Partida Rol por web

Una lucecita se ilumina en todos los comunicadores intactos de la nave en el momento que la energía de emergencia entra en funcionamiento..

- Aquí el Ingeniero Jefe Bower...

- El último impacto a acabado con los sistemas primarios y vamos a la deriva. Las láminas de acero reforzado son lo único que nos separa de una descompresión.. que pueda haberse dado ya. Procedan con el protocolo de actuación en caso de descompresión. Que los especialistas acudan a la sección de ingeniería para establecer su nueva interoperatividad antes de que se aisle toda la sección. Acudan con sus trajes de vacío para realizar probables reparaciones en condiciones desfavorables.

- Solicito presencia de marines con trajes de vacío en cubierta... maldita sea...  en dirección a última explosión.

 No puedes conectar los sistemas, ya que los datos recibidos confirman que el puente no esta, los sistemas de aviónica auxiliar y el puente de emergencia pueden tomar el control de los sistemas ausentes...

 Paslson, se acerca con un traje - Jefe, señor pongase el traje... Torres, dice que no hemos recibido daño alguno, que simplemente los sistemas no reciven señal alguna para funcionar, como si nadie gobernase la nave - Paslson introduce los comandos y señala al monitor - lo ve, los datos están correctos, los reactores están apagados porque no hay ningún protocolo en el terminal...

Asiento ante la diligencia de Alice.

– Buen trabajo suboficial Alice.

Respondo a la llamada de Bower.

– Señor aquí el Brigadier espacialista Hoffman Kraus desde el puesto de aviónica auxiliar. Hemos intentado derivar comunicaciones al puente y o no existe o los daños han destruido todas las conexiones.

– No ha llegado ningún oficial al puente de emergencia pero aparentemente funciona. Aunque mi subalterna no ha podido operar al no poseer el código de acceso. Solicito su permiso para intentar activarlo y restablecer el control operativo de la nave o conocer el daño que ha sufrido.

Escucho antentamente el informe de Palsson y Krauss. Maldita sea, todo esto es muy extraño..

- Permiso concedido Krauss. Pero el protocolo de emergencia ante descompresión sigue activo hasta la verificación. Pónganse los trajes protectores y operen con precaución.

- Desde la sección de ingeniería intentaremos detectar bioseñales en el puente de mando. Tal vez hayan quedado inconscientes sólamente. El resto de personal que siga con la verificación de sistemas. Roger.

Digo, mientras intento un checkeo de bioseñales en el puente de mando y prosigo con los chequeos típicos de estos casos.

Haber si podemos volver a controlar la nave.

– A sus ordenes Ingeniero Jefe Bower. Ya llevamos los trajes aunque lamentablemente hemos sufrido bajas. La explosión fue muy cerca de nuestra sección.

Mirando a los restantes espacialistas. – Señor si localiza un piloto o artillero, aunque sean unos cadetes, será mejor que los programas automáticos.

Empleando el comunicador del traje. – Suboficial Alice seleccione a dos ayudantes para que nos acompañen al puente de emergencia.

Espero un poco antes de salir por si hay respuesta.

 Aquí Tholome Brigadier de Artilleria, tengo las baterías Láser operativas, pero hemos perdido las baterías de misiles, desde aquí podemos controlar las torretas láser pero necesitamos cargar los programas desde  del puente de emergencia!... - El Brigadier Tholome hace una pausa... - hemos perdido el puente, todo el punte y en proa, gran parte de las cubierta B, C y D están expuesta al vació!...Nos están machacando y no podemos responder al fuego ni escapar, cargad los programas ya o nos destruirán!...

Reacciono de inmediato ante las palabras del brigadier Tholome. – Abannay este atento a las comunicaciones. Alice si ya ha seleccionado a sus ayudantes vayamos ya hacía el puente de emergencia.

Sin esperar para constatar si soy o no obedecido me dirijo hacía allí.

 La sala del puente de emergencia esta justo al lado de la de aviónica auxiliar, los mandos de piloto, terminales de control... todo esta reducido para poder controlar la nave con el mínimo personal, en caso de emergencia...

En el preciso instante en que se reconfigure la conexion de la sección de ingeniería con la computadora, la Kinunir tendrá potencia para maniobrar... y responder al ataque.

Introduzco nada mas llegar a la consola del capitán mi código de acceso cargando los programas de piloto y combate. Pese a las sugerencias de la computadora les doy prioridad respecto a una evaluación completa de los daños.

Transfiero el control principal de ingeniería a esa sección y el táctico al puesto de combate del brigadier Tholome.

Si sobrevivimos al combate ya tendremos tiempo, ahora no somos ni un blanco para practicas de tiro navales. Aquellos efectúan maniobras de evasión y contramedidas.

Una vez todo activado conecto el sistema de comunicaciones de toda la nave.

– Activado el puente de emergencia envíen informes de daños aquí. Se solicita la presencia de un piloto.

He omitido conscientemente mi rango y me he limitado a solicitar los informes de daños para que vean los supervivientes que se recupera el control.

 La transferencia de información, comienza... unos minutos mas tarde los programas de Ataque y defensa:

 El especialista se recostó contra la silla en la que se contralaba la terminal principal de la sección de Ingeniería, en la cubierta B de la nave Ukushki Sar. Bower despegó la petaca de sus labios tras ingerir una buena cantidad de líquido y se pasó la mano sobre la cabeza mientras mascullaba unas cuantas maldiciones en voz baja.

 Había muchas luces encendidas en el panel de daños. Los destellos titilaban iluminando los rostros de todo el personal presente como si estuvieran observando una holoanimación sensitiva.

 - Comencemos las reparaciones por orden de prioridad antes de que esos malditos oficiales de guardia del puente vuelvan a cagarla y dejen que dos naves nos ataquen a placer.

Hace una pausa antes de pulsar el comunicador con Krauss

 - Buen trabajo Krauss, en cuanto acabe aquí intentaré ayudarte. Roger.

Una vez repelido el ataque voy recibiendo como un robot los distintos informes de daños. El mas duro es el de los marines que están fuera de la nave. Cuando logramos sintonizar las balizas de sus trajes nos alegramos al comprobar que tuvieron tiempo de ponérselos. Pero una vez recuperados poco a poco se hace evidente que de nada les ha servido.

Finalmente llega un escuadrón de combate y somos evacuados.

Una vez en el hospital de la base naval me dedico a buscar a los supervivientes de los amigos que tenía en la nave.

No soy el único, me cruzo con algunos intentando consultar los monitores con la lista de bajas.

Por mi parte no necesito hacerlo ya que he sido quien ha introducido los datos.

Puede que al final haya alguna modificación menor entre los que cayeron mientras se dirigían a sus puestos de combate y algún herido tan grave que no ha podido dar su nombre pero serán los menos.

De un momento a otro seré llamado a alguna entrevista por la Seguridad Naval*y no quiero quedarme de momento sentado desfilándome por delante las fichas de las bajas.

 Con los ojos cargados tras pasar numerosas y agitadas horas estabilizando los sistemas, Bower terminó su informe favorable del especialista Hoffman Krauss. Se vistió de civil y cruzó la pequeña sala médica, esperando encontrar alivio en algún hotelucho de mala muerte. Su escaso cabello estaba arremolinado por el sudor, pero al viejo marino le daba igual. Se frotó los ojos para ahuyentar el sueño, y estuvo a punto de dar un traspié en el umbral; se detuvo, asaltado por la ansiedad.

 Pasó los dedos por la superficie metálica de la pequeña petaca que siempre llevaba consigo, desconcertado, casi abrumado por la misma sensación de vacío que le invadió al conocer la suerte de gran parte de la tripulación. Tenía que reconocer que a aquellos hijos de puta les había cogido cariño. ¿Y Krauss?, seguramente estaría por aquí, en alguna otra sala soportando el reconocimiento médico de rigor por algún matasanos incompetente. No le apetecía beber sólo.

 El especialista giró la esquina del pasillo en dirección al ascensor y vió a Hoffman examinando la lista de bajas.

- Vamos a tomar una copa al bar de abajo.

pronunció sin ni siquiera saludar. Hacía tiempo que había olvidado los modales de rigor pero las solitarias estancias en los conductos de multitud de naves volvían a uno un poco seco, muy cabrón, se dijo..