- Tranquilo, estare bien... - Le dije acercandome para besar su mejilla con cariño justo antes de sirbal para que mi caballo y los guardias volvieran, ahora quedaba mucho que hacer y con el estado de Morded necesitaba que fuera yo la que lo ayudara, pues Kyle tambien tenia el juicio nublado, asi que esperaba poder ser de ayuda al menos.
Cuando los guardias se acercaron subi a mi caballo - Ten un buen dia Jener - Le pedi sonriendo levemente antes de partir.
-Eso espero- Contesté cuando dijo que estaría bien, no contesté a lo de tener un buen día. Ese día sería más bien abstracto después de todo lo que había pasado. Ahora debía avisar a mi padre de que Alexandra se presentaría a la noche pero, no sabía cuándo volvería o si había vuelto ya.
Cuando Alexandra se reunió con sus guardias, me giré y reuní a los hombres que habían estado entrenando conmigo.
Cuando estuvieron todos reunidos guardé la espada y dije -Volvemos a la tribu- Suspiré mirando hacia atrás una vez más -He de atender asuntos con nuestro líder, en cuanto pueda recibirme.
Que será en cuanto él vuela a la tribu.
Monté en mi caballo y me dirigí hacia la tribu Bearmaw, acosado por los pensamientos de lo que había sucedido. Ahora debía centrarme en mi padre y en conseguir que su honor fuera restaurado.
El lider Shadoweye piensa en silencio que su hijo se esta haciendo mayor, y se alegra de poder ver como crece y se va haciendo un hombre. Era lo unico que tenia y lo más valioso que podia perder en aquella guerra que estaba por venir. Sin embargo su papel como lider no le permitia aferrarse a ello, pues de el dependian muchas vidas. Esta no era una guerra de Mick o de Trayus, sino la guerra de los Shadoweye. Y en ella podian caer los dos.
.-Dime Trayus ¿Que haras cuando yo muera?-. Le comenta mientras cabalga hacia la aldea para tratar de saber como piensa su hijo
La frase de mi padre me sacó de mis pensamientos. Frené en seco mi montura y miré fijamente a los ojos de mi padre. -No vas a morir en esta guerra Mick. -hasta a mi me pareció raro llamarlo por su nombre de pila, ya que nunca lo había hecho.- El consejo de jefes de las tribus te necesita, la tribu te necesita, Amanra te necesita y yo te necesito.- Admití sin ningún tipo de pudor. Mi padre era todo lo que tenía en esta vida y perderlo significaría una gran pérdida.
-Lo que si puedo asegurarte padre, -continué- es que en el caso de que cayeras en combate; me encargaría personalmente de acabar con esa persona y de paso, con toda su familia.
.-Nuestra aldea me necesita porque soy capaz de tomar decisiones difíciles...-. Dice parado sobre su caballo sin esperar que Trayus lo entienda .-La venganza no es tan importante. Hay reinos mejores que el de los vivos. Si algo me ocurriera me alegraria más saber que has crecido con la fuerza necesaria para atravesar los siete reinos y disfrutado de esposa e hijos a que de me hayas vengado con exito-. Vuelve a hacer andar su caballo
- Pasa Jax, estaba bañandome.
Le deja pasar a la tienda, envuelta en unas telas que dejan entrever su figura.
- Tu hermano no tardará en venir Jax ... ¿Que deseas?
Guapo, seguimos?
Miré a la criadas y luego a ella a los ojos, tratando de no fijarme en su figura:
- Solo quería asegurarme de que estabais tú y tu hijo bien instalados... Y hablar de un asunto importante en privado, relacionado con los últimos acontecimientos...
Dejé que las sirvientas pensaran que la razón de mi visita tuviera que ver con los clanes, aunque en realidad era otra cosa muy diferente...
Continué caminando al paso de mi padre, pensando en las profundas palabras que me dedicaba. -Puede que no lo entendiera aún del todo bien, pero intentaré convertirme en un hombre del que puedas sentirte orgulloso padre. -le sonreí abiertamente. -Aunque eso no quita que aquellos que osen dañar a la tribu o mi famlia sufrirán las consecuencias. -añadí con una sonrisa pícara.
Con un pudor poco habitual, me visto una sencilla tunica oculta tras unas pieles mientras pido a las criadas que salgan.
Cuando estas marchan, me acerco y apoyo mi mano en el pecho de Jax.
- Es peligroso que vengas. Lo sabes bien.
Puse mi mano sobre la suya, la que ella había puesto sobre mi pecho, mientras le decía, de manera amorosa:
- Lo se, pero quería verte a solas, y también al pequeño, ¿como os encontráis?. ¿Mi hermano os trata bien?.
Poco a poco, me acerqué a ella, para tener nuestros cuerpos lo más cercanos posible, aunque sin llegar a tocarnos, aparte del contacto con la mano.
Bajo la cabeza, intentando esconder las lágrimas.
- El niño esta jugando con una de las ancianas, Tasna. Jax, sabes que tu hermano es un buen hombre ... nos trata bien, demasiado bien para haberle traicionado. ¿Te das cuenta de lo que podría pasar si se entera? Todo es culpa mía ... si mi corazón no latiese así cada vez que te veo ...
NO SOY GAY. PERO ME SIENTO MUY FEMENINO XDDDDDD
Tras acabar con los primeros ritos, los más duros a nivel emocional, el espíritu práctico se apoderó de Kyle. Su hijo velaría porque su esposo alcanzara el descanso eterno como se merecía; su nuera, haría las funciones que hasta hacía poco desempeñaba ella, ocupándose de la aldea y de negociar con el resto de los clanes hasta que Mordred estuviera disponible. A ella le correspondería encargarse de otras cuestiones.
Liberando a Alex de su responsabilidad más preciada, su pequeño hijo, la mujer partió a descansar. La semana que se avecinaba sería dura y ella tendría que ejercer de consejera a la par que haría de abuela, dos tareas nada simples de compatibilizar, así que requeriría de todas sus fuerzas, aunque su ánimo siguiera minado por la pérdida de Manfred. Suspirando, cargó al niño en sus brazos y se dirigió a su cabaña, para dormir algunas horas a pesar de que el alba estaba cerca.
Mientras acostaba a su nieto, Kyle hizo un repaso mental de las personas a las que debía entrevistar. Estaba Albus, consejero de los Blackmist, a quien conocía desde hacía muchos años y con quién mantenía una relación cordial. Sin duda sería el primero a quien visitaría, porque con él podría hablar abiertamente. Además, aún le daba vueltas a las palabras que le había dedicado en el funeral. ¿Por qué habría recordado aquello? ¿A qué venía justo ahora? Sacudiendo la cabeza, dejó a un lado esa línea de pensamiento. Estaba exhausta, poco podría deducir en aquellas condiciones.
También tendría que tratar con los Shadoweyes y las Bloodmoon, cuidando de no ofender a unos con la visita a las otras y viceversa. La eterna rivalidad entre esas dos tribus sólo servía para minar la fortaleza que debían mostrar al Imperio, y con un mensajero real por allí, no sería bueno que por una tontería las chispas comenzaran a arder. Luego debía ocuparse de los Higthunder, aunque con ellos la cosa sería más sencilla. Habían tomado postura clara a favor de los Silverfang, no debía encontrar resistencia por aquel lado. De los chamanes no se preocupaba. Ellos seguían su propia filosofía y ya le comunicarían lo que tenía que saber a su debido tiempo. Y luego restaban los Bearmaw.
Un escalofrío la recorrió entera al pensar en Kar. Habían pasado muchos años desde aquello, pero la mujer no lograba olvidarlo. Había amado a Manfred, aún lo amaba. Sin embargo, no podía olvidar al líder de los Bearmaw ni las noches que habían pasado juntos.
Mientras se quitaba la ropa, unas lágrimas, aquellas que no había querido derramar durante el funeral, escaparon de sus ojos. Era una mujer fuerte sin dudas, pero la ausencia de su compañero de toda la vida y la sospecha de que aquel a quién también había amado pudiera ser el responsable de aquella ausencia lograron derrumbarla.
A toda prisa, se colocó su ropa de cama y secó aquellas lágrimas con furia. Mañana será otro día, se dijo. Mañana sabré que hacer. Apagó la única vela que tenía encendida y se acostó, esperando conciliar el sueño que le permitiera dejar atrás todo aquello, aunque solo fuera por algunas horas.
Je, se me olvidó poner que el primero que veré es Albus :)
Puse mi dedo bajo su barbilla y la miré a los ojos, entristecido, pero seductor al mismo tiempo:
- ¿Piensas que no lo sé?. ¿Piensas que no he intentado olvidarte?. Pero cada vez que estoy con cualquier otra mujer, tratando de olvidarte, solo puedo ver tu rostro en ellas...
La deseaba tanto... Pero no debía de forzar las cosas:
- ¿Donde está Wulfrick?. ¿A donde ha ido?.
Yo tampoco, pero me siento muy masculino XDDDDDD
Intento evitar mirar a Jax, su sola presencia me hace hervir la sangre y no puedo controlar mis pensamientos.
- Ha salido ... creo que a hablar con mi padre, Hiam. Creo que tardará algún tiempo en volver ...
Mis ojos quedan fijos en sus labios, como un sediento miraría una fuente de agua cristalina.
Fue todo lo que necesité escuchar, la abracé por la cintura y la besé apasionadamente, la necesitaba...
Cerre los ojos y me entregue a la pasión prohibida.
NO PIENSO SEGUIR DESCRIBIENDO ESTA ESCENA XDDDDDD
Mientras nos besábamos, mis manos le quitaron las pieles y la túnica, dejando su cuerpo desnudo:
- Preciosa... - Le susurré entre besos.
No fastidies :( , piensa que es un relato erótico que has encontrado en la red ;P