Partida Rol por web

Permanecí atento a las pisadas desvanecientes de nuestros amigos, aún con las ganas de haberlos acompañado, pero con la certeza de que debía quedarme con nuestros convalecientes amigos.

-Vosotros descansad, y reponed fuerzas. Yo estaré atento a lo que suceda, y si os necesitamos os avisaré sin duda. Ahí tenéis mis raciones de comida, como ya dije. Revisaré vuestros vendajes y las heridas. Quizás ahora que tenemos algo de paz es un buen momento para cambiar vendas, depende de cómo estén.

Procurando no dejar de escuchar cualquier indicio de grito o pelea que pudiese venir de las escaleras, me acerqué a la pierna herida de Brazofuerte. Mut, aún herido, fue capaz de hacer fuego y acomodarse, cosa que me hizo pensar que estaba mejorando. Lo revisaría a continuación.

-Ulrij, ¿cómo te encuentras, amigo? Revisaré tu herida con cuidado. ¿Alguno de vosotros lleva vendas? Si no, habrá que improvisar.

Douervis asiente con la cabeza, es un chico aplicado y con ganas de aprender, intuyes que hasta tiene cierta admiración por ti

Amordazados no podían decir mucho, pero al menos pareció que tus palabras los tranquilizaron un poco. En aquel lugar no encontraste nada fuera de lo normal.

Encontraste comida, al menos de la que no hubiese que ponerse cocinar a estas horas de la noche, pero mejor que el mediano no se enterase ya que seguramente quisiera ponerse con los cacharros a hacer algún plato exquisito, cosa para la que no parecía ser el momento y el lugar.

Buscasteis los dos, pero no encontraste brasero alguno. Era hora de regresar. Subiste de nuevo las escalera para encontrarte de nuevo con el grupo.

Mut busca un brasero para encender, pero no lo encuentra, tal vez Angainor tenga suerte con la búsqueda, pero habrá que esperar.

Lorgan decidió permanecer atento, aunque no era el más fuerte de los presentes si era el que estaba más indemne. Además trató de ocuparse de sus heridas. Pero no tiene con qué, las vendas no se pueden reciclar pues lo único que conseguiría es arriesgarse a sufrir una infección.

Pasan unos pocos minutos y escucháis unos pasos que suben por la escalera, os ponéis en guardia y… Se trata de Angainor y Douervis que vuelven. A mut no le pasa desapercibido para su desgracia que… ¡Sin brasero!

-Yo tengo vendas... al otro lado de la muralla de este sitio. Dejé mi equipo para trepar y desde entonces allí está todo. Una lástima, pero era demasiado peso para trepar cómodamente. Y hacía falta no hacer ruido, además -dije, excusándome.

No había sido esta incursión la más feliz y rápida de mi vida, eso estaba claro, pero todavía seguía vivo, así que me podía dar por contento.

Mascando con cierta alegría las raciones de comida de Lorgan, dejé de prestar mucha atención, estaba más bien pensando en las musarañas hasta que el propio Lorgan intervino.

-¿Qué? ¡Ah, gracias, gracias! Supongo que sería bueno si se cambian las vendas, pero como ya te dije antes las mías están fuera. A lo mejor podríamos utilizar unas sábanas...

- Bueno no es posible calentarnos con un buen fuego pero las pieles servirán... - digo con cierto pesar ya que me apetecía calentarme con un fuego cálido que además sirve para amenizar la noche y acompañaría la vigilia de los que hagan guardias.

Tras un rato callado hablo y digo:

- Deberías organizar las guardias, si es posible me gustaría hacer la primera para luego dormir de un tirón y reponer fuerzas. Creo que podríamos hacerla de uno en uno para que todos descansemos lo máximo posible.

"- ¡Aquí llega la comida!- dije con emoción al entrar en la habitación donde estaba el resto-. Perdona maese hobbit no encontramos brasero que permita cocinar algo, pero lo bueno es que estos víveres están listos para comerlos- comentaba mientras dejaba la comida que habíamos obtenido-. La mujer y los hombres están donde los dejamos... estaban algo alborotados pero se calmaron al saber que marcharíamos mañana y al tener por conocida la suerte de sus jefes- agregué con seriedad".

Mientras subíamos las escaleras junto a Douervis, había escuchado las palabras de Ulrij y Mut, por lo que una vez dejamos las cosas que habíamos conseguido en la cocina me dirigí al grupo.

"- A Ulrij y Mut les vendría bastante bien descansar por completo, sus piernas lo agradecerían, ¿no creen?- expresé.- Además entre Lorgan, Douervis y yo podemos cubrir bien grupos hasta el amanecer... puede que no sea necesario que se preocupen más que por relajarse un poco, mal no vendrá- concluí con una sonrisa afable en el rostro".

-¡Bienvenidos seáis, amigos! Y también vuestra comida, jajaja.. Guardo entonces mis raciones, que quizás nos sean útiles más adelante.

Me relajé al saberlos ya a salvo en nuestra compañía. Verlos marchar y dudar si habría problemas me hizo pasar el tiempo preocupado. Ahora ya podríamos descansar todos lo necesario.

-Cierto, amigo. Haremos guardias nosotros y ellos podrán recuperarse mejor.. Pero siempre después de cenar. Y si este tiempo de calma lo permite, quizás una buena pipa. Creo que si hubiésemos encontrado cerveza, ya no nos faltaría nada para instalarnos aquí a vivir, jajaja.

(SA 35) Mut: [50/60 PV -20 act] ->

(SA 35) Niniel [100/100PP]: 

(CM 15) Angai: [59/59 PV] 

(SA 10-5 =5) Lorgan [39/40 PV]: 

(CE 5) Douervis: [40/40 PV] -> 

(C -5) Ulrij: [29/31 PV] ->

El mediano se quedó un poco decepcionado, la cena hobbit en modo acampada no era posible. Aunque mirando el lado bueno, tampoco se llenaría la sala de humo.

El grupo se organizó con rapidez. Se decidió que los tres más indemnes harían guardia y los otros descansarían para que sanasen mejor sus heridas. Al final Lorgan pasó de vendas o se olvidó del tema y lo dejó estar.

Por lo demás la noche transcurrió sin incidentes. Ulrij comprobó que su herida no sangraba, Mut aún cojeaba, pero si herida presentaba un mejor aspecto. Y Lorgan tras la meditación nocturna recuperó su posibilidad de lanzar nuevos sortilegios.

Ante vosotros un nuevo día y ya por lo pronto había que decidir que hacer.

Las horas pasaron lentas en la guardia, mas mis pensamientos alcanzaban arcanas figuras de viejos libros heredados. Por fortuna ningún malhechor nos molestó, y el día siguiente me encontró durmiendo, tras el relevo de Angainor y Douervis en mi guardia.

Me desperecé con sueño, ya que por mucho que se descanse a veces no es suficiente.

-¡Buenos días, amigos! ¿Cómo os encontráis? -me atusé la ropa como pude, intentando no pensar en mi aspecto, y revisé las heridas de mis compañeros-. Por fortuna todo parece ya con mejor aspecto. En nada volveréis a estar pateando a los enemigos.. ¡O bailando con alguna guapa muchacha! Jajaja.. Creo que deberíais de intentar poneros en marcha, y tras comer algo, proseguir la exploración de la torre. ¿Qué os parece?

Me había sentado bien el descanso, me notaba renovado y con energías. Ojalá los enemigos venideros pudiesen ser testigos de todo el poder que parecía haber logrado.

Pensé también en los uncas, que seguro estaban a bun recaudo. Con qué ganas se hubieran comido los restos de la cena.. Ahora los comeríamos como desayuno.

Tras una noche de sueño reparadora compruebo que aunque cojeo todavía puedo apoyar el pie por completo y caminar sin ayuda, aunque es preferible que no realice demasiados esfuerzos.

- Buenos días, pues mi pierna mucho mejor. Aún tengo molestias pero en unos días...estaré recuperado... - contesto a Lorgan - ...sí, comamos algo y luego inspeccionaremos la torre. Aún tenemos que encontrar el oro que la bruja quiere para los huérfanos, y luego marcharnos en busca de una buena posada...

Si cumplimos la misión al completo podremos disfrutar de un merecido descanso en una buena posada, con buena comida y mejor cerveza.

Os levantáis y ponéis en pie. Todo está parece estar en orden. Los que no han hecho guardia han podido descansar más y los que no... bueno, al menos pueden estar contentos por que no hubiesen ocurrido incidentes.

Antes de hacer nada el grupo parece querer reponer fuerzas del todo y comer algo. Lo que podía ser de vuestras provisiones o hacer otra excursión a la cocina a por algo de comer.

Pero además de estoy hay que decidir que hacer a continuación y cómo. ¿Haréis algo con las puertas del piso de arriba? ¿Indagaréis ya por la puerta de la cocina que da a los sótanos y que sigue sin explorar? La decisión es vuestra.

-Amigos, toca decidir la nueva ruta. Siendo un tesoro lo que buscamos, no se me hace raro que lo escondan en un sótano, mejor que en lo alto de una torre. Pero quizás los habitantes de tan extraño lugar sean también extravagantes.. -hice una pequeña pausa para reflexionar. Nunca está de más pensar lo que se dice-. Por mi parte, opino que deberíamos volver a ese sótano cuya puerta estaba en la cocina.. y también así de paso desayunamos si a alguien le queda apetito por saciar. La torre por fortuna pareció calmada anoche. Si en el sótano no hallamos lo que queremos, podremos seguir ascendiendo más tarde. ¿Qué opináis?

Por fortuna, la calmada noche nos proporcionó paz, y me hizo desconfiar menos de lo que pueda haber en lo alto de las escaleras. Quizás sean más cuartos como el que nos hallábamos, o quizás otras estancias.. Un observatorio, tal vez. Quién sabe. Por el tesoro habíamos venido, y ello debíamos buscar.

"- Pues la dama mencionó que el oro de sus huérfanos estaba en el sótano... a menos que los bandidos lo hayan cambiado de lugar debería segur ahí- comenté mientras me desperezaba-. Sin embargo, las puertas arriba llaman mucho mi atención... algo importante ha de estar protegiéndose para tal despliegue de magia. Es una lástima que no tengamos ninguna forma de saber qué guardan tras esa niebla- agregué".

Moví mis brazos y piernas pues la noche si bien tranquila, había exigido el mantenerse y, de vez en cuando, recorrer un poco la estancia para asegurarnos que no hubiesen problemas.

"- La otra posibilidad es que algunos vayamos arriba donde las puertas y otros al sótano. Tal vez sea cuestión de probar suerte y arriesgarse- expresé y comencé a rascar mi barba-. Si me preguntan, no me gusta nada la magia en general y la de esas puertas en particular. Pero, repito, ha llamado poderosamente mi atención qué habrá más arriba en la torre".

Tomé mis cosas y me preparé para partir, sea para donde fuere que elijamos ir.

"- Lo de la cocina no está mal. Con Douervis hicimos un paso rápido pero puede que queden cosas allí- concluí".

- Si le pedís a un hobbit que elija entre una torre o un sótano...elegiremos lo mismo que los enanos... - digo sonriendo - ...por mí revisemos el sótano, encontremos el oro y luego revisemos a fondo la cocina...pero a fondo ¡eh!

A ver si la cocina nos depara con algún descubrimiento interesante, como cerdo curado o miel que no vendría mal comerla con un poco de queso y pan.

- Si abajo sale todo bien, podríamos revisar la torre finalmente y yo mismo entraré en esas habitaciones. Pero debido a que tenemos a dos renqueantes es mejor que vayamos todos juntos y no corramos riesgos inútiles...

"- ¡Ja! Por eso me caen bien los hobbits, tienen tendencia a elegir lugares acogedores- comenté a las palabras de Mut acompañando con una risa".

Escuché lo que decía de mi compañero y también sopesé lo dicho por Lorgan frente a la posibilidad de aprovechar la cocina y recuperar fuerzas con buen alimento. Si bien mi interés me llamaba hacia arriba, mis compañeros acertaban en su criterio a buscar primero el tesoro.

"- Muy bien, no se diga más. Ojalá encontremos algo de comer que nos permite empezar bien y con energías la jornada- comenté-. Seré curioso por lo que nos espera tras las puertas, pero es verdad que mantenernos juntos sería lo más sensato- concluí asintiendo al hablar".

Así pues ya por fin parece decidido. Tras pertrecharos de nuevo descendéis por las escaleras hasta la cocina. Tomáis un poco de queso que queda y un poco de fruta. Ya solo queda carne seca, harina y poco más.

Y sin deteneros demasiado por fin abrís la última de las puertas, unas escaleras descienden. Aquí hay menos luz por lo que si alguien tiene una antorcha no sería mala idea encenderla, sino puede alguno de vosotros (según vuestra raza) tenga visión limitada.

Tras bajaros diez metros de escaleras llegáis a una puerta que da a...

Lo que parece ser un almacén de unos siete metros de largo por tres de ancho. Hay un par de decenas de sacos, cinco barriles, tres rollos de lana y ocho jamones curados. También hay tablones, clavos, una sierra y un martillo.

Esta sala tiene tres salidas más. Una en frente, una a la izquierda y otra la derecha.

Intento ver en la penumbra, pero la visión humana no suele ser certera en lugares oscuros. Mientras busco mi antorcha, pregunto a Angainor:

-Amigo, tú que estás más acostumbrado a la penumbra de cuevas quizás puedas observar algo que se nos pase, además de la comida, jaja. Encenderé mi antorcha, y veremos mejor qué nos ocultan las puertas de ahora en adelante. Este sótano tiene aspecto de ser usado como almacén y lugar de reparaciones.. o quizás hayan tapiado algo con madera.

No era usual mezclar ambas cosas, pero quién sabe las intenciones de los habitantes extraños de la torre.

Mi sentido hobbit detecta que hay 8 jamones curados, y se los señalo a mis compañeros.

- Ya sé que comeremos en el día de hoy...y sí Lorgan tiene pinta de alacena...pero puede que haya algo en las puertas del fondo...

Luego me centro en echar un vistazo a mi alrededor en busca de algo más que llame mi atención.

Saco una flecha de mi carcaj y cargo el arco.

- Angainor si detectas algo avisa y le suelto un flechazo...no podré moverme con agilidad pero espero poder ensartar si hay alguien...

"- ¡Ja!, ¿algo además de la comida? Ni que estuviese gordo... los enanos somos robustos y resistentes, no gordos- comenté intentando mostrarme serio aunque dejando entrever una sonrisa que se marcaba en mi rostro-. Mi vista está acostumbrada, si, pero bueno será contar con es antorcha para guiarnos".

Al bajar las escaleras miré en dirección donde el hobbit señalaba, percatándome también de la cantidad de comida que había en el lugar. Indudablemente los bandidos no pensaban irse de aquí y bien asentados y cómodos parecían estar.

"- Muy bien, Mut. Por si acaso, mantente a la retaguardia mientras nosotros nos movemos dejando espacio para tu tiro- contesté a las palabras del hobbit".