Partida Rol por web

Sigo manteniendo la mirada en la mujer y Aedalus, con el ceño fruncido intentando entender que sucede. Le susurro algo a Victor, después de escucharle.

- Ya veo… y esto - hago un pequeño ademán con la mano - ¿lo hace a menudo?

En la puerta, cautelosamente alejado de Vyktor y Victoria, se asoma un hombre enmascarado. Una máscara de médico de la peste adorna su cara y amortigua un poco su voz, dando la sensación de algo lejano.

Da un par de golpes a la pared, para llamar la atención, y aplaude lenta y teatralmente.

-Bravo, Sr. Galaliel. Improvisado. Pero brillante. Muy buena idea. Me gustaría quedarme a hacer de maestro, pero valoro mi vida más de lo que parece. Esperemos que no le salga el tiro por la culata. Señoritas...Mr...

Se va por el pasillo. Tras él, dos japoneses tatuados grandes le cubren las espaldas.

Veo como se marcha el hombre, y casi instantáneamente pregunto:

- ¿Vais a matarme? ¿Vais a hacerme algún daño?

Mi voz ya sonaba rota por entonces. No parece que fuera a mantener la compostura mucho más tiempo.

- Eso depende… - sonrío burlonamente, y miro a Aedalus esperando a que se explicara.

Vyktor se ha puesto en tensión cuando el hombre de la máscara de la peste ha aparecido por la puerta. Mira a Aedalus y la salida de forma alterna. Después habla hacía Aedalus. 

- Aedalus, cambio de planes, es posible que ese hombre sea el Dr. Amber, no podemos dejar que salga de este edificio. 

Vyktor parecía estar listo para salir corriendo en cualquier momento, pero esperaba la respuesta de Aedalus. 

El desconocido está detrás mio, cuando empieza a hablar me llevo la mano a la chaqueta.

Cada una de sus palabras más que asustarme hacen que sonría de oreja a oreja mientras en mis ojos se nota que estoy preparando algo. Cuando se da la vuelta y huye. 

Giro todo el cuerpo hacía la puerta a la vez que saco un revolver con hermosas inscripciones. Apunto al enmascarado para que la bala pase entre sus piernas y impacte delante suyo. 

Junto con una chispa en mis ojos disparo el revolver. 

Vyktor comienza a extender su sombra por el pasillo al mismo tiempo que Aedalus dispara su bala. 

- AHHHHHHH

Doy un grito super agudo mientras me encojo en la silla, tapándome la cara con las manos como si fuera a servir de algo.

El enmascarado se da la vuelta. Le sangran las palmas de las manos en zonas acras de protección. La metralla le ha rozado. Se saca la máscara por delante. Sonríe. Ampliamente. Lleva aun puestos dos grandes anteojos que se ven a través de la máscara. Reflejan o atenuan lo que ve. A través de ellos se adivina un brillo salvaje.

-Si eso es lo que quereis... Al fin algo divertido.

Los dos japoneses grandes se giran. Tienen los ojos en blanco, la boca en un rictus. Llevan en sus regazos unas cajas negras.

A un golpe del bastón de Amber, las cajas se precipitan contra el suelo y explotan en un resplandor blanco.

La onda explosiva empuja a todos contra la pared. Amber cojea pasillo abajo. La puerta de papel comienza a arder.

Los dos japoneses se precipitan como grandes moles contra el suelo. Las piernas totalmente agujereadas por el explosivo.

Caen de cara contra el suelo, a la vez.

Una sábana de sangre comienza a cubrir el suelo.

Vyktor se pega a la pared, lo más lejos que puede del fuego. Esta completamente en tensión y mira a su alrededor en busca de una salida. 

- Espero que tengas un plan B para esto. - Dice mirando a Aedalus. Un deje de temor se deja entrever en su voz. 

Mientras que el fuego crece, el se arrincona cada vez más en la zona más alejada y se tapa la cara. 

Aún un poco cegado por la explosión me levanto y compruebo la situación. Al ver que estamos más o menos bien. El fuego se propaga y Vyktor está arrinconado.

Victoria parece que está bien por lo que con los ojos medio cerrados la miro y grito. - DETENLO! - 

Pongo el brazo del revolver en dirección a la puerta y disparo. Cuando la bala impacta con la pared el fuego desparece. 

Miro con enojo a Victor, emito un ligero gruñido de frustración, atravieso lo que antes había sido la puerta en llamas y  grito - ¡LO INTENTARÉ ! - y salgo corriendo detrás del doctor esquivando los cuerpos de los japoneses y a todo el que se interpone.

Por la explosión la voluntario y yo hemos quedado los dos contra la pared. Después de disparar parece que caigo y intento levantarme mientras noto los trocitos de metralla. 

Con esfuerzo levanto a la chica junto con la silla. Me dejo caer en la butaca al lado. - Hubiera preferido darte una bienvenida más amigable pero nuestros destinos y ahora el tuyo también va a estar siempre sembrado de destrucción. - Lo digo mientras con la mirada busco en el suelo si la pipa sigue entera. 

Comienzo a notar un olor... un olor que proviene de los japoneses. El olor de lo que está muriendo y lo que está  ya muerto. Es un olor que me ciega. Mi cerebro pregunta por qué, pero mi cuerpo me impulsa a acercarme... a saborearlo y hacerme uno con ese olor.

¿Por qué me pasaba eso? Estaba perdiendo el control...

- ¿Y qué ocurre si no quiero ir con vosotros? ¿Qué ocurre si no quiero compartir vuestro destino, sea cual sea?

La anterior frase la digo mirando al hombre que le dirigia la palabra. Pero poco a poco, mis ojos fueron apuntando a los dos cadáveres en el suelo.

Me levanto, me acerco levemente a los cadáveres y me dejo caer de rodillas frente a uno de ellos. Tras ello, comienzo a acercar la cara y termino mordiendo uno de los brazos del hombre muerto, hasta desgarrar un trozo de carne y masticarlo con la cara ensangrentada. Mientras mastico, mis lágrimas caen sobre el cadáver, pero no abro la boca para decir nada al respecto; estoy demasiado ocupada masticando.

Vyktor se levanta y parece mucho más tranquilo tras la desaparición del fuego. Un aura negra comenzó a trepar alrededor de su cuerpo y al cabo de un rato lo rodeaba por completo, dejando al descubierto solo sus ojos. Su traje también se estiro, dejando entrever ahora una capa corta. Parecía que iba a comenzar a andar, ignorando la escena entre la mujer y Aedalus, pero se detiene cuando la mujer va hacía el pasillo y comienza su banquete. 

Ahora Vyktor parece tener verdadera curiosidad sobre ese ser, y se acerca hacía él. Se pone en cuclillas a su lado y observa gustoso como devora el cadáver. 

- Creo que podrías acabar cayéndome bien. 

Dice con una sonrisa confiada en su rostro. Acto seguido algo parecido a una cola oscura aparece de lo que parece ser su sombra y se clava en el otro cadáver, cuando sale esta cubierta de sangre. La punta de la cola se moldea de tal forma que la sangre acaba en el interior de una copa oscura. Vyktor coge la copa y da un ligero trago. 

- Aunque sabe mejor cuando aún puedes oírlos gritar, ¿No crees? 

Vyktor se vuelve a levantar. 

- Es una lástima que no pueda quedarme a charlar un rato más, pero creo que tenemos entre manos a un fugitivo con demasiada información. 

Dicho esto Vyktor pasa por encima de los cadáveres y comienza a caminar a paso rápido por el pasillo, por la dirección que ha tomado Victoria. 

Sorteando a borrachos, japoneses y muebles, llegas hasta la calle. Ves como Amber pretende avanzar hasta la Isla. Cogea pero va un poco por delante tuyo. La calle está llena de gente. Se ha vuelto a poner la máscara.

Dos policías van hacia el fumadero japonés. Al parecer han oído las explosiones. Uno es uno gordo que cogea, el otro es alto, fornido y lleva una enorme pistola.

Al ver que pretende huir hacia la Isla, acelero el paso, pero sin llegar a correr puesto que no quiero alarmar a los policías.

Una vez estoy lo suficientemente cerca de él, me camuflo un poco con la gente y preparo un hechizo. Puesto que quiero que se detenga, decido crear una alucinación cuanto más se aleje de mi persona, más frío y sensación de sumirse en la nada, lo único que podrá hacer es detenerse, salir huyendo sólo incrementaría la sensación, volviéndola tan real que podría provocarle un nivel de ansiedad tan extremo que su corazón no lo superara.