Partida Rol por web

Las cavernas de Thracia

1. - La ciudad perdida

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22/04/2020, 18:28
San Dámasor

—Has... has sido muy a-amable conversando con...migo —le reconozco al hombre-hiena, que tan pacientemente ha soportado no solo mis preguntas, sino también el tiempo invertido en trasladarle a mis compañeros sus respuestas—. Mis a-a-amigos quieren sabes una última cosa y te... dejaremos tranquilo. ¿Cuándo y po-po-por qué ocurrió eso que has lla... llamado la traición de los...?

Guardo silencio. ¿Cómo los llamó? Me encojo de hombros y señalo a Eldrid.

—Los ho-hombres-tigre.

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06/05/2020, 12:45
Rruakx

Rruakx miró hoscamente a Dámasor y soltó un bufido, para al final dejarse caer para quedar sentado en el suelo.

-No lo recuerdo -contestó-. Muchas noches, varias primaveras -Levantó tres dedos, luego bajó uno, después alzó cuatro y se puso a contar-. Sí, creo que hace dos primaveras de eso. Los Rayas Negras son bestias egoístas, querían más para sí mismos, libertad o algo así; se enfrentaron al Rey. El Rey les dio una lección, los mató a todos y los expulsó de la ciudad. No a los que mató, evidentemente... Solo mató a los mejores guerreros. Muchos ya vivían por la jungla antes de eso, decían que podía sobrevivir solos -soltó una carcajada y se rascó la oreja con la zarpa-. Tienen prohibida la entrada en la ciudad, abajo y arriba; los Calaveras tampoco los quieren en sus tierras. Nosotros venimos aquí a buscar humanos para el Rey, si encontramos un Raya Negra lo matamos y ya está, aunque a veces lo capturamos para divertirnos un poco y se lo entregamos como ofrenda al Rey. -Alzó las manos hacia Tobías para enseñarle las argollas, luego dirigió las manos a Vika. Luego al viejo-. ¿Me puedo ir ya?

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06/05/2020, 13:56
Vika

- ¿Qué está diciendo? - Le preguntó Vika a Dámasor. 

Parecía que aquel ser empezaba a ponerse nervioso. Esa era una mala noticia no sólo para ellos, sino también para el propio gnoll. No quería una hiena nerviosa a su lado. Tampoco le hacía mucha gracia dejarla libre, aunque la verdad era que ya se habían escapado un par de ellas y darían aviso tarde o temprano de que estaban allí. Ejecutarlo era lo más rápido y limpio, aunque no serviría de mucho realmente. Quizá la piedad sirviera mejor de haber un futuro encuentro con aquella apestosa hiena. Debía valorarlo.

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06/05/2020, 20:21
Tobías

Mientras el gnoll hablaba, antes de que Dámasor tradujera, Tobías apartó la pluma de su cuaderno un momento y miró a Mayra.

¿No tenéis los arcanos de la torre conjuros u objetos encantados que nos permitan entenderles? preguntó.

Dámasor era un buen hombre, pero depender de él cada vez que interactuaban con un nativo sin emplear las armas limitaba sus posibilidades. Una gota de tinta que había engordado en la punta de la pluma se descolgó y estalló sobre el papel. Tobías recogió un pellizco de tierra y la espolvoreó sobre la tinta fresca.

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07/05/2020, 07:41
Mayra

—Así es —respondió Mayra a Tobías—. El hechizo de Don de Lenguas os permitiría no sólo entender sino también hablar cualquier idioma, pero es un conjuro de la tercera esfera que yo no he estudiado. Yo sólo conozco un conjuro de la primera, llamado Comprensión Idiomática, pero no me permite hablarlo, sólo comprenderlo, ni tampoco puedo lanzarlo sobre otra persona. Quizá Josephus Luisus conozca Don de Lenguas, pero salvo en el caso de que haya dominado también el conjuro de Permanencia, cosa que creo que está sobradamente fuera del alcance de sus habilidades, la limitada duración del conjuro lo haría poco práctico a la hora de utilizarlo.

Mayra se encogió de hombros en un gesto de disculpa, era perfectamente consciente de lo decepcionante que era su respuesta.

—No bromeaba cuando dije que San Dámasor era clave a la hora de contactar con los nativos —apostilló.

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07/05/2020, 07:59
Tobías

Una respuesta más detallada de lo que Tobías esperaba —qué sabía él sobre conjuros de diferentes esferas—, y tan decepcionante como Mayra suponía. Afortunadamente, contaban con Dámasor. Y, si sobrevivían lo suficiente como para que su estancia en la isla se prolongara...

Habrá que prestar atención, dijo, restándole importancia a una tarea que sabía larga y compleja, y aprender el idioma. 

Ya lo había hecho en una ocasión, con los enanos en las minas. Confiaba en poder hacerlo de nuevo. 

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07/05/2020, 23:54
San Dámasor

El pobre hombre-hiena parece agotado, aunque no estoy convencido de si está cansado de pelear o de tanto hablar.

—Qui-quiere marcharse —les explico a mis compañeros, que han estado cuchicheando mientras nuestro risueño interlocutor se explayaba conmigo—. Dice que los ho-ho-hombres-tigre se revelaron contra su rey hace... dos años. Y el rey los expulsó a la... la jungla, sí. Eso hizo. Pa-parece que en todas partes los po...dersos abusan de su po-po-posición.

Prefiero no mencionar que antes de condenarles al exilio, mató a muchos de ellos por querer ser libres. Es horrible que la gente muera por su libertad y no deseo herir los sentimientos de nuestra maravillosa Eldrid.

—¿A-alguno de vosotros tiene una cantimplora para nuestro... amigo? —ojalá no necesitara mendigarlas, pero me temo que esa es mi especialidad— Creo que le he de-dejado sin voz.

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08/05/2020, 08:57
Vika

- Suficiente misericordia tiene con conservar la cabeza sobre los hombros. - Dijo Vika en respuesta a la petición del odre de agua para aquella bestia malvada. - Dile que deje sus armas aquí y se marche ahora. - Le dijo a Dámasor. - Y que me diga a los suyos lo generosos que hemos sido al dejarle vivir.

Dejar vivir a aquella cosa no supondría un gran cambio para ellos. Debía de haber cientos como él. Cientos de alimañas dispuestas a matarles o esclavizarles sin remordimiento alguno. Por lo que una más o una menos no sería algo que decantara la balanza. Y el Rey de aquellas hienas sabría que estaban allí si o si, pues otros de aquellos perros habían huido como ratas que eran.

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09/05/2020, 21:33
Tobías

Tobías volvió a la página anterior de su cuaderno y anotó, junto a un tosco monigote dibujado en carboncillo, que representaba al hombre bestia que habían encontrado el día anterior, el nombre de su tribu en runas enanas, y en apresurada caligrafía imperial, lo que Dámasor había traducido sobre la rebelión.

¡Abajo el rey! ¡Libertad para los Rayas Negras!. Algo que utilizar para detenerlos la próxima vez que se encontraran con ellos en la jungla, se dijo, antes de que trataran de hacerles picadillo. Poco probable, a juzgar por la forma en que se había comportado el ejemplar al que habían tenido el disgusto de conocer. Mejor que nada...

Tengo sus armas, dijo. Y no solo sus armas. Había sido tan concienzudo despojando al gnoll de sus pertenencias, que lo había dejado en taparrabos y collares.

Deberíamos buscar a los "Calaveras" antes de bajar al subterráneo, declaró, dando por hecho que el hombre bestia saldría corriendo en cuanto dejaran de prestarle atención. Ahora sabemos que son humanos. Con un poco de suerte, ellos no tratarán de matarnos en cuanto nos vean.

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10/05/2020, 13:58
Narrador

Decidieron dejar con vida al infeliz gnoll. Vika le quitó los grilletes y un ansioso Rruakx se puso en pie para echar a correr hacia las escaleras del templo en ruinas en cuanto tuvo oportunidad. Pasó junto a Eldrid, que continuaba en el suelo enroscada sobre sí misma en forma híbrida con la mejilla apretada contra la hierba, la miró durante un momento y se lo pensó dos veces antes de abrir el hocico. Desapareció escaleras abajo saltando los escalones de dos en dos.

La tigresa no se movió para nada.

Ahora era el momento de decidir el siguiente paso.

Notas de juego

Echad un vistazo al mapa para ver dónde queréis ir :)

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13/05/2020, 18:57
San Dámasor

Me alegro sinceramente de que la cabeza de nuestro informador no haya acabado en esta ocasión en el suelo, como le ocurrió al anterior. Si bien es cierto que el gnoll se ha mostrado mucho más cooperante que el hombre-tigre al que interrogué ayer.

Le saludo con la mano mientras le observo marcharse hacia las profundidades subterráneas en las que habitan él y su tribu y después me vuelvo hacia mis compañeros con una sonrisa alegre en mi boca desdentada.

—Bu-buscar a los Calaveras... Sí, ¿por qué no?

En realidad no sé muy bien por qué estamos aquí. Me resulta fácil olvidar esa clase de cosas aunque tengo la remota idea de que Mayra ya me lo ha explicado antes en más de una ocasión.

Notas de juego

Perdón por la tardanza, Master!

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13/05/2020, 21:34
Mayra

Mayra miró a las escaleras que se hundían en el templo en ruinas y se mordió un labio. El mismo instinto aventurero que había guiado a sus padres tiraba de ella hacia los insondables misterios y relucientes teosoros antiguos que escondían las ruinas. En cambio, sus compañeros estaban más interesados en otra charla intrascendente con nativos hostiles.

Suspiró sonoramente y les siguió.

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13/05/2020, 21:40
Vika

- Si, será mejor que busquemos a los calaveras o a quién sea. - Dijo la sacerdotisa. - Todo menos seguir aquí o adentramos en esa zona de subsuelo donde viven las hienas. Nos hemos cargado a unas cuántas de ellas y no creo que invocando la defensa propia se sientan satisfechos. Ahora saben que estamos aquí y de que somos capaces. Busquemos a otros con los que parlamentar. 

Dicho aquello, se dedicó a registrar los cadáveres de los gnolls. Puede que llevarán algo interesante encina que les pudiera ser de utilidad más adelante. Lo cierto era que iban bastante escasos de material.

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14/05/2020, 00:56
Tobías

Tobías espolvoreó arenilla de un saquillo sobre las notas recién escritas, y dejó que se secara mientras guardaba la pluma y el tintero.

Se acercó a las escaleras descendentes que se perdían en la oscuridad y, desde el escalón superior, inspiró con fuerza, como si pretendiera traer a sus pulmones todo el aire de las cavernas, o tal vez oler cada lugar y criatura que habitaba en ellas. Ninguna de las dos era un posibilidad, así que se dio media vuelta y regresó a buscar su cuaderno.

No vamos a librarnos de bajar, replicó a Vika. El magistrado no se encontraba con ellos, pero no necesitaba su presencia para comprender que no se habrían tomado tantas molestias para llevarle allí si no hubiesen necesitado a alguien acostumbrado a navegar subterráneos en la oscuridad, rodeados de fuerzas hostiles.

Visualizó la imagen mental que se había hecho de las ruinas desde el barranco. No era detallada, pero sí había retenido la posición relativa de los edificios de aspecto más reciente, de madera y con techumbres de paja. Era en ellos donde esperaba encontrar a los Caminantes de la Muerte, y hacia allí encaminó sus pasos.

Se detuvo solo un momento, al advertir algo que había dicho Dámasor, traduciendo a Rruakx.

Eldrid, ¿puedes caminar en tu forma humana? pidió a la mujer bestia. Si los Calaveras... los Caminantes de la Muerte y los Rayas Negras son enemigos también, no les demos razones para dispararnos en cuanto nos vean.

¿Tenéis ropa que prestarle? preguntó a Mayra y Vika. Eldrid parecía tan cómoda en su desnudez que si alguno se había planteado la posibilidad de vestirla, se lo había callado.

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15/05/2020, 10:05
Judge

Vika se aproximó a los cadáveres para ver si tenían algo de valor, aunque era el otro gnoll el que tenía un equipo de calidad. Estos guerreros gnolls, aunque iban muy bien equipados, tenían las armas y las armaduras gastadas por el uso.

Notas de juego

Equipo de los gnolls

5 x frascos de pociones marca hacendado
1 x bolsa de maraña, que no de pelusas
2 x espadas largas llenas de sangre
2 x armaduras de cota de mallas

Nada mágico por aquí.
 

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15/05/2020, 10:36
Eldrid

Eldrid levantó la cabeza cuando Tobías le habló. Sin decir nada, la tigresa se puso en pie y asintió, empequeñeciendo hasta no ser más que una muchacha pálida y delgaducha, el pelo rojo apelmazado de sangre y las cicatrices de la pelea todavía frescas en su cuerpo. Sus brazos y piernas eran fuertes, pero su aspecto humano la hacía parecer desvalida. Se cubrió con las manos, pero no por pudor, sino para que los demás no volvieran a pedirle que se tapara.

Mayra abrió su mochila para ofrecerle algo de ropa a la tigresa y comenzaron un ritual de acicalamiento. Las mudas de la maga no eran las prendas más prácticas para ir por la jungla, Eldrid no pudo evitar arrugar la nariz cuando se las mostró. Aunque la camisa y los pantalones eran de muy buena calidad y muy bonitos, a la tigresa le incomodaba ir tan ceñida. Una vez estuvo vestida, Mayra arregló su aspecto con un pequeño truco. El resultado fue muy bueno, Eldrid era una chica bonita debajo de toda la sangre y la mugre, aunque se la veía cláramente incómoda con tanta ropa encima. Caminar con botas fue todo un espectáculo, porque llevaban un ligero tacón y le costó un poco aprender a caminar otra vez. Cuando intentó ponerse a cuatro patas, la ropa se lo impidió y bufó frustrada.

Pero desde luego, se la vio un poco más animada que cuando estaba tirada en el suelo. Le dio una palmadita a Mayra en la cabeza. 

-Gracias.

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15/05/2020, 10:56
Narrador

Tobías observó la entrada de las cavernas. Las escaleras desdencían hacia la oscuridad, se perdían en las entrañas de la tierra y el olor que emergía de allí le trajo recuerdos de sus días en las minas de Kaltarum. Era el mismo, sino parecido. En las paredes laterales del tunel que descendía había bajorelieves desgastados por el tiempo. Un vistazo a las columnas medio derrumbadas y los muros cubiertos de hiedra mostraba el duro paso del tiempo, la lucha entre la propia naturaleza y la piedra que había sido colocada allí expresamente por la mano del hombre. Tras un momento de introspección, regresó con sus compañeros y emprendieron la marcha.

Dejaron atrás el templo. Por allí no había nadie a la vista, las casas con techos de paja aún estaban lejos y desde donde se encontraban no veían mucho más. La maleza era muy alta, la vegetación en estado salvaje y a decir verdad, no parecía que esa parte de la ciudad fuese un lugar demasiado transitado. Eldrid se mantuvo junto a Mayra todo el tiempo, en silencio, tropezando de vez en cuando por las botas, pero aguantando el tipo. Gruñía de tanto en tanto, pero no dijo nada ni se quejó en voz alta.

Alcanzaron una nueva edificación, de la que quedaban tres de sus cuatro paredes y parecían cortadas por la mitad. La piedra era blanca, pulida. Hubo una vez una escalera que ascendía y otra que bajaba, aunque eso era decir demasiado. Un agujero en el suelo mostraba lo que en otro tiempo debía ser sótano, con sus paredes llenas de oquedades. Eldrid olfateó el aire, pero no encontró nada. Había cosas tiradas por el suelo, arbustos, hierbajos. Daba la sensación de haber sido saqueado. La tigresa se aproximó al edificio y se puso a inspeccionarlo, tropezando otra vez por culpa de las botas. Se levantó y se quitó algo de la mano.

-Cristal -comentó sacudiendo la mano.

Notas de juego

Estáis en K15

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16/05/2020, 12:37
Tobías

Viéndola en su forma humana, nadie hubiese sido capaz de imaginar lo que era Eldrid. Toda la ferocidad parecía desvanecerse de su espíritu junto con la musculatura y el pelaje felinos. Con la ropa y el calzado de Mayra, ni siquiera conservaba la gracia de sus movimientos.

Tobías se sintió algo confuso por el efecto de verla vestida. Tenía conciencia de que era una persona, como todos ellos, y había visto su aspecto humano desde el primer día. Sin embargo, impertérrita en su desnudez, y capaz de transformarse en bestia e híbrido, no la había considerado como una mujer real, sino como “otra criatura” capaz de adoptar esa forma. Por un momento, le subieron los colores a las mejillas al visualizarla en su mente sin las ropas, como había estado un momento antes. Una vez desatada, la imaginación era difícil de contener, y la suya decidió añadir a Mayra, también sin sus prendas, a la imagen mental. Sacó el odre de su morral y se dejó caer, para disimular, un chorrito de agua por la frente, como si se estuviera refrescando o limpiando la sangre del gnoll.

El agua fresca hacía milagros.

Te acostumbrarás, dijo, sonriente, a la mujer bestia que hacía equilibrios sobre las botas. Cuando tuvo su atención, se acercó a Vika, y golpeó dos veces en la coraza de la sacerdotisa con el guantelete blindado: CLONC, CLONC. Al menos no es una de estas, ¿eh?

 

Cerca de la entrada al subterráneo, aún lejos de las chozas que habían visto desde lo alto, se toparon con las ruinas blancas de otra edificación. En ese estado, era imposible para Tobías siquiera imaginar para qué podía haber servido en otra era. La maleza lo había reclamado, y tenía pinta de haber sido saqueado. Con seguridad, se dijo, todo en aquellas ruinas había sido saqueado varias veces, mucho tiempo atrás. Si encontraban algo, serían vestigios de visitantes recientes. Víctimas de alguna refriega entre los hombres bestia y los caminantes de la muerte, o expedicionarios anteriores del Imperio.

Cuando Eldrid mencionó el cristal, Tobías se puso los anteojos encantados y se acuclilló para buscar más restos. Avanzó por las ruinas y se dejó caer al sótano para echar un vistazo, asegurándose de que los cascotes le permitirían volver a subir sin necesidad de usar una cuerda.

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16/05/2020, 13:01
Mayra

Mayra contemplaba divertida los tropiezos de Eldrid, como lo haría viendo a una niña de seis años intentando caminar con tacones por primera vez. Le ayudaba y corregía, enseñándole cómo debía moverse para evitar trastabillar una y otra vez. No obstante, sus ropas y su calzado  no eran los más adecuados para caminar por unas ruinas cubiertas de hiedra, eso se lo concedía. Su vestuario no estaba pensando para el pragmatismo, sino que estaba formado por prendas que resaltaran su figura.

Prendas que hubiera estado dispuesta a quitarse para cumplir la fantasía de Tobías, si la hubiera conocido.

Ajena a los tórridos pensamientos del explorador, Mayra miró en derredor mientras él hacía su trabajo de investigación fina. Ya les habían emboscado un par de veces por no estar alertas, y no estaba dispuesta a que volviera a suceder.

Notas de juego

Mayra está alerta, atenta a lo que sucede alrededor y elige 10 en Percepción, total 19.

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16/05/2020, 22:55
Vika

Vika observó cómo Tobías miraba con deseo a la bestia. También se percató de como desnudó con la mirada también a la arcana. Sabía que sentirse celosa no estaba bien, pero también sabía que era un sentimiento muy humano. Era lo que sentía en esos momentos. Celos de sus compañeras de viaje. No les quería ningún mal, como tampoco quería arrebatarles a Tobías si es que era su intención tomarlo como esposo, pero por una vez, le hubiera gustado que alguien la mirara también a ella con lujuria.

Es una buena armadura... - Le dijo al del moño. - Y muy incómoda para andar por la selva. Pero puede salvarme la vida en un momento dado. - Afirmó. 

Acto seguido Tobías se internó en aquel edificio blanco y de un salto acabó en lo que fuera el sótano. Era evidente que si olfato profesional de indicaba que podía haber alguna pista en el fondo. Ahora a ellos les tocaba abrir bien los ojos, porque aunque todo estaba muy tranquilo, podía ponerse feo en cualquier momento.

- Tiradas (1)