Partida Rol por web

| ISLA |

El cariz que tomaban las cosas no le gustaba nada a Markus. El Rey había logrado inmovilizar a Risk, y necesitaban sus conjuros si querían salir con vida de esa situación. El elfo de pelo oscuro no estaba muy seguro de lo que estaba a punto de intentar... pero esperaba que sus poderes fueran suficientes. Se concentró al máximo y mientras Walgior distraía al Rey, apuntó con su flecha. Pero esta vez no a un enemigo, si no a los finísimos hilos mágicos con que su enemigo había neutralizado al líder de los Elfos. Quizá lograse al menos liberarle lo suficiente para que Risk hiciera el resto...

- Que la magia guíe mi flecha... -murmuró justo antes de dejarla volar.

Luego abrió los dedos y la saeta salió disparada hacia su objetivo.

Miro a mi alrededor.Demasiados elfos,demasiado magos esto tenia que acabar,tenia delante un simple mortal y el era el rey de la tierra media,el poseía dos medallones y el resto no eran nada solo unos inferiores. Asi pues concentre mi magia esto es solo una distracción,tengo que encontrarlo si esta aqui ,debo dar con el tercer medallon y cuando este en mi poder acabarae con esta estupida lucha. Toque mis medallones y me dispuse a lanzar un nuevo hechizo que localizara el objeto que tanto ansiaba.

| JUGADA MASTER |

Markus apuntó con su flecha, otorgándole un poco de su magia, para poder cortar los hilos mágicos que sujetaban al Líder de los Elfos. Se concentró al máximo, dejó que la magia fluyera por sus manos hasta llegar a la flecha y después soltó la cuerda de su arco, dejando que la flecha atravesara el espacio que quedaba entre Markus y Risk. Podía escucharse cómo cortaba el aire por la gran velocidad que estaba alcanzando, hasta que cortó los hilos y liberó a Risk, permitiéndole así regresar a la batalla.

| ISLA |

La magia lo había envuelto y su cuerpo había quedado atenazado por invisibles hilos arcanos que no podía cortar de forma alguna. De repente una flecha surcó los aires y poco a poco fue soltando la presión que le impedía moverse.
Entonces decidió continuar con el hechizo que había intentado utilizar antes, se concentraría en la bestia alada del Rey e intentaría acabar con ella haciendo que su corazón estallase, comenzó a sentir nuevamente el cuerpo de la criatura y halló su corazón, entonces canalizó cuata magia pudo para destruirlo, para matar aquel músculo vital y hacerlo estallar

Extiendo mi percepcion y mi vista mas allá del campo de batalla intentando dar con mi objetivo en un ultimo intento de poder encontrar el preciado medallon.

| Isla - Los aires |

Maldije en voz alta al fallar los intentos de ataque al rey. De todos modos prefirió atacar a mi señor y no centrarse en mi, lo cual me vino perfectamente.

Retrocedí con mi dragón para poder coger el mayor impulso y cargué de nuevo hacia el rey y su propio dragón. Conseguir que mi dragón le golpease, mordiese y arañase era el principal objetivo, pero si hacía caer al rey tampoco estaría mal... Me gustaría luchar contra el mano a mano, como dos hombres dispuestos a dar la vida allí mismo.

Si aquello no daba resultado saltaría sobre ellos yo mismo, espada en el aire para clavarla en la cabeza del dragón y acabar con aquello de una vez por todas...

| JUGADA MASTER |

El Rey de la Tierra Media utilizó su magia para intentar encontrar una pista de dónde podía estar la tercera réplica. Canalizó todo su poder y dejó que éste fluyera por todo su cuerpo para concentrarlo en sus joyas. Necesitaba encontrar la tercera, necesitaba completar el trío si quería vencerles a todos. Si lo encontraba se acabaría todo, reinaría sobre todas las razas, nadie podría oponerse a su voluntad. De repente una luz brilló bajo el mar, de manera intensa y rojiza, como si estuviera llamando al monarca. Era el encantamiento que había utilizado para encontrarlo. ¿Podía estar el colgante bajo el mar?

Risk aprovechó que el Rey estaba concentrado en su encantamiento y lanzó su propia magia para acabar con el dragón que montaba el monarca. Sintió que su poder se filtraba por sus escamas, por sus músculos, y poco a poco llegaba hasta su corazón. Después se concentró en hacerlo estallar y lo consiguió después de unos segundos, para comprobar el gruñido que lanzaba el dragón debido al dolor que eso le provocó. Antes de que pudiera hacer nada el Rey, Walgior se lanzó hacia ellos con la espada en mano. Intentó clavarla en la cabeza del dragón pero debido a que se estaban precipitando hacia el suelo no consiguió su objetivo pero sí estaba ante el Rey, cayendo en picado.

Justo en ese instante llegaban sobrevolando el cielo dos caballos alados, acercándose a la batalla a gran velocidad. Un hombre con barba con un parecido increíble al Rey y una joven de cabellos rojizos.

| ISLA |

Markus observó la lucha de Risk y Walgior contra el Rey con gran interés mientras se defendía. Afortunadamente, su flecha había cumplido su objetivo y habían ganado un poco de tiempo. Casi estuvo a punto de gritar de júbilo cuando vio que ambos dominaban la situación y casi derrotaban al malvado monarca... pero entonces vio a los recién llegados. Uno de ellos era muy parecido al propio Rey, y eso no le gustó nada.

- ¿Y ahora quiénes son estos...? -se preguntó, mientras continuaba peleando con las hordas de enemigos, atento siempre por si se volvía a necesitar su ayuda.

Isla

Llegan en el momento justo en el que el Rey está cayendo junto con su montura y tiene a dos elfos atacándole. No puede permitir que caiga, por mucho que sepa que esos dos elfos no son nada a su lado. Enfunda la espada, sabiendo que los segundos que tarde en llegar junto a su Señor pueden ser demasiado peligrosos, así que descuelga el arco y carga una flecha, se concentra mientras susurra algo, insuflando la flecha cargada con su magia y apuntando con ella a Walgior que parece ser el que representa una amenaza directa para el Rey.

Deja ir la flecha con un solo pensamiento "acierta en tu blanco".

| Isla - En el aire |

Tener al rey tan cerca era perfecto, pero como siempre todo se tiene que torcer... Aquellas nuevas personas eran un problema viendo como defendían a su rey, sobretodo aquella de pelo rojo que disparó una flecha en mi dirección. Maldita sea, dejad que el inútil de vuestro rey se defienda por si solo...

Cerré los ojos con fuerzas, flexioné las rodillas y apreté los puños alzando un poco los brazos. La idea consistía en crear una fuerza mágica que desviase la flecha y que incluso tirase al Rey del dragón. De todos modos lo primordial era lo primero. Herido o muerto no valgo tanto y ya estaba muy cerca de mi objetivo...

| ISLA |

Había conseguido derribar el dragón del Rey, sin embargo otras dos figuras habían aparecido en escena
-Sáquenla de aquí- dijo telepáticamente a Jack y refiriéndose, por supuesto, a la Agraciada. Luego centró su atención en la mujer peliroja que erguía el arco. Necesitaba acabar con sus enemigos cuanto antes. Sus ojos se posaron en su montura, un caballo alado, buscó en el animal, halló su cerebro y concentró sus Artes para hacer que este colapsara destruyendo los vasos sanguinos que lo alimentaban, necesitaba acabar con la criatura para que su jinete tuviese al menos otra cosa de qué preocuparse.

| JUGADA MASTER |

Los planes parecían torcerse para uno de los bandos. Con la llegada de los dos nuevos miembros la balanza se había equilibrado hacia el bando del Rey o al menos eso parecía por el momento.
Cassandra había conseguido aprovechar el ligero despiste de Walgior y lanzó una flecha cargada con su poder para conseguir que fuera más efectiva y más certera. Lo logró, la flecha atravesó el aire con tanta velocidad que a Walgior no le dio tiempo de defenderse y su magia llegó mucho más tarde que la flecha. Ésta le atravesó el pecho casi rozándole el corazón, para sorpresa tanto de Walgior como de sus compañeros de batalla. 
Byron, el hombre que acababa de llegar junto a Cassandra y estaban defendiendo al Rey, quiso atacar al Líder de los Elfos lanzándole un encantamiento que lo inmovilizara por completo. Quería crear algo parecido a una cápsula de la cual no pudiera salir ni él ni su magia, pero sí entrar la del propio Byron.
Además el Rey había encontrado una pista de dónde podía estar el colgante de modo que Naida estaba en peligro cada vez más.
Grey observó horrorizado la imagen de Walgior herido y no dudó en lanzarle una flecha cargada con su magia hacia Cassandra, con la intención de apuntarle directamente al corazón y acabar con ella.
Risk intentó concentrarse en el cerebro del animal que portaba a Cassandra, intentaba destruirlo como había hecho con el corazón del dragón del Rey, pero en esa ocasión no le salió tan bien como quería y esperaba. Sí consiguió que el animal se retorciera de dolor y volara de un lado a otro.

Observe la lucha a mi alrededor,pequeños mosquitos intentaban dañarme .No veian que todo intento era inútil.
Como quien ignora una hormiga ,el rey comenzo a concentrarse para teleportarse al punto debajo del agua donde estaba el collar,envuelto todo el en una barrera con forma de burbuja,para poder respirar y ademas no dañarse al bajar de los cielos.

| ISLA |

Vio cómo la flecha impactó a su querido amigo, sin embargo desde su posición no podía determinar la gravedad de la herida, el hechizo había comenzado a funcionar, pero debía continuar trabajando en él. Volvió a concentrarse y a lanzar su magia una vez más, esperando que esta vez fuera suficiente.

| Isla |

Abrí los ojos de par en par y clavé mi mirada en la chica de pelos rojos (Cassandra). Me asestó una flecha en el pecho de forma casi mortal. El tiempo parecía pararse y noté como ya no estaba en el dragón, caía estrepitosamente hacia el suelo y no parecía importarme demasiado en un principio, aunque luego comencé a reaccionar. Estaba muy cerca, demasiado cerca de derrocar al rey y una flecha no me detendría por muy certera que fuese.

El aire me azotaba y mi mirada se clavaba en el cielo. Pronto tocaría el suelo con la espalda y aquello podría ser desastrosom fatal. ¡Nunca me rendiría tan fácilmente! Pude ver antes de caer como el rey se marchaba y me preocupé por Naida. Mis compañeros estarían ocupados en la batalla y en mi estado poco podría hacer. Defender a la elegida sería mi nuevo objetivo aunque con ello tuviese que morir.

Dí un grito desgarrador mientras caía a gran velocidad, girandome sobre mi mismo de cara al suelo. Aún quedaba un poco. No me asustaba la idea de morir, lo que me aterraba es no cumplir con mi cometido. Proteger y servir al bien. Si moría en aquel momento no habría hecho tanto como se requería y por lo tanto habría fallado. Volví a gritar de nuevo, alzando mi mirada al mar, sabiendo que si el rey había salido de su dragón, desprotegiendose, es por ir a Naida... Concentré mi mágia en mi cuerpo y aquel intenso grito, deseando ser lanzado hacia el agua y caer de cabeza en ella con una fuerza descomunal, atravesando el agua como si de aire se tratase y poder llegar a Naida mucho antes que el propio rey.

Esta vez no iba a morir...

| JUGADA MASTER |

El Rey decidió desaparecer de la batalla con la única intención de aparecerse, con ayuda de su magia, bajo el mar. Sabía que allí se encontraba el colgante porque su brillo así se lo había indicado. De repente el monarca tuvo la sensación de haberse trasladado a otro universo, a otro mundo que no conocía. Bajo el mar no se ahogaba y eso era gracias a su magia, pero se sorprendió al ver que existía un universo marino desconocido por todos.

Había una ciudad entera creada allí, siendo protegida por un ejército de hombres con bellísimas colas y armaduras cubriéndoles el torso. Prepararon las armas al ver llegar al Rey y se apresuraron por proteger a un grupo bastante peculiar: un muchacho de cabello castaño, una niña de cabello oscuro y muy rizado con los ojos verdes, y una muchacha con los cabellos dorados. Sus ojos azules se clavaron en el Rey, para hacerlo después en las dos joyas que colgaban de su cuello. El monarca pudo darse cuenta de que el colgante seguía brillando con una luz roja muy intensa y que colgaba de aquella muchacha, cuyos ojos azules podían confundirse con el agua del mar.
Sin embargo, justo en ese instante en que sus miradas se cruzaron, Walgior atravesó el agua a una velocidad pasmosa. No parecía afectarle ni la gravedad ni la falta de oxígeno. Había caído desde el aire a gran altura y a pesar de que en esas circunstancias el agua podía convertirse en suelo de piedra, la atravesó sin que le provocara ningún daño mayor y provocando un estruendo como si fuera una bestia más grande la que estuviera introduciéndose en el mar. Inmediatamente después, se colocó justo delante de Naida y el resto del grupo, protegiendo especialmente a la muchacha. Se colocó en posición de defensa, preparado para enfrentarse al Rey si éste decidía en algún momento atacarla. Estaba dispuesto a dar su vida pero la joven Naida no pudo evitar horrorizarse cuando vio al elfo con una flecha clavada en su pecho. Todos tenían pequeñas y transparentes burbujas protectoras en la cabeza que les permitían respirar, pero Walgior pudo escuchar perfectamente a la joven.
- Walgior... Estás herido...- murmuró Naida con un tono de voz muy apenado al ver que el elfo no tenía muy buena cara.

Risk volvió a intentar el hechizo para conseguir que el cerebro del caballo alado estallara, y finalmente lo logró. Durante el segundo después, el caballo alado comenzó a caer en picado acompañado de su jinete. Cassandra estaba en un aprieto. Además, el Líder de los Elfos logró esquivar el encantamiento de Byron con gran maestría, haciendo desaparecer la cápsula que había comenzado a formarse alrededor de él. Byron pareció enfurecer y todos se habían dado cuenta que hasta en eso se parecía al Rey.
- ¡Muere maldito!- bramó Byron, volviendo a lanzar otro encantamiento hacia Risk para intentar crear la cápsula de nuevo.
Estaba decidido a capturarle, a retenerle, para matarle después.

| Bajo el mar |

Todo salió según lo planeado y me sentía euforico por ello. Mi entrada en escena podía servir como intimidación, aunque no lo necesitaba.
Miré a Naida y alcé una mano para que no se preocupase, llevandola luego a la flecha y partiendola para que no me molestase, sin sacarla para no desangrarme o herirme más aún. Aquella herida perjudicaría en mi combate, eso estaba claro. No sabía cuando tiempo podría aguantar con tal herida pero haría lo que fuese para que la joven no resultase dañada ni robasen su collar.

-Creo que tenemos algo pendiente, escoria.-le dije al Rey con tono amenazante aunque algo entrecortado, se podía ver como flaqueaba aunque guardase la compostura.

Debía aprovechar aquel lugar y su naturaleza. Me encontraba en un inmenso y precioso mar, pero también peligroso... Sin apartar mi mirada de mi objetivo llamé mentalmente a todo animal marino capaz de luchar como tiburones o incluso pulpos. Acudiesen o no, yo atacaría con espada en mano y soltando toda mi furia, canalizando el dolor de mi herida en mis manos para asestar el golpe de gracia.

| ISLA |

Risk vio desaparecer al Rey y supo que Walgior se había lanzado tras él, había logrado acabar con la montura de la peliroja y eso la había quitado del cuadro al menos de momento. El grito del humano le permitió conocer a su atacante y así no sólo reforzar sus defensas mágicas sino también hallar un nuevo objetivo para sus artes. Concentrando su magia decidió acabar con Byron de la misma forma que lo había hecho con el dragón, haciendo estallar su corazón.

| Bajo el mar |
Apenas mire unos segundos a aquel elfo que intentaba dañarme ,aun herido y sangrando parecía dedicado a ello.
Concentre mi poder para llamar a Cassandra allí mismo para que pudiese continuar su combate ,con una burbuja para que esta no se ahogara bajo el agua..
Despues de ello alze una barrera protectora ante el ataque de mi enemigo esperando protegerme de este.

| ISLA |

Aunque desde la superficie Markus no podía ver nada de lo que pasaba debajo del agua, sí pudo ver cómo aquella flecha alcanzaba a Walgior y lo derribaba. Ahogó un grito de rabia y se volvió hacia la joven pelirroja que montaba el caballo alado. Sin pensárselo dos veces, apuntó a su jinete, pero Risk se le adelantó y acabó con la bestia antes utilizando su magia. Aunque eso le hizo atraer la atención de Byron...

- Bien, pues entonces... sigue así, distraído... -murmuró Markus, cambiado de objetivo y disparando una flecha mágica al hechicero que era casi igual que el Rey y que peleaba con el líder de los elfos. Con un poco de suerte acertaría y terminaría con aquél peligroso enemigo.