Partida Rol por web

Suena como un latigazo, es el colgante de Lorgan del que sale un pequeño rayo de descarga llenando el ambiente de electricidad. Pero el ataque es flojo y resulta sin consecuencias. No está afortunada la magia en este día.

La mujer trata de huir, pero está herida y tiene que soportar primero el ataque del enano, sin consecuencias ya que el arma tropieza con la puerta y esto desvía sus intenciones - ¡Puerca sería tu madre! - Le grita la ladrona al herido lancero. Pero ahora le toca soportar el ataque de este. Se hace a un lado de un salto, pero aún así el arma, aunque no se clava, le hace un tajo en el hombro, una herida más pero la asaltante sigue en pié.

El mediano carga una flecha más, esperando tener más suerte en esta ocasión.

Con el arco cargado apunto a la mujer mientras le digo:

- No intentes huir...de nada te servirá...

Sigo apuntándola mientras espero a ver qué realizan mis compañeros, es posible que en breve tengamos una visita y eso es algo que me inquieta ya que un ataque por sorpresa siempre es peligroso.

- Hay que inmovilizarla y vigilar por donde puede venir el otro...hay que cazarlo en cuanto aparezca...

-Tira las armas si quieres vivir. Es tu última oportunidad. -sentenció el lancero dunlendino a la vez que se iba reposicionando para impedir la huída de Sunil.

Aquella mujer estaba demostrando tener verdadera capacidad bélica. Soportando el ataque de dos guerreros. Una mujer con coraje, tan diferente de aquella cocinera a la que se habían "enfrentado" hacía tan sólo unos minutos que parecía mentira que habitaran en el mismo lugar.

Ulrij echó un vistazo a la escena para estar seguro de no interponerse en la trayectoria de un flechazo o de un golpe mal calculado por parte del enano y luego siguió con su tarea... acabar con aquella mujer.

MI magia arcana no fue efectiva como esperaba, así que opté por la magia directa de las flechas. Un buen disparo sería más efectivo sin duda que un mal conjuro.

Busqué la flecha necesaria y mi reciente adquisición de arco entre mis pertenencias, dejando de nuevo la mochila a un lado para que no resultase una molestia.

-Vigilaré hacia atrás -aviso a mis compañeros.

Me giré a nuestras espaldas, confiando en que mis tres amigos se encargarían por fin con efectividad de la brava mujer, y busqué indicios de nuevas presencias que pudiesen atacarnos.

Centré mis sentidos en el silencio, apuntando a aún no sabía qué.. pero apuntando.

La mujer continuaba retrocediendo pues sabía que la superioridad numérica y la efectividad de los ataques del dunlendino le estaban pasando factura. Casi sin darme cuenta, antes que pudiese reaccionar nuevamente, la vi cómo se había dirigido ya hacia la otra sala, sin saber nosotros si se encontraban allí otros bandidos o simplemente había sido una distracción para tratar de amilanar nuestro embate.

Di un paso y otro hacia adelante, y esperé tan sólo un momento para evitar molestar la visión de mis compañeros en caso que quisieran continuar sus ataques. Pero ni bien el ínfimo momento de espera culminó, me movilicé tratando de continuar el ataque y, de ser posible, terminar con nuestra enemiga.

No tenía mucho que pensar pues la bandida se mostraba al frente, pasando una de las puertas hacia el otro recinto. Mi marcha me hizo llegar hasta la puerta y al instante unas palabras, un recuerdo, pasó por mi mente como si de un flechazo se tratase. "Sé que hay una trampa a la entrada de la torre que hay dentro, evitad la puerta principal a esa torre"... las palabras de la dama sonaron en mi cabeza preocupándome, poniéndome en alerta mientras seguía mis pasos.

Sin embargo, decidido, alejé la preocupación de mi mente y me lancé al ataque con el deseo de que mi golpe no le diese oportunidad de llevarme hacia la trampa y la esperanza de ser lo suficientemente atento y diestro para evitar caer en ella.

(SA 35) Mut: [49/60 PV] -> Sigue apuntando

(SA 35) Niniel [90/100PP]: No está

(CM 15) Angai: [59/59 PV] -> 158 - 20 = 138 -> 21E -> Hueso pierna -12 -> CrtiSecC -> 0 -> La mata.

(Cue 10) Coerva [48/48 PV] -> Carga y apunta a Mut (no lo han visto)

(SA 10-5 =5) Lorgan [32/40 PV]: Carga arco

(SA 5) Sunil [-24/42 PV -50act pierna, -20act perdido mitad pv] -> MUERE

(CE 5) Douervis: [37/40 PV] -> Atento con la daga

(C -5) Ulrij: [31/31 PV -2xAs +10xAs torni] -> parar y recuperar pv

Mut sigue apuntando y atento a lo que pueda suceder. Algo similar a Lorgan que mira hacia atrás, pero que no consigue apuntar pues no hay nada a lo que apuntar.

Angainor Ataca y la pesaba bola se lleva por delante la pierna de la incauta, la rompe y esta tras las varias heridas ya recibidas cae inconsciente y morirá en breve.

Ulrij que se preparaba para el ataque, al ver que el enano cumple con su cometido ya no lo realiza. La parte positiva es que al no atacar puede dejar que el torniquete cumpla con su cometido y recuperar algo de la energía.

Desde esa posición casi todos veis la nueva sala, contigua a la de la gran mesa. Se trata de una habitación con paredes de piedra caliza. Hay una gran silla de roble negro, con cojines de lana negros, que tiene forma de trono que domina el estrado central, y ocho sillas alineadas en la pared que da al exterior.

-Buen golpe -apreció el dunlendino hacia el enano.

Aquel combate había sido bastante limpio y considerablemente sucinto. Tal vez habían sobrado algunos gritos, pero por lo demás se había resuelto como convenía al grupo. Ahora tocaba prepararse por si aquel al que había llamado acertaba a aparecer. Si lo hacía y lo hacía solo, su final no iba a ser muy diferente del de su... ¿compañera? Lo que fuera.

Ulrij volvió a ayudarse de la lanza, a modo de bastón, para disponerse a avanzar lentamente. Lo haría cuando el enano se adelantara más allá del nuevo cadáver, para poder apreciar la sala del trono, pero, sobre todo, para poderse colocar a un costado y cubrir al grupo ante la posible aparición de un nuevo enemigo.

-Podría ser buena idea revisar el cadáver de la mujer, parecía medio-importante aquí. ¿Eh, Lorgan? -comentó a sus compañeros, haciendo hincapié en el mago, que llevaba largo rato sin aportar capacidad bélica al grupo, salvo aquel extraño chispazo que le había puesto los pelos de punta. Definitivamente prefería a Lorgan manoseando a la mujer muerta que pensando en volver a realizar uno de esos hechizos tan peligrosos. Ufff, la magia le ponía nervioso...

Avanzo unos metros hacia la mesa para observar con cuidado la otra apertura que intuyo desde mi posición. Parece que hemos abatido a la rival que teníamos enfrente. Una menos pero aún queda el cabecilla y seguramente si el que manda es por sus dotes como guerrero, la gente de esta zona es simple: si eres bueno luchando eres un buen jefe.

- Parece que hay otra puerta...veo una silla así que parece que da al mismo salón - comento a mis compañeros. - ¿Veis algo de interés? 

Echo un vistazo desde donde estoy a la sala a ver si intuyo si puede haber alguna sorpresa, por alguna extraña sensación creo que tendremos alguna sorpresa desagradable y además todavía no encontramos lo que nos pidió la bruja.

Había que andar con mil ojos, aunque por ahora parece que mis amigos consiguieron un poco de calma al matar a la escandalosa habitante de la torre.

La persona por la que llamaba no apareció, y volví a desear que fuese uno de los que teníamos a buen recaudo en la habitación, eso nos facilitaría mucho las cosas, aunque la experiencia y la desconfianza en la buena suerte casual me impedían confiar en tal facilidad.

De todos modos relajé mi actitud de defensa, haciendo caso a las palabras de Brazofuerte:

-Sí, revisaré su cadáver tras comprobar que está bien muerta. Que en una ocasión un trasgo me dió un buen susto regresando de entre los muertos para hacerme un rasguño con una daga.

Pateo levemente a la mujer primero, asegurándome de su estado, y me dispongo a revisar sus bolsillos y ropajes, cualquier sitio donde pueda llevar llaves, armas pequeñas o algo que nos interese.

-Estad atentos por si viene compañía -aconsejo a mis amigos.

Asentí hacia Ulrij con un movimiento de cabeza mientras sonreía, a modo de agradecimiento por lo del golpe. Luego fijé mi vista en la mujer que yacía en el suelo, indefensa ahora pues se encontraba inconsciente y esperando su partida. Era una lástima, pensaba, pues no es la misma sensación la que se tiene que al dar muerte a cualquier alimaña de Mordor... sin embargo, ella había buscado su destino, el que la llevó hasta ese momento en la torre.

Escuchando las palabras de Mut, di media vuelta y miré hacia la puerta.

"- Hay un trono aquí y varias sillas. Supongo que otrora los habitantes de esta fortaleza ingresaban a la torre a efectuar sus peticiones a quien regía el lugar. Además de la otra puerta que da con la sala donde están se encuentra la salida... no creo que haya más de interés por aquí- comenté".

Lorgan ya se había acercado hacia la mujer y Ulrij comenzaba a hacer lo mismo, por lo que preferí dejarles espacio y comencé a caminar nuevamente a la habitación de la cual veníamos. Si por algún lado vendría ese tal "Coerba" sería por las escaleras, así que prefería estar preparado para ello.

(SA 35) Mut: [23/60 PV -25 act -20xPV At1] -> Vé el mecanismo de la silla, peor no llega a moverse, recibe el impacto.

(SA 35) Niniel [90/100PP]: No está

(CM 15) Angai: [59/59 PV] -> Se acarca a las escaleras y por lo tanto a Coerva

(Cue 10) Coerva [48/48 PV] -> Dispara a Mut 165 - 25 = 140 -> 23E -> Pierna -3PV -25 act At1

(SA 10-5 =5) Lorgan [32/40 PV]: Registra el cadaver

(CE 5) Douervis: [37/40 PV] -> Atento con la daga

(C -5) Ulrij: [29/31 PV -2xAs +10xAs torni] -> Se mueve como indica

Lorgan comienza a registrar el cadaver.

Mut inspecciona un poco la nueva sala cuando en ese momento algo surca el aire y se clava en la pierna del mediano atravesándola de parte a parte. El dolor es atroz y por el momento le impide moverse de donde está.

El origen ha de situarse cercano a la puerta por la que habéis entrado y por lo tanto de las escaleras, justo hacia donde Angainor se está desplazando.

La herida del mediano no es sangrante por suerte, pero si es de bastanet gravedad y me impide desplazarse con facilidad.

La otra persona cercana a la puerta, Douervis, se prepara para atacar con una de las dagas al que ha osado lanzar esa flecha. Que si, debe de ser el famoso Coerba.

-¡Maldición! ¡Acabad con ese arquero! -exclamé airado por los daños que había causado el recién llegado.

Coerba había acudido en auxilio de su compañera y lo había hecho estrenándose con una herida muy fea a nuestro mediano. En un momento habían pasado a haber dos cojos en el grupo. Bueno, al menos Mut sabía disparar con arco, para lo que no tenía que moverse demasiado.

Apretando los dientes, me encaré hacia el recién llegado, esforzándome por ofrecer el menor blanco posible, cubriéndome con el escudo mientras comenzaba a avanzar con mi paso renqueante hacia Coerba.

Mientras caminaba, parecía que mi intuición me daba una palmada en la espalda y otra en el rostro. Miré un momento hacia atrás para ver a mis compañeros sobre el cuerpo de la mujer e inmediatamente percibí el siseo de un objeto que, cercano, surcaba el aire. El golpe seco en la pierna del mediano me tomó por sorpresa y más aún ver la flecha atravesando de un lado a otro la carne, puesta con la precisión de un asesino, soportada por nuestro compañero gracias tal vez a una bendición divina.

Mi instinto inicial fue mover mi cuerpo para iniciar la carrera hacia Mut para ofrecerle ayuda, impulsado por la preocupación y tal vez el miedo ante tal golpe.

A mi mente de inmediato vino la imagen de Lorgan en aquel templo sumergido en la arena y, mucho más atrás en el tiempo, la de los míos durante el ataque orco tras el Paso de Rohan. Una sensación de desesperación, de incapacidad para proteger a mis compañeros, volvió a recorrerme la espalda como un escalofrío al igual que pasó en aquellos momentos, aunque ahora no tardó mucho tiempo en dejar paso a la ira.

Mis sentidos se cerraron y ahora si mis piernas se movían a prisa, brazos en alto, escudo al frente y maza lista. Lo único que podía ver era a Coerba y lo único en que pensaba era en matarle o morir en el intento.

El flechazo me cogió por sorpresa, la verdad es que ver la flecha atravesar mi pierna no es algo muy agradable. Suelto el arco y la flecha que tenía cargada y me tiro al suelo intentando ahogar el grito que me provoca el dolor que siento.

Debido al dolor no voy a poder moverme y gracias a que la flecha me ha atravesado ya que así curarme será más sencillo aunque eso no diga que será muy pero que muy doloroso.

Me llevo las manos a la herida para evitar que sangre demasiado aunque por suerte veo que no es su caso...mientras desde el suelo les digo:

- Acabad con ese malnacido... 

El cadáver de la habitante de la torre no tenía oro ni nada interesante, a no ser una honda que la infortunada debía usar como arma. La aparté y la guardé, con idea de entregársela a quien tuviese certera puntería. Seguro que a Mut le vendría bien.

Pensando en ello, el ataque repentino a nuestro mediano amigo me hizo dar un respingo, y buscar mi arco. Cargué buscando el punto de donde había surgido la flecha traidora, procurando evitar el furioso contraataque de Angainor. El buen enano reaccionó rápidamente contra el enemigo, y temía ensartarle a él.

Asegurándome de no darle, apunté a mi enemigo.

(SA 35) Mut: [23/60 PV -25 act -20xPV] -> Se tira al suelo, suelta arma, se desaturde.

(SA 35) Niniel [90/100PP]: No está

(CM 15) Angai: [59/59 PV] -> Ataca - 99+94-25-28+66 = 206 -} 20E -} rodilla -9 -60 act derr y at 3 -} sec A antebrazo -2pv at 1

(Cue 10) Coerva [17/48 PV -60 act -20 act PV At 4] -> Cambia arma por esp ancha

(SA 10-5 =5) Lorgan [32/40 PV]: Apunta

(CE 5) Douervis: [37/40 PV] -> Ataca 142 -5 = 137 -} 23C -} lo mata

(C -5) Ulrij: [29/31 PV -2xAs +10xAs torni] -> Se mueve como indica