Partida Rol por web

 SIn pensar,me aproximo al arquero.

Mis espada radiante y conjurada divinamente,por mi poder,choca contra la débil criatura,reduciéndola a cenizas.

No tenéis nada que hacer,rendíos!!

La bola de fuego del mago persigue sin descanso a los elfos, esta vez consigue quemar a uno de ellos.

El semielfo golpea salvajemente al que estaba moribundo, haciendo que caiga muerto a tierra.

El paladín arrincona a otro elfo mientras pide la ayuda de su dios. Cuando baja la radiante espada es para tajar de arriba a abajo al infortunado elfo, que aún así consigue mantenerse en pie.

Amnos, buscando a tientas a su compañero caído logra cerrar las heridas por las que se estaba desangrando lentamente. Zorro aunque no corre riesgo inmediato de morir, sigue inconsciente.

Salgo de mi escondite y corro hacia donde está Haplo para darle una mano con los arqueros. Maldigo al arquero que está más cerca mio condenándolo a sufrir los tormentos del infierno y luego hago un encantamiento.

Un chorro de magia pura sale de mis manos y golpea brutalmente en el pecho al arquero.

El ataque de Klarion impacta en el elfo dejándolo al borde de la muerte. Parecen acobardados ahora que la cosa va decantándose de vuestro lado.

Adnathor ve a Amnos malherido y decide ayudarle. Pronuncia una palabra mientras lo señala con la mano. Ahora parece encontrarse mejor.

A continuación evía una Lanza de Fe a uno de los arqueros.

Zorro una vez recupera la consciencia ve a los arqueros y como esta la situacion. Se mueve rápido para ponerse entre dos de los arqueros y la bola flamigera.Y arroja una daga forzando al enemigo a recular.

Zorro lanza a ciegas una daga que afortunadamente no impacta a sus compañeros, aunque tampoco a los elfos a los que por poco pilla por sorpresa. Al rato empieza a parpadear y la visión se le va aclarando.

Los elfos al lado de la esfera flamígera son alcanzados por las llamas, a uno de ellos se le prende la ropa y al rato cae al suelo entre gritos de agonía. El otro se retira, alza su arco y le asesta un flechazo terrible a Roerkas que estaba pendiente de su enemigo más cercano. El semielfo cae al suelo inconsciente.

El elfo arrinconado por el paladín trata de salir de esa ratonera, pero Haplo al verlo moverse le descarga un tajo en la espalda que le rompe la columna. Acaba en el suelo en un charco de sangre.

El último elfo en moverse dispara contra el clérigo, el cual da gracias a su dios por la armadura, pues aunque está a punto de atravesarla, la punta de la flecha se queda clavada en ella a milímetros de la piel.

Al ver caer a su compañero Roerkas y algo recuperado por la sanación de Adnathor, Amnos usa toda la energía que le queda en una enfurecida carga contra el arquero que tiene frente a él... lamentablemente la rabia le hace menos certero, y aunque el golpe no haya hecho daño, al menos ahora el elfo está, nunca mejor dicho, entre la espada y la pared: Ya eres mío, demasiado tarde para rendirte... susurra con odio a su contrincante mientras forcejea con su arma.

 SIn pensar demasiado cargo contra el único arquero que queda,

Ya que no te rindes,acabarás con honor!

Amnos carga contra el elfo, la punta de la espada a punto de resbalar en la armadura de cuero, pero gracias al impulso de la carga la perfora y le hace un pequeño tajo que lo deja maltrecho.

Haplo carga contra el elfo que tiene más cerca, dándole un buen mandoble que derrama por primera vez la sangre de este elfo. Al ver la herida y sus camaradas caídos, veis una expresión de pánico en su cara.

Me muevo hacia el otro lado de la habitación donde mis compañeros están acabando con el resto de nuestros enemigos. Maldigo al arquero que fuera previamente atacado por Haplo y empiezo a entonar un encantamiento, nuevamente, un chorro de magia pura sale de mi mano hacia el arquero.

La magia de Klarion impacta en el elfo, de la nariz le sale un pequeño reguero de sangre. Está al borde de la muerte.

Zorro corretea hasta el elfo que esta con Amnos y le da una puñalada artera.

Adnathor se acerca a Roerkas, que se debate ante la presencia de la muerte. El clérigo invoca una plegaria, agachándose al lado de su compañero e imponiendo sus manos en la frente de éste. Una luz brilla, y Roerkas abre los ojos.