Partida Rol por web

Uriel había acertado en su intuición, aquel enmascarado era el Maese Yasper. La incógnita de aquel momento era el motivo de sus acciones y a que era debido.

A pesar de todo no podía despistarse, sus pasos le llevaron a enfrentarse al grupo de arañas mas cercano esperando llamar la atención de las demás y ofrecer a sus compañeros un objetivo concentrado. Invocando sus energías arcanas para usar su arma en un abanico de fuerza y asestar un golpe a las mas cercanas.

Raudo y veloz como el mordisco de una piraña en los lagos de Fhanfinflar, el maestro de la espada humano se lanzó hacía las  quitinosas alimañas que se acercaban con sus mandíbulas dispuestas a desgarrar la carne de los aventureros. Con un  movimiento  amenazador , azuzó una de las arañas mas alejadas,mientras con la espada en mano dibujó un mortal  círculo que destrozó dos de las arañas que tenia ante el.

Los cuerpos de los arácnidos eran un amasijo de  patas y pulpa en el suelo de la galeria,mientras el resto seguían su avance sin inmutarse....

Parecía que la explosión de estalactitas resultó ser un buen aliciente para que los aventureros no quisieran recibir otra. Ahora actuaban coordinados, o como mínimo lo parecía.
Akvahn tenía un plan. Tenía que ser brillante por que lo decía con energía. Isabella siempre había aborrecido la cháchara militar, por lo que no le puso pegas.

Se concentró en un grupo de felices arañas y les envió deseos de perdición, muerte y dolor. Si los arácnidos eran de corazón débil, perderían su empuje inicial.

Unos segundos de silencio que se antojaron eternos y  las arañas que se acercabana menazantes por el flanco derecho  explotaron al unisono ,conviertiendose en una pulpa verdosa que resbalaba por el abrupto suelo de la galeria.

Aunque no se había notado  poder magico sobre ellas, todos los aventureros giraron levemente su rostro hacia lady Isabella, la cual  masajeaba suavemente su sien  mientras sonreia satisfecha de su gesta ante esas criaturas tan desagradables.

Ahora las tornas se volvian encontra del enorme gigante y su  controlador..o eso parecía....

Algo fastidiada por el fallo de antes, la drow se movió velozmente hacia donde hace unos segundos se encontraban un montón de esas arañas y ahora gracias a su compañera solo quedaban los restos.

Una vez mas el aire a su alrededor pareció cargarse de energía elemental, el aire chisporroteaba y pequeñas descargas se iban haciendo cada vez mas intentas y frecuentes alrededor de Nhyria, parecía que una vez mas las cosas se le iban a escapar de sus manos.

Pero esta vez no fue así, clavo su vara en el suelo y toda la electricidad del ambiente se concentro, apunto con su mano hacia el no muerto y por un momento, sus ojos, sus tatuajes y hasta su pelo se vistieron de un azul eléctrico y un instante después de cada uno de sus dedos salio un poderoso haz de relámpagos en dirección a su enemigo.

A pesar de ya estar no-muerto, la electricidad parecía hacer convulsionar al esqueleto como a cualquier ser vivo, los espamos involuntarios lo adentraron en la propias telarañas de la cueva, enmarañandolo.

Una vez mas la erratica magia de la drow acompañaba a los aventureros. Un  apenas inperceptible olor a ozono anunció la descarga de chispas rayos y truenos deacargados con brutal fiereza sobre el enorme no muerto que avanzaba lentamente hacia su objetivo. Un orbe multicolor surcó la galeria como una veloz saeta ,incrustandose en el enorme esqueleto y ; este ultimo ; salió despedido hasta la oscuras telarañas el fondo de la estancia.

Satisfecha, Nhyria  dejo que se dibujase una sonrisa de triunfo en su rostro,pero no dejo de preocuparse por la reacción de sus enemigos....

Las dos arañas azuzadas por el enigmatico enano se abalanzaron contra sus presas. Ambas se acercaron con violencia  a los pies de Uriel mientras sus  pinzas  manaban un liquido verdoso. Cuando estuvieron cerca de su objetivo ambas arañas clavaron  sin problema sus afiladas mandibulas en la piel de Uriel,causandole  un par de feas heridas de las que manaba sangre.

Entretanto, el enorme gigante de huesos avanzo sin problemas sobre las telarañas, clavando cada paso con energia. Un grito mudo alertó sus intenciones para con los aventureros. En un par de zancadas se presento ante Mahel y Brunilda, aplastando a su paso a una de las arañas que habia tenido la suerte de herir a Uriel.

Al verlo pasar con tan pasmosa velocidad, el humano espadachin intento frenar su avance pero lo único que consiguió fue  rascar el antiguo hueso del enorme gigante. este Ultimo, al estar ante Mahel y Brunilda, levanto ambas manos y las dejó caer sobre ellos. Ambos puñetazos se hundieron en el cuerpo de cada objetivo  causando feos hematomas.

El enorme gigante rugió en silencio, victorioso....

Mahel se llevó instintivamente la mano a las costillas. No podía sentir nada roto, pero estaba seguro de que iba a doler mucho por la mañana. Ya estaba hasta las narices de ser golpeado por esqueletos y la rabia le brotó por la boca en forma de espuma y groserías

- Me cagaré en tu hueco cráneo pedazo de mierda fosilizada!

En un furioso movimiento el tieflin blande su espada intentando dar en la cabeza de ese monstruo con la esperanza de dejarlo lo bastante aturdido como para que sus compañeros terminen con él.

Envalentonada por las palabras de Mahel, la paladin enana  agarro con su mano diestra su fiel maza y dibujo una perfecta circunferencia contra el enorme esqueleto. Pero, aunque el golpe iba en direción correcta; el martillo de la sonriente enana  choco con el ferreo hueso del gigante.

- ¡Por Moradin!- aullo mientras golpeaba  a su enemigo con toda la fuerza que aun conserbaba despues de haber recibido  un doloroso golpe. Mahel se sintio algo mas reconfortado, ya fuese por el impetu de la enana o por la energia que irradiaba.

Aun algo dolorido por el impacto mágico recibido del shadar-kai, en encapuchado enano clavo su mirada sobre este ultimo y graznó:

-¡Si me atacas con el frio glacial, te responderé con el calor del averno, asqueroso shadar-kai!!- mientras gesticulaba rapidamente  con sus manos aun aterecidas por el frio, el encapuchado  concentraba sobre si una extraña energia. Se deslizó sigilosamente unos centimetros para tener una visión mas clara de su objetivo.

En un instante la galeria  se ilumino con un tono rojizo como su la lava volcanica hiciese acto de presencia y, sobre Akvahn prendieron un millar de llamas,quemandole los ropajes y  gran parte de su cenicienta piel....

Quemaduras... a lo largo de su vida había sufrido torturas con hierros candentes, pero aquel fuego era distinto, como una hoguera en dia de caza de brujas. A eso había que añadirle el echo de que estaba herido desde hacía tiempo. Lo que mas le dolió fue su orgullo, la furia de no poder llevarse con él a aquel bastardo.

Malditos sean todos... y maldito yo, por ayudar a estos enanos cabrones... Debí rechazar su oferta en cuando supe que mentían... -Fue el pensamiento del mago antes de desfallecer.

Una feroz llamarada iluminó el cuerpo de shadar-kai, quemandole casi todas sus pertenencias y su piel. Cayo al suelo casi inerte entre humeantes columnas de humo. El olor a carne quemada comenzaba a impregnarse en el ambiente. Un olor claramente desagradable para todos los aventureros. Un gesto de entusiasmo por parte del encapuchado fue la respuesta a la derrota de Akvahn.

Quizás fue  ver como uno de sus compañeros caia como un peso muerto en el abrupto suelo de la galeria, pero los ojos del tiflin se encendieron de ira....

Con un ataque de ira que parecía máa de un enano berserker que de un tiefling espadachín, Mahel empuña su espada como se se tratara de un hacha y la descarga cuan larga es sobre la rodilla del bestial esqueleto, al tiempo que se desplaza hacia un lado, buscando una posición más ventajosa.

Aunque las cosas no pintaban bien para el grupo de aventureros, ya que la sangre  brotaba de algunas heridas y los ultimo suspiros se  aferraban al cuerpo magullado del mago shadar-kai;el estoico tiflin  no cejó en su empeño. Con un suave pero acertado ademán, su espada silvó entre los enormes huesos del gigante, astillandolos levemente.

El acertado golpe de mahel  cercenó parte del enorme peroné de la criatura, consiguiendo quese tambalease unos segundos. Mientras tanto, Mahel aprovechó y se deslizó entre Isabella y  Brunilda, en un intento de escapar de la respuesta del gigante y, de paso; encontrar una propicia posición para hacerlo caer.

Uriel veía como las cosas se precipitaban, un compañero caído y aun tenían una gran amenaza próxima. Aquel maldito Esqueleto había pasado por encima de el, y por poco no le había golpeado también.  A pesar de todo ello, el Espadachín sabía que no debía defraudar a sus compañeros y conjurando el mayor poder que poseía en si, lanzo un golpe arcano contra los dos enemigos más próximos.

La araña debido a su tamaño casi seguro lograría evadirlo pero no así el tremendo esqueleto. Aun a pesar de ello, la magia protectora rodeo al mismo ser para escudar a sus amigos. Mientras su mano se deslizaba y lanzaba la espada en busca de cuerpo del enano, sabía quien era pero aun no sabía el motivo de sus actos. Pero debía ser detenido. Su cuerpo evadió el impacto pero su espada llevaba bien las artes arcanas tejidas pues con un movimiento deslizante de su muñeca se lanzo contra la espalda del Esqueleto volviendo a golpearlo para volver a su mano con un ultimo gesto.

Adivinando las intenciones de su compañeros tiflin, Uriel descargo toda su furia contra el  su enorme enemigo.  Con  la gracilidad de un malabarista,  comenzó a girar su espada  , dibujando  amenazadores circulos en el aire contra el aracnido que habia sobrevivido al embite del enorme esqueleto y contra el propio mastodonte de huesos que habia frenado su avance ante el.

La quitinosa criatura consiguió deslizarse entre los  esféricos espadazos del  humano pero el enorme gigante de huesos no tuvo tanta suerte. Saltaron chispas cuando la espada destrozó parte de la tibia del gigante y, animado por el primer exito, Uriel  soltó su espada contra el encapuchado enano.

El filo del espadachin  giró sobre si mismo mientras  dibujaba un erratico recorrido hacia el enano. Este ultimo, sorteó sin problemas  el  filo que venía a por el, pero  la suerte no era la compañera del esqueleto gigante; el cual volvió a sentir el frio acero del espadachin sobre sus ajados huesos.

Cuando su fiel espada regresó a su mano , Uriel comprobó como las cuencas sin vida del gigante, se giraban hacia el  y un mudo rugido anunciaba las intenciones de su enorme enemigo...

La explosión de llamas obligaron a la mujer noble a prestar atención a sus espaldas, viendo al mago Shadar-kai caer con una mueca de odio en su rostro.

-No.. ¡oh no! -susurraba mientras intentaba reanimar al Akvahn- Esto no ha acabado, levanta gruñón y sigue lanzando esos rayos tuyos -Le abrió parcialmente la camisa y pudo observar el estado de la piel del varón.

Tenía otras heridas anteriores, pero la verdad era que las quemaduras tenían un aspecto terrible.
No era sanadora pero había leído mucho sobre anatomía humana (anatomía masculina más en concreto... pero eso era otra história) e intentaba recordar algún tipo de actuación que recomendasen para quemaduras. No recordaba nada... pero quizás con un poco de su intuición...

Sacó su inofensiva daga y empezó a rebentar las ampollas que se habían formado... Parecía lo más correcto

Mientra los demas desenvolvian feroces impactos contra el enrome enemigo que les amenazaba, Lady Isabella  fijo su interes en el seudo carbonizado shadar-kai. Aun  el hedor a carne quemada impregnaba elambiente mas cercano al quejumbroso personaja. Sus ropajes hace tiempo que se habian transformados en burdos jirones de ropa y su  cenicienta piel  exudana un millar de bochas debido a las dolorosas quemaduras.

En un intento futil e insuficiente, Lady Isabella acudió tan rapido como pudo en ayuda de Akvahn. Reviso las heridas causadas por el fatidico conjuro del enemigo,  buscando alguna solución al problema. Sin embargo, al carecer de los conocimientos para aliviar el daño causado; la humana solo pudo  realizar pequeñas cura que no menguaban el dolor.