosas.

Krauss observó que su ex-superior miraba a los recién llegados con la mirada encendida en fuego. Aquello era demasiado para un viejo marino acostumbrado a numerosos viajes y a la pérdida de demasiados compañeros.

- He visto ésto otras veces. Las revoluciones políticas comienzan por los estancamientos comerciales precipitados por los ataques piratas sin escrúpulos, conscientes de que los únicos que pueden hacerles frente son un puñado de estúpidos novatos recién licenciados. Regina no caerá inmediatamente, pero está siendo precipitada al abismo.

Entonces el especialista se puso en pie lentamente alzando de nuevo a la copa dirigiéndose a los jóvenes recién llegados..

- ...Tengo entendido que aquellos son la tripulación de la STAR TORAK. Son hombres curtidos en decenas de batallas que han sido despedidos para contratar a unas mariconas novatas que seguro que corren a su mamaíta en cuanto vean acercarse a una nave de guerra pirata. No los coneceréis verdad?

-dijo, bebiendo el vaso de un golpe y sonriendo ampliamente.

 Los novatos dejan de reír, uno de ellos se levanta para encararse a Bower, pero sus compañeros le instan a que se calme - dejalo Flomnder, esta borracho! - Flomnder mira a Bower con desprecio... - no merece la pena... - se gira para sus compañeros a la vez que bromea - solo es un borracho, no me extrañaria que también lo hallan despedido... - el inmaduro oficial mira a Bower y a los que se encuentran junto a el, Kraus y el oficial de la Star Torak - nadie en su sano juicio querría servir a su lado... apesta!...

Bower deslizó su vaso por la mesa hasta colocarlo ante Hoffman, quien contemplaba sorprendido los acontecimientos. Se preguntaba cómo podía evitar que la botella de whisky permaneciera intacta y tras hacer una mueca la agarró con una mano y sacudió con ella al sorprendido novato que le acababa de llamar borracho.

- Razón no te falta, muchacho - asintió el viejo tripulante, que lamentaba desperdiciar su bebida de aquella manera, aunque de todas formas volvería a pedir otra.

La botella estalla en la cabeza del novato, y este como si de un muelle se tratara, hace un pequeño temblor y se desploma inconsciente en el suelo...

Hera previsible que ocurriera esto unos estamos deshechos por nuestros compañeros muertos sin que nos hayan contado a manos de quien. Y todos sin explicarnos porque nos han licenciado y ahora nos vienen estos que en la evaluación de aptitudes diplomáticas debieron anotarles; aptos para provocar conflictos.

Sigo a mi compañero y le lanzo un puñetazo a uno de los recién alistados.

– Bower yo también quiero alguno para desfogarme.

 Kraus, golpea al novato y este pierde el equilibrio, trastabillando para no caer, acaba tropezando con uno de los veteranos de la Star Torak, este le propina un cabezazo que lo deja tendido en el suelo...

Llamo la atención de mi compañero.

– Vamos Bower, recuerda que nos han licenciado y ellos son miembros de la Armada ahora. Nosotros seremos los que se quedaran unas semanas detenidos mientras ellos parten en la starTorak.

Una vez fuera me aliso el uniforme y busco una calle/pasillo* cercano por el que desplazarnos como si estuviéramos paseando tranquilamente.

Bower salió tras Krauss en medio de la confusión. Aquello era una estampida general y cruzó la poco conocida puerta de atrás no sin antes agarrar una botella mediovacía de la mesa más cercana.

- Una gran pelea, especialista Krauss- saludó Bower con una sonrisa, y deslizó la bebida por su garganta con un buen trago antes de pasársela.

- Ahora deberíamos buscar un sitio para dormir, lejos de aquí. -susurró

 El almacén del bar iris da a un callejón, estrecho que recorre los altos muros del astropuerto antes de salir a una calle concurrida, donde circulan las voladoras y los pocos vehículos terrestres...

No, no me apetece ir a probar fortuna.

Sacando mi acreditación de la Travellers’ Aid Society de la chaqueta.

– Que te parece si vamos a su hotel. ¿No te gustaría comprobar como viven nuestros almirantes y nobles? Además tenemos que encontrar un trabajo y allí las ofertas serán mas retribuidas que en una pensión.

 El Regina Travellers Club, esta situado justo al lado del astropuerto, se tarta de uno de los hoteles de la cadena Travellers, mas lujoso de la ciudad de Credo...

Siempre los había visto por fuera y ahora podré hacerlo por dentro. – Pienso al estar delante de la entrada contemplando la alta estructura.

– De buscar un trabajo ya nos ocuparemos mañana. Y buscarlo aquí dentro nos ayudara ha encontrar buenas ofertas.

– Por la tarde iré a comprarme un comunicador* y de paso visitar un poco la ciudad.