Partida Rol por web

Le costaba respirar. Erentor, maldita sea, ¿qué demonios hacías en el medio moviendote? El aire parecía negarse a entrar en sus pulmones, haciendo que el mero hecho de mantener los ojos abiertos fuese una odisea, ya no notaba el arma sobre sus armas, la armadura sobre él parecía una montaña tratando de aplastarle, de reducir aún más su tamaño.

Maldito sea yo mil y una vez, maldición, ¿solamente seré capaz de traer el dolor y la muerte a los que me rodean? La luz, ¿dónde había decidido esconderse la luz de ese sol que hacía enrojecer aún más la sangre de su amigo?

PUM PUM... PUM PUM... ¿que era ese sonido? ¿Un corazón? Era imposible pues el suyo acababa de quedar partido ante tremenda pérdida.

PUM PUM... PUM PUM... ¡Imposible! Nada que no fuese el dolor podía entrar por sus oídos, más aún en medio de una lucha en la que el chocar de aceros y pisadas y el sonido de miles de gritos ensordecía hasta el clamor de las olas del mar rompiendo contra las rocas.

¡ELDRIÓN! El martillo lanzo una ola de calor y compasión que rompió la piedra que comenzaba a encerrar su alma.

¡MORADÍN! Había olvidado la enseñanza más básica de todo enano, cuando no queda nada, cuando todo parece perdido, cuando estás derrotado, siempre queda Moradín, siempre queda tu fe. El Dios Martillo nunca abandona a sus hijos.

Eldrión, Martillo de Moradín, quedo en tus manos de la misma forma en que mi alma y mi dolor quedan en las de Moradín. Soy fiel servidor de Moradín aunque a veces no sea capaz de servirle como merece. Por tanto, suplico tu ayuda para mis amigos, para mí mismo y para Toril entero, necesitamos toda la fuerza posible en esta lucha, necesitamos acabar con este peligro.

La sangre de los demonios baña totalmente a Gimlik, sus pies pisan también la de su compañero caído, el olor a sangre comienza a invadir su olfato , mezclándose en todos sus sentidos, su boca esta seca y le parece sentir un sabor extraño en ella, sus ojos comienzan a ver todo en rojo, sus manos se crispan en el furor de la batalla, sus oídos no escuchan ya los gritos de la batalla, solo le parece escuchar los lamentos de las almas torturadas del averno, martirizado por rápidos flashazos de su pasado, en los cuales ve morir a amigos y familiares, muertes y mas muertes, solo dolor en su vida, su hogar perdido, sin percatarse de ello, la armadura del enano parece haberse cubierto en su totalidad de la sangre del campo de batalla, por lo que su apariencia es demencial, cual la de un ángel de la muerte, al contacto con ella siente como si su piel se quemara contra las flamas del mismísimo infierno, lo que alerta sus sentidos y le hace desear combatir mas, si buscar mas sangre…

En los cerebros de las criaturas un estruendoso sonido comienza a retumbar como presagio de la destrucción que caerá sobre ellos, en las mentes de los aventureros el retumbar de un corazón se escucha como fondo de la batalla, el mazo Eldrión comienza a destellar con una intensa luz azulada que le rodea por completo.

¡¡Por Lathander!! Frekthel, tu no, tu no

Ashram continua su lucha a pesar de las cuantiosas pérdidas sufridas por su grupo.

Señor Gimlik ignore mi sugerencia pasada, debo apoyar al noble Mormunk, todos podemos sentir ahora el poder del Gran Moradin latiendo en su brazo

Ashram emplea su daga para facilitar a Mormunk su defensa, entorpeciendo el ataque de la criatura que flanquean.

Vamos señor Mormunk no podremos resistir mucho tiempo mas

Y con fuerza y habilidad, realiza un ataque sobre la criatura.

Sea entonces, ¡por el reino!

¡Por Moradín! grita entonces el paladín viendo que las fuerzas comienza poco a poco a fallarle, notando como la sangre brota sin parar de la última herida, notando como sus ropas se pegan al rojo fluido vital. Se mueve sin parar intentando buscar un punto débil... encontrandolo por fin y haciendole saber a la criatura el daño que causa Eldrión realmente. (Daño 6)

Gimlik intenta golpear al Rukkerttin,pero al parecer está más pendiente ed la vida del clérigo que de acabar,de una vez,con el reptil.Sin pensarselo,Gimlik,se situa sobre el cuerpo inconsciente del clérigo.

Mientras el cielo parece estarse cayendo a pedazos debido al enorme diluvio que baña a los aventureros, las criaturas demoniacas continúan sus ataques sobre sus enemigos, mostrando toda su vileza en cada ataque, ensañándose con el débil y buscando asesinar por el simple placer del daño que se causa, sin embargo esta vez los aventureros han corrido con suerte ya que ambos ataques fallan gracias a la exacerbada defensa que estos presentan.

Gimlik intenta golpear al Rukkerttin, pero al parecer está más pendiente de la vida del clérigo que de acabar, de una vez, con el reptil. Sin pensárselo, Gimlik, se sitúa sobre el cuerpo inconsciente del clérigo.

¡¡Por Lathander!! Frekthel, tu no, tu no, Ashram continua su lucha a pesar de las cuantiosas pérdidas sufridas por su grupo. Señor Gimlik ignore mi sugerencia pasada, debo apoyar al noble Mormunk, todos podemos sentir ahora el poder del Gran Moradin latiendo en su brazo. Ashram emplea su daga para facilitar a Mormunk su defensa, entorpeciendo el ataque de la criatura que flanquean. Vamos señor Mormunk no podremos resistir mucho tiempo mas. Y con fuerza y habilidad, realiza un ataque sobre la criatura, el cual desafortunadamente para el guerrero pasa muy desviado de su objetivo. Sea entonces, ¡por el reino!

¡Por Moradín! grita entonces el paladín viendo que las fuerzas comienza poco a poco a fallarle, notando como la sangre brota sin parar de la última herida, notando como sus ropas se pegan al rojo fluido vital. Se mueve sin parar intentando buscar un punto débil... encontrándolo por fin y haciéndole saber a la criatura el daño que causa Eldrión realmente, la criatura frente a él emite un grito desgarrador, el mazo le ha dislocado por completo el hombro y en el lugar de la herida la piel de la criatura aparece quemada.. (Daño 6)

Por su parte Olivander busca un lugar desde el cual utilizar el poder de su varita, el cual encuentra rápidamente para acto seguido descargar su fuerza en dos ocasiones, las cuales impactan en su enemigo hiriéndole en pleno pecho, lo que roba la vida de su ser, por lo que su enemigo cae cual fulminado por un trueno.

El ruido de la lluvia se opaca cada vez mas por el constante retumbe que invade sus mentes PUM, PUM, PUM, PUM.

El imponente mazo Eldríon comienza a despertar aunque mientras mas brilla el fulgor de su poder, el paladín de Moradin palidece mas, a momentos pareciera que la fuerza vital del enano esta siendo absorbida por el mazo.

Gimlik intenta cortar la cabeza del reptil.Alza su hacha por encima de su robusta cabeza,pero el cansancio le hace realizar un movimiento demasiado lento como para que el Rukkerttin sea capaz de evitarlo.Amigos necesito ayuda....

Excelente, gran trabajo señor Olivander y noble Mormunk

Ashram no siente emoción alguna cuando su enemigo cae derrotado por la fuerza de Mormunk y Olivander, ni se detiene a contemplar el cuerpo a sus pies, partiendo inmediatamente hacia el enemigo aún en pie.

En camino señor Gimlik, noble Mormunk, le hemos dejado el camino libre para que pueda cargar contra el demonio, y procuraré maximizar vuestras posibilidades de exito

Ashram se mueve por la periferia, y finalmente se acerca al demonio desde un ángulo extraño, para tratar de superar sus defensas, y emplea sus movimiento para tratar de distraer a la criatura del ataque de Mormunk, entorpeciendo sus movimientos, y dificultando lo mas posible sus defensas.

¡¡Ahora, noble paladín!!, ¡¡deja que sienta en sus costillas la fuerza de Moradin!!

Parece que a Mormunk le cuesta hasta cargar con su propia arma pero la visión de sus dos compañeros luchando contra la criatura, especialmente la de Ashram sacrificándose para dejarle paso libre, hace que cargue contra la criatura al grito de ¡Moradin! golpeando de lleno a la criatura con el plano de su martillo.

Muy bien amigos,acabemos con esta criatura del demonio...!!!exclama Gimlik con furia mientras dirige su hacha hacia la cabeza del RukkerttinAAAAARGGGGHHH!!!!

Amigos necesito ayuda.... Grita el guerrero a sus compañeros.

Furioso al ver que es la única de su clase que queda en pie, la criatura levanta su arma y la gira en círculos por sobre su cabeza para evitar que sus enemigos se acerquen demasiado, para inmediatamente después descargar un potente golpe sobre el cuello de Gimlik, el cual debido al impulso logra hacer que se desmaye instantáneamente, ante esto el guerrero queda a merced de su enemigo. (Daño 13)

Excelente, gran trabajo señor Olivander y noble Mormunk, Ashram no siente emoción alguna cuando su enemigo cae derrotado por la fuerza de Mormunk y Olivander, ni se detiene a contemplar el cuerpo a sus pies, partiendo inmediatamente hacia el enemigo aún en pie. En camino señor Gimlik, noble Mormunk, le hemos dejado el camino libre para que pueda cargar contra el demonio, y procuraré maximizar vuestras posibilidades de éxito. Ashram se mueve por la periferia, y finalmente se acerca al demonio desde un ángulo extraño, para tratar de superar sus defensas, y emplea sus movimientos para tratar de distraer a la criatura del ataque de Mormunk, entorpeciendo sus movimientos, y dificultando lo más posible sus defensas. ¡¡Ahora, noble paladín!!, ¡¡deja que sienta en sus costillas la fuerza de Moradin!!

Parece que a Mormunk le cuesta hasta cargar con su propia arma pero la visión de sus dos compañeros luchando contra la criatura, especialmente la de Ashram sacrificándose para dejarle paso libre, hace que cargue contra la criatura al grito de ¡Moradin! golpeando de lleno a la criatura con el plano de su martillo, el cual rompe varias costillas de la malherida criatura. (Daño 7)

Por su parte Olivander da un paso a la izquierda dispuesto a terminar con el último de los enemigos, concentrado utiliza una vez mas el útil auxilio de su varita, de la cual sale despedida un nuevo haz de luz que impacta la criatura en pleno rostro, con un grito desgarrador la criatura se lleva las manos al rostro mientras la luz parece dispersarse por todo su cuerpo, pequeñoz ases de luz comienzan a aparecer en distintos puntos del cuerpo de la criatura, hasta que ésta termina por explotar en millones de pequeñas chisps de brillante luz blanca.