Partida Rol por web

El elfo notó el dolor de los disparos y supo que no podía demorarse más en su ataque.
Salió a la carga esperando acabar con los bandidos.

Magullado y dolorido, Edariel se asoma por la esquina y dispara su arma contra el Ysoki mas cercano. El plasma de color rojo impacta contra el ysoki que herido, corre en busca de cobertura y protección.

El resto de bandidos también buscan más protección mientras disparan, pero esta vez el blanco no solo es Edariel. Los orcos han entrado en la zona de camuflaje, y el tiroteo se intensifica.

***

Aquél vehículo seguía detrás de vuestro hasta que Gendo hizo que el humo de una de sus granadas les cegara y obligara a desviarse de la ruta hacia vuestra derecha de nuevo, pero esta vez el copiloto tenía en su mano una especie de lanzacohetes con el que os apuntaba. El vehículo se acercó hacia vosotros por la parte trasera derecha.

Un escalofrío os recorrió la piel y el pelo de la espalda cuando un haz láser os enfocó desde el lanzacohetes. ¡Se suponía que no podían atacar directamente al piloto! y entonces, ¡BOOM! 

El ruido del disparo sonó demasiado fuerte para tratarse de un lanzacohetes. Pero no salió ningún cohete del arma, tan solo un disco del tamaño de un plato que no llegó a golpear al buggy, quedándose a medio camino. 
El conductor parecía enfadado y el que disparó le replicaba señalando en vuestra dirección. A continuación el vehículo enemigo se acercó más aún, con apenas la distancia de un coche entre los dos vehículos.

— G-Ge... Gendo... — Logró empezar a articular Stuart luego de la impresión recibida. — Por favor dime que eso fue solo para asustarnos, dime que fallaron a propósito. — Stuart no esperó respuesta, enseguida volvió a mover la palanca de velocidades y pisó a fondo el acelerador (que llevaba un alargue para acomodarlo al tamaño de su cuerpo). El vehículo de exploración modificado se aferró al suelo arenoso del desierto ayudado por las llantas, de sus ruedas todoterreno, especialmente diseñadas y salió disparado hacia adelante a su máxima velocidad. — Lidiar con gusanos gigantes y en una carrera salvaje de pandilleros... ¿Y ahora también tenemos que lidiar con un loco con lanzacohetes? Ay, no... juro que si salgo entero de todo esto abriré un canal en la network de los Mundos del Pacto y me dedicaré a grabar videos. Temas de mecánica, de divulgación científica, y con algo de suerte eso me bastará para vivir lejos de la mira de lanzacohetes.

Kopalo fue por arriba, rodeando el edificio para atacar al Ysoki que tenía más cerca, tratando de quedarse lo más alejado posible del fuego enemigo. 

Los orcos llegaron por fin, había hecho mal al confiar que entenderían su plan.
Así que era el momento de lanzarse a la carga.

El disparo se pierde pero es por poco. No me parece que nos hayan disparado un misil como parecía pero sin duda nos iban a disparar algo directamente.

"Y dudo mucho que haya sido algo de broma para reírnos."

Así que tomo el cañón de nuestro vehículo y apunto directamente delante de sus ruedas, en el suelo que van a pisar. Si no puedo dispararles a ellos directamente porque va contra las reglas, en ningún lado dice que no puedo cagarles el camino delante.

Aprieto el gatillo y lanzo los disparos con la intención de dejar hoyos tan grandes para que a la velocidad que vamos, pierdan el control y se vuelquen si es posible. Si no, retrasarlos lo suficiente hará que tomemos una ventajosa distancia de seguridad. Veo que Stuart está acelerando lo suficiente para perderlos, por lo que es el momento perfecto.

Los orcos cruzaron el campo de camuflaje óptico y se desató una guerra. Los haces láser orcos contra los proyectiles ysoki. Edariel aprovechó la coyuntura para saltar sobre el primero y más cerca de los bandidos. Su hoja solar cercenó de un solo golpe descendente el brazo y la pierna del pobre incauto, que quedó desangrándose inconsciente en el suelo.

El tiempo apremiaba y parecía que para los bandidos también. Uno de ellos retiró la lona que cubría el enorme aparto, alimentado también por el generador, para revelar una especie de mesa de operaciones, con botones, lecturas e incluso un radar que pitaba señalando multitud de puntos. 

***

El cañón de Gendo comenzó a disparar ráfagas de haz láser a escasos centímetros del morro del otro vehículo que respondió inmediatamente a la aceleración impresa por Stuart al buggy. Seguidos de cerca, el copiloto del otro vehículo volvió a intentarlo de nuevo, apuntando como podía, mientras Gendo le ponía las cosas difíciles al conductor para mantener el vehículo estable para su compañero que se zarandeaba de aquí para allá como un pelele. 

De pronto el lanzacohetes expulsó otra de esas cosas redondas que cayó lejos del buggy. Detrás, Stuart pudo ver como el vehículo de un nuevo competidor saltaba por los aires envuelto en llamas con una explosión que dejaba claro de qué se trataba esos discos redondos que os lanzaban.

El cañón del aullido estaba a unos cien metros. El espacio se comprimía bastante, pero era lo suficientemente ancho para que cuatro vehículos pasaran sin problemas a lo ancho. Aunque ese no era el verdadero problema. Si Edariel, Kopalo y dave no hacían ese "algo" pronto, los gusanos podrían dar buena cuenta del buggy.

El sable de Kopalo cortó al Ysoki que lo pilló casi desprevenido, pero este dejó caer su arma y desenfundó un cuchillo grande, que en manos de un Ysoki, parecía una afilada espada.

***

El conductor le gritó algo al copiloto del lanzacohetes modificado y este dejó de apuntaros. Inesperadamente aminoró la marcha, dejando que os adelantárais para introduciros en el cañón.  

Los idiotas que nos seguían deciden detenerse y retirarse, por lo que quedamos solos en camino al cañón. Trago saliva pues sé perfectamente qué es lo que eso significa:

 - "Los malditos gusanos van a venir a comer."

Le digo a Stuart, quien debe tener claro que ese es el motivo por el que han dejado que nos adelantemos. Sé que debemos confiar en Kopalo, Edariel y el resto para que desactiven la trampa que nos tienen, pero la verdad es que no puedo evitar pensar que si ellos fallaron en su misión, nosotros seremos derretidos por baba de insecto.

"Y no es precisamente la forma en que me gustaría terminar."

Miro a la rata y no sé si confiarle mis dudas, aunque de seguro las comparte. Sujeto con fuerza el cañón láser de nuestro transporte y reviso que esté a punto de seguir disparando, preparado ahora para hacerlo sobre cualquier cosa enorme y babosa que se digne a aparecer en nuestro camino.

En un nuevo movimiento vertical, la espada de Kopalo volvió a dañar al Ysoki que le amenazaba con el cuchillo. 

Stuart desvía la mirada para ver un momento a Gendo, viendo que le estaba mirando.

— Lo sé, lo sé... — Le dijo, al tiempo que se le dibujaba una media sonrisa traviesa en el hocico. — Debo ser el ysoki más apuesto en todo este planeta, debe ser muy difícil resistirse a mirarme todo el tiempo. Si llevara espejos yo tampoco podría. — Pero la sonrisa pronto se esfumó, al tiempo que volvía a fijar la mirada hacia adelante.

Edariel no estaba para perder el tiempo. Sabía que sus amigos necesitaban su ayuda y no iba a fallarles. Dejando atrás al ysoki caído, se adelantó por un lateral del vehículo, aprovechando que Kopalo distraía a ese bandido, y descargó su sintonía fotónica en una explosión de luz y fuego.   

La supernova de Edariel pilló desprevenidos a los ysoki. El generador se vio envuelto en llamas asi como el bandido que estaba a su lado. Toda la parte trasera del vehículo se vio envuelta en las llamas fotónicas. El cuerpo del ysoki que estaba al lado del generador cayó del vehículo como un fardo de ropa y pelo ardiendo, justo a los pies del elfo. El campo de camuflaje dejó de emitirse, y Dave pudo ver el interior, utilizando su primer disparo de cobertura contra el ysoki más alejado.
Los cables que alimentaban el panel de control se chamuscaron y la pantalla quedó en blanco. Todo se apagó.  

Las caras de terror pudieron adivinarse casi al instante. Ahora ya no luchaban por una paga, luchaban por salir con vida de allí. Los más cercanos a los vehículos se montaron en ellos poniéndolos en marcha o se subieron a la parte trasera, esperando escapar. Uno incluso se aventuró a subir a la parte trasera del vehículo que llevaba el generador ardiendo, prefiriendo enfrentarse a las llamas que a una muerte cierta.

Solo un par de ellos quedaron refugiados detrás del panel de control, sin saber muy bien que hacer.

***

La sombra del cañón os tapó por completo en cuanto entrásteis en él. Dos vehículos a vuestra izquierda seguían enzarzados en una pelea por dejar fuera de combate al otro. Otro delante de vosotros a vuestra derecha lideraba la carrera con otro pegado a escasos veinte metros por detrás.

Luego vosotros, con Stuart apretando el acelerador todo lo que daban los tacos de madera que le había puesto para ganar posiciones y el vehículo que os seguía a buena distancia y que os dejó pasar. Algunos vehículos más atrás se acercaban a buena distancia, pues sus columnas de polvo si podían verse.

De pronto la tierra tembló y de repente apareció uno de esos Surnoch o gusanos gigantes de unos 5 metros de altura, cuerpo escamado con afilados lados y púas por todo su cuerpo. De su boca circular emergían dientes afilados como dagas que partieron a la mitad uno de los vehículos a vuestra izquierda mientras el otro chocaba contra la pared del cañón sacando una lluvia de chispas de la carrocería.

Había sido en un parpadeo. Ni habíais tenido tiempo de adivinar cuándo saldría. Otros cuantos aparecieron del suelo con sus cuerpos alargados y metálicos, en una disposición completamente al azar, como si de un campo de obstáculos se tratara.
Al fondo un corrimiento de tierra hizo emerger un surnoch de tamaño increíble, la madre de todos los surnoch, supusísteis, que había venido a tomar venganza.

Ahora la carrera ya no tenía ni pizca de gracia.

El vehículo en cabeza se echó a la izquierda en una maniobra brusca evitando a uno de los gusanos mientras deceleraba. Su piloto gritaba algo y golpeaba el volante como si su vida dependiera de ello.