Partida Rol por web

En el bolsillo interior de tu chaleco guardas perfectamente doblado el papel donde el juez del condado de Texas establece una jugosa recompensa de 5000$ por Jonny Ringo. Lo último que descubriste de él es que fue visto cerca de Tucson, Arizona, hará cosa de dos meses. Así que siguiendo el procedimiento más lógico, pusiste a tu caballo rumbo al oeste para obtener más información sobre el terreno.

Tras una semana de viaje siguiendo la ruta que estableciste en Houston, ves a lo lejos la siguiente población, Carver, el último pueblo antes de la frontera con Nuevo México y un buen lugar donde descansar hasta que mañana con la salida del sol vuelvas a comenzar la marcha.

Tu último trabajo te trajo esta misma mañana hasta las afueras de Carver junto con 1000 cabezas de ganado para un rancho de la familia Montogomeri, una de las dos que dominan la ciudad en la que ahora mismo te encuentras.

Tras cobrar los 15$ que pactasteis al aceptar el trabajo tus compañeros de viaje decidieron volverse con sus familias a sus casas en Abilene, pero a diferencia de ellos, de momento tú no tienes mujer esperándote en ninguna casa y tu instinto te dice que una ciudad que atraída por el ferrocarril está creciendo tan rápidamente como Carver seguro que te ofrecerá más posibilidades de trabajo que las existentes en Abilene.

Cuando alguien tiene el carácter que tú tienes no te resulta fácil mantener un trabajo demasiado tiempo, por suerte, tú, al contrario que la mayoría de los palurdos que pueblan el salvaje oeste, sabes leer, y eso te permite encontrar nuevas oportunidades de trabajo más fácilmente que a otros.

Por eso has llegado a Carver esta misma mañana. Según leíste en el San Antonio Ledge, la compañía ferroviaria Atchinson, Topeka & Santa Fe Railways van a hacer pasar su línea férrea de Abilene a El Paso justo por esta pequeña ciudad de menos de quinientos habitantes, y sabes que eso atraerá colonos, trabajadores y furcias al lugar igual que las hormigas son atraídas a una gota de miel que se cae al suelo.

Tu último trabajo te trajo esta misma mañana, tras una semana de viaje desde Santa Fe, hasta las afueras de Carver, justo en la frontera entre Nuevo Mexico y Texas, junto con 2400 cabezas de ganado para un rancho de la familia Travis, una de las dos que dominan la ciudad en la que ahora mismo te encuentras.

Tras cobrar los 15$ que pactasteis al aceptar el trabajo tus compañeros de viaje decidieron volverse con sus familias a sus casas en Santa Fe, pero a diferencia de ellos, de momento tú no tienes mujer esperándote en ninguna casa y tu instinto te dice que una ciudad que atraída por la construcción del ferrocarril está creciendo tan rápidamente como Carver seguro que te ofrecerá unas posibilidades de trabajo más lucrativo que las existentes en Santa Fe.

Uno de Julio de 1878.

Por una u otra cuestión acabáis de llegar a Carver, justo en la frontera entre El Paso y Abilene, Texas. ¿Qué le lleva a cada uno conducir sus pasos hasta la pequeña localidad? ¿La búsqueda de un trabajo como barman? ¿Cómo aprendiz de ferroviario? ¿O tal vez sea un buen lugar para hacerse con dineros y oro fácilmente? En las mentes de cada uno se encuentran las respuestas.

Sea lo que sea, Carver posee una buena calle principal donde se arremolinan establecimientos y edificaciones comerciales, pero antes de llegar también habéis visto bastantes pequeños ranchos contiguos al pueblo. Las casas, ya en el interior dle mismo, se concentran casi por doquier, algunas también en la calle principal, junto a los establecimientos y otras en las travesías contiguas. Y notáis casi inmediatamente que el pueblo está creciendo de forma bastante acelerada y descontrolada, seguramente atraídos por los rumores de la construcción de una línea ferrea.

Vuestra entrada no parece llamar la atención de los habitantes del pueblo acostumbrados a que la población del mismo aumente día a día. La gente realiza su actividad diaria sin preocuparse de los demás, los comerciantes anuncian a viva voz sus productos alimenticios, las ofertas en alguna tienda de armas o la posibilidad de alquilar una habitación en alguno de los "hoteles" de por allí.

Lo que está claro es que, a decir por el movimiento de gentes, Carver está viviendo un nuevo amanecer. Seguramente que podáis aprovecharos del lugar sacar algún dinero extra.

El caso es que, ya en la polvorienta calle principal hay algo os llama la atención. Un hombre a caballo en medio de la calle, justo delante del Saloon que lleva del "El Alamo", intenta llamar la atención de cuantos puede a través de disparos al aire.

Aunque esa misma escena suele repetirse casi una vez al día en todas las poblaciones en la que habéis estado, lo cierto es que aún no ha dejado de resultar tremendamente efectiva y veis desde la distancia como varios de los transeúntes se arremolinan ya alrededor del jinete.

Roost hacia caminar su montura por las polvorientas calles. Había pensado en gastarse algo del dinero que había ganado en el Saloon. Al fin y al cabo, se merecía un descanso después del largo camino y no se negaría ni a un trago de whisky ni a un buen revolcón en un granero. Le había echado el ojo a la hija de los Travis. La que tenía unas buenas ancas para cabalgar... lo cual no era una gran idea, dado que era uno de los peces gordos de la ciudad. Pero Roost no era hombre de buenas ideas, ni grandes ni pequeñas.

No tardó sin embargo en desviar su atención hacía áreas menos entretenidas, pero sin duda alguna más rentables. Uno de esos estúpidos que creían que la mejor forma de llamar la atención de alguien era a tiros. Y puede que fuese verdad: el cowboy había tenido compañeros que aparte de "reward" y "wanted" no eran capaces de leer mucho más. 

–Vamos, Rosy– dijo azuzando al animal para que se moviese hacia el pistolero.–A ver que chorradas se estilan en esta ciudad.

Sin desmontar su yegua, Roost se acercó a ver que se cocía entre el gentío. Puede que hubiese oportunidad de ganarse unos dolares extra. Lo cual no estaba del todo mal. Rosy comenzó a andar con paso lento, no sin antes levantar la peluda y oscura cola, dejando una representación más o menos gráfica de la opinión que su jinete tenía del pistolero.

Su último trabajo le había llevado a Carver, pagaban bien y la ruta era segura. Sus compañeros habían vuelto a casa con sus mujeres, pero Tim no tenía ese "problema".

Aquel amasijo de gente le recordaba en cierto modo al ganado que transportaba, lo que podría significar alguna oportunidad de ganar de dinero.

Se pasó por un par de ranchos a preguntar por trabajo, sin suerte. Se dirigió a la calle principal, en busca de alojamiento, comida y algo de información.

De repente escuchó unos tiros, amarro fuerte la riendas, mientras posaba la otra mano en su Winchester alzando la mirada. Procedía de los alrededores del Saloon "¡Por mi santa madre! ¡Hay gente no sabe beber!" pensó.

Todo el mundo empezó a acercarse a un tipo pegando tiros al cielo. "Definitivamente, son igual que el ganado". Muchas veces disparaba al aire para avivar la marcha de las reses, aunque aquí funcionaba de forma contraria.

Decidió acercarse a ver qué ocurría.

Bill entró en la ciudad de Carver junto con su fiel caballo sardinilla en busca de algún trabajo con el que poder pagarse una botella de buen whisky. Nada mas amarrar a su caballo en las cercanías del salón, escuchó unos disparos y se acercó a inspecionar su procedencia.

Martin estaba de cacería, hacía 2 meses que consiguió la información de que Jonny Ringo fue visto cerca de Tucson y no pensaba dejar escapar esta oportunidad, la recompensa por su captura era demasiado alta como para ignorarla.

Llegó a Carver tras una semana de viaje y decidió descansar, tomar algo de whisky y recobrar fuerzas para el trayecto que le quedaba, quizá hasta consiguiera algo de información útil.

Al llegar observó el jaleo que se había formado junto al Saloon y decidió acercarse para saber que estaba ocurriendo.

Al igual que vosotros, la muchedumbre se arremolina alrededor del recién llegado, curiosos por saber que nuevas trae el forastero.

Bang

El hombre vuelve a disparar su pistola antes de comenzar a hablar.- ¡GENTES DE CARVER!- Grita

Bang

¡Escuchad! Pertenezco a un grupo de cowboys que conducimos un rebaño de reses hasta Great Valley, en Arizona -un lugar, como sabéis, bastante al este a partir de Carver, una vez atravesado completamente el estado de Nuevo Mexico.

En ese momento, la gente dejó de murmurar y le prestó atención con cuidado. -El resto de mi grupo llegará esta misma noche a esta ciudad, y nuestro patrón convoca a todos los interesados de un buen sueldo esta noche a las nueve ahí enfrente -miró al bar que tenía delante y lo señaló elevando el cuello y la cabeza-, en el Saloon El Álamo. Hasta la noche...

Sin decir más palabra, sin dejar tiempo a que ningún curioso preguntase nada, el jinete se guardó su pistola y espoleó su caballo que partió a toda velocidad en dirección oeste desde la cual había llegado.

¿Un buen sueldo? ¿Cuanto entenderá este tipo por un buen sueldo?- Te preguntas. La verdad es que no sabes nada del trabajo, pero no pierdes nada por informarte, igual sí que es un buen metodo de ganar un sueldo, además que estar a las nueve en el saloon tampoco te resulta una idea tan desagradable.

Aún no sabes de que se tratará el trabajo, ni tan siquiera si te apetecerá hacerlo, pero sabes perfectamente que atravesar Nuevo Mexico (al igual que cualquier otro estado) en solitario tiene sus riesgos, Apaches, bandidos, forajidos, lo que viene siendo una lista casi interminable de escoria variada.

Tucson está a pocos días de Great Valley, así que no sería mala idea hacer el trayecto junto al grupo de cowboys.

No acabas de terminar un contrato y ya te ha salido un posible trabajo con buen sueldo. Tal vez este sea uno de esos días de suerte.

Aunque claro, lo mejor será estar esta noche a las nueve en el saloon, por si lo que ese tipo entiende por buen sueldo no es lo mismo que entiendes tú.

No acabas de terminar un contrato y ya te ha salido un posible trabajo con buen sueldo. Tal vez este sea uno de esos días de suerte.

Aunque claro, lo mejor será estar esta noche a las nueve en el saloon, por si lo que ese tipo entiende por buen sueldo no es lo mismo que entiendes tú.

En un principio, no le hizo mucho caso al jinete, pero se paro a pensar un momento:

Great Valley está cerca de Tucson donde se encuentra mi presa, no me vendría mal la compañía para un viaje tan complicado y si encima puedo ganar un buen dinero, pues que demonios, iré a las 9 de la noche para concretar el trabajo, parece que he tenido un golpe de suerte. Pero de momento iré a tomar un whisky al Saloon y a descansar un rato.

Y tomó rumbo al Saloon.

Bingo!!! Justo lo que estaba buscando, con ese trabajo podré conseguir whisky y un par de buenas fulanas. Tras la buena noticia Bill se encaminó al saloon para buscar alguna informacion sobre este hombre y pasarlo bien hasta las nueve.

-¿Qué te parece Rossy? Cowboys que quieren ser actores, cazarrecompensas que hablan solos. Que me aspen si esto no es una locura. Aunque claro, yo soy el que habla con un jamelgo- la yegua resopló con fuerza, cansada por el largo camino que había recorrido aquel día.El cowboy hablaba con una voz grave y un deje desinteresado, pero seguía con la mirada el rastro de polvo del jinete. –Esta bien, preciosa. Te dejaré descansar.

Roost demontó del caballo y lo ató al poste. Estaría bien refrescarse el gaznate con una bebida fría mientras escuchaba el martilleante sonido de la pianola. El vaquero se apoyó un rato mirando al horizonte. Un buen sueldo. Espero que tengan la misma idea de lo que es un buen sueldo.

A Tim le hubiera gustado preguntar alguna cosa al jinete. No le quedaba más remedio que acudir al Saloon por la noche. Quedándose con la duda de si realmente sería un buen trabajo. En cualquier caso estaba contento por haber encontrado trabajo tan rápidamente.

Miró alrededor buscando otros posibles interesados. Vió tres hombres a caballo con bastante polvo en sus ropas y cargando enseres de viaje.

- Buenos días caballeros - dijo dirigiéndose a los jinetes, mirando por encima de la multitud - ¿Qué les parece el trabajo? ¿Están interesados?

Primero– respondió con una sonrisa el cowboy mirando de arriba a abajo a aquel canijo pistojo tan peculiar–habrá que saber si está tan bien pagado como dicen.