Partida Rol por web

-Evidencia o no... ambos sabemos que mi padre nunca hubiera matado a Manfred- Me senté en la hierba de mala gana. no sin antes descargar mi furia clavando la espada en la tierra blanda -Nos parecemos en muchas cosas... demasiadas...- Admití -Pero no en eso, las manzanas están mejor que los melocotones...- Dije, no con una intención entrañable si no para remarcar una diferencia entre Morded y yo.

Negué con la cabeza -Alexandra... no entiendes nada de de lo que pasa- Dije convencido, no me refería principalmente al funeral de Manfred y todo lo que ello implicaba... no podía ser su amigo y menos ahora que mi relación de amistad con Morded había terminado de tal manera.

- Ambas son frutas dulces, y ninguna es mejor o peor, puede gustar mas o menos, pero ambas son deliciosas - Le dije intentando segir su simil a algo que yo les habia mostrado en aquella colina hace ya varios años.

Sus ultimas palabras me dejaron un poco triste y suspire de nuevo con la cabeza baja, pero despues tras unos segundos la eleve clavando mis ojos en los suyos - se que... que yo no pertenezco a vuestro mundo desde niña, y que aun no se bien como tengo que actuar en ciertos temas, y quizas me haya equivocado viniendo aqui tras todo lo que esta ocurriendo, pero... yo actuo por lo que creo que debe hacerse, por lo que siento... y... no se... si no entiendo algo podrias intentar explcarmelo... o... ¿Tambien quieres perder relacion conmigo? ¿Que actue como quizas se espera y me aparte de los Bearmaw? - Lo que implicaba apartarme tambien de el.

No pude evitar reir, pero la risa no era alegre si no más bien amarga. Cargada de sentimientos negativos -No tiene nada que ver con nuestro mundo... lo tendría mucho más fácil si no fuera Jener hijo de Kar y antiguo amigo de Morded.

Un suspiro salió de mis labios ¿qué le debía yo a Morded ahora? Me había fallado, había fallado a nuestra amistad, a su honor y yo aún intentaba mantener el mío... y el suyo -Si te explicara lo que pasa, estaría fallando a lo que tú has venido a defender aquí, nuestra amistad, mi antigua amistad con tu marido y al honor de nuestras dos tribus Alexandra...

-¿De verdad deseas eso?- Era una pregunta, y no sabía lo que podría hacer ante su contestación. Todo era demasiado complicado... lo había sido desde el día en que ella se había presentado a Morded y su presencia allí aumentaba todos is sentimientos, negativos y positivos. Tan sólo un torbellino de emociones confusas que no hacían otra cosa que desear clavar mi espada...

Escuche todo lo que dijo y definitivamente estaba claro que algo no entendia pues no sabia por que era tan extremista, fallar amistades, al honor, a las tribus... - He venido a intentar que una muerte no genere una guerra que terminara en mas muertes y dolor... - Susurre mientras lo miraba entre curiosa y preocupada, Pues yo no era mas que una mujer que no sabia ni como actuar, y pretendia parar una guerra... ilusa... 

- Hablas como si hubieras echo algo horrible Jener... ¿Acaso se culpa al Bearmaw equivocado? - Le dije intentando quitar peso al asunto, pues hablaba como si el hubiera matado a alguien. - No creo que haya nada que puedas decir o hacer como para fallar a tu honor, nuestra amistad y a tu tribu, eres un buen hombre Jener, de eso no tengo duda.

Su brimita me molestó bastante, y apreté el pomo de la espada. Pero sus últimas palabras me relajaron lo suficiente -Si has venido a eso Alexandra, siento decirte que te equivocas de hombre. Aquel que se arriesga a una guerra entre tribus es Morded, sólo haría falta que no dejara que el dolor le nublara el juicio y pidiera disculpas a mi padre. Estoy seguro que mi padre no guardará rencor y la tribu Bearmaw seguirá a su líder en cualquier decisión... pero temo que mi amistad con Morded haya sufrido una herida que no pueda ser curada.

-Hay veces, en las que a un buen hombre se le obliga ser malo. No por decisión propia si no por decisión de los dioses- Dije cómo si a mí me hubiera tocado a la vez la mayor de las bendiciones y la mayor de las maldiciones.

- Yo... intentare despejar la mente de Morded, pero sabes que no siempre me escucha... Hablare tambien con tu padre, pidiendole paciencia... y esperando que vea que no todos creemos en las evidencias... - Le dije mientras apartaba un mechon de pelo de mi rostro.

- Los dioses jamas harian malvado a un buen hombre, si te han tocado con sus manos sera para algo bueno... no dudes eso, aun no me has explicado porque hay tanto peso en tus palabras Jener - pues seguia hablando como si hubiera algo malo en el y yo al menos no po podia ver ese mal. 

-Mi padre te escuchará, es un líder sabio y por esa razón no debo ser yo quien lidere a los Bearmaw- No sabía qué responder a Alexandra, pero ella debía saberlo... habíamos pasado mucho tiempo en compañía mutua y estaba seguro de que, aunque Morded y yo éramos unos zoquetes que no nos enterábamos... ella debía al menos sospechar.

-¿No lo sabes?- Pregunté, esperando una respuesta sincera. No sabía si desear que dijera que no, o que sí. Si lo sabía por ella misma, me libraría de un gran peso, y no fallaría a nadie. Pero si no lo sabía por otra parte... estaría a salvo, aunque el peso me siguiera atormentando.

- Se que tu padre me escuchara, solo espero que el resto tambien lo hagan... - Murmure pues las veces que habia compartido estancia con Kar habia podido ver que era un buen hombre como su hijo, y por todas las historias que me habia contado Manfred, era como si lo conociera de siempre...

Su pregunta me dejo un poco descolocada - Eh... Si lo supiera no te lo preguntaria.... - dije sintiendome un poco estupida, pues lo habia preguntado como si tuviera la obligacion de saber que le sucedia... - Espero que confies en mi para contarmelo... y ayudarte a cargar con ese peso...

Quería decírselo, librarme de esa carga pero una vez lo hiciera mi vida y mi credibilidad estaría en sus manos ¿De verdad podía confiar eso a alguien?

-Desde antes que tú me conocieras yo ya...

No, no podía el simple hecho de tenerlo dentro me estaba matando pero si lo sacaba podían pasar cosas mucho peores. Y ahora mismo no sólo para mí, además, era demasiado tarde...

-Lo siento, si lo supieras y lo contaras a alguien todo se derrumbaría Alexandra, ni siquiera Morded sabía ésto, de hecho si se enterara... los Bearmaw y los Silverfang no tendrían paz mientras él fuera líder de la tribu- Sabía cómo era Morded con algo que le pertenecía a él... y al fin y al cabo, era suyo.

La furia, el dolor y la impotencia se mezclaron, mis rodillas se flexionaron y apollando mis codos en ellas pasé mis manos por mis ojos y frente, no hacía frío, pero por alguna razón estaba perlada de sudor.

Mi rostro cambio con sus primeras palabras a un de enfado, iba a decir algo cuando vi como se agachaba y pasaba sus manos por su rostro... entonces mi mirada paso de enfado a tristeza... Parece que en realidad no somos amigos...

Me levante de la hierba y me acerque a el posando mi mano en su mejilla un segundo  - Lo siento... no te molestare mas... pense que eramos amigos... pero si no confias en mi... es que no lo somos, yo jamas contaria algo que me dijeran en secreto o confianza, y creo que he dejado claro que no soy una persona que juzgue a las demas... Siento haberte molestado... al.. al menos come algo - le pedi antes de suspirar y darme la vuelta para buscar a los soldados con la mirada.

No tenia amigos antes de llegar aqui y parece que despues tampoco...

-No llames aún a tus guardias- Dije esperando que no lo hiciera -Debes saber que esto no es fácil para mí, y en cuanto te lo diga entenderás porqué razón dudaba en decírtelo- Me levanté para que me mirara a mí, aunque yo desvié la mirada al horizonte que se podía ver tras ella, no podía permitirme perderla para siempre, y era lo único que podía hacer para que nuestra relación no terminara.

-Que te lo diga ahora no sirve de nada, pero aún así es la mayor prueba de confianza que te puedo dar. Me estoy jugando mucho...- Dije para que me entendiera -Verás, cuándo nos conocimos dijiste que todas las mujeres se fijaban en mí y en Morded, salió el tema de que yo no tenía esposa y la verdad es que puede resultaros extraño.

-Estoy enamorado Alexandra- La miré a los ojos y dije -No preguntes de quien por favor, sabes la respuesta, estoy seguro.

Ya me había desvelado cómo lo que era, un hombre débil que no era capaz de superar lo que sentía por una mujer, un traidor que deseaba a la mujer de su mejor amigo y peor aún que se lo había dicho.

Los guardias habian seguido bien mi orden alejandose de la zona pero estando lo suficientemente cerca como para que un grito o una llamada los hiciera venir. Estaba apunto de silbar a mi caballo para que volviera con aquellos hombres cuando escuche a Jener pedirme que no lo hiciera aun.

No entendia nada, que podia ser tan horrible como para que se castigara de aquella manera, y cuando lo dijo claramente mi rostro fue un poema, pues parpadee varias veces completamente alucinada - ¿Enamorado? - Pregunte completamente incredula ¿Saberlo? ¿Yo? ¿Como podia saberlo? - ¿Que? - Volvi a preguntar confusa - ¿Como voy a saberlo y por que eso tendria que ser algo malo? No creo que ninguna mujer se negara a ti - Le dije hasta pensando en que me estaba mintiendo por no decirme la verdad...

Que Alexandra no supiera quien era la mujer me dolió, aunque conseguí reponerme -Quizás esté enamorado de la única que se negará a mí- Dije convencido que desde luego, se negaría -Alexandra, eres tú... siempre has sido tú.

Para mi desgracia...

Esperaba cualquier cosa, desde que llamara a los guardias para irse a que se atreviera a darme un guantazo. Aún así ya estaba dicho, me había librado de un gran peso y a Morded no le debía nada, ya no... así que si lo miraba desde ese punto de vista era más fácil, ya que no estaba traicionando a un amigo, era la única manera de verlo si quería seguir cuerdo.

-Todos estos años lo he callado por Morded y por ti, por vuestro hijo...

Y así es como se me paga, con desconfianza hacia mi pueblo.

Ahora si que mi cara debia ser para retratar, aquellas palabras me dejaron mas blanca de lo que era mientras lo miraba sin entender nada - ¿Y...yo? - Dije sin entender el porque, si ellos podian tener a cualquier mujer ¿Por que yo...? Tras unos segundos que pase como una piedra delante de el me puse roja como un tomate, hacia años que no recordaba el estar tan roja... tener tanta vergüenza...

Eleve mi mano derecha posandola en su mejilla - Yo no... yo no lo sabia... yo no... yo.. - yo no tenia ni idea que decir o hacer ahora...

El escalofrío que sentí cuando su mano tocó mi mejilla fué indescriptible, intenté relajarme, pero no sabía quién estaba más nervioso, si ella o yo. Sin embargo, yo ya no tenía nada que perder así que tomé su mano y mirándola me atrevía a preguntar lo que no debía:

-Alexandra tú... ¿qué sientes por mí?- No dudaba que Morded era importante en su vida, pero al fin y al cabo había sido un matrimonio que ninguno de los dos habían escogido. No sabía si había acabado o no en el amor pero quería saber la respuesta a esa pregunta, quizás después todo estuviera más claro para mí.

Esa pregunta y su forma cercana de coger mi mano hizo que se me secara la boca y me fuera imposible bajar el clor de mis mejillas que ya estaban tan rojas como tomates maduros...

- No... no es justo que me preguntes eso... - Dije sin mas levantando la mirada del suelo a su rostro - Si digo que no siento nada, te hare daño a ti... si digo que siento algo hare daño a la que ahora es mi familia... si no digo nada tu podras pensar lo que quieras y... y... - Y era una niña cobarde, el lo sabia, sabia que siempre intentaba ser buena persona, no hacer daño a nadie y... aquella pregunta haria daño a alguien seguro...

Suspiré, la entendia... yo había estado ocultando mis sentimientos por miedo toda mi vida... sin embargo yo había confiado en ella.

-Te pido que confíes en mí al igual que yo lo hice en ti- Posé mi dedo índice en su barbilla -Quiero la verdad, más daño me harías quedándome con la duda y, la respuesta no tiene porqué salir de ésta conversación. No tiene porqué saberla nadie más... sólo nosotros.

Hablaba con la rabia ya aparcada, librarme del peso de mi corazón había sdo un gran aivio. Y, pese a que los problemas aún seguían... no eran tantos.

- No es que no confie en ti es que... - Realmente lo mio no eran las explicaciones... - ¿Podrias hacer como si no hubiera pasado si te dijera que siento algo? ¿Podrias hablarme normalmente si te dijera que no? Sea cual sea mi respuesta lo cambiara todo y... y no se si... - Mi mirada se desvio a nuestro entorno un segundo, yo no sabia si ser una cobarde y llamar a los guardias para no verme en esa situacion, si miraba porque no nos pudieran ver o si estaba intentado no cruzar su mirada con la mia...

-A la primera pregunta... sí, si de verdad es lo que deseas, aunque prefiero poder besarte y abrazarte aunque sea a escondidas. Si deseas que calle y haga como si no me hubieras contestado... lo haré- Dije a mi pesar -Y si me dices que no, sí, podríamos seguir con nuestra amistad, no puedo echarte nada en cara porque no me ames... mejor así, que antes que te veía y tenía que esconder lo que sentía...

No me gustaban ninguna de las dos opciones... obviamente. Pero menos me gustaba la opción de no saber más de ella, así que admitiría esos términos si ella los deseaba.

Cuando dijo lo de besarme y abrazarme me quede aun descolocada, todo aquello era como un bombazo que aun estaba asumiendo, y siempre pese que el... bueno que me trataba al principio por obligacion hacia Morded...

Humedeci mis labios y boca pues la tenia tan seca que no era capaz ni de hablar... ¿Pero que decir? Era demasiado vergonzosa para estas cosas... Note mi cuerpo temblar justo antes de que mis palabras salieran, y seguro que el tb lo habia notado...

- Siempre me escapaba de casa para ir al mercado cuando venian los Bearwar... - Fue lo unico que fui capaz de decir en ese momento, no estaba lista para decir nada mas... no podia... me habia obligado amar a Morded pues era mi marido y decir lo que realmente deseaba... no podia...