Partida Rol por web

Nos encontramos en el cuadragésimo primer milenio, el Emperador ha permanecido sentado en el Trono Dorado durante mas de cien siglos.

La inquisidora sabe que cumpliréis con vuestra misión, pues de ello depende tanto vuestra vida como la de quienes habitan el sistema, aparte, la inquisidora Lilith es una de los más poderosos psíquicos, puede leer todo lo que pensáis. Con un gesto de la mano, hace venir a un servidor, no uno de su poderosa escolta, sino un táctico imperial, ataviado con los ropajes rojo purpura típicos del Tactiael, llamado Lewin. Una vez llega hasta vosotros, la inquisidora os dice:

Entonces está todo dicho, mi comando del CX6 – Abreviatura que emplea para denotar elnombre del planeta CanoX- Sub hangar 4/15, allí os espera el transporte que os llevará hasta el objetivo. Lewin os acompañará hasta allí y luego regresará. Buena suerte. El operador protege –Señala haciendo el signo del águila.-

Eisem fue uno de los primeros en subir a la nave y por lo tanto, pudo conseguir uno de los asientos mas cercanos a la cabina. Si bien no es muy amante de los viajes por el vacío, las vistas planetarias desde el espacio siempre le dejan sin aire.

Mala espina? Je, todos los planetas me dan mala espina desde el vacío. Especialmente un planeta nuevo, ningún planeta tiene corrientes de diformidad similares, y lleva un tiempo acostumbrarse, hasta entonces es estar todo el día pensando que algo no esta bien, y sumarle a eso la presión de nuestro trabajo. Agradece al emperador que no compartes mi dudoso "regalo". - Heinen larga unas pequeñas carcajadas, tal vez demasiado forzadas, mientras abre su bolso y extrae la placa de datos entregada por la inquisidora, y empieza a pasar sobre el texto, buscando información del punto de aterrizaje. - Muy bien, que me puedes decir de la zona de descenso, es visible de este hemisferio? - Mira un poco por la ventana al planeta que rápidamente se acerca.

¿La zona de descenso? Jajajaja Si lo que preguntas es por la zona de aterrizaje... Te vas a sorprender. Verás...mm... estamos teniendo problemas, hay avanzadillas del archí-enemigo y bueno... No somos un crucero, solo una fragata. No tenemos muchos recursos para actuar sobre el planeta. La base de apoyo en tierra sirve de enlace con la fragata, y es bastante reducida, no cuenta con muchos efectivos. El oficial al mando se llama O´Neill, coronel. Es lo más que tenemos en tierra. Allí abajo disponemos de 2000 operarios, pero pocos son soldados y hemos sufrido bajas...

Parece meditar sobre eso...

No daremos grandes paseos por superficie... Hace poco tiraron al bueno de Bax, un piloto cojonudo que llevó a un grupo de soldados abajo. Son cosas que pasan, a veces perdemos aeronaves, esos cabrones las derriban. Cada vez pasa más a menudo... Para mí que cada vez hay mas... pero quien sabe.

Si, entiendo lo que sientes, después haré una oración por los caídos, pero ahora, quisiera evitar convertirme uno de ellos. - Dijo Einsen mientras se concentraba, pero después de leer un poco volvió a resumir la conversación. - Si la situación continua, ¿vendrán refuerzos o estamos preparados para abandonar el planeta? Este planeta esta podrido casi hasta su núcleo.

En parte, el psíquico ya sabia la respuesta, si no recuperaban el mapa al artefacto, probablemente el planeta sea reducido a cenizas. Mejor perderlo antes de que caiga en manos enemigas, si es tan poderoso como el estaba dispuesto a creer.

Bueno, la verdad es que no creo que nadie venga... La cruzada esta empezando muchos recursos en otros puntos del sector, y según he oído en este borde tan alejado... buff, sería complicado. En todo caso lo 2º, salir pitando. No lo sé, no he oído nada al respecto, este es un planeta granero digamos... No sé qué importancia tiene... A parte de lo de los siervos del emperador y sus hijos y todo eso... Vosotros ya me entendéis. Si se llegara a ese extremo... supongo que si podríamos evacuar... Las fuerzas del caos van entrando poco a poco en el planea, por lo que yo creo que estarán igual que nosotros de forzados en este límite. Espero que no aparezca ningún crucero del caos... El emperador nos proteja...

Dice el piloto mientras manipula unos botones en la cabina.

El emperador nos proteja. - Repitió el psíquico, y resumió su lectura, dejando al piloto con su trabajo.

Cada vez que recuerdo la descripción que la inquisidora Lilith hizo de la peligrosa máquina que tenemos que encontrar, siento oleadas de placer recorrer mi cuerpo. ¡Para esto dejé yo mi colmena! Abandonar uno de los mundos más tecnificados del imperio para salir en pos de aventuras de resultado incierto no es propio de un tecnosacerdote. Era una opción arriesgada, podía verme los próximos 30 años reparando transmisores de voz, o tener la oportunidad de redescubrir máquinas de una época ya olvidada.

Incluso pensar en el mapa hace que me pierda en agradables ensoñaciones, pues la inquisidora ha mencionado que habrá que "hacerlo funcionar". Eso es... excitante. Mucho más excitante que dos piezas de papel en las que la X marca el tesoro.

Abro mi placa de datos y la empiezo a leer en silencio, mientras uno de los acólitos de mi nuevo grupo (¿puedo decir que somos realmente acólitos?) conversa con el piloto.

- ¿Qué es lo que tiene de tan escalofriante este planeta? - mi voz se escucha silbante a través de la máscara que me cubre la mitad inferior del rostro - A parte de esa falta de tecnología patente...

Un mundo granero, que asco.

El psíquico miro al tencosacerdote, notando su juventud a través de sus pocos pedazos de piel. Ellus, creyó recordar su nombre. Eisen no tendía a tratar mucho con los clérigos de la Omnicía, más que nada por las discusiones teológicas. - Creo que es más el conocimiento de lo que ocurre, no creo que nos afectara mucho si viniéramos de paso, pero sabiendo uno lo que nos espera abajo... - hizo una pausa, más por sonar algo dramático, que estar pensando de verdad, y continuo - Ademas yo tengo mas razones para preocuparme, como ya mencione, las corrientes del inmateium.

Pienso un instante en lo que nos espera abajo. Sería un tonto si no me preocupase, si no se tratase de un lugar en el que es posible perder la vida e incluso el alma. Sin embargo, lo que hace que mi cuerpo segregue adrenalina y mi corazón bombee la sangre más rápido no es el riesgo que voy a correr, sino la emoción de ir a visitar un planeta nuevo. Uno de los pocos que he tenido la posibilidad de conocer.

Disgustado, meneo la cabeza levemente.

"El cuerpo humano es una máquina imperfecta." Decido que tengo que disciplinarme y concentrar is pensamientos sólo en aquello que realmente yo quiera pensar, y no en emociones pueriles e impropias.

- Si la superficie es tan peligrosa, deberíamos estar preparados para desembarcar lo más rápido posible.

Según lo que me dijo el piloto, - hizo una pauso al notar que no había preguntado el nombre de este - la zona de descenso es segura, pero eso puede cambiar rápidamente, Emperador no quiera. Y según lo que puedo recatar en la información concedida, es que deberíamos poder infiltrarnos en la población sin demasiado problema.

- Mmmmm... Deberíamos pensar algún motivo para estar en ese planeta, si es que queremos mezclarnos con la población local sin llamar la atención. Nadie creerá que estamos haciendo un viaje de placer, de modo que hace falta que tengamos una razón plausible que sirva para que nadie desee investigar los motivos de nuestra estancia allí.

El piloto os hace una seña con la mano, indicando que os pongáis los cascos integrados en la nave, unos auriculares de estilo pesado que insonorizan automáticamente el rugido de las turbinas de la nave Valquiria. A través de los cascos escucháis como os dice:

A partir de ahora hablamos por aquí, entramos en la atmosfera y a parte de unas cuantas turbulencias, vamos a tener el rugido de las turbinas aquí atrás. Vamos a entrar en la atmosfera a máxima velocidad, y volaremos lo menos posible sobre el planeta. Podréis ver qué hay de todo: lagos, bosques, llanuras desérticas... y cuando estéis abajo, cuidado con la flora y fauna... ¿Alguno ha estado en Catachan? jajajajaja, pues aquí también tendréis que tener cuidado. No hay plantas carnívoras de 20 metros de diámetro...pero según he oído los animales en la parte alta de la cadena alimentaria no son muy amigables.

En medio de las turbulencias una luz roja se enciende con parpadeante urgencia e ilumina la cabina. El piloto toca un par de botones y la luz se apaga tan repentinamente como se ha encendido.

Cuando lleguéis a tierra se os asignará en la base un transporte, con el que podréis moveros a vuestro antojo por el planeta. ¿Ok?

El resto de vuestro comando parece tan osco que ni se digna a responder a los comentarios del piloto, la mayoría repasan metódicamente su equipo, son bastos soldados, veteranos de la guardia imperial, silenciosos y mortales.

Entendido. - dijo el psíquico a través del sistema de comunicación - En cuanto a nuestra cuartada, somos un grupo de personas altamente armadas, incluyendo un tecno-sacerdote un sancionado, no se me ocurre nada que pueda explicar eso. Esperemos a que estemos en el planeta, tal vez ahí se nos ocurra algo.

¿Bosques?, ¿lagos? se preguntaba atonitamente Eisen mientras miraba por la ventana, Nadie me dijo dijo que tendríamos que soportar la indignes de la vida al aire libre. Espero que no tengamos que dejar la ciudad, ya es suficiente que no tenga metal a mis costados y arriba!

Uno de los compañeros de viaje que se encuentra a bordo de la nave, se mueve inquieto en su asiento mientras saca una baraja de cartas, a todas luces se percibe que no es como los demás, por sus ropas y sus movimientos todos percibís en la nave que es un Granuja. La baraja de cartas vuela en sus manos y pasa ágilmente de una a otra las cartas como por arte de magia. Al ver que lo observáis os dice:

¿Os hace una partidita? Para matar el tiempo.... vamoss.... Seguro que algo ganamos.

Al menos yo. Piensa el Granuja.

Un escalofrío recorre mi espina dorsal al pensar en lagos, campos, flora y fauna. Depredadores salvajes y plantas carnívoras. Es repugnante. Miro de nuevo hacia el planeta y ahora sí que se me antoja un lugar asqueroso. Supongo que ese color predominante será el del agua al aire libre, y el de los bosques y otros paisajes primitivos y no humanos.

Noto que mi acompañante pone mala cara al escuchar al piloto.

- Parece que la perspectiva de un planeta tan poco tecnificado no te resulta agradable. ¿No vendrás de algún mundo colmena?

Echo una mirada larga al granuja que juguetea con las cartas. Los juegos de azar son pueriles y aburridos, pero jugar con alguien que encima va a pretender hacer trampas ya es el colmo. No me apetece enfadarme

- No me apetece ahora mismo hilvanar combinaciones de números y figuras con estampas repartidas más o menos al azar. Tal vez en otra ocasión.

Ok, no problema, vereis, os cuento ¿Va?

Ha muerto otro personaje del otro grupo... Madre mia (y no es que vaya yo a matar ni nada por el estilo....ya lo descubrireis, soy bastante concesivo en cuanto a intentar que no palmeis a la 1º de cambio) Lo dicho, uno de los del otro grupo, de los que iniciaron la partida, ha palmado y va a hacerse otro pj (El Granuja), que va a ir con vosotros hasta que enlaceis con los del otro grupo.

Esto ha sucedido hoy mismo, pero no os preocupeis, ya está haciendo la ficha, y puede que mañana mismo lo tengamos en activo. En cuanto esto esté, os dejo en tierra y a darle caña.

¿Vale?

OK.

De hecho, lo hago. No es mi primera ves en un mundo similar, pero nunca tuve que dejar la parte más desarrollada de la ciudad. Espero no tener que hacerlo esta vez, y creo que tu tampoco estarías muy contento de hacerlo, si no me equivoco. ¿Tu también vienes de un mundo colmena?¿o tal vez de un mundo forja? - Después de escuchar la respuesta del tecno-sacerdote, y de recibir la oferta del hombre de dudosa procedencia, le responde - La verdad que una partida me vendría bien para calmarme, pero no esperes que apueste mucho, ya he perdido demasiados tronos con las cartas...