Partida Rol por web

Bueno. No hay mucha prisa. De momento disfruta de la estancia con tu hermano—repuso sonriente el padre Hardy— Cuando pueda. Y ahora ve a dormir, que mañana te espera un día largo.

Chester volvió a asentir, y tras dar las buenas noches a los sacerdotes, fue rápidamente a su cama. Tenía muchas ganas de hacer una visita a su hermano, y cuanto antes se durmiera, antes llegaría mañana. Y, por tanto, antes le vería. Se puso el pijama rápidamente y se metió en la cama, aunque antes de cerrar los ojos, no pudo evitar lanzar una mirada cautelosa a la ventana. No quería verse sorprendido por voces extrañas o cosas raras, como otras veces...

Chester fue a dormir. Sin pesadillas. Suficientes había tenido el día anterior y sin estar dormido y la noche pasó rápidamente. Aquella mañana era una mañana especial. Por fin podría ver a su hermano a la cárcel. No sabía si se encontraría allí con Albert aunque lo dudaba puesto que su hermano iba a visitarlo los miércoles y eran pocos los domingos que tuviese tiempo de ir hasta la lejana cárcel.

El padre Angel condujo a una velocidad endemoniádamente peligrosa, tomando las curvas como si estuviese en una carrera puesto que quería llegar lo antes posible para poder volver a tiempo de la misa dejando a Chester pasar el día a solas con su hermano. Una vez llegó prometió recogerlo a las cinco o seis de la tarde y puso rumbo a la iglesia una vez más.

Allí estaba, ante la cárcel. Lo cierto es que el edificio siempre le resultaba siniestro e intimidatorio, pero era la única manera que tenía de ver a su hermano, así que el chico tragó saliva y avanzó hacia las puertas. Allí, se dirigió a uno de los guardias.

-Perdone, señor... Venía a visitar a mi hermano, Joshep Wazowsky...

El policia le indicó que pasase al area de visitas y allí, frente a la multitud de gente que hablaba con sus familiares, Chester oyó una voz familiar que le llamaba alegremente.

—Ey...¡¡enano!! Chester ¿Cómo andas?

Joshep parecía muy contento de verlo, al fin y al cabo la prisión, aunque no era Shawshank, sino una prisión local, no era especialmente agradable y era sobre todo mu monotona. Cualquier acontecimiento se agradecía, especialmente los agradables como las visitas. 

-¡Hola Joshep!-dijo Chester con alegría, mientras corría a abrazar a su hermano. Siempre le alegraba poder verle, a pesar de lo ocurrido, pues sabía que era buena persona. 

-Estoy bien, los sacerdotes son muy buenos conmigo. ¿Tú que tal estas?

Bueno, todo lo bien que se puede estar aquí que no es poco, y el otro día vino a verme Albert y me dijo que le habían subido el sueldo ¿Lo puedes creer?— comentó con orgullo el hombre— Por lo demás muy aburrido todo, aunque el otro día hubo movida. Trajeron a un tío de Shawshank que estaba con la perpetua a pasar aquí los últimos años. Parece que hace casi 30 años se cargó a su hijo a martillazos... cabrón.

Joshep se echó hacia atrás mostrando su blanca sonrisa. Se había dejado crecer el pelo en la carcel y le habían puesto unas gafas muy raras pero seguía siendo su hermano.El mismo capullo que le metía arañas en los zapatos y que le llevaba sobre los hombros corriendo a toda pastilla.

Son legales los sacedotes, muy buena gente dejandote quedar en verano ¿eh?

-No lo sabía, me alegro mucho. Trabaja muy duro, y seguro que lo merece-dijo Chester, asintiendo. Entonces su hermano empezó a contarle historias truculentas de la cárcel. Allí siempre pasaba algo, y el chico no pudo evitar tener una fugaz visión del asesino que Albert describía, con el martillo cubierto de...

"¡No! No pienses en éso..." pensó el chico, mientras un escalofrío le recorría la espalda. Afortunadamente, la siguiente frase de su hermano le ayudó a cambiar el tema de conversación.

-Sí, son muy buenos. Les he ayudado algo con la capilla, a pintar y todo éso. 

Genial, genial...sigue así—respondió pasando a mirar la bolsa de comida que los sacerdotes habían dado a Chester. Los domingos eran días de comer en familia. ¿Quieres quevayamos un rato al "fam"? preguntó refiriendose al area de esparcimiento donde los domingos dejaban estar a los presos con las familias, vigilados esos si,por varios policias armados.

-Claro-dijo Chester, alegre de poder comer con su hermano. Aunque quería mucho a los sacerdotes, no era lo mismo comer con ellos que comer con Albert o Joshep. Además, estaba seguro de que a su hermano aquello también le alegraba, pues no debía ser muy divertido estar en prisión, ni tampoco agradable. 

Los dos hermanos fueron al area de esparcimiento y disfrutaron de una comida de los más entretenida, contandose chistes, hablando y viendo el tiempo que a Joshep le quedaba para que le diesen la condicional. Aunque el joven no decía nada y trataba de aparentar que estaba bien, las ojeras y marcas de su rostro  indicaban que no lo estaba pasando nada bien y que aquella experiencia era mas dura de lo que admitía a su hermano pequeño. Pero el tiempo pasa rapidamente y llegaba la hora de marcharse.

Aunque Chester estaba pasando un rato muy agradable con su hermano mayor, el tiempo no perdonaba, y su paso implacable hizo que el tiempo de visita acabara agotándose. Algo apenado por aquella circunstancia, el chico miró a Joshep.

-Creo que tengo que irme ya. Ojalá me dejaran quedarme más tiempo... ¿Estarás bien?-preguntó Chester, aunque aquella pregunta realmente era estúpida. Su hermano estaba en la cárcel, era muy difícil que estuviera bien. 

Todo lo bien que se puede estar. Al final del verano me revisaran la condicional—replicó Joshep encogiendose de hombros.—esperemos que todo salga bien.No lo olvides enano,cuidate y trata bien a los curas... y diviertete,que tienes cara de necesitarlo— añadió dandole un pequeño coscorrón cariñoso.

-Seguro que saldrá bien y te dejarán salir, Joshep. Los sacerdotes son buenos y rezarán por ti. 

El chico se quejó por el coscorrón de su hermano, para después responder riéndose.

-No me gusta que me des coscorrones. Y no te preocupes, seguro que logro pasarlo bien con mis nuevos amigos. 

Aquella semana fue bastante afortunada para Chester. No solo estaba la "promesa" de la condicional de su hermano (los curas le prometieron que rezarían por su liberación puesto que el reino de los cielos era para los mansos y había que poner la otra mejilla siempre,el señor premiaba a los valientes que defendían a los suyos). Además de aquello, Chester fue a ver a Albert,su hermano y pasó un día muy divertido con él, recibiendo algo dedinero de su parte y la recomendación de que se divirtiese...aunque Albert si consguió sacar a su hermano la paliza que Vicent&CIA querían darle y no pareció hacerle demasiada  gracia...

El té en casa de Emily había sido aún más surrealista que la conversación en casa deLissey,pero al menos las niñas estaban juntas.Las conversaciones delosdos adultos variaban como cuchillos lanzados en el aire a matar, criticando constantemente la madre de Emily la educación que estaban dado a la niña (y matizando que era un milagro que con aquella ropa no estuviese ya con novio) y críticas del padre de Lissey hacía la palidez y falta de energía deEmily, quien se notaba que necesitaba algo mas de luz del sol y menos de luz delas velas. Las pullas que parecían veladas al principio habíanido "in crescendo" hasta ser auténticos ataques. No obstante, los adultos eran unos seres extraños que fingían llevarse bien y la discusión no llegó a más... aunque gracias a aquella charla Liss se llevó un pellizco bien fuerte enelbrazo y pasó lanoche aterrorizada oyerndo asu padre beber, como cada vez que sealteraba...solo que no estaba Ryan para defenderla.

Además, el lunes casi se había reunido el grupo al completo,faltando unicamente Emily y Paul y comenzaron a construir el impermeable de la cabaña. Lissey se esforzaba especialmente en trabajar ya que no quería que los demás pensasen que como  era una niña podía hacer menos cosas. Justo al reves que Jack, que intentó escaquearse peroque finalmente se vio obligado por Martin que arguyó que si no tenía pulmones para trabajar en algo tan sencillo sería peligroso quedarse mucho tiempo dentro del refugio. Los niños en seguida vieron las intenciones de Martin y le apoyaron,pues Jack,aunque buen chico podía ser a veces muy caradura y en seguida el niño se vio convencido por la presión grupal.

El resto de los días no consiguió quedar con todos a la vez pues,aunque fuesen niños siempre había cosas que hacer. El  mismo ayudaba a los monjes o iba con su hermano a aprender mecanica*... y aquel jueves era el cumpleaños de Martin. El mismo había puesto 50 centavos para comprar el regalo pero estaba nervioso..desde lo de su familia y el mote del "niño asesino" que le había puesto algun niño en clase  nadie le había invitado a celebrar nada...

Chester se fue a directamente a dormir después de cenar. Se había levantado para ayudar, pero los sacerdotes le dijeron que se fuese a dormir, que ese día les tocaba a ellos. Como Chester estaba cansado no discutió mucho y se fue a lavar los dientes antes de meterse en la cama. El goteo de las duchas comunes le ponía por algún motivo los pelos de punta y no dejaba de oir un siseo pero, cuando haciendo acopió de valor fue a investigar no encontró nada. De modo que, el muchacho fue a dormir. No habían quedado para el día siguiente pero podía pasarse por la tarde por la casita. Quizás hubiese alguien.