Al ver la expresión de sincera preocupación en el rostro de Sheridan, las reservas hacia su comportamiento por parte del sacerdote se borraron de inmediato. Ya sólo había una cosa clara: un buen hombre necesitaba su ayuda. MacConlom se dirigió como un rayo hacia la ventana, en pos de las personas que, según el joven explorador, estaban huyendo por las escaleras metálicas.
-NYL7, NYL7, NYL7...
Louis continuó repitiendo en silencio la matrícula del Hudson mientras recobraba el aliento para no olvidarla. Al menos la carrera no había sido en balde.
- ¡Recorcholis! ¿Pero que esta pasando aquí? - eso fue lo que dijo archivald al contemplar la habitación.
Al comprobar la situación y comprender lo que había ocurrido aquí, posiblemente un robo, decidió salir al exterior del hotel siguiendo a ese desconocido que había tenido la misma idea que él.
- ¡SEÑOR! ¡Voy con usted! - dijo archivald para salir corriendo de la habitación en dirección a la calle
Con el corazón en un puño corrió, trastabilleó, se rehizo, siguió. Todo inútil. Sólo logró alcanzar a ver a Louis, mucho más rápido que ella, llegar hasta casi el Hudson negro. Pero sólo casi. El coche partió con los hombres dentro, a escape, y se perdió.
Louis regresó hasta donde Brenda se había detenido, jadeando, y confirmó su derrota. No, nada que hacer...
Intentando acompasar su propia respiración, ella sólo esperaba que hubiera servido de algo la carrera que el guía había realizado.
-Pero... pudo... ¿pudo usted ver la ... matrícula? ¿O... el rostro de... alguno... de ellos...?
¿Y Brenda? ¿Ha captado algo interesante?
Henric salió a toda prisa de la habitación seguido de cerca por Archivald. Ambos corrieron por el pasillo de la cuarta planta y bajaron las escaleras de dos en dos. Cruzaron el hall como una exhalación, para sorpresa de todos aquellos con los que se cruzaron y salieron a la calle, donde les esperaba el frío, la nieve y el viento.
Miraron a lado y lado, como intentando orientarse, y acto seguido corrieron en dirección a uno de los callejones. Brenda y Louis estaban parados en mitad de la calle, recobrando el aliento. No había rastro de los fugitivos. Por la escalera de incendios se oía bajar a Ian, maldiciendo a cada paso.
Ian salió por la ventana a la escalera de incendios. Hacía frío. Hacía viento. Luego se quejaban del tiempo en Inglaterra. Empezó a descender con cuidado por las escaleras frías y resbaladizas, jurando y maldiciendo. Desde donde estaba pudo ver a Louis y a Brenda llegar a bajo demasiado tarde pero, aun así, mucho antes que él.
Finalmente llegó abajo justo cuando Archivald llegaba seguido de Henric por el otro lado del callejon.
Mientras Louis y Brenda recuperaban el aliento pudieron ver llegar corriendo por el otro lado del callejon a Archivald seguido de Henric. El padre MacConlom bajaba las escaleras de incendio refunfuñando y maldiciendo.
Louis, Brenda y Ian habían salido por la ventana tras los fugitivos. Casi al mismo tiempo, Henric y Archivald hicieron lo propio echando a correr por el pasillo. El interior de la habitación quedó súbitamente en silencio.
Nick examinó la habitación con la mirada, buscando algún indicio... y entonces lo vió. Se abalanzó junto a la cama, en el hueco entre ésta y la pared, y apartó de golpe el edredón que había estado cubriendo casi por completo a Jackson.
Los instantes siguientes transcurrieron a cámara lenta para Nick. Jackson yacía boca abajo y parecía estar dormido, o muerto.
En pocos segundos el recién formado grupo se separa y la habitación queda en silencio. Louis, Brenda y el padre MacConlom salen por la ventana siguiendo a los fugitivos mientras que Henric y Archivald echan a correr por el pasillo para interceptarles el paso.
Nick, dentro de la habitación, observa con intensidad tratando de encontrar algo. De repente, como movido por un resorte, se lanza junto a un lado de la cama.
El guía iba a responder a la pregunta que le acababa de hacer Brenda, cuando pudo observar la llegada apresurada de Archivald y Larsson por un lado, y el padre descendiendo por el mismo camino que ellos habían seguido apenas un minuto antes....y aprovechó la ocasión para frenar sus pasos y así descansar un poco de la alocada carrera que acababa de protagonizar, esperando que llegaran hasta donde se encontraban ellos.
Las personas ajenas a ellos, que caminaban por la calle, se intentaban proteger del frío subiéndose el cuello de los abrigos, pero Louis los observaba indiferente, no sintiendo por el momento la baja temperatura, sino que por el contrario, alguna gota de sudor se deslizaba lentamente por su frente.
Cuando llegaron los rezagados junto a Brenda y él, ya había conseguido recuperar lo bastante la respiración como para contestar - No he conseguido verles la cara - declaró con cierta amargura - pero la matrícula sí, eso sí que he llegado a verlo....era NYL7. Esperemos que sirva de algo.
Aún sofocada por el esfuerzo, Brenda asintió a la respuesta de Louis. Algo es algo... Luego frunció el ceño, como si acabara de recordar algo.
-¿Alguno de ustedes... consiguió saber... en qué idioma hablaban esos tipos...?
¿Brenda identifica el acento?
A Brenda le pareció algún idioma africano, pero ni sabe cual ni puede asegurarlo.
No era la primera vez que Nick veía un cadaver. Y no solo hechos por otras personas. Manteniendo una profesional calma, se acercó, intentando no enturbiar la escena del crimen, para tomarle el pulso a su antiguo amigo (Mi amigo, joder, es mi puto amigo)
Respiró una vez, y comenzó a buscar signos de vida en su cuello.
- ¡RECORCHOLIS! ¡Se nos han escapado! Pero... ¿Y el señor jackson? - dijo archivald mientras empezaba a tiritar a causa del frío.
Nathanian fue de los últimos en entrar en la habitación, y no precisamente por su propio deseo.
Cuando logro acceder a la misma, su amigo Louis ya había desaparecido por la ventana que daba a la escalera de incendios, y tras él Brenda y el sacerdote. Con la misma rapidez, a su lado pasaron dos hombres corriendo que volvieron al pasillo y se lanzaron escaleras abajo por el interior del hotel.
¡¡Que prisas!! ¡Todo ocurría antes incluso de que él se enterase de lo que estaba pasando!
Sin embargo cuando sus ojos se posaron sobre la cama cualquier pensamiento de crítica que podía albergar acerca de aquel grupo de personas desapareció como un puñado de arena al caer sobre las aguas.
¡¡Jack!! ¡Amigo mío! ¡Jack!
Se apresuró cuanto pudo sobre la cama y se situó junto a Nick. Ese hombre parecía saber lo que estaba haciendo y Nathan no quiso estorbarle. Se aseguró de no tocar nada, no variar cuanto allí había y dejar trabajar al investigador.
Quizas fuera por su situación en segundo plano, quizás por la ausencia en él de esa actividad que había contagiado a todos sus compañeros, o quizás la causa tan sólo fuera que él era más sensible, aunque se negara a admitirlo, pero lo cierto es que fue la primera persona que derramó una lágrima por Jack Elías.
Dio un paso atrás, sacó un pañuelo de su chaqueta y se enjugó los ojos, mas no consiguió detener el fluir de las lágrimas. Lágrimas por un amigo muerto.
Nick le tomó el pulso en el cuello a Jackson, aunque no tuvo que esperar demasiado. Al poner la rodilla en el suelo notó como se empapaba rápidamente el pantalon de sangre todavía cálida. La camisa de Jackson estaba desgarrada y manchada de sangre a la altura del vientre, aunque en la posición en la que se encontraba el cuerpo era imposible hacerse una idea de las heridas que habían provocado semejante sangría.
Tal vez sea mejor que aparte la vista, dijo dirigiendose al señor Moore. no quería que se pusiese más nervioso de lo que ya está. El hijo de perra que ha hecho esto puede darse por muerto... susurró entre dientes, mientras se colocaba los guantes que tanto había usado en ocasiones, con motivos menos altruístas que hoy. Una vez preparado, se dispuso a analizar las heridas de su amigo.
Tienes que darle la vuelta al cadaver para examinarlo, ¿ok? Entiendo que es eso lo que quieres hacer, pero por si acaso lo he entendido mal jejeje.
Nathan secó una vez más su rostro con el pañuelo y contuvo un suspiro que nacía ya desde lo más profundo de su pecho.
-No se preocupe por mí señor Stolze. Por favor centre toda su atención en descubrir algo que pueda indicarnos quien hizo esto. Intentaré hacer algo productivo.
Nathan era escritor, no dibujante, no obstante sacó su cuaderno y su lapicero e intentó hacer un boceto lo más fidedigno posible de todo cuanto veía. Si notaba que una parte el diseño le había quedado poco cercano a la realidad, acompañaba el mismo escribiendo una descripción con sus propias palabras de lo que estaba viendo. En unos minutos, mientras Nick trabajaba, tuvo la habitación retratada en papel, parte en imágenes, parte en palabras.
Pierdes 3 puntos de cordura debido a lo que acabas de presenciar. A nivel de juego no te afecta en nada (tienes que perder 5 puntos de golpe para empezar con locuras temporales y demás) pero puedes interpretarlo como tu quieras: te quedas en shock unos segundos, por ejemplo, o lo que prefieras. No llega al punto de desmayarse, al fin y al cabo tampoco conocías a Jackson.