Partida Rol por web

Al escucharlo me di prisa en arreglarme con uno de los vestidos que me habia regalado mi madre, finalmente sali con mi melena suelta y el vestido, mi padre ya tenia mi equipaje en la entrada listo - Buenos dias mi señor - Le dije mientras mi madre lloraba tras de mi, pero de alegria en este caso, repitiendo lo bella que estaba.

Me despedi con un calido abrazo y beso de cada uno de mis padres antes de acercarme al jefe de las tribus dispuesta a partir, con aquel collar al cuello que aun me pesaba como el mayor de los tesoros.

Esta vez el lider de lideres, no dijo nada, simplemente te dedico una sonrisa y salio delante de ti encaminandose a su caballo y dio orden a uno de los guardias que lo acompañaba para que te ayudara a subir a tu caballo- esta yegua es Briseida, hija de trueno furioso, el caballo de Wulfrick, es un regalo de boda anticipado my lady- comento el jinete mientras incaba una rodilla en el suelo para ayudarte a subir.

una vez estabas lista el grupo se puso en marcha, un jinete delante de ti y uno detras, y Manfred a tu izquierda- imagino que como mimembro del clan Highthunder vuestro dominio del caballo sera excelente, siendo ademas hija de ayudante de establo...- por fin el lider de lideres hablo, ya cuando cruzabais las puertas de la aldea, a lo lejos se podia distinguir el circulo mistico, donde se reunen los lideres, el poblado Silverfang estaba a 7 kilometros y poco de alli, a caballo en cuestion de media hora se podia llegar tranquilamente.

Y como bien dijo con sus palabras mi dominio del caballo era excelente, desde niña me habian fascinado y siempre hiba ayudar a mi padre cuando podia, a cepillarlos y montar muchas veces a escondidas de mi madre. De echo el soldado no tubo apenas que ayudarme a subir y me encontraba mas que comoda sobre el animal.

- Cabalgo desde niña mi señor, siempre han sido unos animales que me encantaron, por no decir que si los cuidas como es debido son de lo mas honrado y fiel que hay - Dije con una sonrisa en el rostro ahora ya un poco mas tranquila con su presencia. - ¿Que pasara ahora mi señor? ¿Vuestro hijo ya sabe que me habeis escogido? - Pregunte con curiosidad, pues siempre pense que si me casaba seria por que algun muchacho llamara a la puerta de mi padre...

- Como imaginaba...- afirmo con una sonrisa y te volvio a observar de arriba a abajo- ahora supongo que pasara lo que deberia pasar, sereis presentada como la prometida de mi hijo en la aldea y a mi hijo, este supongo que se alegrara de que no haya escogido alguna troll de los bosques Shadoweye y en cuanto cumplais los 17 años os casara el gran chaman Hiam y se celebrara la boda...- dicho esto, Manfred se adelanto ligeramente y hablo con el jinete que encabezaba la marcha para volver al lado tuyo.

El ritmo se siguio un trecho mas  y justo cuando el grupo pasaba cerca de la Aldea Silverfang te diste cuenta de que no se detenian los caballos, y el camino seguia hacia la aldea Bearmaw.

Escuche lo que me dijo atentantamente mientras comence a calcular cuanto faltaba para mi cumpleaños, es decir la boda. Supise que este tiempo me prepararian para ser una buena esposa para su hijo asi que me limite a sonreir asintiendo. Al ver que pasabamos la aldea enarque una ceja.

- Mi señor... ¿Nos dirigimos a Bearmaw? - Pregunte con curiosidad pues suponia que nuestro camino iba a ser mas corto.

El movimiento de espada de Morded era rápido, pero lo esquivé con facilidad. No obstante en el ataque no tuve tanta suerte, al parecer mi amigo ya se había olido la treta y había preparado una buena defensa para mi contraataque, algo que no me esperaba.

-Vas mejorando...- Admito e un gruñido seco, a la vez contento pero también contrariado de que haya evitado mi contra... debía de intentar ser algo menos predecible si quería mantener en un futuro la ventaja que le llevaba en los duelos.

Veremos si de verdad vas mejorando o ha sido un golpe de suerte y nada más.

A pesar de que el combate estaba saliendo como lo había previsto, Morded chasqueo la lengua con fastidio. Casi había visto como la espada golpeaba a su rival, pero este había apartado la pierna en el último instante.

¿De que te sirve predecir los movimientos de tu rival si luego no eres capaz de encajar el golpe? 

El contragolpe de Jener fue a chocarse contra su escudo de madera, en respuesta, aguanto el golpe e hizo fuerza con ese mismo brazo hacia un lado para desviar el brazo del arma de su amigo y dejar la defensa mas abierta. Y lanzo un tajo horizontal a la altura del pecho.

-Ja.. Lamento no poder decir lo mismo de ti.

Morded había desviado mi espada,así había hecho que mi espada quedara fuera de juego para la defensa pero se había olvidado del escudo. Interpuse mi escudo entre su espada y mi pecho parando el golpe, que si hubiera dado en el blanco me habría dejado una buena marca...

Con mi escudo levanté su espada y lancé una estocada directa a su muslo, una estocada no muy acertada por otra parte, la cual fué acompañada por un gruñido que parecía más de un perro rabioso que de un humano.

¿Qué pasa hoy? ¿Es que ninguno es capaz de golpear a su rival?

Me preparé para un contragolpe que seguro sería difícil de parar.

Mierda, un fallo mas, hoy esta siendo realmente intenso..

Dio un paso atrás para apartarse de la estocada que buscaba morder su muslo, Jener había desviado su acero hacia hacia arriba y cuando el brazo de Morded bajo de nuevo golpeo con fuerza como si se tratara de un martillo golpeando un yunque. El fuerte movimiento fue acompañado por un grito de rabia, propio de la descarga de adrenalina.

-Grrr- Fué lo único que salió de mis labios cuando sentí el acero de Morded romper mi piel, una cicatriz más. No importaba, esta vez había sido él el que había asestado el primer golpe certero pero no tenía porqué acabar como había empezado.

Ataqué de nuevo aunque mi ataque sin duda no sobrepasaría su defensa, necesitaba imbuirme aún más en el combate.

Una sonrisa de triunfo se dibujo en el rostro de Morded cuando vio brotar la sangre, no era una herida profunda pues la intención de ninguno de ellos era herir de gravedad al otro.

Era mas que curioso que llegara la herida justo cuando había golpeado con mas fuerza, puede que al final fuese cierto que todo se resumiera a quien golpeaba con mas furia. Así pues, golpeo de nuevo con gran fuerza, esta vez no fue un golpe en vertical, si no en horizontal. Por desgracia estaba tan metido en frenesí del ataque, que estaba dejando mas huecos en la defensa.

Intenté desviar el golpe de Morded con la espada y quizás ese fué el error, en mi furia había olvidado completamente el escudo y tan sólo pensaba en el arma que llevaba en la mano derecha. Me dío por poco pero lo hizo y eso era lo que importaba.

En lugar de derrumbarme, como si la sangre que corría por mi cuerpo fuera el detonante de mi rabia levanté la espada y hice un barrido en diagonal hacia su pecho. Su defensa también estaba baja y seguramente ese golpe daría en el blanco... debía admitir una cosa aunque no me gustara, estábamos muy igualados... pero no lo diría en voz alta. Yo sería el mejor guerrero.

Una nueva herida y la excitación de Morded iba en aumento, pero efectivamente estaba dejando las defensas muy expuestas y la respuesta de Jener no se hizo esperar, era un guerrero experto y no le costo ver las debilidades en la posición de ataque. El acero corto en  uno de los pectorales, el escudo no llego a cubrirlo a tiempo y ahora era Morded el que sangraba.

-¡Ah!

El escozor fue grande, retrocedió unos pasos, y golpeo el aire mas que para herir a su rival para mantenerlo alejado. Morded se caracterizaba por ser un guerrero de mente fría, pues la furia del combate puede hacer que pierdas la cabeza... Literalmente, por lo que paso a una posición mas defensiva mientras trataba de poner en orden de nuevo sus sentimientos y su mente.

No te dejes llevar estúpido, en un duelo a simple habilidad el tiene la ventaja, la única forma de derrotarlo es atacar en los momentos oportunos...

El ataque de Morded era débil y fácil de esquivar, pero para hacerlo tenía que alejarme. Lo que me imposibilitaba lanzar un buen ataque que pudiera atravesar su defensa, Morded se había dado cuenta del error que había cometido en cuanto mi espada dió en el blanco.

Aún así yo no pensaba las batallas, las sentía y las luchaba por eso era buen guerrero. Me dejaba llevar por la espada y la sentía como parte de mi propio brazo.

Morded y yo, en eso éramos totalmente opuestos, y esta vez su estrategia había dado buen resultado... él no me había golpeado, pero yo tampoco y estábamos como al principio.

!Mierda!

No querida... es alli donde vamos- Manfred señalo una pequeña elevacion a la derecha del camino donde se podia ver a dos jovenes blandiendo espada y escudo uno contra el otro, los golpes se efectuaban mas defensivos que ofensivos, eran Morded y Jener en uno de sus tipicos duelos mañaneros. El grupo de 4 jinetes se acerco, primero un guardia, despues Manfred con Alexandra y despues el ultimo guardia.

Manfred observo a ambos jovenes, Jener portaba una herida en el hombro y otra en el costado, Morded mientras solo portaba una herida en uno de los pectorales.

- deteneos jovenes, Jener... mis respetos al clan Bearmaw- pronuncio Manfred con su imponente voz, despues miro a su hijo- Morded, supongo que conoces a Alexandra de la tribu Highthunder... ven acercate... tenemos que hablar

Cuando dijo lo de la colina gire mi mirada hacia ella y alli vi a los dos muchachos, eran faciles de reconocer, pues la gente sencilla como yo teniamos claro quienes eran los lideres y sus hijos al verlos. Comence a sentir un hormigueo de nervios en mi estomago y como los colores de mis mejillas iban subiendo mas y mas, hasta volver a parecer casi tomates maduros.

Vamos Alexandra... respira despacio, no te pongas nerviosa, tu solo asiente y estate tranquila... aun quedan unos meses para tu cumpleaños, meses en los que tienes que aprender a controlarte...

Intentaba relajarme con mis pensamientos pero cuando el Jefe llamo a su hijo casi di un respingo en el caballo mientras me mordia el labio mirando el pelaje del animal pues la vergüenza no me dejaba levantar la vista.

El combate seguía hasta que escuché como una voz conocida pedía que nos detuviéramos, lo que no fué fácil ya que acababa de sumirme por completo en el combate, aunque al ver de quien se trataba bajé la espada y el escudo. Odiaba que interrumpieran uno de mis entrenamientos, pero ahora no podía hacer nada por seguirlo.

Incliné la cabeza aceptando los respetos que Manfred mostraba a mi clan, e inmediatamente fijé mi mirada en la joven sobre el caballo cuando Manfred pronunció su nombre.

¿Qué hace aquí?

Estaba sorprendido, aunque posiblemente ya había olvidado el entrenamiento, lo que me extrañó es que Manfred llamara a su hijo, me sentía fuera de lugar así que no dije nada. Esperando que Morded fuera con su padre y preguntándome en mi mente de qué trataba todo ese asunto.

Me preparé para volver a mi casa, ya que suponía que eso no iba conmigo cosa que de verdad me molestaba por varias razones, aunque no dije nada tenía el ceño ligeramente fruncido.

Morded ni siquiera se había percatado de la llegada de su padre y sus hombres de lo absorto que estaba en combate pero cuando escucho la potente voz de su padre se detuvo, dejando caer espada y escudo.

-Ha sido un buen duelo, Karodon debía estar observándonos esta mañana. -Dijo con honestidad, sabia cuanto le molestaba a Jared cuando algo interrumpía los entrenamiento y era un sentimiento que compartían. Se acerco a el y le estrecho con fuerza la mano, con una sonrisa en el rostro.

Después se dio media vuelta y comenzó a acercarse a el comité, limpiando con un paño la herida del pecho, que a pesar de ser superficial sangraba.

-Te saludo líder de lideres -acompaño el saludo con una inclinación de cabeza.- Si la conozco... Bueno, alguna vez la he visto y no es el tipo de mujer que alguien olvide.

Miraba a la chica con curiosidad, no entendía muy bien que podía traerla al lugar de entrenamiento o por que parecía tan tímida.

en el momento que ambos muchachos dejaron el entrenamiento y se giraron hacia nosotros eleve un segundo la vista pensando que mis mejillas iban arder del la vergüenza que sentia ¿Se lo iba a decir aqui? ¿Asi sin mas? ¿Ante Jener? Estaba sumida en mi mar de preguntas cuando su hijo me alago como anteriormente habia echo su padre.

- Gra... gracias... - Salio casi como un susurro de mis labios mientras miraba de reojo a ambos muchachos cada vez mas nerviosa y apretando mas mis manos.

Cuando Jener se dio la vuelta, camimando para alejarse del lugar, Manfred no puedo evitar ponerse serio, ni un simple saludo... no estaba siendo cortes por su parte, aunque claro, Morded habia sacado ventaja en el duelo, se podia ver a simple vista y quizas se iba enfadado- Jener, no te vayas aun, quiero que lleves un mensaje a tu tribu- dijo por fin, y bajo del caballo, para ponerse a la altura de su hijo, pero aun mirando al joven Bearmaw.

- di que dentro de 6 ciclos de luna, se celebrara la boda entre Alexandra y Morded, y que el clan Bearmaw esta invidado a la ceremonia- entonces desvio por fin la mirada a su hijo y le puso una mano en el hombro- enhorabuena hijo, esta es tu prometida- y señalo con la mano a Alexandra sonriendo. Asi eran las cosas para Manfred, lider de lideres, el hablaba y no habia opcion a la protesta, el afirmana y se convertia en orden directa y cualquiera que no estubiera de acuerdo podia meterse su lengua en el culo e intentar limpiar la mierda que producia el simple echo de pensar en protestar.