Partida Rol por web

Frunzo el ceño al escuchar en mi cabeza las palabras de Sophie.

Mientras no sepamos qué les ha ocurrido a los demás, no vamos a quedarnos aquí tan tranquilos, Sophie - sentencio. - Y, si queda alguien, no voy a plantearme dejarles allí, solos, salvo que me lo pidan explícitamente. Tal vez tú no sientas ningún lazo con el clan Iowa, pero ellos nos han cuidado desde que nacimos...

Lamento el pensamiento nada más se cruza por mi cabeza. Sophie, pese a que su capacidad intelectual siempre la ha mantenido separada del resto de nosotros, siempre se ha preocupado por su gente. Incluso formaba parte del Consejo.

Lo siento, no quería decir eso... Mira, intentaré encontrar una forma de transferir tu mente a otro cuerpo. Creo que esos tatuajes pueden ser la clave para hacerlo. Una vez nos separemos, si tú quieres quedarte aquí no te lo impediré. Pero yo voy a tratar de abrir ese portal a nuestro mundo. Si podemos traer a los supervivientes aquí, perfecto. Si no, volveré para buscar venganza. Me da igual que los Rockhome se queden con el pozo si mueren todos los Torstein. Sé que es irracional, pero yo no puedo liberarme de mis sentimientos, Sophie.

Nada me ata aquí por ahora. Ni creo que las cosas sean mejores que en nuestro mundo. ¿Hay más libros? Tal vez, pero la gente tiene los mismos prejuicios que en Kansas. ¿Has visto cómo nos miran? El desprecio en los ojos de esa elfa... ¡Cómo si ellos mismos no fueran tan mutantes como nosotros! Mierda, tienen más recursos y en sus ciudades la gente sigue muriendo de hambre y pidiendo en la calle algo de comida que llevarse a la boca. Tal vez la vida sea más fácil aquí, pero sin el clan, sin nuestra gente, no creo que para mí merezca la pena.

Me quedo en silencio. No espero que Sophie lo entienda, yo mismo no lo hago. Sin embargo, no estoy dispuesto a rechazar todo lo que me ha hecho como soy, mis raices, sólo porque en este mundo sea más seguro y tenga más posibilidades. Yo sí conozco la probabilidad de sobrevivir yo sólo contra los Torstein si vuelvo para buscar venganza: cero. Será una muerte segura. Pero si han acabado con todo el clan Iowa moriré llevándome por delante a todos los que pueda.

Sophie guardó silencio un momento, antes de responder.

También son mi familia, Riley. Dijo, sin tono acusador. No les deseo mal, pero aunque tuviera mi propio cuerpo tampoco podría hacer mucho por ellos. Las visiones no siempre son fiables, y es todo lo que puedo aportar, ya que ni siquiera puedo salir al sol, ni mucho menos estoy capacitada para luchar... ni defenderme siquiera, y a menudo mi lógica no es bien aceptada.

Mi primer impulso también es la venganza, amigo, pero no iba a lograr demasiado con ella, aunque lograse consumarla. Es un riesgo innecesario, y como digo, agarrarse las entrañas te hace no querer repetir la experiencia.

En cuanto a cómo nos miran... Y sin ser tampoco una gran experta, apostaría a que es más una impresión tuya que algo real. Salvo la elfa, no he visto que nos hayan tratado mal, y sin embargo tú amenazas a Angela con una ligereza preocupante. Puede que tengas la razón, pero perder los estribos y amenazar a compañeros no te la dará de cara a los demás, y tampoco sabemos a ciencia cierta que esté infectada. Pretendiéndolo o no, Angela está dando bastante mejor imagen que tú, y enfrentarte a ella te aleja del resto del grupo.

Recomiendo prudencia y calma al tratarla delante de ellos, e incluso calma con Osellë. Ten un poco de altura de miras, si esa elfa prefiere seguir hablando en su "Elda lambe", que sea ella la que quede de maleducada. Por más que se lo recuerdes o la mires mal cada vez que lo haga, no lograrás que cambie su actitud.

La ronca voz de Riley me sorprendió por un momento hasta que caí en la cuenta de lo que había averiguado. En su ausencia, gente que conocía había muerto y lo que por lo que había deducido, era su hogar, había sido destruido.

Si me hubiese pasado a mí…- me dije, reprimiendo un escalofrío al pensar en la mera posibilidad de aquello -No, el bosque aun resiste, Elayne y Aldazar siguen vivos y esperando a que vuelva- me obligué a pensar. Por suerte, la propuesta de Ángela de salir y buscar algo de información por nuestra cuenta en la biblioteca me permitió centrarme en algo más que no fuesen aquellos pensamientos.

Si, será lo mejor- dije, todavía mirando la puerta por la que Riley se había marchado, pues aunque hubiese querido decirle algo para animarle a pesar de no llevarme precisamente bien con él, lo cierto era que no sabía que decir -Además, yo también quiero hablaros de algo…- añadí mirando a Ángela, pues al fin y al cabo era, al menos en parte, la causante de que fuese a tener que hablar de ello -Vamos, contra más seamos más rápido iremos- dije, dirigiendome a Osellë, Varken y Yaril·la.

Niego con la cabeza al escuchar a Sophie.

No me refiero a esta gente. Ellos tampoco son de este mundo y me importa bastante poco lo que puedan llegar a pensar de mí ahora mismo. Me refiero a cómo nos miran todos los demás. ¿No te has fijado en sus expresiones al ver mis ojos blancos? ¿O sencillamente cuando pasamos a su lado y se quedan mirando mi aspecto? No, Sophie, este mundo puede tener muchos más recursos que el nuestro, pero eso no hace que la gente tenga más respeto hacia lo que es diferente.

Me quedé pensando en sus palabras. ¿Cuándo había amenazado a Ángela? ¡Ah! Justo después del ritual... Bueno, llamar a eso amenaza era tomarse mis palabras de forma demasiado rigurosa, especialmente en el estado en el que estaba tras ver a Shar. Sólo recordar su imagen me produjo un escalofrío.

¿Por qué crees que tuvimos esa visión durante el ritual tratando de conectar con el mundo de Ángela? Le pregunto mentalmente a Sophie. ¿Puede tener algo que ver con Kerrigan? La relación de esaa mujer con semejante monstruo es, ciertamente, preocupante. En algún momento tendremos que hablar con todos y poner las cartas sobre la mesa. Claro que, para hacerlo, es posible que tenga que desvelar tu existencia... Interrumpo la frase. Después de todo es algo en lo que Sophie tenia que darme su permiso para hablar, pues no me incimbe exclusivamente a mí.

Miró de hito en hito a Ángela y a Mól.

-Dale un momento para que atienda al Gran Maestre-dijo en el único idioma común que tenían todos para que la doctora comprendiese que respetaba su decisión y su naturaleza de sanadora-Nos reuniremos un poco más tarde, ¿hm?-tocó el brazo de Mól y ladeó la cabeza sutilmente, señalando la salida para que saliesen ambos de aquella zona y dejar privacidad para lo que la doctora pudiese hacer por el anciano. La fragilidad de la edad era algo a lo que no podía hacer frente sin parecer irrespetuosa o condescendiente-Cuando el otro-presumiblemente Riley-se recomponga podremos hablar de lo que necesitéis... pero mejor estando todos presentes.

Consideró que era un margen decente de tiempo para que el anciano se sobrepusiese al esfuerzo y si no lo era al menos lo había intentado.

Sophie escucha a Riley atentamente, pero aunque no dijo nada referente al trato que le daban los demás, no parecía de acuerdo.

Como quieras. 

Entonces vino la pregunta acerca de la visión.

Buena pregunta. Podría ser provocada por la diosa, o un presagio de algo que va a suceder, aunque dudo que una diosa nos haga una visita. Dijo casi con humor. No comprendo las energías que gobiernan la 'magia' en este mundo, pero tal vez 'acercarse' a su plano  e intentar tener una visión, hayamos obtenido simplemente la imagen de Ella. 
Entonces volvió a hablar de Kerrigan y su relación con Angela.

Creo que sería una buena idea hablar a las claras, sobre la visión de Shar, sobre Kerrigan y Angela, y sobre "lo mío". La verdad es que me encantaría poder participar en la charla, si me lo permites.
Que hayamos podido ver los Yermos a través del plano Astral, pero al intentar ver el mundo de Angela hayamos visto el plano de la Sombra resulta extraño. 

Nuestros mundos de origen son distintos, pero también nuestros momentos. Quizá Angela y Kerrigan llegaran -por un motivo que se me escapa- a través del plano de la Sombra, y los demás a través del plano Astral, si es que eso es posible. Podría ser un error al preparar el ritual la primera vez, pero aparentemente es una posibilidad pequeña, si tenemos en cuenta la preparación del mago y de la sala, pero no se debería descartar.

Si lo preferís Interrumpió Varken. Yo me ocuparé de atender al Maestre y buscarle un lugar cómodo, así los demás podréis discutir tranquilamente... Miró alrededor. Se suponía que estaban en una parte de la biblioteca donde no se podía entrar sin permiso especial, ya que habían textos mágicos. Y echar un vistazo a todo esto.

Respiro un par de veces para hacer acopio de fuerzas antes de levantarme. Observo un momento el patio, que sigue siendo algo completamente ajeno a lo que estoy acostumbrado, mientras muevo un poco la mano para desentumecer los nudillos, ligeramente amoratados tras el golpe a la pared.

- Está bien. Vamos dentro - digo en voz alta, aunque no hay nadie que me escuche.

Vuelvo al lugar donde estaba el resto del grupo y trato de localizarlos si se han ido de esa zona. No es complicado que uno de los bibliotecarios me indique dónde encontrarles, ya que nuestra llegada y el ritual del Gran Maestre Darion seguramente hayan llamado la atención de los habitantes de esta fortaleza.

Al fin, veo al resto de mis compañeros y me acerco a ellos con paso lento, aún bastante agotado por la magia de Darion y el esfuerzo de establecer contacto con mi mundo.

- Tenemos que hablar... - digo sencillamente pasando la mirada por ellos. - Todos juntos, por una vez - sentencio. En Velen tuvimos tiempo para charlar unos con otros, pero ni una sola vez nos reunimos todos a la vez. Sin embargo esta petición es algo parecido a lo que en Iowa sería pedir una reunión general al Consejo; algo que no se puede rechazar salvo en tiempo de guerra o causa mayor. Un escalofrío recorre mi espalda tras ese pensamiento, recordando una vez más las palabras de Thomas. Iowa es historia.

Cuando Riley regresó, Varken y el Maestre no estaban, y el grupo se encontraba en la misma sala, esperando que el mago se recuperase. A juzgar por la tenue expresión de esperanza en la cara de la sacerdotisa, parecía que el mutante hubiera llegado caído del cielo.

Y-ya era ho-hora de hac-z-z-cerlo. Asintió.

Tenéis razón- dije -Especialmente después de todo lo que ha dicho el anciano- añadí, mirándoles alternativamente mientras recapitulaba en mi mente lo que habíamos averiguado… especialmente en lo referente a nuestra relación con el Plano de la Sombra.

Y cuanto antes empecemos mejor… a saber cuánto tiempo estará el anciano inconsciente- les dije -¿Quién quiere empezar?- pregunté, puesto que prefería prepararme mentalmente antes de hablar yo… aunque si nadie quería hacerlo, sería yo el que empezase.

- Si me permitís. - Se adelantó, dispuesta a exponerse para que criticasen cada uno de sus movimientos, estaba más que acostumbrada a tener que dar explicaciones de cuestiones difíciles, y no era muy diferente a otras veces, de hecho, hablaban de la vida de un buen puñado de personas, de su salud y cuál era el camino más aconsejable para evitar dichas pérdidas.

 Un gesto corregido de las manos evitó que descendiesen a la altura de sus cadenas buscando los bolsillos de su bata de laboratorio. - La echo de menos en estos momentos...

 Todo es más fácil con equipamiento.

 - Tengo en mi poder un arma terrible. - espetó sin miramientos - desconozco el alcance real, pero los pronósticos de sus desarrolladores eran muy prometedores, tanto como para eliminar cualquier clase de comunicación entre .... - se detuvo, pensando que era como explicárselo a un paciente, ellos preferirían la versión que le daría a Jack. - En mi mundo estaba pensada para acabar con cualquier rastro de pensamiento libre en la Inteligencia de los cerebros de una especie que convive con los humanos, pero con la capacidad de daños colaterales, los propios humanos. - Posiblemente fuese una forma de acabar con cualquier clase de conexión sináptica, del tipo que fuera, psiónica, ómnica o humana. - No debería tenerla, pero la custodio de momento. Puede ser inestable. - no tenía tiempo de explicarles que era una bomba, y tampoco sabía si esa información no les daría ideas...si eran suspicaces entenderían que era como guardar un barril de pólvora en una habitación llena de antorchas.

 - Kerrigan sabe que la tengo, aunque no ha mostrado interés en conseguirla. - o piensa que es inútil o sabe que podría ser peor para ella.

 - Cuando me elevó por los aires, tuvimos tiempo para hablar. - debía de ser extremadamente dificil para Riley, ya que debió de considerar que ella necesitaba su ayuda como la de un caballero blanco, además de por el odio ya expresado por ella en el pasado. Angela no estaba hecha para odiar, podía entender que era una asesina despiadada, una persona cuyos fines justifican cualquier medio, algo que chocaba con la moralidad de la doctora por completo, no obstante, ella no era juez, y mucho menos el verdugo que pretendía ser el mutante.

 - Para asegurarse de que le era útil introdujo en mi vientre un parásito creado con biomateria lleno de.... - neurotoxinas....hum... - de veneno. Un veneno letal que ataca a la mente. - se acarició la frente casi sin llegar a tocarla, pensando que aquella descripción tendría que valer a pesar de su imprecisión. - Pretendía utilizarlo como amenaza, mi vida a cambio de información. En el peor de los casos, lo usaría como paso previo a una invasión de mis sistemas, que, puedo inferir, terminaría por la transformación total de mi cuerpo y mi mente a algo que le fuera útil.

 Cuando Riley dio conmigo ella misma me lo sacó. - Era su palabra contra la de...¿nadie? Ella misma les contaba esa historia exponiendose a que no la creyesen, no tendría sentido contarla si estuviese infectada, ergo, con algo de lógica, deberían concluir que estaba fuera de peligro y manipulación.

 Esperaba que hubiese preguntas al respecto, pero decidió continuar para no caer en el error de analizar sólo las partes sin tener en cuenta el todo.

 - Si estoy libre de su influencia es porque me ofrecí a colaborar libremente con ella, intuyo que las preocupaciones "psiónicas" que has tenido - miró a los ojos de Riley sin ninguna clase de remordimiento por ocultarselo - son los mensajes que intercambiamos. Ella investiga por su cuenta, aunque dudo que comparta ningún detalle menor. Yo hago lo propio. En eso, he procurado dejaros al margen.  No les he contando nada de vosotros, ni tengo pensado hacerlo.

 He tomado esta decisión unilateralmente porque al valorar la opción de entregarla y que fuese ejecutada por vosotros o las gentes de este mundo por sus crímenes, el resultado más probable será la muerte de muchos y el desvanecimiento de una potencial prueba clave para que volvamos a nuestra casa.

 Eliminar a Sarah es privarnos de una variable de nuestra situación aquí, salí reforzada en mi conclusión al ver que la consideraban como una más de nosotros, y como Tosk! podía no parecer un aliado de la paz, todos traemos con nosotros nuestro sufrimiento, nuestra guerra y nuestros prejuicios. Creo que es tan clave como cualquiera de nosotros. - Por tanto haber perdido al gigantón les había privado de cierta información importante, además de una brutal ayuda.

 - Igualmente, no es suficiente como para tomar la decisión que tomé. Es una asesina, al menos el monstruo que vemos lo es. Haya o no algo más, no parece una discusión necesaria en este momento. Llegué a ese pacto a cambio de un precio. Ella dejaba de matar a diestro y siniestro para formar su ejército, y a cambio yo la informaba de cualquier novedad cada cierto tiempo. Si yo dejo de enviarle esos mensajes o no soy productiva, sabremos de ella, volverá a replicar los sucesos de la plaza y la capilla, pero a un nivel mucho mayor.

 A estas alturas, confío plenamente en que puede ayudarse a sí misma a salir de aquí, y si colaborar con nosotros la lleva a esa meta, poco más importa. Siempre que se abandone la sed de venganza o justicia por nuestra mano.

 Por el momento sé que utiliza la vida de otros para curar sus heridas, de modo que todo el daño que le hicimos - se incluyó , aunque ella jamás le había hecho nada a Kerrigan - ha sido una causa indirecta de la muerte de más personas, al menos, hasta que me concedió el beneficio de la duda.

 No sé si cumplirá su palabra, pero la confianza se basa precisamente en ese riesgo.

 Asentí cerrando ligeramente los ojos, no estaba relajada, y menos con una persona, si podía llamarse así, capaz de lanzarse contra mí para abrirme en canal si lo que digo no le gusta. 

 Salvo Môl los demás se presentaban ante ella como verdaderos seres primitivos, no por su tecnología, sino por su forma de enfrentarse al mundo.

 Miré al mago "sombrío", irónicamente la única luz en el grupo para Ángela.

 - Obviamente me refería a ti. Aún estoy aprendiendo. Compartieron conmigo esa información, aunque no todo puede ser tan fácil.

 Yo tengo un arma capaz de arrasar la vida, y no podría aceptar que me tomasen como una amenaza sólo por eso. El poder en sí mismo no es malo, ni es bueno, todo depende de la responsabilidad.

 Y para Angela el mago había demostrado ser bastante responsable. Además, tenía la intención clara de ayudar a través de la sanación tradicional a su pueblo, necesitaba poco más para creer ciegamente en él.

 Hubiese dicho algo mientras recorría con la mirada el semblante de todos, me hubiese detenido en el de Riley, como ahora, y le hubiese dicho...

 Te ayudaremos. No te rindas. Arreglaremos lo que ha pasado en tu ausencia.

 Pero no necesitaba que confundiese mi ánimo de asistirles con compadecerle.

Estoy cansado, demasiado. Y las palabras de Angela no hacen sino hundirme más en mi silla.

- Joder - digo sin más. "Tanto conocimiento y tan poco juicio para utilizarlo... Después de todo, igual Angela sí pertenece al pasado de nuestro mundo. Y esos idiotas de los Antiguos se encargaron de destruirlo absolutamente todo". En otro momento habría expresado mis pensamientos en voz alta sin preocuparme lo más mínimo de lo que el resto pudiera pensar al respecto, pero después de todo lo ocurrido antes prefiero tomarme un momento para pensar.

- Cuando corrí detrás de Kerrigan en Velen no lo hice por rescatarte - explico. De alguna forma parece que Angela sigue pensando que acudí a ayudarla como si fuera uno de esos príncipes de los cuentos que, según mi abuela, los antiguos contaban a sus niños para dormir. - Un ser como Kerrigan, capaz de llenar en minutos una plaza como la que vimos de una sustancia creada a partir de los cuerpos de las personas que ha matado podría desestabilizar toda la vida en este mundo. Y en cualquiera de los nuestros. En ese momento parece que mi rifle era lo único que podía hacerle verdadero daño, así que fui a acabar con ella. No sabía si te habría soltado desde el aire o succionado tu esencia para curarse. Y, a pesar de tenerte como rehén, le disparé sin dudarlo un momento - le recuerdo. Me vuelvo a mis compañeros, para explicarles la situación. - Cuando sacó su apéndice de la boca de Angela y escapó volando le sugerí hacer una operación de urgencia para extraer cualquier cosa que le hubiera dejado dentro, siguiendo una visión en la que algo crecía en el interior de un cuerpo humano. No se me ocurrió pensar que lo que realmente había envenenado era su cabeza...

Hago un gesto de negación, aunque no queda claro si en desacuerdo con la actuación de Angela o con mi bocaza por decir esa última frase antes de matizarla convenientemente. Pese a todo me vuelvo hacia Angela.

- Sophie ha leido muchos libros de filosofía antigua. - Teniendo en cuenta la escasez de libros en mi mundo, "muchos" seguramente se reduzca a uno o dos, y casi seguro incompletos. - Es sorprendente como esa gente se rompía la cabeza por temas tan vanales. Pero si tú crees que somos, siquiera indirectamente, responsables de que Kerrigan siga matando, ya sea para curarse o para extender su plaga por este mundo, eres tan - ¿estúpida? - naif como esos pensadores que seguían dándole vueltas a qué era lo correcto mientras transformaban mi mundo en un Yermo. Cada uno es responsable de sus actos...

Hablar de responsabilidad me hace pensar en lo que acaba decir sobre el poder que tiene y recordar nuestra conversación en otra biblioteca.

- Me hablaste de vuestro problema con las máquinas, esas que habían empezado a pensar y se negaban a que las trataseis como esclavos. Y ahora explicas que vuestra mejor solución es un arma que destruye no sólo el pensamiento de esos seres sino, potencialmente, de todo el mundo... Os negáis a aceptar que esos seres que han evolucionado desde algo que vosotros habeis creado deberían tener la misma libertad que el resto y decidís destruirles sólo porque son diferentes. - Casi igual que los Torstein, pienso sin poder reprimir el odio que siento por el clan que, hasta donde yo sé, ha acabado con el mío. Tal vez ese sea uno de los motivos por el que siento tan poca empatía hacia Angela. - Después de todo, es lo mismo que Kerrigan. Asimila de alguna forma a todas las criaturas para que formen parte de su colmena. El ser psiónico que lleva en su interior ha devorado completamente su mente. No necesita tu arma para acabar con la inteligencia de los humanos, porque su método es mucho más efectivo. Los absorbe y los controla.

Respiro un momento. No estoy acostumbrado a hablar tanto. Creo que nunca lo he hecho, aunque en este mundo hay suficiente agua como para evitar que se seque la boca al malgastar saliva.

- Vosotros, al menos hasta donde yo sé, no pudisteis sentir a la criatura que controlaba a Kerrigan. El poder que emanaba de ella sólo se igualaba por su hambre. Incluso intentó tentarme con su poder, como si eso me interesase lo más mínimo... Si consigue abrir un portal a su mundo, aprovechará para conquistar este y controlar los dos. Y lo mismo hará si colaboramos con ella para acceder a nuestros multiversos, o lo que sea. - Me vuelvo hacia Osellë y Mor. - En vuestros mundos hay señores Oscuros que luchan por dominar a todos los demás, ¿no? ¿Qué podrían hacer si colaborasen con un ser que controla con su mente a todos los seres que crea a partir de lo que mata, como una Reina con su enjambre? ¿Cuánto tiempo podríais resistirlo?

Frunzo el ceño al pensar qué haría Kerrigan en mi mundo. Con suerte en los Yermos acabaría muriendo, porque no iba a encontrar muchos seres vivos para generar esa biomateria. ¡Mira! ¡Igual esa es la mejor opción! Que devore a los Torstein y luego mueran todos en un desierto que jamás tendrá los recursos para mantenerlos. Desde luego es una idea que merece la pena analizar en detalle, aunque ahora no tenga tiempo para ello.

- No sé nada de los planos más allá de lo que nos han explicado hoy y lo poco que me contaste en el barco - digo girándome hacia la paladín que está con nosotros. - Pero sentí a esa Shar cuando intentaron contactar con tu mundo, mientras que eso no ocurrió conmigo - le digo a Angela. - ¿Cómo te comunicas con Kerrigan? ¿Es posible que esa criatura pueda utilizar el plano de las sombras para cruzar hasta aquí en vez de hacerlo de la misma forma que nosotros? - Después de todo, tanto Angela como ella llegaron más tarde. - ¿Qué relación puede tener ese ser con Shar? Por muy poderoso que sea, no puede medirse de ninguna forma con el poder primitivo y eterno que sentí esta tarde... - No termino la frase. Probablemente otros puedan aportar a este tema mucho más de lo que yo pueda decir. - Cuando Kerrigan apareció aquí no podía contactar con su enjambre, pero ¿y si intenta crear el portal a través del mundo de las sombras? ¿Sería así capaz de comunicarse con varios mundos?

Me quedo callado un momento, pensando alguna forma de concluir.

- Yo no soy mi abuela - digo mirando a la elfa, como desafiándola a decir algo. - Carezco de la sabiduría para decidir si colaborar con Kerrigan es una buena idea, aunque mis tripas me dicen que no. Pero estoy seguro de que tú también careces de ella - digo mirando a Angela con severidad - y sé que no deberías haber tomado esa decisión sin consultarla a los demás. No cuando nuestros mundos están también en juego... - añado, incluyendo a Yaril·la en la afirmación, pues el impacto de la presencia de Kerrigan, y tal vez también la nuestra, en este Faerun les afecta a ellos más directamente que a los demás. - Ese riesgo del que hablas no es sólo tuyo para decidir aceptarlo. - En Iowa, Thomas y Sophie habrían convocado rápidamente al Consejo para una decisión así, y seguramente a todo el clan. Parece que, a pesar de todo, mi gente sí aprendió algo de los errores del pasado. - Mierda, ni siquiera sé si es algo que debamos decidir entre todos nosotros...

Tranquila, Sophie, pronto hablaré de ti y te presentaré a los demás. Después de todo, tú estás tan metida en esto como cualquiera de nosotros...

Al parecer, mis palabras fueron suficiente para que Ángela hablase, por lo que permanecí en silencio mientras iba hablando….y lo que dijo no fue ni poco ni banal.

¿Un trato con un ser como Kerrigan?- pensé, mirándola para intentar recordar el tiempo que había pasado con ella desde entonces y evaluar si su comportamiento desde entonces se encontraba influenciado por aquello… pero por desgracia, aunque no lo parecía, lo cierto es que no la conocía lo suficiente como para afirmarlo. Y aunque realmente no se hallase bajo su influencia y solo se comunicasen, un trato así era peligroso… muy peligroso.

Riley tiene razón- empecé a decir, pues este había opinado largo y tendido sobre lo que Ángela había dicho -Kerrigan es extremadamente peligrosa, especialmente por su capacidad de expandir su dominio sobre otros seres, transformándolos, y desde luego, es un riesgo tanto para este mundo como para nuestros propios mundos, si es que intenta invadirlos…- dije -Pero también es cierto que simplemente enfrentarla puede no ser la mejor opción. Si mal no recuerdo, apenas le costó unos minutos recuperarse del daño que le hicimos… si no se hubiese marchado, lo más probable es que hubiese acabado con todos nosotros, así como con la ciudad entera- razoné -Ángela hizo lo que creyó mejor en ese momento, y era la única que podía tomar esa decisión… aunque deberías habérnoslo dicho cuando todo acabó- le dije -No conocemos su poder, y si te hubiese engañado, controlado y obligado a atacarnos, habríamos estado completamente desprevenidos- dije, de forma que tuviese presente cuanto podía haber salido mal, no por la decisión de colaborar con Kerrigan en sí, sino por no contar con nadie más para asumir las posibles consecuencias en caso de que sucediese lo peor -Sin embargo, por peligrosa que sea, opino que Kerrigan es el menor de nuestros problemas- les dije.

Especialmente después de averiguar que nuestra llegada está relacionada con el Plano de la Sombra… y con la magia que reina en él- me dije.

Algo o alguien nos ha traído a este mundo, tanto a nosotros como a Kerrigan, cuando en teoría debería ser algo completamente imposible- empecé a decir -Y dudo mucho que el esfuerzo que eso debe haber requerido sea solo para traer a gente de otros multiversos aquí… más bien, yo diría que es un efecto secundario de algo. Y sea lo que sea ese algo, si puede romper, o atravesar, o ignorar las barreras entre nuestros mundos…- les dije, dejando que ellos imaginasen el resto. Era cierto que lo que había dicho no era más que una suposición mía y que en realidad no es que tuviese ninguna prueba ni nada de ello, pero como había comentado con Yaril·la en el viaje a Velen, era lo único que me parecía tener sentido.

Además, por si eso no es suficiente, por lo que parece, nuestra llegada tiene algo que ver con el Plano de las Sombras, y seguramente haya sido través de este… lo que significa que el tipo de magia de ese plano tiene que estar implicada- dije -Y aunque has dicho que el poder en sí mismo no es malo, me temo que en esto te equivocas por completo, la… Urdimbre Sombría, como aquí la llaman, es maligna en si misma- le dije a Ángela -Como ya os he dicho a algunos, en mi mundo, libramos una guerra perdida desde hace más de un siglo contra un dios oscuro- empecé a explicarles -Este dios fue desterrado por el resto de dioses al mundo mortal, pero consiguió alterar su exilio para no solo acabar encerrado, sino aislar por completo mi mundo del resto de planos, incluido en el que viven, o al menos vivían nuestros dioses. De eso hace mil años, y desde entonces intentó conquistar en mundo en dos ocasiones… pero aunque se le pudo derrotar, no se le pudo destruir, y hace cien años volvió a iniciar una conquista, pero con una diferencia fundamental. Esta vez, venció- continué, deteniéndome un segundo para tomar algo de aire -Y habiendo conquistado prácticamente todo y con tan solo el bosque elfo resistiendo a duras penas, hace unos 20 años intentó algo más… crear un ser que pudiese albergar su esencia, uno que pudiese usar una magia que hacía mil años se había extinguido en mi mundo a causa del aislamiento. Y lo consiguió… o casi, pues antes de que sus sacerdotes pudiesen terminar de preparar el recipiente, unos rebeldes consiguieron interrumpir el ritual y robaron a la criatura, huyendo al bosque elfo con un recién nacido al que  habían estado a punto de quitarle el alma para dejarlo vacío y que pudiese ser un recipiente para la Sombra. Por eso soy la única persona en mi mundo capaz de usar magia… a pesar de que sea una magia oscura, distinta a cualquier otra mencionada por los libros- les conté, sentándome al terminar para recuperarme del esfuerzo de contar aquello, pues al fin y al cabo no era precisamente algo que uno quisiese ir diciendo.

En Velen descubrí que ese tipo de magia también existe en este mundo, y supongo que no es necesario que diga cuál es- dije con una débil sonrisa -Por eso, no creo que debamos preocuparnos por Kerrigan, o al menos por que use el Plano de la Sombra- le dije a Riley -Cuando luchamos contra ella, parecía tan incapaz de percibir mi magia como cualquier otra persona normal, y lo mismo me pasaba a mí con la suya. Sea cual sea el origen de su poder, no tiene más relación con el la Magia Sombría que la que cualquiera de vosotros puede tener… a diferencia de mi- les dije -En cambio, claulquiera que pueda usar tal nivel de Magia Sombria si que podría hacer lo que has dicho- le dije a Riley -Por ese motivo, no creo que sea buena idea que use mi magia cuando haya relación con ese plano… especialmente después de que Riley haya sentido a Shar observando. A saber lo que podría suceder si una diosa como ella, o lo que quiera que haya usado ese tipo de magia para trarnos aquí, se enteran de la existencia de alguien como yo- les dije.

Todo el mundo estaba preocupado. Ella también pero la mayoría parecía regodearse en esa preocupación como si fuese una suerte de miseria que proporcionaba tanto placer como pesar así que en vez de dejar un poco de espacio tanto físico como temporal para que los sentimientos y los pensamientos se aclararan empujaron a las circunstancias para tener la charla de marras que, en cierto modo, Osellë veía totalmente innecesaria de apresurar.

Antes de que tuviese oportunidad de insistir en salir de ahí a tomar aire el nieto enamorado estaba de vuelta y, quizás por un levísimo hilo de empatía hacia él, consideró la posibilidad de concederle el deseo de hablar "todos juntos, por una vez"... aunque ella no tuviese intención de hacerlo. Yaril·la estuvo a punto de hacerle sentir avergonzada por su poco interés en la charla, ¿por qué siendo humanos perdían tanto el tiempo en las palabras? Sus vidas se marchitaban ante los ojos de la noldo de forma tan inevitable como el escurrirse del agua al intentar abarcarla entre las dos manos.

Suspiró apaciblemente y se hizo a un lado, apoyando la espalda en la pared y cruzándose de brazos bajo el pecho; después ladeó la cabeza haciendo que una cortina de cabello oscuro le cubriese el rostro desde la perspectiva que se tendría en la entrada, observando rutinariamente a los presentes en aquel lugar. Parecía realmente que todos quisiesen hablar pero nadie estuviese dispuesto a tomar la iniciativa... pero ahí estaba Angela para salvar el día, y si no el día al menos sí la situación.

El comienzo de su discurso, aunque impactante, se resumía en que tenía algo que, si bien estaba creado para anular a una especie distinta a los humanos también haría daño a estos. Enarcó una ceja a medida que el relato de Angela pasaba de una historia asombrosa sobre sacrificio a otra en la que era salvada por la intervención de Riley y posteriormente a otra que, si no era una traición abierta, sin duda ofrecía poco a favor de la doctora puesto que solo tenía su palabra, la palabra de una desconocida de un mundo cuya moral era distinta a la del suyo, en la que confiar que no revelaría nada de ellos a Kerrigan. También dejaba al descubierto un egoísmo considerable por parte de la humana, pero ello no le sorprendía. ¿Cómo de débiles eran los presentes a la evidente manipulación? Seres más sabios que Angela y más antiguos que muchos de los libros que se encontraban en aquel edificio habían caído bajo las sedosas palabras y promesas a cambio de una paz que no era sino una ilusión que acababa por socavar la confianza y el espíritu de quien pactaba con ellos.

Era como ver a niños dárselas de responsables por tener un pastel y no habérselo comido... aún.

El estómago se le contrajo por las náuseas. Ella ya había visto lo que el orgullo y el poder hacían unidos... Angela no sería la primera en vivirlo pero tampoco la última. Los humanos eran así. No sólo los humanos, se recordó con infinita tristeza perdiendo por momentos el punto donde miraba para acabar perdida en sus sentimientos y pensamientos. Cuando regresó Riley hablaba de Sophie y le dedicaba su opinión a Angela.

Y pese a sus diferencias y el rechazo que le provocaba Riley tuvo que reconocer que en eso tenía razón. En eso y en lo que vino poco después.

No respondió a Riley cuando éste volvió su sombrío semblante hacia ella y hacia Mol. Quizá no controlara mentes pero ella ya conocía un mal que envenenaba las mismas y volvía esclavos de su voluntad a quienes no tenían la fuerza suficiente. Cerró los ojos y casi podía verle ahí de pie pero descubrió para su horror que no le recordaba como el elfo que había sido sino como el ser violento y paranoico que había dejado atrás.
Que había dejado marca en su piel.
Cuando la noldo volvió a abrir los ojos, además de haberse perdido el momento en que Riley había intentado provocarla visualmente, todo rastro de empatía se había vuelto frío y sus manos se crisparon sobre los brazos más que como un abrazo para mantenerse entera como una presa que evitaba que saliese su ira.

Mólor tomó el relevo y se mostró más comprensivo que Riley pero no suavizó la situación de lo que la dulce y entregada doctora aunque sí cambió el tema y le dio margen de tiempo a ésta para recuperarse de las palabras de Riley. La historia de Mol era estremecedora, de alguna forma, su voz delataba una vergüenza que debía haber sido resignación o incluso algo de victimismo (que no habría desentonado con el nivel de la conversación).

Estaba claro que todo aquello no llegaría a ninguna parte. Tendrían que hacer un restablecimiento de prioridades y, sinceramente,empezaba a echar en falta la opinión de alguien de ese mundo en todo eso así que miró a la sacerdotisa esperando su intervención por mucho que a ésta le avergonzase las secuelas al hablar que arrastraba.

(Por evitar el coñazo, postearé como si no tuviera tartamudez)

Yaril·la había estado escuchando a unos y a otros con interés, sentada en la mesa. Miró a Osellë, y cuando entendió que prefería no añadir nada, se puso en pie.

Como sacerdotisa, militar y aventurera... he estado en muchos grupos diferentes desde que salí de la Orden, a veces con mercenarios, a veces con buscatesoros, y a veces con proyectos de héroes. Los dioses los crían y ellos se juntan, se suele decir en Tezhyr. Lo que me ha enseñado la experiencia, es que un grupo funcionará si unos miembros confían en los otros. Todo el mundo puede tener sus vergüenzas o sus secretos, pero nada que afecte al grupo debería ser un secreto para el grupo... Porque luego llega la siguiente pregunta: ¿Hay algo más?

Miró a todos a los ojos.
Lo que veo aquí es un grupo que sus mundos los han criado, y los dioses, o lo que sea, los ha juntado. Ya hemos perdido a Thosk, y no sabemos nada de Kerrigan ni de esa tal Sharon... Ni sabemos si hay más, ni porqué. Nuestras únicas pistas son un paladín que nos pidió que nos dirigiéramos a un templo de Lazhánder, y lo que hemos podido sacar de esta sesión. 

Cambió el peso de pierna, y miró un momento al portal antes de volver a la conversación.

Por suerte, vuestros mundos parecen estar más cerca de lo que creíamos. Sea lo que sea que vayamos a hacer, debemos hacerlo de acuerdo, remar en la misma dirección.

Estamos en plena temporada comercial, las caravanas recorren el Camino de la Costa dese Calimshán hasta Aguas Profundas como un reguero de hormigas, y las noticias vuelan con ellas, cuando no son enviadas directamente mediante magia de un lado a otro del mundo...

Miró a Angela. Si Kerrigan hubiese comenzado su... 'asimilación', seguramente lo sabríamos, estaría en boca de todos. Lo estuvo en otras ocasiones con sucesos de menor envergadura, algo así no habría pasado desapercibido. Apostaste, y parece que salió bien. Gracias por acertar... Velen podría ser historia de no ser por ti. Supongo que la responsabilidad de la decisión no se te pasó por alto cuando la tomaste... 

Miró al resto.
Y que los demás no te hemos inspirado la confianza ni dado la oportunidad de contarlo antes. Mal por nuestra parte. Tomó aire durante unos segundos, y de nuevo miró a Osellë y los dos hombres. ¿Vosotros lo habríais contado? La respuesta parecía implícita Si queréis un consejo... Los grupos que permanecen unidos de verdad son los que llegan más lejos. Es lo que me dicta la experiencia. No sois ni siquiera parecidos, ni amigos... diablos, ni siquiera sois del mismo plano, ni de la misma especie. Pero os vais a necesitar, tarde o temprano, porque vuestro objetivo es volver a vuestros mundos, y seguramente se llegue por el mismo camino, así que más vale que os llevéis bien.

Suspiró, pretendiendo cerrar el tema y pasar a otro.

En cuanto a lo que se ha visto aquí... Mólor, si usas la Urdimbre Sombría, usas a Shar como medio para lanzar tus conjuros. No se le habrá escapado que estás aquí o quién eres, no en vano es la diosa de los Secretos. Porqué su plano está relacionado con Angela y no con Riley se me escapa. Quizá Angela llegó por otro canal como ha dicho el maestre, a través del Plano de la Sombra. Eso significaría que Kerrigan utilizó el mismo canal, y que Mólor, Osellë y Thosk el mismo que Riley. Deberían entonces poder contactar con sus mundos igual que ha hecho Riley, y Angela debería poder contactar con su mundo... a través del Plano de la Sombra en lugar del Astral, aunque eso es más arriesgado. Especialmente usando magia 'normal'... Y los presagios no son buenos. Dijo mirando a Riley, que había tenido aquella visión

Tal vez deberíamos intentarlo, aunque es una decisión que deberíamos tomar entre los cinco, y con lo que sepamos, buscar más respuestas en el templo de Lazhánder.

Y también deberíamos discutir... qué decirle y qué no de todo esto a Kerrigan. Me encantaría que cuando os marcháseis, poder despedirla con viento fresco y que se largase a su mundo... y creedme que me encantaría hacer otra cosa con ella. Se dio unas palmaditas en la correa donde estaba sujeta su espada. Pero he de ser realista. Ya ni siquiera puedo conjurar.

Escucho a Mol con atención, en particular la parte en la que habla de que el señor oscuro de su mundo pretendía utilizar su cuerpo como recipiente para volver a la vida en un sentido más físico. Tengo que preguntarle más al respecto, está claro. La elfa, por su parte, sigue mirando a todos con aire de superioridad y sin decir nada, aunque en algún momento su expresión traiciona sus pensamientos. Por fin Yaril·la toma la palabra y sus comentarios me sorprenden casi más que todas las historias que he escuchado hasta el momento en esta sala.

- ¡Joder, sí! - contesto cuando pregunta si nosotros habríamos confiado al resto el pacto con Kerrigan de haber sido Angela. - Se nota que vuestro mundo está lleno de recursos y que una decisión erronea no amenaza con acabar con toda vuestra especie, pero en mi tierra si ocultas información como esa a tu clan, mueres. Y probablemente todos tus amigos contigo. - No es una amenaza, ni mucho menos, sino un hecho. La escasez de recursos hace que los distintos asentamientos rivalicen por ellos, pero también que colaboren para que puedan sobrevivir. Pero, una vez más, ese tipo de decisiones se realizan en el Consejo.

Aprieto la mandíbula con tanta fuerza que casi se pueden escuchar rechinar mis dientes. Por lo que he me ha dicho Thomas, es posible que toda la gente de Iowa esté, ciertamente, muerta. Si es así, volveré a mi mundo y acabaré con los Torstein, aunque caiga en el intento, pero si han sobrevivido tengo que encontrar una forma de ayudarles. Claro que no son los únicos a los que quiero ayudar y todo lo que he estado estudiando en este plano ha estado orientado en otra dirección.

- Sí, sí, ya voy... - digo en un susurro prácticamente inaudible antes de volver a centrar mi mirada en el grupo.

- No sé nada de planos astrales ni de Urdimbres Sombrías - digo. - En mi mundo los dioses han muerto, como casi todo lo demás. Aunque, si algo he entendido al Gran Maestre, esa Shar es más que una diosa normal, es una de las fuerzas de la creación, ¿no es así? Wichita siempre decía que "no hay luz sin oscuridad", aunque yo siempre pensé que sí puede haber oscuridad sin luz. Tal vez eso sea lo que más me asustase al sentir la presencia de Shar. Y lo que resulta más preocupante de la presencia de Kerrigan, y tal vez de Angela, en este plano.

Me quedo un momento callado, como escuchando mis propios pensamientos.

- Justo antes de aparecer en este mundo, mi asentamiento, el Iowa, estaba a punto de ser atacado. Creo que todos escuchasteis a Thomas contarme el resultado de ese asalto de un clan rival... - comento, con el semblante nuevamente oscurecido. - Pero ese ataque sucedió casi al mismo tiempo que el asesinato de una niña de mi clan. Sophie. - Thomas también mencionó su nombre, y es posible que yo lo haya hecho en alguna ocasión. - Ella utilizó sus poderes para avisarme del ataque justo cuando se estaba abriendo el portal. Y, de alguna forma que aún desconozco, su consciencia se ha transferido a este plano junto a la mía.

Cojo mi cantimplora y le doy un pequeño trago para humedecerme la boca, nada más que un sorbo que a la mayoría de los habitantes de este mundo a penas les serviría para mojar los labios. No estoy acostumbrado a hablar tanto y no me gusta hacerlo, pero, igual que antes era conveniente exponer mi opinión, ahora es casi un favor hacia Sophie.

- No es una niña normal, ni mucho menos. Es más inteligente que cualquier persona que haya conocido, y a pesar de tener sólo ocho años, es miembro del Consejo de Iowa. Aunque carece de la sabiduría de los ancianos, pues esa sólo se gana con la edad... - miro a Angela y no puedo evitar pensar que, demasiado a menudo, ni siquiera la experiencia es suficiente.

Si, da igual lo lista que seas, tú también haces tonterías... ¡Claro! Como si escaparse de Iowa hubiera sido una reacción muy adulta... ¡Eh! ¡Tu no viste a Shar! Además, que yo sea temperamental no quita que te cuadruplique en edad... Ya te lo he dicho, los Torstein se merecen que alguien los borre de la faz de Kansas. Piensa en todo el agua que se ahorraría si no existieran... Sí, ya veo que nos están mirando raro.

Durante un par de segundos parecía distraido, como si estuviera hablando conmigo mismo. - Las visiones que he tenido son, realmente, parte de su poder. Vi su muerte en Kansas... o la muerte de su cuerpo, debería decir. Igual que vi esta fortaleza, acompañada de un sentimiento de dolor, no sé si relacionado también con su muerte, pues ambas visiones sucedieron casi al mismo tiempo, o por algo que pueda suceder aquí. Y, por supuesto, ví a Shar.

Miro a los demás, que igual se están preguntando por qué les cuento esto ahora. No tiene nada que ver con la confesión de Angela. La presencia de Sophie aquí es algo que sólo nos incumbe a ella y a mí, al menos por el momento. Sin embargo, algo ha cambiado ahora en su actitud y me ha pedido comunicarse con el resto del grupo.

- Seguramente la inteligencia de Sophie y sus conocimientos puedan ser útiles para discutir todo el tema de los planos, así que me ha dicho que le gustaría participar en esta charla...

Riley cierra los ojos, y enseguida hace un gesto breve de dolor, como cuando sorbes algo demasiado frío de golpe, y 'se te sube a la cabeza'

Al volver a abrir los ojos, mira a todos con una expresión completamente diferente, una expresión tranquila que contrasta con el gesto huraño que han visto al mutante desde... desde siempre. Cruza los dedos de las manos y los deja descansando bajo el vientre.

Cuando habla, pese a que la voz es la misma, la entonación no tiene nada que ver. Habla con un tono frío y calmado desconocido en el mutante.

Saludos a todos. Soy Sophie. Dijo, sin más presentaciones... Riley ya se había encargado, y los lugares de su mundo no tenían peso en aquella conversación. Inclinó breve y levemente la cabeza a modo de saludo. Quería daros las gracias a todos por ayudar a Riley a llegar aquí y contactar con nuestro mundo. 

La gente solía de vez en cuando pararse a tomar aire y ordenar sus pensamientos. 'Sophie' no tenía ese gesto, como si todo lo que fuera a decir fuese un discurso que ya lo hubiera pensado antes. En realidad, la veloz mente de la mutante iba siempre varios pasos por delante de su boca, por lo que estaba acostumbrada a tener que abreviar sus pensamientos, sintetizarlos y expresarlos con la mayor claridad y brevedad posibles. Tales pausas no eran necesarias más que para coger aire.

Por lo que sabemos, este 'uso' del cuerpo de Riley podría tanto provocar efectos secundarios como ser completamente inocuo, así que trataré de ser breve.

He estado ojeando unos cuantos libros desde que salimos de Velen, y aquí en Candelero. Una de mis ocupaciones en Iowa era descifrar, catalogar y copiar el conocimiento que nos ha llegado de los Antiguos, que es como llamamos a los responsables de la debacle de nuestro mundo. 

Miró a Angela un momento. Deduzco que debían vivir más o menos como usted, Doctora Ziegler, por lo que me encantaría tener una larga charla con usted si nuestras obligaciones lo permiten. Tal vez el artefacto que lleva, o alguno de similar poder tuvieran algo que ver al respecto, pero todos los datos que tengo al respecto son fragmentados, y a menudo contradictorios o mezclados directamente con mentiras.

Volvió a mirar al resto. Respecto al tema que nos ocupa:

Mól ha hecho un apunte interesante. No se trata tan solo de mover a Una criatura, si no un grupo de ellas. Hace falta un gran poder para eso, es evidente, como muestra de ello, el esfuerzo que ha supuesto a nuestro estimado Mestre el hecho de simplemente "contactar". 

Aunque no tengo pruebas, mi intuición me lleva a pensar que esta aparición en grupos no es casual, y que hay algún ser, probablemente una divinidad, detrás de nuestras llegadas. Opino que deberíamos centrarnos en revelar su identidad y motivaciones. Dado que Alath nos conocía de antes y vino expresamente a hablar con nosotros a petición de su deidad, me inclino por el Señor del Amanecer, Lazhánder. 

No tengo suficiente información sobre esa divinidad, me gustaría ampliarla para tener algún tipo de teoría que nos dijese porqué ese dios podría estar interesado en un grupo tan variopinto de mundos tan distintos y lejanos. Y eso sin contar a Thosk. Teníamos una oferta encima de la mesa para obtener más información al respecto, y al venir a Candelero la hemos pospuesto, tratando de encontrar respuestas por nuestra cuenta, lo cual... no está mal. Siempre es mejor la información independiente y objetiva que la información parcialista o interesada que nos pueda ofrecer el clero de Lazhánder.

Sin embargo hemos llegado a un punto donde parece que nuestras opciones pueden dar lugar a consecuencias poco deseables. Hablo de la posibilidad de que nuestros caminos se crucen con Shar, si seguimos investigando la 'ruta' que trajo a Angela. Por mi experiencia, un camino que se divide es tan solo una ilusión, mis... videncias, para bien o para mal, terminan cumpliéndose. No pude ver ninguna más allá del momento de mi muerte 'física', que preví pero no pude evitar. Al parecer, al habitar el cuerpo de Riley, él ha 'heredado' mi capacidad.

Riley vio el parásito en el vientre de Angela, de ahí su desconfianza. También vio Candelero antes siquiera que pisáramos Velen, y lo asoció a dolor, y ahora ha visto a Shar. Puede parecer el lugar más tranquilo y seguro del mundo, pero este lugar no es seguro, y tan pronto como terminemos lo que decidamos hacer, deberíamos abandonarlo por el bien de los sabios que trabajan aquí y el Saber que custodian.

Mi teoría es que al vez Angela y Kerrigan llegasen en su segunda 'oleada' a través del Plano de la Sombra, una 'abducción' distinta a la que experimentamos los demás. O no. Me explico.
Podría parecer que son dos abducciones distintas, una con los cinco primeros -Estaba contando a Sûl, o a sí misma?- y una segunda con Angela y Kerrigan, desde un plano diferente, y luego está la aparición de Sharon, que a juzgar por la distancia en el tiempo, varios años, podría no tener nada que ver.
Podría parecer que la abducción de Angela y Kerrigan tendría que ver con Shar, pero en tal caso no sería Alath quien nos diera el mensaje. Y si la primera abducción es responsabilidad de Lazhander o alguna divinidad relacionada, ¿Porqué sabía de la aparición de Angela, Kerrigan y Sharon? Parecería que todo es responsabilidad de Lazhánder, pero en tal caso, ¿Porqué trajo a Kerrigan y Angela DESDE el plano de las Sombras, y no desde el Astral? ¿No le quedó más remedio? ¿No fue él, pero de algún modo lo supo?

Miró a Mólor y Osellë

Aunque entiendo la urgencia que podáis tener por ver vuestros respectivos mundos, y podéis echarme en cara que yo ya he visto el mío, desaconsejo continuar con este tipo de exploraciones mágicas. La información que haya podido sacar al conectar con nuestro mundo probablemente no pueda ampliarse demasiado, salvo ratificar información al repetir el experimento con distintos planos originarios, pero salvo que el Maestre diga lo contrario, poca información parece que vayamos a extraer del responsable, sus motivaciones, o la forma de regresar.

El caso de Angela es distinto. Repetir la exploración orientando los esfuerzos al Plano de la Sombra podría arrojar nuevos resultados, pero preferiría no ponerle las cosas fáciles a las videncias.

En cuanto a la magia sombría de Mól... Si es cierto que usaste por desconocimiento el poder de Shar, igual que en tu mundo usaste el de la divinidad tiránica que lo gobierna, probablemente esté sobre aviso de la llegada de Todos nosotros. Tratándose de la Diosa de los Secretos y un poderoso ente creador, dudo que un asunto como éste se le escape, o podamos escapar de ella si no desea prmitírnoslo.

Miró la mano derecha, con cierta curiosidad, y con algo de torpeza la acercó al vaso, cogiéndolo y bebiendo con más abundancia de la que solía hacer gala Riley.