Partida Rol por web

Las guerras barbaras.

Capitulo 1: el gran desastre.

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18/12/2012, 16:17
Director

Notas de juego

olvida eso, los imperiales ya se encargaran de arrasar las aldeas, postea para todos ya.

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18/12/2012, 18:46
Mick Shadoweye

.-Puede que los Blackmist hayan huido en otra dirección-. Dice Mick sin darle mucha importancia..-Hiam. ¿Volveran a hablar los dioses antes del combate en las montañas?-. Dice con intención de conocer más información. Toda aquella incertidumbre le resultaba incomoda, y si bien confiaba en los dioses lamentaba la forma ambigua en que sus planes eran revelados.

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18/12/2012, 20:01
Hiam Veilfog

Hiam no caminaba. Iba sentado sobre un carromato tirado por dos bueyes blancos, propios de la aldea Veilfog. Su mirada ceñuda observaba el horizonte, esperando encontrar alguna señal que le indicara qué debían hacer a continuación.

- Lo desconozco, Mick de los Shadoweye, pues sólo soy un instrumento de Su voluntad - dijo, sin dejar de mirar al horizonte - Pero no debéis esperar a que Ellos hablen. Sois estrategas y guerreros, debéis organizar la defensa contra los Imperiales. 

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19/12/2012, 01:08
Wulfrick Highthunder

Wulfrick llegó al círculo sagrado con la mayor parte de su pueblo tras él. Al ver que los demás líderes de los clanes se habían reunido, él también fue hasta allí, seguido por su fiel Hama y Godric, su mejor jinete.

Al llegar saludo con un ademán de la cabeza y sin detenerse a lamentar el transcurso del día dijo.

- La aldea BLackmist está también en llamas, pero no sabemos nada de ellos. Voy a mandar un contingente de una docena de hombres, veloces y experimentados jinetes para que vean lo que ha ocurrido con el clan Blackmist y para que les ayuden en lo posible. Si necesitan más ayuda uno de ellos volverá a pedir refuerzos. Pero si no pueden hacer nada regresarán- dijo con firmeza el lider de los Highthunder-. No os pido que prestéis vuestros hombre para esta misión, pues un jinete experto y veloz es más eficaz en estos casos que todo un contingente. Yo me quedaré aquí con un centenar de mis guerreros, todos a caballo a la espera de noticias. El resto de mi pueblo partirá a las montañas blancas como los dioses nos han pedido.

Al hablar de los Dioses, Wulfrick apretó los puños. No en vano, su suegro era el sumo sacerdote, el archidruida de las siete tribus, el que más claro oía a los Dioses. Pero también era el padre de su malograda mujer, quien había muerto en el incendio y saque del poblado.

Alejando esos funestos pensamientos de su cabeza, Wulfrick miró a Gpdric y le dijo.- Godric, tú y Albus, escoged a diez hombres con veinte caballos. Dirigiros a la aldea Blackmist a ver lo que pasa y, si podéis, ayudar en algo. Si veis que está perdido volved, no podemos desperdiciar un solo guerrero ante la lucha que ha de venir. Si es necesaria nuestra intervención manda a alguien a aquí, yo y un centenar de los Highthunder estaremos esperando.

Con un ademán de su mano, los jinetes salieron prestos a la aldea vecina. No era momento de arriesgar hombres, pero tampoco de dejar en la estaca a todo un pueblo.

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21/12/2012, 00:07
Viconia Bearmaw

Todo el clan Bearmaw habíamos llegado al Círculo, había cabalgado junto a Jener y detrás de padre, y de la misma forma hicimos irrupción ante el resto de los clanes. Todos estaban allí, todos menos los Blackmist, la última aldea que había sido arrasada por los malditos imperiales.

No dije nada mientras padre ofrecía nuestra ayuda, mi hermano y yo en vanguardia, él y el resto de hombres en retaguardia. Así habíamos acordado, pero seguramente que el resto de jefes tendrían algo que decir. Seguro que su orgullo pesa más que el peligro en el que nos encontramos.

Miré a mi alrededor y contemplé a los niños y ancianos, a las mujeres que no sabían manejar ni un cuchillo, a los enfermos y débiles, era a ellos a los que tendríamos que proteger. Una mezcla de rabia e impotencia me sacudió, malditos imperiales... ojalá vuestras almas vaguen sin descanso por los infiernos.

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06/01/2013, 14:33
Kyle Silverfang

Kyle se encontraba detrás de Modred y Alex, escuchando las indicaciones de los líderes de las tribus para llegar a las montañas sanos y salvos. A su espalda cargaba un atado voluminoso pero no parecía incomodarla. Cada tanto atendía a las mujeres nerviosas de la tribu y daba someras órdenes para que mantuvieran a los niños quietos.

Sin embargo, aunque toda ella parecía estar allí, su pensamiento se encontraba lejos de aquel lugar. Kyle no dejaba de pensar en la familia de la esposa de su hijo y de su fatal destino. ¿Qué había pasado con ellos? No podían estar todos muertos. No. Algunos debían estar defendiendo su territorio con uñas y dientes aún. Ellos necesitaban ayuda de los demás guerreros, aunque resultara en un riesgo para el resto de los civiles que tenían que marchar.

Con cuidado de no interrumpir el debate de los hombres, la mujer se acercó hasta su hijo y le susurró algo antes de retirarse nuevamente a su lugar y prepararse para ponerse en marcha en cuanto lo ordenaran.

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06/01/2013, 14:40
Kyle Silverfang

Kyle se acercó a Modred para susurrarle unas palabras que sólo él pudo oir.

-Hijo, debemos hacer algo por los Blackmist. Es el pueblo de Alex, se lo debemos. Apoya a los Higthunder, bríndale algunos hombres. Podremos arreglárnosla bien con algunos soldados menos. Sabes que aunque tu pueblo no sea totalmente guerrero sabe cuidarse y vende cara su piel.- Antes de volver a su sitio agregó algunas palabras más, aunque esta vez no en tono imperioso si no suplicante. -Y por hoy, querido Modred, no discutas con Kar. Hoy todos los pueblos hemos sufrido el ataque del imperio, hoy todos debemos ser uno.