Partida Rol por web

Cuando llego con mis compañeros, apenas puedo creer lo que veo...

Uno de mis compañeros yace muerto en el suelo, partido por la mitad... Fenix parece que está en Shock y Huracano, aunque al principio en las fauces del dragón, ha logrado liberarse... Sí... Dragón... A parte de esqueletos andantes... Toda una fiesta... 

- Mierda... ¿Qué habéis hecho? - Piensa piensa piensa... - ¡Oh viento! Abandona la fluidez y deja de ser etéreo... Conviertete en mi muro y mi sustento... Hazte fuerte como un muero pero invisible a la vista... 

Mientras ensalmo, empiezo a mover los brazos mientras observo como aire se endurece y se hace rígido... Lo doy forma a mi voluntad y formo un primer muro invisible justo delante del Dragón de 25 metros, separándonos de él. Parece que Huracano es capaz de defenderse... El que me preocupa es Fenix, que está completamente parado...

- ¡Fénix! ¡Sal de ahí! - Grito. - ¿Estáis bien? ¿Dónde está la espada?

Mientras intento encontrar respuestas, sigo acumulando magia.

Yatusabi muerto, Huracano atrapado entre las mandíbulas del dragón y Fénix en el suelo, esa es la primera imagen que vio nada más entrar pero rápidamente cambió. Huracano logró liberarse mientras que el otro muchacho tornó en un león blanco. Sophie, presurosa como siempre, protegía a los demás. El felino caminó en busca de la espada a por la que habían venido...todo demasiado rápido.

Aramil se encontró bloqueado en un primer momento pues es cierto que el guerrero había muerto pero seguro lo hizo peleando hasta el final. El encontrar estalagtitas le pareció muy interesante pero no las usaría para atacar al dragón por si pudiera romper el hechizo de Sophie. Se puso a su lado preparado para el siguiente movimiento del grupo y del enemigo.

La escena fue muy rapido: Sophia levanta un muro que separa el dragon del resto del grupo, Fenix "cambia" hasta convertirse en una especia de fusion humano-leon, Huracano levanta varios kilos del tesoro, amenazando al dragon. Entonces, ayudado por la "magia" de Huracano, Fenix alcanza la espada negra, la cual, tras envolverla en una capa enjoyada que se encontraba entre el tesoro, carga al hombro y vuelve a la entrada.

El dragon esta colerico, no hace falta mirarlo para saber que, de no ser por la barrera de Sophia, os estaria despedazando. En el momento que Fenix llega a la entrada, el antiguo reptil golpea con fuerza el muro, el cual, pese a estar formado en su mayoria por energia, se resquebraja*.

-Estupidos mortales-se rie el dragon esqueleto-No pensariais en serio que esta simple magia podria detenerme. YO SOY YANDRAK! LLEVO EN ESTE MUNDO MUCHO ANTES DE QUE VUESTRA RAZA SE LEVANTARA, ESTO NO ES NADA PARA MI, SOLO UNA SIMPLE MOLESTIA-y, mientras pronucia la palabra molestia, descarga otro potente golpe contra el muro.

- ¡Buen trabajo Fenix! - Grito al ver que mi compañero se ha hecho con la espada.

Podría intentar un hechizo de teleportación... Pero dudo que pueda llevarme también la espada.

- ¡Salgamos de aquí! - Digo dirigiéndome hacia la salida, aunque espero a que mis compañeros me sigan. - La barrera no aguantará mucho más, de manera que tenemos que darnos prisa. La prioridad ahora es salir de aquí...

Como única respuesta a Sophia, suelto un gruñido mientras corro hacia la salida lo mas rápido que puedo tratando de mantener a mis compañeros lo mas cerca posible de esta.

Me concentro en mi poder sonrrío a el dragón a mis compañeros cojo la espada por la venda y desaparezco de la vista de todos 

No entendeis muy bien que acaba de pasar: de pronto Huracano, quien mantenia el oro en el aire, realiza un pequeño gesto con la mano y desaparece. 

Yo hace tiempo que he salido por patas....

Con un enemigo de la talla de un dragon como adversario, la opcion mas coherente es salir corriendo del lugar y eso es lo que haceis. Guiados por Fenix a traves del laberinto de pasillos que recorren la mansion, conseguis llegar a la puerta por donde entrasteis, sin embargo, esta se os cierra. 

-Ooooh-suena de nuevo la voz de Hringham a traves de las paredes-¿Ya os vais? Pense que os gustaria mas jugar con mis... mascotas un rato mas.

Notais como numeros seres empiezan a salir de las diversas habitaciones y se dirigen hacia vosotros. Por suerte, el dragon no parece que pueda pasar por la puerta que daba a su cueva, por lo que no esta entre ellos.

Golpeo la puerta con todo el peso de mi "nuevo cuerpo", la araño un rato sin dejar de maldecir a Huracano por dejarnos solos ante esa situación, finalmente me giro sin dejar de gruñir mientras observo a los seres a ver de que se tratan. 

- ¡Fenix! ¡Aramil! ¡Intentar abrir la puerta! Yo intentaré contenerles todo lo que pueda.

Grito mientras sigo corriendo a toda velocidad.

- Luz... Se mi arma... Mi lanza... Mi venganza... - Empiezo a recitar mientras a mi alrededor se empiezan a formar pequeñas chispas de electricidad. - Conviertete en mi brazo mientras que el viento se convierte en mi escudo.

Disparo el rayo contra los enemigos que hay en la puerta, esperando quitarlos de en medio, tras lo cual hago que el aire se solidifique a nuestro alrededor, dejandonos a nosotros tres y a la puerta dentro y a los enemigos fuera.

Corriendo se encontró cuando se quiso dar cuenta. Huracano, con quien había hablado cuando fueron a por la ropa de abrigo, se había fugado a algún lugar dejándolos tirados - Increíble, y justo cuando crees que no puede ir peor va y sale esto - Pensaba mientras sus pies comenzaron a andar y poco a poco a correr cual alma que lleva el diablo.

Llegaron a la entrada y, antes de pasar el umbral, se les cerró en las narices. Además la voz esa ya volvía a dar por saco de nuevo. Ante el acto de Sophia no lo pensó mucho y decidió lanzar un ataque doble a las bisagras de la puerta para que, por lo menos, una solapa cayera y pudieran ir.

La verdad, desde que se puso un pie en el interior de este castillo, todo empezo a ir de mal en peor. Al principio, una fuerza misteriosa separo el grupo, luego, un Dragon esqueleto debora a Yatusabi y, tras recuperar la espada, Huracano desaparece. Ahora, al intentar salir de alli, las puertas se cierran y una horda de no muertos salen poco menos que de la nada dispuestos a mataros. Pues no. Hasta aqui habia llegado vuestra paciencia. Como si los 3 supervivientes fueran uno solo, decidieron salir del castillo tanto si a Hringham le gustase como si no. Como si se siguiera un plan no elaborado, Sophia se para en seco, lanza un hechizo que,literalmente, deshace a una cantidad enorme de enemigos y, a continuacion, levanta una barrera de contencion para que Aramil pueda efectuar 2 potentes disparos contra las visagras de la enorme puerta de entrada. Ambas aciertan y la puerta cae de forma pesada sobre el suelo. En ese momento, Fenix, convertido en un enorme Leon blanco, se lanza contra la puerta, que cae hacia fuera permitiendo al grupo escapar de aquella enorme horda que parecia no tener fin

- ¡CORRER! - Grito en cuento mis compañeros, en un perfecto trabajo en equipo, derriban la puerta.

De manera que corro, corro todo lo rápido que me permiten mis piernas. 

Atravieso la puerta como si atravesará otro mundo y el frío aire del exterior me golpea el rostro... Pero es agradable... Apenas he pasado unos minutos dentro de aquel castillo y sin embargo habían parecidos horas... 

- ¿Estáis los dos bien? - Pregunto a mis compañeros una vez nos hemos alejado del castillo. - ¿Estáis heridos?