Partida Rol por web

Las máscaras de Nyarlathotep

1.1 Arkham - Casa de Nathanian Moore

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19/03/2008, 14:41
Neijel

14 de Enero de 1925

La casa de Nathanian Moore no era especialmente imponente. Brenda Farrow la conocía bien debido a sus frecuentes visitas, que solían prolongarse hasta bien entrada la tarde cuando ambos encontraban un tema de conversación adecuado.

Esta tarde en particular era especialmente fría y Brenda esperó impaciente a que Hudson, ama de llaves, abriera la puerta.

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19/03/2008, 14:55
Hudson

-Buenos días, Señorita Farrow -dijo abriendo la puerta-. El señor Moore la está esperando. ¿Si me permite su abrigo?

Notas de juego

Luz verde, empezamos :)

Si es posible, intentad mantened el tiempo verbal para que no haya cosas raras en la narración.

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19/03/2008, 23:44
Brenda Farrow

Repiqueteó nerviosa con los pies, levemente, para desentumecerlos. No hacía un día como para estar esperando mucho tiempo en el umbral de una puerta cerrada. Por suerte, no tuvo que hacerlo. La puerta se abrió en seguida, y la joven y atractiva ama de llaves del buen Nathan le recogió su abrigo mientras la hacía pasar.

-Buenas tardes, Hudson... si, aquí tiene. Espero que el señor Moore me esté esperando junto a un buen fuego. Está haciendo un frío glacial...

Dió unos pasos decididos hacia el interior de la casa, el hall elegante pero discreto que tan bien conocía estaba caldeado. La sensación la reconfortó. Ahora sólo faltaba la usual taza de té, y la sonrisa un punto irónica de su amigo. Y el frío habría pasado...

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20/03/2008, 00:12
Hudson

Hudson recogió cuidadosamente el abrigo y el sombrero y cargó con ellos hasta una habitación cercana. Pocos segundos después estaba de vuelta para acompañar a la recién llegada a la sala de estar. Anduvo con pasos rápidos hacia el el salón, adivinando en la cara de Brenda las prisas por entrar en calor.

-Señor Moore -dijo abriendo la puerta sin llamar tras golpearla suavemente con los nudillos-, la señorita Farrow ha llegado.

Se apartó a un lado para dejar pasar y luego cerró la puerta detrás de la invitada. Dentro, las llamas de la chimenea ardían furiosas y hacían crepitar la madera seca.

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20/03/2008, 17:45
Nathanian Moore

Nathanian, o Nathan como Brenda solía llamarle, se encontraba sentado en su sillón preferido, bien cerca del fuego. Entre sus manos acunaba, pues él nunca sostenía sin más, un libro antiguo, un ejemplar que por su aspecto podría decirse que había visto varias generaciones desfilar ante él.

Con tranquilidad y la deliberada lentitud con la que siempre afrontaba todo cuanto hacía, Nathan cerró el libro y lo depositó sobre la mesita a su lado. A continuación se quitó los anteojos y los dobló con parsimonia, dejándolos sobre el libro.

Se levantó del sillón ocultando una mueca de dolor y alargó el brazo para alcanzar su bastón. Una cálida sonrisa precedió su lento caminar hasta donde se encontraba la señorita Farrow.

-Brenda me alegra verte, como siempre es un placer - el escritor tomó la mano de la joven y se la llevó a los labios mientras se inclinaba ligeramente. Aquella era una conducta a todas luces anacrónica y que resultaba molesta para la mayoría de los americanos, hecho que no hacía sino alimentar los deseos de Nathan de repetirla continuamente.

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20/03/2008, 19:34
Brenda Farrow

Brenda amplió la sonrisa con la que había alegrado su rostro en cuanto entró en el salón. Nathan, como siempre, tan inglés, tan caballero. Y tan... él.

Dejó que besara la punta de sus dedos, e, inmediatamente después, llevó esos mismos dedos hasta el pelo del impecablemente vestido y peinado británico, y con un movimiento rápido y ligero, lo despeinó.

-Mi querido Nathan, qué ganas tenía de llegar a tu casa. ¡Hace un frío que hiela el aliento! Sabía que te encontraría junto a tu chimenea, y estoy segura que tu Sra. Hudson está ahora mismo preparando el té... que me vendrá de perlas.

Le guiñó un ojo, y se acercó a la mesilla en la que descansaba el ejemplar que Nathan había dejado con delicadeza.

-Veamos, mi buen amigo... ¿qué joya ha atrapado tu atención últimamente...?

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21/03/2008, 08:41
Nathanian Moore

Nathanian hizo el intento de seguir a Brenda por la sala, pero desistió al instante. Con un divertido cabeceo se dirigió directamente hacia su sillón acompañado del tic..tic..tic.. repetitivo que su bastón canturreaba marcando sus pasos.

Se sentó despacio y miró a su amiga.

-Estaba releyendo algunas de la fuentes que utilizó mi buen amigo Jack para su libro "Brujería en Inglaterra". En él analiza aquelarres en 9 diferentes condados de mi país y entrevista a algunas supuestas brujas inglesas en activo entre las cuales se halla una tal Rebeca West. El libro es bastante interesante y me estaba documentando sobre alguna de sus fuentes.

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21/03/2008, 11:54
Brenda Farrow

-¡Ah! Jack, ¿eh? Si, lo he leído. Confieso que en cuanto me lo mandó, lo leí. Y lo hice inmediatamente por tí. ¡Jajaja! Sinceramente, alguno de sus libros tardé algo en leerlo, es tan... literal. Pero el tema de la brujería en tu país... no pude evitar la tentación de tener algunas armas con las que combatir en tu propio terreno...

Sonrió pícara. Se sentó junto a Nathan, ojeando el antiguo ejemplar. Con mimo, su gesto traslució un amor por los libros casi tan profundo como el de su amigo.

-¿Qué sabes de él, por cierto? Hace un tiempo que no me escribe. Debe andar tras alguna de sus cacerías de leyendas, quiensabe en qué húmeda selva, helado glaciar, o ígneo volcán... le envidio.

Le miró, dejando de nuevo el libro sobre la mesilla. Revoloteó por la habitación, observando una vez más los detalles que la identificaban como diseñada por Nathan, tan masculina, tan inglesa.

Notas de juego

Si mis suposiciones acerca de lo que sé de Jack no son correctas, un aviso y edito.

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21/03/2008, 12:08
Neijel

Notas de juego

Todo correcto, si hace falta os aviso de lo que sea.

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21/03/2008, 12:09
Hudson

La puerta se abrió una vez más y la señorita Hudson entró en la habitación con un bandeja de plata en las manos en la que se podía ver una tetera humeante, un azucarero, dos tazas de porcelana con sus platitos hábilmente decorados y utro plato con pastas de té, al más puro estilo inglés.

Dejó la bandeja en una mesita un instante para poder cerrar la puerta y después se acercó con ella a la mesa que había junto a la chimenea, entre los dos sillones.

-Su té, bien caliente. He usado la mezcla india que pide siempre cuando viene la Señorita Farrow.

Mientras hablaba fue moviendo el contenido de la bandeja a la mesa, con movimientos rápidos y precisos. Una vez realizada la operación, se llevó la bandeja y desapareció por la puerta sin decir una palabra más.

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22/03/2008, 08:30
Nathanian Moore

-Gracias Hudson - las palabras del escritor se perdieron tras la puerta por la que desapareció la ama de llaves.

Nathan ofreció su taza a Brenda y a continuación tomó asímismo la suya. Degustó el olor, profundo y algo meloso, del te de la India, pero esperó unos instanes a que se enfriara antes de probarlo.

-Hace bastante que no se nada de él. Lo último que recuerdo es que estaba... ¡pues sí que hace tiempo! Ni tan siquiera recuerdo el lugar. Tendré que preguntarle a Jonas Kensington, mi editor, a ver qué sabe de Jack.

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22/03/2008, 11:14
Brenda Farrow

Antes de que el Ama de Llaves se fuera, Brenda la detuvo con un gesto amable.

-Srta. Hudson, por favor, hoy me apetece tomarlo con una nube de leche. ¿Le importa traerme una poca? No es necesario que la caliente, la prefiero natural. Gracias.

Luego cogió la taza que Nathan le tendía, endulzó su contenido con dos terrones, para horror del británico, y la dejó en la mesilla a la espera de la leche.

-Humm... Así que tampoco tú sabes nada de él. No es que me sorprenda, ya le conoces. Puede estar cubierto de pinturas rituales, en lo más recóndito de la espesura amazónica, entre aborígenes, y rezumando sustancias psicotrópicas. O puede aparecer mañana en Londres, ante la Royal Society en pleno, para presentar y defender sus teorías acerca de tal o cual religión o culto sectario...

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22/03/2008, 11:43
Hudson

Hudson salió de la habitación asintiendo levemente con la cabeza a la petición de Brenda. Poco después, mientras seguía la animada conversación, ambos oyeron el timbre de la puerta, un campanilleo característico, y voces apagadas en el recibidor.

Instantes después llegó Hudson nuevamente, con la misma bandeja de plata, y esta vez una delicada jarrita con leche templada y un sobre cerrado junto a ella.

-Han traído un telegrama, señor Moore. El mozo espera en la entrada por si deséa enviar contestación.

Dejó el sobre y la leche en la mesita y esperó pacientemente.

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23/03/2008, 20:16
Nathanian Moore

-Con tu permiso Brenda...

Nathanian dejó su taza de té sobre la mesita y tomó el sobre que contenía el telegrama. Lo abrió relajadamente, como quien despliega la carta de un buen amigo y se entregó a su lectura.

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23/03/2008, 20:30
Neijel

Nathanian leyó el telegrama, primero para sí mismo y luego en voz alta:

-"TENGO INFORMACION RELATIVA EXPEDICION CARLYLE STOP NECESITO EQUIPO INVESTIGADORES STOP LLEGO NUEVA YORK 16 ENERO STOP HOTEL CHELSEA 20 HORAS STOP FIRMADO JACKSON ELIAS"

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23/03/2008, 23:30
Brenda Farrow

-¡Bueno! Hablando del diablo...

Brenda sonrió a Nathan, en cuanto éste pronunció el nombre de su amigo. Luego se quedó unos segundos pensativa.

-Mmmm... la Expedición Carlyle... ¿qué querrá decir con que necesita investigadores...? El 16 es pasado mañana. Tenemos tiempo de ir a Nueva York, pero tenemos que ponernos en marcha en seguida, no se hace la maleta en un abrir y cerrar los ojos...

Lo dijo casi para sí misma. Estaba claro que, dijera lo que dijera Nathan, Brenda había escuchado el telegrama como si hubiera ido dirigido a ella, y pensaba acudir a la cita en el Chelsea. Y que daba por sentado que él iría también...

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24/03/2008, 12:32
Nathanian Moore

Nathanian se sonrió por lo bajo, tan suave que a Brenda le sonó a un leve murmullo.

-Si no te conociera, Brenda, pensaría que tu pregunta sobre el bueno de Jack y la llegada inesperada de éste telegrama son algo más que una simple coincidencia – bromeó el escritor con un evidente tono de sorna en su voz -. ¡Además estaba leyendo un libro sobre brujería cuando llegaste! ¿Te dice eso algo?

El inglés sabía como buscarle el genio a su amiga, pinchándole con malentendidos y dobles sentidos, y debía reconocer que disfrutaba con ello.

-Tu reacción, tan entusiasta y decidida, tras la lectura del telegrama también me parecen arto sospechosa... – Nathanian continuó hurgando en la herida, mas no fue capaz de mantener su máscara de seriedad durante mucho tiempo y acabó por soltar una carcajada -. ¡Ja! Mejor lo dejo antes de que acabes tirándome el te a la cara. Estaba bromeando, también a mí me agrada la idea de volver a ver a Jack. Tengo curiosidad por descubrir que nueva encerrona nos tiene preparada esta vez. ¿Iremos en tren? Si te parece bien, puedo encargarme yo de sacar los billetes.

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25/03/2008, 18:00
Brenda Farrow

-¡Vaya vaya vaya...! Así que te me estás poniendo celosillo, eh, mi querido y gentleman amigo?

Brenda le guiñó el ojo con descaro, y se rió de Nathan y de ella misma con una carcajada poco comedida, ante la impasible mirada de la Sra. Hudson. Se echó leche en su té, se levantó con la taza en la mano y se acercó al sillón del inglés. Se situó de pié a su vera, mirando el telegrama por encima de su hombro, mientras daba sorbitos a su té.

-Pues habrá que ir, desde luego... encantada de que te ocupes tú de los billetes del tren, si. Una encerrona, ehm? Hummm... no deja de ser extraño eso de que necesite un "equipo de investigadores..." ¿En quién más habrá pensado?

Se enderezó de nuevo. Y adelantándose a la respuesta de su amigo, sonrió al Ama de llaves.

-Sra. Hudson, creo que está clara la respuesta del Sr. Moore... díctele al muchacho algo así como... "Estaré allí. Acompañado de la encantadora, alegre y animosa Brenda..." ¿No es cierto, Nathan...?

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25/03/2008, 23:38
Hudson

Hudson le devolvió una sonrisa de complicidad.

-Seguro que estará de acuerdo.

Dicho lo cual, se retiró una vez más, cerrando la puerta tras de sí. Un minuto después se oyó al mozo alejarse corriendo por la puerta de la entrada.

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26/03/2008, 11:30
Nathanian Moore

Nathan observó como se marchaba el ama de llaves sin darle tiempo a responder. Una vez más su sangre inglesa, su instinto que le llevaba a contemporizar todo cuanto hacía, le habían dejado en segundo plano.

Sabiéndose ya vencido, al menos en lo referente al telegrama, se tomó su tiempo y degustó con tranquilidad el sabroso te antes de hablar.

-Tendré que volver a hablar con la señora Hudson para dejarle bien claro quien es el propietario de ésta casa, pues me temo que anda algo confundida y quizás piense que su mantenimiento corre a cargo de la señorita Farrow – obviamente la destinataria de la pulla no era la ya fugada ama de llaves -. Por otra parte, me habría gustado incluir en el telegrama algunos calificativos más a continuación de encantadora, alegre y animosa… como por ejemplo, modesta, discreta y, por completo, carente del decoro que se le presupone a una Dama.

Las palabras se transformaban en proyectiles invisibles que impactaban en su contrincante, no obstante la sonrisa no desaparecía ni por un momento del rostro de Nathan. Aquel era un duelo que jamás ganaría ninguno de los dos y cuyo resultado era lo de menos. La diversión era inherente al propio enfrentamiento.

Notas de juego

¡Lástima que no haya tenido turno de réplica, si no el telegrama iba a ser bien interesante!

Buena cara iba a poner Jack.