Partida Rol por web

Un hombre rechoncho y con una prolija barba cierra la puerta y se gira para verlos espiando por la ventana. En ese momento se alarma y los mira mientras grita.

Ladrones, ladrones ¿que están haciendo en mi deposito?

Al ver que ninguno tiene cara amenazante los vuelve a mirar con ojos sorprendidos.

¿Que es esto?

El hombre parece decidido a no dejarlos ir hasta saber que están haciendo, aunque por su mal estado físico no parece que pueda hacer mucho para retener a 4 hombres.

El abogado asiente solícito dándole por entero la razón al teniente -: Así es, teniente Poole, no solo somos hombres respetuosos de las leyes, sino temerosos de Dios y, como creo que el señor Davies quería dejar constancia, caballeros de honorables intenciones. Aquí tiene mi tarjeta, en ella está mi dirección y el número de teléfono de mi casera, gracias al cual no le será difícil localizarme, ahora bien, teniente, tenga la bondad de despejarme esta incógnita para, quizá, ayudarme a conciliar mejor el sueño por las noches: ¿Tenían las víctimas algo en común? ¿O cualquiera de nosotros podría ser el siguiente?

William quedó sorprendido por la aparición del hombre, de modo que su cabeza quedó revuelta y dijo lo primero que se le pasó por la cabeza.

-Hola señor. En efecto, no somos ladrones -dijo, enfatizando su acento británico, mientras tocaba su bombín con la mano derecha a la par que esbozaba una sonrisa.

Estimado amigo, -prosiguió-, mi nombre es... Jonah Kensington. Estamos envueltos en un grave problema. Tal vez usted pueda ayudarnos -improvisó- Buscamos al señor N'kwane para resolver una transacción comercial. ¿Es aquí la dirección de las Importaciones Emerson? -dijo, mostrando la tarjeta rápidamente al caballero-. Estos señores me acompañan como asociados y tenemos un problema de distribución que nos obliga a resolver un trámite de la forma más rápida posible. Podría indicarnos dónde se encuentra el señor N'kwane. Su nombre es Silas, creo. Verá, -agregó- no hemos llegado a tener contacto personal. En realidad soy solo un contacto de la Fundación. ¿Querría ayudarnos?

El farmacéutico, ante la situación solo se dejo llevar por su amigo y al poco de ser descubiertos, ya tenia pensado echar a correr cuando Will salio de improviso con una historia digna del mejor mentiroso de New York.

Por extraño que pareciera se sintió aliviado de la mente rápida y despierta de su compañero, mientras guardaba silencio, un paso por detrás de él, observando a aquel hombre de arriba abajo, observando su reacción con atención.

Al revelar el teniente Poole que Elías quizás ha sido víctima de una serie de asesinatos en serie, me quedo un poco desconcertado.

Quizás al fin y al cabo Elías solo ha tenido la mala suerte de estar en el sitio y en el momento inadecuado, y todo el asunto de Carlyle no tiene nada que ver.

Quedo a la expectativa de si el teniente desea algo más de nosotros.

El teniente te mira sorprendido.

Me gustaría decirle que está seguro, pero estos asesinatos son muy raros... murieron personas pobres, ricas, negros, blancos... no hay relación entre las victimas y lo peor de todo es esa marca que tienen en la frente.

El hombre da unos pasos mirando el suelo.

No tenemos idea de lo que es, pero las personas de Harlem no quieren decir nada sobre ese símbolo. No importa si los amenazamos con obstrucción de la justicia, parece que ellos están totalmente asustados con ese símbolo o con las personas que lo hicieron...

El hombre parece desconcertado.

De todas formas supongo que es normal, si ves a una persona muerta con eso en la frente, lo último que yo querría es involucrarme con los que lo hicieron, no vaya a ser yo el próximo.

El hombre se sorprende con el comentario de Josep.

¿El señor N'Kwane? No creo que lo encuentre aquí, ese hombre trabaja con una empresa fundada por extranjeros... nosotros si somos "Importaciones Emerson" y nos encargamos de traer mercadería desde Kenia a América. El señor N'Kwane es uno de nuestros clientes...

El hombre los mira de pies a cabeza.

Ustedes parecen personas respetables ¿por que querrían tener negocios con un extranjero como él? Esas personas solo pueden traer cosas malas.

Al pensar dos veces lo que acababa de decir dice.

No me malinterpreten, no soy racista, pero estos keniatas son personas raras. Lo más raro de todo es que no son los primeros que me preguntan por ese hombre y su empresa en los últimos días. El local se llama La Casa del Ju-ju aunque si yo fuera ustedes seguiría con mi vida sin vérmelas con esas personas.

Lionel mostró una expresión de inquietud al escuchar las palabras del teniente, mas también se leía en su mirada cierto brillo de interés al dar de bruces con un misterio tan escalofriante, su cerebro ya funcionaba a todo gas generando hipótesis que dieran alguna explicación a tan extraños acontecimientos. Por lo pronto no se le ocurría que más datos podían obtener del atento policía.

Me temo que nos ha ayudado más él a nosotros que al revés -. Pensó, aún digiriendo la información recibida. Se volvió hacia su compañero para concluir -: Si el señor Davies no tiene nada más que añadir y no requiere más de nosotros, teniente Poole, con su permiso nos retiramos. Le deseo la mejor de las suertes con el caso, no dudo que su eficaz labor policial pronto dará sus frutos. Buenas noches.

Tras despedirse, ya aparte, el abogado le preguntó al diligente misionero -: No me siento capaz de pegar ojo ahora mismo, ¿le apetece un paseo? ¿tal vez hasta ciertos almacenes? ¿O quizá prefiera que volvamos a casa de Will?

De pie en el pasillo y echando una mirada de vez en cuando a la habitación donde la policía está finalizando ya su trabajo, hago un gesto de resignación con los brazos.

Tenía la esperanza de dejar el tema solucionado esta noche, pero la verdad es que sigo un poco conmocionado y no creo que pueda pegar ojo de momento. Me parece bien que vayamos a ver a los demás, seguro que les interesa lo que nos ha explicado el teniente Poole.

Me quedo dubitativo unos segundos…

No creo que los otros sigan en los almacenes, pero la verdad es que todo este asunto tan violento… Mejor cogemos un taxi y nos pasamos por allí por si acaso, y si no los vemos pues volvemos a casa del Sr. Browne.

Sigo atento a la conversación, aunque me alejo unos pasos para seguir echando un vistazo a nuestro alrededor, pendiente de cualquier sonido o movimiento extraño.

Parece que Browne se desenvuelve bien

-Ah, estimado señor -Suspira Will- en ocasiones nos vemos obligados a negociar con personas más allá de nuestros principios, ¿no es cierto? No me corresponde a mi juzgar tal cosa. La Fundación nos ha encomendado proceder al trámite con la mayor celeridad. Necesitamos que nos confirme que ya ha llegado el envío, y que se encuentra aquí, así como localizar al señor N'Kwane para acelerar el proceso. Debo indicarle que esta situación también afecta a su empresa de importación, -dice en tono amenazante para pasar a continuación al tono conciliador- pese a que en absoluto se le podría hacer responsable de cualquier inconveniente causado por el contrato con N'Kwane, por supuesto. ¿Dice que lo podemos localizar en "la Casa del Ju-jú"?

Aquel farmacéutico inmigrante, dejo el buen hacer a su colega, siendo un mero conducto para afianzar sus palabras, por eso mismo asintió solemnemente ante la pregunta de su compañero, para que aquel hombre viejo y desconfiado supiera que decía la "verdad" al menos la que en ese momento les convenía como verdad.

Mientras tanto clavaba la mirada en aquel personajillo racista y con miedo. En busca de alguna pauta que los ayude a explotar de su persona.

Un taxi llevó a Solomon y Lionel hacia la puerta de los almacenes. Al llegar lo primero que ven es que sus compañeros estan en la puerta hablando con un hombre de aproximadamente 50 años, aunque tiene barba blanca se nota que su cara no es de una persona tan mayor como podría parecer a simple vista.

El hombre los mira sorprendido, por la llegada de sus dos compañeros y los saluda.

Buenas noches señores, supongo que ustedes también vienen a hacer preguntas....

Se peina la barba un poco.

Como ya les dije, son los segundos en pocos días que preguntan por ese lugar y me doy cuenta de que no trabajan para el señor N'Kwane, ese es un hombre raro y solitario, tan solitario que nunca vi a otro empleado en su tienda... en fin, el señor... creo que se llamaba Elías estaba decidido a visitar ese lugar, creo que planea visitarlo esta noche.

Levanta los hombros.

Parece que N'Kwane va a organizar un evento con tanta clientela. Sobre el lugar no se mucho porque es él quien viene a buscar las cosas que llegan de Kenia. Se que la tienda queda en Harlem, la calle es... Ransom Court y la puerta es el número 1. Es un callejón de la calle 137 al este de la avenida Lenox... al entrar al callejón llegan a un patio y allí van a ver dos puertas una es una tienda de empezño abandonada y la otra es la tienda de N'Kwane. En ese lugar se suelen juntar borrachos, no se que querrán hacer allí pero cada uno sabe lo que hace.

Buenas noches -. Respondió a su vez Lionel, luego volviéndose a sus reencontrados compañeros dijo -: Señores, cuando acaben de consultar a este caballero sugiero que tengamos una reunión para ponernos al corriente de todo -. No dio más detalles delante de aquel hombre al que no dejaba de examinar lo más discretamente posible.

Saludo con un silencioso asentimiento de cabeza y me quedo escuchando con interés lo que se está hablando.

¡De Kenya! ¡Este tal N’Kwane va a llenar su tienda de objetos directamente venidos desde Kenya! Gracias a Dios por guiarme hasta esta magnífica ciudad, donde las oportunidades acechan a la vuelta de cada esquina.

Me acerco un poco más para no perder detalle de la conversación.

Doy unos pasos hacia el grupo

-No somos los primeros...interesante, ¿quienes eran los otros interesados en las operaciones del señor N'Kwane?, ¿qué aspecto tenían?, ¿trabajaban para alguna compañía o institución?

Observo el almacén mientras espero respuesta

-A ya están aquí señores.-Saludo quitándose el sombrero, a pesar del frio que pudiera sentir en sus orejas desnudas.

-Mismamente aquí el Señor... Creo que aun no se ha mencionado su nombre, pero por otra parte como pueden observar tiene valiosa información sobre el Sr.N'Kwane y sus intenciones, así como los intereses de nuestro conocido.-Hablo bajito y hacia sus colegas recién llegados en pos de no molestar la conversación entre el hombre de barbas y su amigo Will. Y aunque personalmente el farmacéutico pensaba que ya tenían todo lo que les interesaba saber, espero por las respuesta de arqueólogo y las futuras que otros pudieran realizar.

La forma de hablar del hombre resulta confusa a Will. Cuando el doctor Carter pregunta, el inglés piensa para sus adentros si no se estaría refiriendo con lo de "los segundos que preguntan" al propio Elias.

Will saluda a los otros con la mano, puesto que está cerca del anciano y no quiere interrumpir el hilo.

El doctor se lleva la mano al pecho y sonríe.

Disculpe la mala educación, pero encontrarlos mirando por la ventana de mi deposito me puso nervioso e hizo que me olvide de las buenas prácticas...

Hace una reverencia.

Me llamo Dimsdale, Anothony Dismdale Cowels y soy doctor en antropología de la universidad de Nueva York, mi trabajo no me da para pagar las cuentas así que tengo que trabajar por las noches en el depósito.

En ese momento mira a Peter.

No señor, el último interesado era un tal Jackson Elías, era un escritor sobre cultos africanos y no me sorprende que esté interesado en esa tienda, allí tienen muchos artefactos rituales de Africa y para un profesional como él podría resultarle muy interesante, de todas formas le dije lomismo que a ustedes, esa tienda no tiene buena pinta y no recomiendo a ningúna persona respetable acercarsele... de todas formas es un país libre y cada uno hace lo que quiere.

Les hace una pequeña reverencia.

¿Alguna duda más?