Partida Rol por web

Mut está sintiendo el dolor y se retuerce incapaz de realizar algo más este turno. La herida ha sido de consideración pero por suerte es estable y no empeora.

Lorgan apunta al nuevo enemigo y Ulrij pese a su herida sangrante se apresura a plantar cara.

Angainor dispuesto a vengar a su pequeño compañero se acerca como un torbellino y lanza un mazazo implacable. Vuelan astillas del marco de la puerta, la rodilla de su objetivo queda hecha puré y hasta el antebrazo de este sufre el percance de los pinchos de la bola metálica. El enemigo es derribado y cae en el suelo tratando de sacar su espada para defenderse.

Esta oportunidad es aprovechada por Douervis que hunde su daga en el pecho del cabecilla y acaba así con su vida en un momento. El silencio se apodera de nuevo de la torre.

Viendo que el combate parece haber acabado les digo a mis compañeros que me ayuden a sentarme en una silla pero que nadie baje la guardia.

- No bajéis la guardia, podría haber alguien más... - hago un gesto y le digo a Lorgan que me ayude a levantarme - ...Lorgan, viejo amigo, ayúdame a sentarme en una silla y de paso echa un vistazo a mi herida...no sangra aparentemente.

Señalo al trono, y les digo:

- Antes del flechazo me pareció ver un mecanismo en el trono...puede que haya una palanca que descubra algún secreto...o el tesoro que la bruja reclama para los niños...

-Bah, disparar con arco a esta distancia sin tener a alguien para cubrirle... mala idea, ya habéis visto. No cometáis el mismo error, compañeros -comentó el dunlendino del grupo a la vez que volvía a orientar su lanza hacia arriba para utilizarla de nuevo como bastón.

La situación por fortuna se había resuelto bastante bien. Cierto era que el hombrecillo de la Comarca había recibido lo suyo, pero continuaba vivo. Estar vivo llenaba de expectativas el futuro. Es más, dejaba sitio para un futuro. Una vez más habían superado un enfrentamiento y estaban todos vivos. Un buen equipo, por todos los dioses, sí.

-Esperad a que se recupere un poco el mediano, por si el trono tuviera una trampa o algo.

Mi pecho aún se movía de forma acelerada, no por el cansancio pues faltaba todavía para llevarme a ese estado, sino por la agitación del momento. Mientras me relajaba, miré al hombre que yacía ahora en el suelo y lo hice con desprecio. Tal vez la enemiga en el otro cuarto me había ablandado por ser una mujer, tal vez no. Lo cierto es que por ese bandido que llamaban Coerba no sentía nada más que odio, aun viéndole tendido y muerto.

Levanté mi vista para observar a Douervis y sonriente asentí a modo de aprobación, a modo de gratitud. "Hemos hecho un buen trabajo", nos decía en silencio con aquel gesto. Seguidamente, me di la vuelta y caminé hacia donde se encontraba el mediano.

"- Para ser tan bajito si que eres un blanco fácil, hobbit- le dije haciendo una mueca y con tono afable, mientras rebuscaba en mi mochila-. Mientras Lorgan ve esa herida toma esto, compañero... te mejorará un poco- agregué brindándole la cantimplora con la infusión que había preparado".

Me acerco a Mut, herido de gravedad, dejando cerca de mí el arco. Sabía que nuestros amigos nos protegían, pero nunca está de más ser precavido.

Observo la herida del mediano mientras busco mis vendas en el equipaje. Afortunadamente no sangra, cosa que haría perder sus fuerzas con más facilidad, pero no era una herida vanal.

-Amigo, bebe de la cantimplora de Angainor. Te encontrarás mejor, y también yo puedo darte remedio si más tarde lo necesitas. Ahora reposa lo posible y cuida el vendaje.

Reposar absolutamente sería ideal, tanto para él como para Ulrij, pero podrían seguir avanzando poco a poco con nosotros.

-Además -le dije, sonriendo-nuestra amiga gritona te regala una honda para disparar, si la quieres.. Seguro que con tu puntería te será muy útil. ¡Así que recupérate bien, para usarla!

Mut se sienta en una silla a recuperar fuerzas. La herida no sangra, pero la flecha sigue clavada. Ulrij no presenta mejor aspecto pues la parte inferior de su pierna está teñida de rojo, aunque tiene la satisfacción de haber vengado a su familia.

Ojeais un poco más la habitación y se comprueba lo que indicaba el mediano, en aquella especie de trono hay una palanca. Tras tirar de ella se abre súbitamente un trampilla en el suelo delante de la puerta principal. Debe de tratarse de la trampa que ya os habían comentado. El agujero es oscuro y no se ve el fin, pero la caída parece larga.

Tras esperar un rato más el silencio sigue igual de imperturbable. ¿Qué hará el grupo ahora?

- Lo principal es quitar la flecha y luego vendar bien la herida. Creo que tomaré un par de hierbas para mejorar mi estado ya que noto que me falta un poco el aliento...como si la sangre no me subiera a la cabeza... - digo al notar cierta debilidad a la que sólo estaba acostumbrado cuando no como durante largo tiempo - ...aunque comiendo algo seguramente retomo fuerzas y hay una cocina en este sitio donde podría preparar algo mientras me recupero... - digo para animar al resto a comer algo y recuperar fuerzas - ...de todas formas aún no conseguimos lo que nos pidió la bruja, y deberíamos dárselo para cumplir con nuestra parte del trato. 

Bebo un trago de la cantimplora que me ofrece Angainor y acepto de buen grado el regalo de Lorgan.

- Gracias amigo, te prometo que con ella acabaré con algún enemigo sin lugar a dudas. O por lo menos cazaré algún conejo para que podamos comer decentemente en alguna de nuestras salidas.

Tras beber el trago intento recuperar fuerzas y con el vendaje podré moverme aunque con cuidado; por suerte los hobbits somos más duros de lo que la gente cree.

-Si estás dispuesto, entre los dos intentaremos sacar la flecha. Una vez me ayudaste a algo parecido, ¿recuerdas? -le dije, evocando aquella casi mortal flechazo que me hizo ver a los dioses demasiado cerca. Por fortuna y ayuda de mis amigos, pude seguir vivo para devolverles el favor -Ahora te toca a tí. Muerde ésto.-le dí una de mis flechas para que descargase así la tensión del dolor que iba a sentir.

Ese fogonazo terrible que implica el sacar un arma de una herida siempre es horrible. Lo conocía bien, y preferí evitárselo a Mut en lo posible.

Primero rompí la parte posterior de la flecha que asomaba de la pierna de mi amigo dejándola a ras de la herida, para que fuese más sencillo tirar de ella. Agarré la flecha con firmeza por la punta del otro lado de la pierna, con cuidado de no clavarme, y miré una vez más a Mut.

-¡Podrás con ello, valiente! ¿Preparado?-y casi sin esperar respuesta, comencé a tirar de la flecha para sacarla.

Con el peligro de ambos enemigos superado, aún mi desconfianza por el lugar no se iba. Caminé por la zona intentando asegurarme que no hubiese más sorpresas. En mi recorrida, miré hacia las trampas que había descubierto el mediano y enseguida me pregunté qué hubiese sucedido si la mujer lograba llevarme hacia alguna de ellas. Pero no fue así y no podría hacerlo con nadie más.

Viendo que Mut recibía la ayuda de Lorgan y sin desear molestarles dado que sacar la flecha requería de su concentración, me acerqué un momento hacia donde estaban Ulrij y Douervis.

"- ¿Cómo está la pierna, compañero?- le pregunté al dunlendino-. Aún tengo más vendas en caso que se necesite cambiarlas... por suerte parece que las cosas aquí han terminado ya- agregué y miré a Douervis-. Nos acompañaste interesado en lo que este lugar guardaba y has sido una grata compañía, humano... podemos continuar subiendo esta torre para ver qué guarda o volver hacia la cocina para ir hacia el sótano por la puerta que mencionó la cocinera. Una vez Mut pueda moverse tocará elegir hacia dónde vamos- concluí".

(SA 35) Mut: [41/60 PV -25 act] -> Se tira al suelo, suelta arma, se desaturde.

(SA 35) Niniel [90/100PP]: No está

(CM 15) Angai: [59/59 PV] -> Ataca - 99+94-25-28+66 = 206 -} 20E -} rodilla -9 -60 act derr y at 3 -} sec A antebrazo -2pv at 1

(Cue 10) Coerva [17/48 PV -60 act -20 act PV At 4] -> Cambia arma por esp ancha

(SA 10-5 =5) Lorgan [32/40 PV]: Apunta

(CE 5) Douervis: [37/40 PV] -> Ataca 142 -5 = 137 -} 23C -} lo mata

(C -5) Ulrij: [29/31 PV -2xAs +10xAs torni] -> Se mueve como indica

Lorgan rebusca en su mochila, pero en vez de vendas solo encuentra un torniquete, en cualquier caso esto será útil para que cuando retire la flecha la herida no sangre. Luego ayuda a Mut en la retirada de la flecha, un mal trago que merece la pena. En un momento Mut se comienza a sentir mejor

Angainor revisa la sala a fondo. La situación podría haberse vuelto bastante peliaguda de haber entrado por la otra puerta o si la mujer hubiese logrado avanzar por allí y alguien hubiese ido detrás. Pero no fue el caso.

Aquí ya no se puede hacer más. Podéis seguir subiendo por las escaleras, regresar a la cocina para ir a los subterraneos o cualquier otra cosa que se os ocurra.

-Mi pierna bien, supongo. No soy médico, pero me parece que tendré que guardar un tiempo reposo cuando acabemos aquí. De momento aguanto. Os seguiré y os apoyaré hasta que acabemos de limpiar este nido de sabandijas. Subamos -dijo el montañés en tono seguro.

De momento la cosa iba bastante bien, no se podían quejar. Había heridos en el grupo, cierto, pero todos estaban vivos y, dentro de lo posible, bastante enteros.

Ulrij por un momento pensó en decir que él tenía un par de vendajes en su equipo, pero se mordió la lengua, pues los tenía, sí, pero en el equipo que quedó fuera, al pie de la muralla. Resultaba curioso pensar en el recorrido que habían hecho hasta llegar allí. Quién sabe qué otras peripecias les aguardaban hasta acabar de erradicar a todos los bandidos de aquel lugar.

Asentí a las palabras de Ulrij y mientras Lorgan lograba extraer la flecha me acerqué sacando algo de uno de los bolsillos de la mochila.

"- Aquí tienes unas vendas en caso que necesites usarlas- le dije al mago, mientras volví a guardar la cantimplora que Mut ya había usado".

Me di la vuelta encarando hacia la zona de la escalera y sujeté nuevamente el arma para continuar con la exploración de la torre. Habíamos acabado con los jefes, pero eso no garantizaba que haya quedado en paz el lugar.

"- Subir, como acaba de decir Ulrij, me parece la mejor opción. Ya estuvimos por la cocina y habitaciones, y nadie ha salido a nuestro encuentro. Pero es posible que queden aún bandidos aquí- comenté y aguardé en el pasillo".

-Gracias, Angainor. Cierto que me vendrán bien para aislar la herida -dije, mientras aplicaba el torniquete en la pierna de Mut, evitando su desangramiento-. Tranquilo, Mut. En poco tiempo podrás patearle el culo al que quiera robarte la cerveza -comenté para animar a nuestro hobbit. 

Cuando la herida parecía más estable, 

-Al menos por el momento nadie más acudió a la llamada de nuestra difunta anfitriona, pero sí, como decís habrá que estar atentos al máximo. No estamos a pleno rendimiento ya que los heridos no deben moverse demasiado.. aunque pena me da el enemigo que caiga al alcance de Brazofuerte o Mut, jaja. Vayamos pues hacia arriba, y que Eru nos sea propicio. Propongo que los heridos vayan enmedio del grupo, por protección y para ayudarles a avanzar.. Mut, ¿crees que podrás caminar?

- Puedo caminar Lorgan, aunque más despacio de lo habitual. Pero en cuanto coma algo seguramente ya tenga fuerzas para lanzarme de nuevo a la carrera. - piso con algo de fuerza y noto un pinchazo - ...bueno puede que tras comer y descansar un poco...pero no os preocupéis demasiado por mí.

Cojo mi arco y lo cuelgo con la flecha que había tirado al suelo al recibir el flechazo.

- Yo estoy listo, subamos pues.

Tras tratar de estabilizar la herida del mediano y con un par de los integrantes cojeando, decidisteis seguir subiendo por la torre.

Subís por las escaleras que circundan la torre y terminan en el primer piso. Lo primero que veis en el siguiente nivel es un vestíbulo. Hay una ventana que da al exterior y poco más.

A la derecha hay un dormitorio, más elegantes que los que habían abajo. Un espejo de plata y dos cofres es lo que aquí más llama la atención.

A la izquierda hay lo que parece ser una sala de estar, unas sillas de madera acolchadas con seda y una estantería llena de adornos.

En el lado opuesto hay otro dormitorio. Una cama con terciopelo verde domina la estancia. También una alfombra de piel de oso. También dos cofres roperos con correas de hierro. Desde esta estancia suben unas escaleras de caracol hacia los pisos superiores.

-Ese espejo y esos cofres parecen valiosos. Si salimos con vida de esta, habrá que sacarlos de aquí -dijo el dunlendino con aire rapiñador.

Lo cierto es que según subían por la torre la categoría de las habitaciones crecían considerablemente. Y si todavía quedaba torre por ascender...

-¿Exploramos las salas o seguimos subiendo? -preguntó mientras se apoyaba en su lanza, cansado de caminar renqueante sin poder cargar el peso convenientemente en ambas piernas.

Su vendaje estaba enrojecido con la sangre perdida, sin duda la herida debía estar produciéndole un considerable dolor, pero a pesar de ello el guerrero no profería ni una sola queja.

- Lo mejor es asegurar zona a zona...no debemos correr riesgos innecesarios ya que encima dos estamos cojos... - digo al resto mientras echo un vistazo a las habitaciones - ...cuando esté asegurada podríamos descansar aquí...¿o preferís dormir al raso?

Miro el vendaje de Ulrij y le digo:

- Creo que deberías descansar y evitar moverte, podemos parar cinco minutos y recuperar algo...y cambiar esas vendas...